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Prof.

Lucy Espinoza Tejada


Asignatura: RV
¿Por qué debemos leer?

La lectura es la prá ctica má s importante para el estudio. En las asignaturas de letras, la lectura
ocupa el 90% del tiempo dedicado al estudio personal. Mediante la lectura se adquiere la
mayor parte de los conocimientos y por tanto influye mucho en la formació n intelectual.

Mediante la lectura se reconocen las palabras, se capta el pensamiento del autor y se lo


contrasta con el propio de forma crítica. De alguna forma se establece un diá logo con el autor.
Laín Entralgo define la lectura como un “silencioso coloquio del lector con el autor”. Se
pueden distinguir tres clases de lecturas:

Una de distracción, poco profunda, en la que interesa el argumento pero no el fijar los
conocimientos; otra lectura es la informativa, con la que se pretende tener una visió n general
del tema, e incluso de un libro entero; y por fin, la lectura de estudio o formativa, que es la
má s lenta y profunda y pretende comprender un tema determinado.

Los dos factores de la lectura son la velocidad y la comprensión.

La velocidad es el nú mero de palabras que se leen en un minuto y suele ser de 200 a 250 en
un estudiante normal. La comprensió n se puede medir mediante una prueba objetiva aplicada
inmediatamente después de hacer la lectura. Se suele medir de 0 a 10, y suele ser de 6 a 7 en
una lectura normal. Es necesario que se evite siempre la lectura mecá nica, es decir, sin
comprensió n y se ponga esfuerzo por leer todo de prisa, lo que se pueda y asimilando el
mayor nú mero de conocimientos posibles. Con esto se aumenta la concentració n y mejora la
velocidad de lectura sin bajar la comprensió n.

Si se quiere conseguir una gran velocidad de lectura, doblando o triplicando la velocidad


actual sin bajar la comprensió n, se debería hacer un curso de lectura rá pida, que mediante un
entrenamiento específico se puede conseguir una gran velocidad, como la alcanzada por el
presidente Kennedy, que llegaba a las 1200 palabras por minuto.

Antes de empezar a estudiar una lecció n es conveniente hacer una exploració n, es decir,
observarla por encima, viendo de qué tratan las distintas preguntas, los dibujos, los esquemas,
las fotografías, etc. De esta forma se tiene una idea general del tema. El segundo paso sería
hacerse preguntas de lo que se sabe en relació n con el tema y tratar de responderlas. Así, se
enlazan los conocimientos anteriores con los conocimientos nuevos
Prof. Lucy Espinoza Tejada
Asignatura: RV

Leer no te hace mejor

“Entiendo perfectamente la preocupació n por los bajos o nulos índices de lectura entre las
nuevas generaciones. Pero lo que no entiendo tanto en ese odio–temor– angustia frente a
medios audiovisuales como la televisió n e Internet. Pertenezco a una generació n que creció
mirando televisió n. No recuerdo haber hecho ninguna tarea escolar sin la compañ ía de mis
personajes favoritos de las teleseries y me alegra decirlo, no solo disfruté de todo lo que vi,
sino que, estoy seguro que aprendí mucho má s que en las aulas del colegio. La educació n
académica —incluso en los primeros añ os universitarios— me exigía perder el tiempo
aprendiendo fó rmulas inaplicables para aprobar exá menes, mientras que la televisió n me
extendía un puente hacia el mundo entero. Gracias a ello, comenzó el descubrimiento de la
literatura, las artes plá sticas y, por supuesto, el cine. Así conocí a Tolstoi y Dostoievski,
nombres que nunca se pronunciaron en los textos estudiantiles. También aprendí mucho
sobre sentimientos humanos. Y conste que estoy hablando de los añ os sesenta y ochenta,
cuando no había cable y mucho menos Internet, y los medios estaban controlados por el
Estado. Así que, me imagino, los jó venes de hoy tienen las mayores posibilidades. Tienen el
universo increíblemente amplio por el que pueden navegar el resto de sus vidas.

Si el ser humano, el individuo, es capaz de encontrar en Internet la informació n que necesita,


¿por qué obligarlo a leer un libro?, ¿por qué combatir esa formidable herramienta de
conocimientos?

Leer un libro, con todo el amor que ese rito casi pagano me despierta, no hace mejor a nadie.
En lo absoluto. Afirmar lo contrario es entrar en un terreno de demagogia culturosa. Nadie es
mejor por su bagaje literario. Tampoco por visitar un museo o entrar en éxtasis al contemplar
Las Meninas. ¿Has visto alguna vez esas hordas de turistas que invaden los museos? No creo
que muchos aprendan o entiendan o encuentren algo especialmente motivador en las obras
maestras. Mucho mejor estarían viendo sus telenovelas favoritas. Y, de paso, no estorbarían a
los estudiantes apasionados del arte.

Es mentira que las horas dedicadas a la televisió n son horas robadas a la lectura. El que no
quiere leer, porque tiene la libertad de no hacerlo, dirigiría su atenció n a otro
entretenimiento. No precisamente a los libros. El mundo está cambiando y probablemente no
entendamos muchas de las transformaciones que vienen. Pero allí está la riqueza, justamente
en las sorpresas que las telecomunicaciones nos deparan. Condenar estos avances me
recuerda a los tiempos medievales, cuando los libros estaban ocultos en las bibliotecas de los
conventos y se encendían las hogueras para aquellos que trataban de divulgarlos.
Prof. Lucy Espinoza Tejada
Asignatura: RV
Prof. Lucy Espinoza Tejada
Asignatura: RV

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