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ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

NOMBRE: Doménica Patricia Polanco Gavilánez

FACULTAD: Ingeniería Mecánica FECHA: 13 – 12 – 2017

ASIGNATURA: Desafíos del mundo actual GRUPO: E 2

ENSAYO

TEMA: La robótica y el empleo, basado en la tecnología que enseña a los robots a ‘pensar’
como humanos.

Introducción

El aprendizaje automático abre las puertas a un mundo en el que humanos y máquinas


coexistirán en equipo. No es novedad para nadie que cada día hay más robots a nuestro

alrededor.  La innovación y el uso de herramientas para facilitar la vida han sido un marcador
del progreso a lo largo de la historia, a través de revoluciones agrícolas e industriales.  Pero no
todos toman esta revolución robótica como positiva, pues muchos creen que los robots están
robando sus trabajos y es precisamente ahí donde se debe analizar si la robótica trae consigo
más beneficios que desventajas, ya que si las desventajas llegan a ser mayores, esto podría
acarrear graves consecuencias para al mundo.

Desarrollo

Los robots son máquinas programadas capaces de moverse y realizar trabajos repetitivos o
incluso trabajos muy peligrosos que ni el mismo ser humano ha logrado desarrollar por no
poner en riesgo sus vidas. Los robots garantizan rapidez y precisión mientras estén en perfecto
estado obviamente.

A finales de los años 1950, el informático Arthur Samuel creó un programa para jugar a las
damas, utilizando un algoritmo sencillo para descubrir los mejores movimientos para ganar.
Samuel entrenó el ordenador con una copia de sí mismo (el self play) y con una base de datos
en la que estaban registrados centenas de partidos. Era el inicio del machine
learning (aprendizaje automático), una rama de la inteligencia artificial (IA) que permite que
las máquinas aprendan sin ser explícitamente programadas. Casi siete décadas después de ese
juego, esa tecnología tiene aplicaciones tan diversas como el diagnóstico de un cáncer o la
construcción de coches autónomos. Hace unos días se dio a conocer su último invento: Sophia,
un androide desarrollado por la compañía Hanson Robotics, que acaparó todas las atenciones
en la feria tecnológica de Ginebra.

Según ella, Sophia (robot humanoide) fue activada el 19 de abril de 2015, así lo declaró en una
entrevista realizada en junio del 2017.  Está inspirada en la actriz Audrey Hepburn, y es
conocida por su aspecto y comportamiento humano en comparación con variantes robóticas
anteriores. Según el fabricante, David Hanson, Sophia tiene inteligencia artificial (IA),
procesamiento de dato visual y reconocimiento facial. Sophia también imita gestos humanos y
expresiones faciales y es capaz de contestar ciertas preguntas y tener conversaciones sencillas
en tópicos predefinidos.

Hanson diseñó a Sophia para ser una compañera adecuada para ancianos en Residencia de
personas mayores, o para ayudar a multitudes en parques o en grandes acontecimientos. Se
espera que finalmente pueda interaccionar con otros humanos suficientemente como para
obtener habilidades sociales. Pero lo que más conmocionó al mundo sobre Sophia es que en
octubre de 2017, se convirtió en una ciudadana saudí, siendo así el primer robot con
ciudadanía de un país; y es ahí donde todos se preguntan hasta dónde pueden llegar los
robots y si tal vez un día estos lleguen a reemplazar a toda la humanidad.

Además de hacer proyecciones para el futuro, los expertos también se preguntan cuáles son
los riesgos de un mundo en el que robots se adaptan y aprenden a partir de la experiencia
(como los seres humanos). Descartan, eso sí, un escenario de ciencia ficción donde las
máquinas aniquilan la humanidad. 

El investigador ve por lo menos dos papeles importantes para los humanos en el futuro:
realizar tareas que exigen empatía y “comprensión profunda de otro ser humano” y asegurar
que los robots no cometan errores. Esto nos da a entender que el mundo entero deberá
actualizar ya aprender a manejar robots obligatoriamente para tener una fuente de empleo,
puesto que los problemas de toma de decisiones de alto riesgo a menudo involucran factores
únicos. El aprendizaje automático de los robots solo funciona bien en problemas estables,
cuando el mundo es altamente predecible y es fácil recolectar gran cantidad de datos de
entrenamiento. En los problemas donde cada situación es única, es improbable que esa
tecnología tenga éxito.

Conclusiones
La robótica ha experimentado un rápido crecimiento debido a los avances en el conocimiento
de diferentes áreas, las máquinas automatizadas ayudan cada vez más a los humanos en la
fabricación de nuevos productos, el mantenimiento de las infraestructuras y el cuidado de
hogares y empresas. Los robots pueden fabricar desde nuevas autopistas, construir estructuras
de acero para edificios, limpiar conducciones subterráneas hasta hacer actividades sencillas
como cortar el césped o limpiar el piso.

Definitivamente los robots han reemplazado muchas actividades del hombre, pero no todo es
negativo, puesto que dichos robots pueden realizar trabajos que constituyen un riesgo mortal
para los seres humanos y de igual manera existen máquinas que contribuyen a mejorar la
salud del ser humano, tal es el caso de las máquinas que se usan en quimioterapias o
tratamientos médicos que pueden curar a una persona del cáncer.

Para que las personas no se sientan reemplazadas por robots serán necesario que estén al día
en temas de tecnología, puesto que dentro de las actividades a las que se dedicarán los
humanos a futuro están controlar a los robots y repararlos en caso de existir fallas técnicas.
ARTÍCULO
TÍTULO: La tecnología que enseña a los robots a ‘pensar’ como humanos.

FUENTE O AUTOR: Joana Olivera.

DIARIO: El País

FECHA: 3 de julio de 2017

ARTÍCULO
NOMBRE DE LA INVESTIGADORA: Doménica Polanco Grupo: E 2

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