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14 Enf Renales RN 0 PDF
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EN EL PERIODO NEONATAL
Marta Melgosa Hijosa(1), Jaime Fons Moreno(2)
Servicio de Nefrología Pediátrica. Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid
(1)
(2)
Unidad de Nefrología Pediátrica. Hospital Clínico Universitario. Valencia
Melgosa Hijosa M, Fons Moreno J. Enfermedades renales más frecuentes en el periodo neonatal.
Protoc diagn ter pediatr. 2014;1:207-24
RESUMEN
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se hablaba de cifras alrededor del 8-10%, con tante es la toxicidad que deberemos tener
menos de un 1% precisando terapia sustituti- siempre en cuenta, ya que puede evitarse en
va, pero estudios recientes muestran impor- muchos casos con un ajuste cuidadoso de los
tantes diferencias entre distintas poblaciones fármacos según peso, edad gestacional y gra-
neonatales, de modo que en RNPT <1500 g la do de insuficiencia renal. Una situación espe-
incidencia puede llegar al 18% y en neonatos cial es la toxicidad intraútero por exposición a
con cirugía cardiaca puede alcanzar hasta un agentes que interfieren con la nefrogénesis,
52%. En la asfixia moderada la incidencia es como los inhibidores de la enzima convertido-
del 9%, pero en la asfixia grave puede llegar ra de angiotensina (IECA), los bloqueantes de
hasta el 56%. Además de la comorbilidad, hay los receptores de la angiotensina II (ARA II) o
estudios que analizan diversos factores gené- los inhibidores de la ciclooxigenasa.
ticos que favorecerían el desarrollo de IRA en
situaciones de riesgo. En cuanto a la patología obstructiva, el diag-
nóstico suele ser prenatal. Destacan como
Existe una clara correlación entre la presencia causas las válvulas de uretra posterior, las uro-
de IRA y el riesgo de muerte, el cual aumenta patías obstructivas en riñón único, la vejiga
con la gravedad del fallo renal. neurógena o las masas pélvicas o sacras que
comprimen. Su manejo se analiza en otro ca-
2.3. Etiología pítulo.
Otras alteraciones renales intrínsecas distin- La mayor parte de las IRA serán prerrenales:
tas a la progresión de la hipoperfusión renal y distinguir si aún son reversibles o no será fun-
que puedan condicionar una IRA en estas eda- damental a la hora del manejo. En el neonato
des son raras: los procesos vasculares agudos y aún más en el prematuro, la utilidad de los
serían los mejores representantes de este gru- índices urinarios es más limitada pero en ge-
po y se revisarán más tarde. Una causa impor- neral un índice de fallo renal o una fracción de
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excreción de sodio mayor del 3% en un niño Dado que, en general, se conserva la diuresis,
>30 semanas sugiere ya un fallo parenquima- la mayor parte de los casos podrán ser mane-
toso. jados conservadoramente. Si se precisa tera-
pia sustitutiva, la de elección suele ser la diáli-
Los estudios ecográficos convencionales y me- sis peritoneal, ya que es la más sencilla, no
diante Doppler, incluyendo aorta, cava inferior precisa una unidad de hemodiálisis y suele
y la vascularización renal, son de gran utilidad. tener menos complicaciones. Técnicamente
El resto de pruebas de imagen se valorarán en también se puede realizar tanto hemofiltra-
función a la sospecha diagnóstica. ción como hemodiafiltración o hemodiálisis
en el periodo neonatal, si bien los riesgos he-
2.5. Tratamiento modinámicos son mayores y precisan de uni-
dades con experiencia.
Identificar precozmente la causa y si es posible
repararla, optimizando el flujo sanguíneo re-
nal son los dos pilares fundamentales. 3. TROMBOSIS VASCULARES
Dado que la mayoría de las IRA son prerrena- 3.1. Trombosis venosa renal
les, si la situación clínica del niño lo permite,
muchos autores recomiendan realizar inicial- La trombosis venosa renal (TVR) es la más fre-
mente una prueba de expansión de volumen cuente de las trombosis venosas espontáneas
con suero salino fisiológico a 10 ml/kg tanto (no asociadas a catéter) en el neonato. Un 25%
para ver la respuesta como para normalizar la de ellas son bilaterales y hasta un 60% pueden
volemia e impedir que el proceso continúe. Si extenderse a la vena cava inferior. En su pato-
la respuesta es negativa, el manejo será con- genia se han implicado distintos mecanismos:
servador con un balance estricto y cuidadoso flujo sanguíneo renal reducido, hiperosmolari-
que corrija los trastornos electrolíticos y evite dad, hipercoagulabilidad, etc.
la sobrecarga de volumen.
Entre los factores de riesgo destacan: prema-
El uso de dopamina no parece mejorar el pro- turidad, asfixia perinatal, deshidratación, ser
nóstico; tampoco mejora el pronóstico el uso hijo de madre diabética, sepsis, policitemia,
de furosemida si bien conseguir transformar enfermedad cardiaca cianógena, etc. Además,
una IRA oligúrica en normo- o poliúrica facilita hay una alta proporción de niños que tienen
mucho el manejo. En cuanto a tratamientos es- condiciones protrombóticas, como mutacio-
pecíficos, hay muy pocos estudios al respecto. nes en factor V de Leyden, déficit de proteína C
Hay datos que apoyarían el efecto positivo de la o S, mutaciones de la MTHFR, etc.
teofilina precoz en la evolución de la función
renal de los RN asfícticos. También hay estudios La tríada clásica es hematuria, masa abdomi-
que analizan el efecto positivo del fenoldopam nal palpable y trombopenia, siendo también
en pacientes con IRA y cirugía cardiaca o el efec- frecuente la hipertensión arterial (HTA). El mé-
to de la rasburicasa en pacientes con IRA e hipe- todo diagnóstico de elección será la eco-
ruricemia. Ninguno es concluyente. Doppler renal.
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Tabla 1 se recogen datos de PA ajustados a la centes. Debemos revisar también los fármacos
edad postconcepcional. que recibe el niño y la situación de analgesia,
ya que el dolor será una de las causas más fre-
En principio consideraremos HTA cuando en cuentes.
varias mediciones técnicamente correctas y
separadas en el tiempo el niño presente valo- Si la causa no está clara, como pruebas de pri-
res por encima del p95 para su edad postcon- mer nivel deben valorarse los iones y creatini-
cepcional. na en sangre y en orina, el calcio iónico y el
sedimento urinario, para descartar enferme-
4.2. Incidencia dades renales, hipercalcemia y alteraciones en
el eje suprarrenal. Así mismo, se realizará una
Dado que los criterios no son claros, es difícil ecografia-Doppler para descartar patología
establecer la incidencia. Los datos se refieren a estructural renal e HTA renovascular, y una
niños ingresados en Unidades de Cuidados In- ecocardiografia para estimar la repercusión de
tensivos Neonatales (UCIN) y las cifras publi- la HTA (especialmente ante sospecha de coar-
cadas oscilan entre el 0,2 y el 3,8%, pero son tación de aorta).
cifras globales; si separamos por poblaciones,
la incidencia es mayor en RNPT que en RNT. La determinación inicial de hormonas es con-
Además, hay situaciones, como la HTA ligada a trovertida, ya que el patrón de iones en sangre
la displasia broncopulmonar, que aparecen y orina nos orientará hacia un problema su-
después de que el niño haya abandonado la prarrenal. La determinación de renina y aldos-
UCIN, con lo que la incidencia puede estar in- terona es técnicamente compleja y difícil de
fravalorada. interpretar, ya que en el RN, y más aún en el
prematuro, fisiológicamente están muy eleva-
4.3. Etiología das, así que no se recomienda como screening,
aunque sí conviene realizarlas antes de iniciar
Las causas de HTA en el periodo neonatal son tratamiento hipotensor. Solicitar hormonas
muy variadas (Tabla 2). Además de las clásicas tiroideas en caso de sospecha diagnóstica.
en la infancia, los RN presentan factores de ries-
go específicos, como la cateterización umbili- Las pruebas de segundo nivel se indicarán en
cal, el ductus arterioso persistente, la ECMO, el función a la sospecha diagnóstica.
uso de medicaciones como corticoides o indo-
metacina, o la displasia broncopulmonar. 4.5. Tratamiento
4.4. Enfoque diagnóstico y manejo Cuando se identifica la causa, esta debe ser
tratada y las situaciones iatrogénicas corregi-
La historia clínica es fundamental para orien- das: soporte inotrópico excesivo, corticoides,
tar la posible causa a fin de ir escalonando es- hipercalcemia, sobrecarga de volumen, dolor…
tudios. La exploración clínica cuidadosa sin
olvidar la palpación de pulsos en cuatro miem- Existe controversia sobre si iniciar o no trata-
bros, puede orientar hacia patologías subya- miento de la HTA aislada en el RN, pues hay
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Tabla 1. Evolución de la presión arterial en función de la edad postconcepcional
Edad postconcepcional P50 P95 P99
44 semanas
PAS 88 105 110
PAD 50 68 73
PAM 63 80 85
42 semanas
PAS 85 98 102
PAD 50 65 70
PAM 62 76 81
40 semanas
PAS 80 95 100
PAD 50 65 70
PAM 60 75 80
38 semanas
PAS 77 92 97
PAD 50 65 70
PAM 59 74 79
36 semanas
PAS 72 87 92
PAD 50 65 70
PAM 57 72 77
34 semanas
PAS 70 85 90
PAD 40 55 60
PAM 50 65 70
32 semanas
PAS 68 83 88
PAD 40 55 60
PAM 49 64 69
30 semanas
PAS 65 80 85
PAD 40 55 60
PAM 48 63 68
28 semanas
PAS 60 75 80
PAD 38 50 54
PAM 45 58 63
26 semanas
PAS 55 72 77
PAD 30 50 56
PAM 38 57 63
PAD: presión arterial diastólica; PAM: presión arterial media; PAS: presión arterial sistólica.
Tomado de: Flynn JT. Neonatal Hypertension: diagnosis and management. En: Polin R (ed.). Nephrology and Fluid/Electrolyte physiology. Philadelphia:
Saunders Elsevier; 2010. p. 256.
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poca experiencia con el uso de fármacos anti- función de la sospecha etiológica y muchas
hipertensivos en neonatos (y menos en pre- veces de los efectos adversos ligados a las dis-
maturos) y no se conocen los efectos secunda- tintas medicaciones. En el caso de niños con
rios a largo plazo. En general se debe avanzar HTA muy grave o con síntomas, lo más seguro
lo más posible en el diagnóstico antes de ini- es comenzar con una perfusión IV para evitar
ciar el tratamiento y solo se iniciará si el niño descensos bruscos de la PA; al tiempo, se ini-
tiene síntomas, repercusión ecocardiográfica ciará un tratamiento oral para poder suspen-
o se mantiene muy por encima del p99. der la perfusión cuando el paciente esté con-
trolado. Entre los fármacos que en el RN
Tampoco hay criterios sobre qué fármaco usar. pueden usarse en perfusión están el nicardipi-
Se deberá individualizar el tratamiento en no, el urapidilo, el labetalol y el nitroprusiato.
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El tratamiento oral se iniciará por la dosis mí- En cuanto a los factores predisponentes, nin-
nima, esperando unos días antes de aumen- gún estudio ha sido concluyente. El riesgo pa-
tar la dosis. Se valorará asociar otro fármaco rece mayor cuanto menores son el peso y la
si no se consigue respuesta tras aumentar la edad gestacional al nacimiento. Se ha relacio-
dosis, o si se producen efectos secundarios. El nado también con ciertos factores perinatales,
descenso también debe ser progresivo. El uso como la necesidad y/o duración de ventilación
de IECA en RN debe ser muy cuidadoso ante mecánica u oxigenoterapia, o la duración de la
el riesgo de hipoperfusión renal y en general nutrición parenteral. Uno de los factores más
no se recomiendan hasta una edad postcon- analizados ha sido la influencia de algunos
cepcional superior a 44 semanas. Una buena fármacos como la furosemida, pero esta rela-
opción puede ser el amlodipino en jarabe o la ción no es constante en estudios posteriores.
hidralacina. Los betabloqueantes deben Otros trabajos la relacionan con el uso de cor-
usarse con cuidado por el riesgo de broncoes- ticoides postnatales, de metilxantinas o de
pasmo. algunos antibióticos nefrotóxicos. Tampoco es
constante la presencia de hipercalciuria, hipe-
roxaluria, hiperuricosuria o hipocitraturia. No
5. NEFROCALCINOSIS existe, por lo tanto, ningún factor determinan-
te claro, de modo que se trata más bien un
La nefrocalcinosis (NC) se define como el de- proceso multifactorial en el que tienen más
pósito de calcio en el riñón. En el niño mayor riesgo los niños más pequeños, de menor
se asocia a distintas patologías. En los últimos edad gestacional y con mayor morbilidad peri-
años, la ecografía ha evidenciado una elevada natal.
frecuencia en el RNPT sin que estén claras ni
sus causas ni sus consecuencias. 5.2. Incidencia
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Una vez detectada la nefrocalcinosis, es fun- malía metabólica, tan solo se realiza segui-
damental descartar la existencia de alguna miento ecográfico y no se recomienda ningún
patología que la explique. No son muchas las tratamiento.
entidades que cursan con NC ya en el periodo
neonatal, pero habría que descartar la acidosis
renal tubular distal, el síndrome de Bartter 6. INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO
neonatal, las situaciones de malabsorción, el
hiperparatiroidismo primario neonatal y el La infección del tracto urinario (ITU) tiene una
síndrome de Williams. prevalencia complicada de establecer por la
dificultad para obtener cultivos fiables; en el
5.4. Evolución natural y pronóstico RNT se estima en 0,1-1%, mientras que en los
RNPT se refiere hasta del 2,8% que, en ausen-
Los estudios realizados hasta ahora y que han cia de procedimientos invasivos, realmente no
seguido la evolución de estos pacientes han observamos.
encontrado una tendencia constante a la des-
aparición, con tasas que oscilan entre el 50 y el En cuanto a la bacteriuria, estudios epidemio-
75% a 5-6 años. Estos estudios tienen segui- lógicos señalan una prevalencia, comprobada
mientos aún cortos de modo que no está clara mediante punción suprapúbica, del 1% en RN
la repercusión a largo plazo. a término y del 2-6% en los RNPT.
No parece existir un mayor riesgo de infeccio- Es mucho más frecuente en varones, lo que se
nes de orina o de litiasis. Aunque algunos de ha atribuido a la mayor incidencia en ellos de
estos niños pueden tener cifras de presión ar- malformaciones nefrourológicas. La ITU ma-
terial más elevadas y riñones más pequeños terna al final del embarazo incrementa el ries-
en la edad adulta, el riesgo parece más ligado go de infección urinaria en el neonato. No obs-
a la prematuridad que a la NC. En cuanto al FG, tante, la ITU es muy improbable en los tres
los estudios son contradictorios, con trabajos primeros días de vida.
que muestran filtrados más bajos y otros que
no lo confirman. Tampoco hay datos conclu- 6.1. Etiología
yentes sobre una posible repercusión en la ca-
pacidad de concentración o en la función tu- Los gérmenes más frecuentemente aislados
bular, proximal o distal. son el E. coli (80% en algunas series) y la Kleb-
siella, especialmente en el RNPT y en ITU no-
5.5. Necesidad de tratamiento socomial. El resto son bacilos gramnegativos
(Enterobacter, Proteus, Citrobacter, Serratia,
No hay ningún estudio que analice el efecto Psuedomonas, Providencia, Morganella y Sal-
de las tiacidas, y tan solo uno en el que se su- monella spp.) y cocos grampositivos (Entero-
plementa con citrato sódico, mejorando la ci- coccus, Streptococcus B y Staphylococcus au-
traturia pero sin que disminuya la incidencia reus y coagulasa negativo). La mayor
de NC. En el momento actual, y dada su evolu- incidencia en las UCIN de infecciones por Can-
ción natural, si no se identifica ninguna ano- dida tiene también su reflejo en las ITU noso-
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comiales, especialmente en los RNPT de me- La exploración clínica debe incluir la palpación
nor edad. de riñones y vejiga (puede percibirse la nefrome-
galia que acompaña a la pielonefritis) y la valora-
6.2. Patogenia ción de la zona lumbosacra y de los genitales.
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Para la estrategia de la obtención de una mues- siempre y de forma precoz. Detectará muchas
tra adecuada conviene recordar que, tras la irre- de las anomalías nefrourológicas (algunas di-
gularidad miccional de los primeros días, el RN lataciones obstructivas requerirán derivación
suele orinar cada 30-60 minutos, y que en oca- urinaria) y orienta sobre el tipo y el momento
siones interesa comprimir la uretra durante la más adecuados para otras exploraciones de
preparación de los procedimientos invasivos. imagen. Su sensibilidad es menor si la vejiga
está vacía. En las infecciones no complicadas
En niños de bajo riesgo, en los que se pretende la ecografía suele ser normal y mostrar solo la
descartar una ITU, la muestra obtenida me- nefromegalia inflamatoria. En la candidiasis
diante bolsa, si se realiza con la técnica correc- urinaria puede encontrarse obstrucción del
ta, es útil como aproximación inicial. Un resul- tracto urinario o hiperecogenicidad cortical
tado negativo la descarta, mientras que la por trombos fúngicos vasculares.
positividad del cultivo (>5 x 104 UFC/ml) re-
quiere confirmación mediante otro cultivo. En el neonato, la pielonefritis tiene un carácter
más difuso y las variaciones parenquimatosas
El urinálisis tiene menos valor orientativo que son menos evidentes en los estudios median-
en otras edades, ya que una ligera leucocituria te Doppler e incluso en la gammagrafía-DMSA
(>10 leucos/μl en orina no centrifugada la de- (en cuyo menor rendimiento también influye
fine mejor que 5 leucos/campo en orina cen- la inmadurez del túbulo proximal); por ello,
trifugada) es frecuente durante los primeros esta última tiende a realizarse solo en ITU mo-
días de vida, especialmente en las niñas, y la deradas o graves. Hasta ahora, la cistouretro-
valoración de los nitritos es menos sensible y grafía ha sido recomendada tras toda ITU neo-
específica. Asimismo, la coexistencia de ITU y natal para detectar reflujo vésicoureteral,
urinálisis normal es mayor a esta edad. La pro- presente en un 30-51% de casos. La postura
teinuria y lahematuria, como signos de infla- más conservadora con respecto al reflujo hace
mación, refuerzan la sospecha de ITU. que la tendencia actual sea realizar cistografía
solo en el caso de imágenes ecográficas suges-
La evaluación diagnóstica incluye hemogra- tivas o de manifiestas alteraciones gam-
ma, análisis bioquímico básico de sangre (en magráficas. Si la ecografía sugiere obstrucción
el neonato la procalcitonina tiene menos va- debe ser valorada por un urólogo pediátrico.
lor), hemocultivo y en RN con signos de infec-
ción sistémica, estudio del LCR. 6.5. Tratamiento
La estrategia en cuanto a las exploraciones de Debe ser precoz, tras la obtención de muestras
imagen es muy dependiente de los antece- urinarias fiables. Generalmente se recurre a la
dentes, las características de la infección (ger- ampicilina, la gentamicina (niveles antes de la
men, gravedad), el contexto del paciente, la tercera dosis) o la cefotaxima, en combinacio-
calidad de exploraciones que se hacen (cuida- nes variables dependiendo del resultado de la
dosos y repetidos estudios ecográficos pueden tinción de Gram, del estado clínico y la función
ser muy definitorios) y sobre todo la experien- renal. La antibioterapia parenteral se mantie-
cia médica. El estudio ecográfico debe hacerse ne durante 7-14 días.
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En la candidiasis urinaria están indicados los nes. El pronóstico a largo plazo depende de la
antifúngicos sistémicos (fluorocitosina o flu- repercusión sobre el crecimiento renal y de las
conazol, la eliminación urinaria de la anfoteri- anomalías urológicas asociadas.
cina B es relativamente baja); en algunos ca-
sos puede ser necesaria la instilación de
anfotericina B en la vía urinaria a través de 7. TUBULOPATÍAS CON MANIFESTACIÓN
una sonda de nefrostomía o vesical (50 μg/ml, NEONATAL
diluida en agua destilada).
Algunas tubulopatías pueden manifestarse
Tras ITU importantes se recomienda profi- precozmente, incluso en la época fetal. Deben
laxis hasta completar los estudios de imagen, sospecharse ante alteraciones clínicas y analí-
manteniéndose en caso de megauréter o de ticas poco justificadas que no se corrigen con
reflujo grave (grados IV y V). Durante el pri- el tratamiento habitual. Suelen ser comunes
mer mes de vida debe emplearse amoxicilina el retraso de crecimiento intrauterino, a veces
o cefalexina (10 mg/kg cada 24 horas). En ge- acompañado de polihidramnios, la falta de
neral se propone una actitud expectante, in- medro, los vómitos, la poliuria y las alteracio-
sistiendo en la importancia del diagnóstico y nes hidroelectrolíticas o del EAB.
tratamiento precoz de las recurrencias, más
que en el mantenimiento de profilaxis pro- Conviene recordar, para evitar retrasos diag-
longadas. nósticos, que los valores analíticos del RN, es-
pecialmente los del RNPT, son distintos y que
6.6. Seguimiento y pronóstico las cifras de potasio y fosfato son elevadas.
Asimismo, una interpretación analítica ade-
El seguimiento depende del resultado de los cuada requiere hacer una consideración glo-
estudios de imagen. Si fueron normales, se bal, ya que. por ejemplo, hay situaciones de
mantiene un periodo de vigilancia clínica has- hipercalciuria que se deben no a un exceso de
ta el año de edad, en razón de la frecuencia calcio sino a un déficit de fosfato.
elevada de recurrencia en el primer año de
vida (19-25%). Los cultivos de orina se realiza- 7.1. Síndrome de Fanconi
rán ante la sospecha de infección. La gam-
magrafía se repetirá a los 6-12 meses si la ini- El fallo del túbulo proximal origina acidosis
cial fue claramente patológica. Si no hubo metabólica hiperclorémica, hipopotasemia,
alteración o fue ligera, cuidadosos controles glucosuria, hipofosfatemia, aminoaciduria,
ecográficos pueden ser suficientes. Los reitera- proteinuria tubular y raquitismo resistente a
dos estudios de ecografia-Doppler, que permi- la vitamina D. Este síndrome puede aparecer
ten hacer valoraciones no solo estructurales como forma aislada, pero la mayoría de las
sino dinámicas (peristaltismo y “jet ureteral”, ocasiones es secundario a alteraciones, gene-
cambios de tamaño de cavidades en relación ralmente graves, que en el neonato pueden
con el tamaño vesical y la micción…) son, a manifestarse con un síndrome de Fanconi de
nuestro juicio, junto con la clínica, las herra- intensidad variable, acompañado de:
mientas más importante para tomar decisio-
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El diagnóstico suele ser prenatal y eso nos per- aunque la mortalidad es hasta cuatro veces
mitirá controlarlos desde el nacimiento. Si se mayor que la de los niños que inician diálisis
sospecha una uropatía, es necesaria una valo- con más de un año de vida, no hay claras dife-
ración urológica precoz por si se precisa algu- rencias entre los que la inician en el periodo
na actuación urgente (sondaje vesical, urete- neonatal y los que la inician con más de un
rostomía, pieloplastia…). mes y menos de un año, con resultados bas-
tante buenos en lo que se refiere a crecimien-
Desde el punto de vista nefrológico, los análi- to, desarrollo psicomotor y resultados poste-
sis iniciales muestran un ascenso de la creati- riores del futuro trasplante. El factor de peor
nina similar a lo que ocurre en la IRA, ya que pronóstico en estos niños no parece ser la
los primeros valores son semejantes a los ma- edad a la que inician la diálisis sino la coexis-
ternos y luego irán aumentando hasta estabi- tencia de otras alteraciones patológicas. A pe-
lizarse en su valor real. Estos niños suelen ser sar de todo, la decisión es difícil y debe ser
muy poliúricos y tienen un alto riesgo de des- consensuada con la familia, valorando muy
hidratación precoz que empeoraría su situa- cuidadosamente cada situación y haciendo
ción basal. Con frecuencia tienen acidosis y hincapié en las dificultades y en la dedicación
una pérdida salina que es importante corregir, familiar, tanto física como emocional que va
ya que un balance positivo de sodio es funda- precisar el niño sobre todo durante los prime-
mental para un adecuado crecimiento. Asegu- ros años.
rar una adecuada nutrición desde el primer
momento es una prioridad. La lactancia ma- En cuanto a la técnica sustitutiva, de elección
terna es siempre el alimento de elección y es la diálisis peritoneal (DP) que podrá ser au-
debe intentar mantenerse. En los casos más tomática con volúmenes tan bajos como de 60
graves en los que sea imposible conseguir un ml y que permitirá los intercambios rápidos y
aporte adecuado por vía oral, la nutrición en- cortos que generalmente son necesarios. La
teral por sonda nasogástrica o gastrostomía hemodiálisis es técnicamente posible pero
debe considerarse precozmente. como tratamiento crónico tiene muchos in-
convenientes (mala tolerancia hemodinámica,
Dado que la mayoría de estos niños son poliú- alto porcentaje de infecciones y complicacio-
ricos, es raro que un RN no pueda ser maneja- nes vasculares, dependencia del hospital), por
do conservadoramente durante el periodo lo que se reservará para periodos cortos en los
neonatal, aunque tenga filtrados glomerula- que por alguna razón no pueda usarse la DP. El
res muy bajos, y precise un tratamiento susti- trasplante renal será la técnica de elección fu-
tutivo crónico que debe ser valorado e iniciado tura pero habrá que esperar a que el niño al-
en un centro con experiencia. cance un tamaño adecuado tanto en peso
como en desarrollo vascular y a que esté co-
Hasta hace poco tiempo, no se planteaba la rrectamente vacunado; en general, en la ma-
posibilidad de iniciar una diálisis crónica en yoría de los centros no se trasplanta hasta que
niños tan pequeños por motivos éticos. En los el niño tiene más de un año y >10 kg.
últimos años, diversos estudios muestran que,
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Protocolos • Enfermedades renales más frecuentes en el periodo neonatal
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