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Seminario de Ecología y Desarrollo

Escuela de economía Universidad Industrial de Santander

DIFERENCIAS ENTRE VIRUS Y BACTERIAS


Rafael Téllez Sánchez. Profesor
Hay muchas las dudas en torno al nuevo coronavirus. ¿Qué es? ¿Cómo se contagia? ¿Se
puede prevenir? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes junto con las que hacen
referencia al tratamiento: ¿cómo se trata?

Actualmente no existe una vacuna contra el coronavirus humano, y es obvio, porque hasta
ahora aparece. Las dudas más generalizas de la población se presentan alrededor de posibles
tratamientos con el uso de antibióticos: ¿Son eficaces los antibióticos frente al coronavirus?
La respuesta es ¡absolutamente ¡no! ¿Por qué? Porque el COVID-19 es un virus y ningún
virus se trata con antibióticos.

Muchas personas, quizá por desconocimiento o por desinformación, meten en el mismo saco
tanto las bacterias como los virus y tienden a mezclar estos términos indistintamente cuando
son bio0lógicamente muy diferentes.

Entonces, además del tratamiento hay otras diferencias entre ellos: un virus es un agente
infeccioso intracelular, que puede ser o no un patógeno y que tiene la capacidad de infectar,
de replicarse y de adaptarse, aunque no siempre causa enfermedades. Éstos necesitan de
hospederos (o hospedajes) vivos de humanos, animales o plantas para poder desarrollarse,
multiplicarse y sobrevivir, ya que carecen de estos mecanismos propios. Por su parte, las
bacterias son organismos procariotas, es decir, que no tienen núcleo verdadero. Las bacterias
suelen localizarse en ciertas partes del cuerpo humano conformando la flora saprofita, que
comprende diferentes tipos de microorganismos según el lugar donde se encuentren,

Las condiciones medioambientales, como la dieta, las condiciones sanitarias, la polución del
aire y los hábitos higiénicos, influyen en el desarrollo de las especies que constituyen la flora
saprófita de un individuo.

Es importante saber que las bacterias no siempre causan enfermedades y que muchas veces
protegen al organismo contra otras infecciones causadas por otros microorganismos, vivimos
con más bacterias que células en el cuerpo, pues tenemos casi dos kilos de bacterias en
nuestro cuerpo conviviendo pacíficamente el problema es cuando son patógenas.

La forma de infectar de las bacterias y los virus también es diferente: las bacterias tienen la
propiedad de crecer y reproducirse por sí mismas, no necesitan infectar una célula,
simplemente entran en el organismo, se dividen y producen toxinas o colonizan un tejido,
causando la patología, sólo en algunos casos llegan a ocasionar enfermedades.

De hecho, en cierta medida se puede decir que el organismo selecciona las bacterias para
funcionar correctamente, a diferencia de los virus que en ningún caso pueden ser
considerados como beneficiosos para el organismo.

De otra parte, los virus, son capaces de hacer copias de sí mismos (de replicarse) en las células
vivas del huésped al que infectan para, de este modo, provocar una enfermedad, esta es su
forma de infectar al organismo.

Otra diferencia entre ambos está en el tamaño: las bacterias tienen un diámetro de entre 0,6
y 1 micrómetro (µm), y pueden verse con un microscopio óptico, mientras que los virus, sólo
pueden detectarse por electro microscopia. Y en cuanto a su estructura, las bacterias
presentan pared celular, con una estructura interior constituida por citoplasma, ribosomas y
genomas bacteriano, los virus muestran una estructura más simple, con un genoma cubierto
por una envoltura proteínica y la cápside vírica.
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Escuela de economía Universidad Industrial de Santander

Síntomas similares
Con los conceptos más o menos claros de lo que es un virus y una bacteria, podemos saber
cómo diferenciarlas cuando producen enfermedades. Según los especialistas, aunque los
síntomas o malestares son similares, hay diferencias muy marcadas que se deben tener en
cuenta para el tratamiento. Así, en el caso de las infecciones respiratorias bacterianas, estas
se caracterizan por secreción purulenta, verdosa o amarillenta a las 24 horas, fiebre elevada
y malestar generalizado de mayor gravedad.

Bacteria Virus Para este caso las indicaciones de los


infectólogos, las infecciones respiratorias
virales, el malestar no pasa de las dos semanas
y ocasiona, entre otros síntomas, secreción
nasal, fiebre alta, malestar general, tos, dolor
de cabeza, oídos y garganta, dificultad para
respirar, cansancio y dolor articular.

¿Cuáles son más graves? En el caso de las


infecciones respiratorias bacterianas, destacan
por su gravedad la neumonía y la tuberculosis, y, en las virales, el resfriado común, la
faringitis, amigdalitis, laringitis y otitis media, aunque también se incluiría la gripe. En el
caso de las gastroenteritis, de forma general, una bacteriana es más grave, aunque menos
frecuente.

Pero esto no se cumple para todos los tipos de infecciones; la gravedad dependerá de que
exista un tratamiento eficaz para ese virus o bacteria y de la salud previa del paciente a quien
ataquen. Así, encontramos infecciones bacterianas muy patógenas pero que cuentan con un
tratamiento eficaz o infecciones víricas, que no son tan patógenas, pero que no cuentan con
un tratamiento eficaz, por lo que podrían llegar a ser fulminantes en un paciente con un
sistema inmunitario debilitado o con patologías previas.

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