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Universidad
Naciona[ de Cuyo

Los derechos humanos en la Argentina

Del ocultamiento.a la interpelación poütica

Norma F6scolo, directora

María del Carmen Schilardi

Graciela Cousinet

Marcela Madeo

Egle Piedrafita

Patricia Chantefort

Diego Lavado

Marcelo de Luca

EDIDNe
Mendoza. 2q<lO

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2. Movimientos sociales y formas

de organización

Graciela Cousinet

Caracterización de los nuevos movimientos sociales

La aparición óe-rormas organizativas novedosas que se presentaron como
alternativas a las tradicionales representadas por sindicatos y partidos originó
una profusa bibliografía Hemos seleccionado aquellos autores que considera­
mos más representativos y trataremos de sistematizar los diferentes enfoques
que se han desarrollado con relación a este tema.
Norben Lechner considera que los nuevos movimientos sociales constitu­
yen una nueva forma de hacer polftica. Aparecen nuevos actores que se defi­
nen a través de sus propias organizaciones ante la crisis de representación de
los partidos políticos y los sindicatos.
Para él se ha producido una escisión entre SABI!R y ORGANIZACIÓN. Esta ya
no se justifica en nombre de un conocimiento científico sino a partir de princi­
pios y valores de justicia y éticos.
Tn.MAN EVEltS tiene una visión centrada en lo cultural. Opina que estos
movimientos no deben ser interpretados en clave política, sino como prácticas
centradas en la construcción de identidades colectivas.
Elabora cuatro tesis que definen el carácter dI' ruptura con otras formas
orgaruzativas de los nuevos movimientos sociales:
1- El potencial de los movimientos sociales radica en la capacidad de re­
novaci6n de patrones socio-culturales cotidianos que constituyen la
microestructura de la sociedad.
2- Constituyen la faz oculta, el patio trasero de la sociedad, cuya parte
pública se halla ocupada por la ideología dominante.
3- Su accionar se inscribe en la dialéctica "alienación-identidad".
4- Este proceso incluye la creación de sus propios sujetos.

29
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Los DERECHOS HUMANOS EN L;I. ARG6NTlNA MOVIMrEN'TOS SOCIALES Y FORMAS DE ORGANIZACIÓN

Un tercer punto de vista lo proporciona':ERHEsTO LACLAu. Debido a la im- . • La revalorizaci6n de la necesldatl"tle·transformacíón de pautas cultura­
portaacia y originalidad·de su propuesta la analizaremos con más detenimiento les que persisten como núcleos autoritarios.

en otro apartado. Pero para sintetizar su enfoque diremos que considera que En el campo socio-ec~n6mico~: .

los nuevos movimientos sociáfes no constituyen un desplazamiento sino una

recuperación y profundización de los contenidos de un largo proceso de revo­
lución democrática.
Estas nuevas fo rmas le"organización incluyen nuevos temas y reivindica­
ciones que s6 10~una- radicalizaciÓn creciente de un desarrollo que tiene
como fechas claves 1789, 1848 Y1968.
Para intentar defiñ ir aunque sea de una manera provisoria qué entendemos
por movi.ririentos sociales diremos por la negativa que :OoSOn üñmovim.iento
nactO nif'ni una movilizaci6n.
.. . cráticas. Algunas de éstas fueron:
Son organizaciones con alta partiéfpaci6n de biSe; relaciones internas poco
estructuradas, que se mueven en tomo a una demanda especffi~ y que. al
mismo tiempo que van elaborando sus demandas se van constituyendo en su­
jetos colectivos. . '
S-u accionar entra en contradicción o amen.azB. el orden social vigente. aun­
que la toma del poder no sea· su objetivo. en la medida en que el logro de sus
reivindicaciones unplica una modificación sustancial de las relaciones socia­
les establecidas.
Constituyen el gennen de u'na sociedad alternativa. Prefiguran en su inte­
rior el tipo de sociedad que pretenden al intentar formas no bu~cráticas. de­
mocráticas y flexibles de organización, con escasa distancia jerárquica entre
sus miembros.
. Ponen el énfasis en lo cultural pero existe en todos los casos una necesaria
referencia a lo político•.allDque encuentran dificultades para articularse y rela­
.donarse con el sistema polftico.
Condiciones que'les dieron origen en América latina
lo
En el campo.de simbólico:
La deStrucción-deI-espacio pl1blico y la atomizaci6n de la sociedad civil
durante los regímenes militares.
• El reconocimiento de la dimensi6n política de lo privado y de lo coti­
diano.
• Crisis del Estado de Bienestar'que implic6 el retiro del sector estatal de
la cobertura de ciertos servicios que debieron ser asumidos por las co­
munidades.
• Caída del salario real. regresividad en la distribución del ingreso y des­
ocupaci6n que oblig6 a la búsqueda de nuevas estrategias de sobre­
vivencia.
En~ta2a de ml!-Yor auge de estos movimientos se ensayaron distintas
hip6tesis con respecto a cuál sena su destino en las nuevas condiciones demo­
• Su disolución debido a la satisfacci6n de las demandas planteadas o por
agotamiento ante el fracaso de su accionar.
• Su abso'rción por otras org!lIlizaciones como partidos políticos o sindi­
catos..
• Su transformaci6.u y/o consolidación, en la medida en que se transfor­
maran en partidos políticos o mantuvieran sus caracterlsticas esencia­
les aumentando su capacidad de intervenci6n.
La realidad ha mostrado procesos diversos de acuerdo coa el tipo de movi­
miento social de que se trate. El agot'amiento ha vencido a muchos debido a la
reduCCiónde1 campo polItico que produjo paradójicamente la democracia al
incrementar el rol de los partidos políticos como instrumentos de representa­
ción necesarios e- ÍDsustituibles a pesar de la crisis en que se encuentran. .
Otros movimientos sociales como es el caso de los de derechos humanos
muestran reflujos y reactivaciones de ~cuerdo cOD.las circunsta?cias pol!ticas
de la coyuntura.
El repliegue ha caracterizado a otros en la medida en que'sus miembros se
han volcado al ámbito de lo privado como consecuencia de un escepticismo
generalizado con respecto a las posibilidades de transformación·impulsadas
desde 10 colectivo.
También se trató de dimensionar las consecuencias que para el proceso de
recuperación democrática tendrían estos movimientos . Como positivas se con- .
sideraron las siguientes:

30 31

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Los DERECHOS HUMANOS EN L'" ARGEtmNA
• Los movimientos sociales amp[rüi1a particiPación al intentar un pro­
ceso de reversión anti-burocrática.
Penetran en la m1croes'trUCtüfa de la sociedad modificando comporta­
mient'os y pautas culturales de signo autoritario.
• Consideran que no hay reivindicaciones más urgentes que otras, que el
modelo de socieaad futura debe incluir las. demandas de las grandes
masas populares y de las minan as y grupos marginados.
Valorizan la diferencia y reclaman respeto por la diversidad.
1.as consecuencias negativas que podrían tener los movimientos sociales
para la expansión y profundización democrática serían las que detallamos a
continuación:
Que contribuyen a un proceso de fragmentación y particularismo.
• Que dispersen esfuerzos.
Que dificulta la priorizaci6n de objetivos.
Que se presten a maniobras de cooptación o de manejo c1ientelístico.
El proceso de ajuste estructural de la economía emprendido en todos los ,
pafses de la región ha tenido consecuencias para el accionar de los movimien­
tos sociales. Este estaba dirigido fundamentalmente hacia el Estado, en la
medida en que esta institución pierde capacidad de satisfacer demandas, los
movimientos sociales deben realizar un proceso de reacomodamiento que no
les ha resultado sencillo.
As[ como la realidad de un sistema de acción colectivafragmen­
rada y disperso tiende a cerrarse en identidades restringidas,
inhibiendo intercambios totalizadores capaces de efectividad
histórica, el Estado por su compromiso intrinseco con el orden
-aunque sea el mero orden público- se impermeabiliza frente
a las demandas percibiéndolas como amenazas a la gobema­
bilidad ( ... ). No se tralaría necesariamente de satisfacer las de­
mandAs de los movimientos sociales, sino de concebir ámbitos
donde pueda hace rse polfticamenre presente la complejidad (CAL­
DERÓN Y Dos SANTOS, 1987).
32
MOV IMllitfTOS SOCIALES Y FORMAS DE DRGANI7.ACI(¡N
Hegemonía y sujeto
Hay ciertos temas que en las ciencias sociales se retoman peri6dicu.­
mente desde otros enfoques o motivados por coyunturas diferentes. La
centralidad que el concepto de hegemonía ha adquirido como valioso para
analizar de una manera flexible el terna del Estado unido al impacto que la
presencia de los nuevos movimientos sociales han tenido sobre la teoría, ha
nevado a un replanteo de la idea del sujeto.
Dice LACLAU que la no-fijación ha pasado a ser la condición de toda iden­
tidad social, por lo tanto la dirección progresiva de las luchas depende de sus
formas de articulación en un contexto hegemónico determinado .
Los sujetos sociales lo son sólo en el plano de la política, es decir que el
referente tíltimo de su accionar es el sistema de poder y dominación. No que­
remos decir con esto que todo sujeto social tiene como objetivo. explícito o
no, la toma del poder, sino que su constitución se realiza en el interior del
sistema, dentro de su trama, y su accionar tiene como consecuencia una rees­
tructuración del mismo, y es aquí donde aparece el tema de la hegemonía que
es insoslayable en cualquier teorización acerca de esta problemática.
Si bien GRAMSCI elabora su idea de hegemonía pensando en el concepto de
clase social como básico, ésta admite, y de hecho se ha realizado, la incorpo­
ración de otros ,como el de movimientos sociales.
La hegemonía tiene tres elementos que, si bien funcionan indiscutiblemen­
te unidos, pueden separarse a los fines del análisis:
1- Lo-pulítico entendido-como la capacidad que tiene una clase o un sujeto
para articular otros intereses a los propios, es decir para actuar de una
manera no corporativa.
2- Lo simbólico, es decir, la dirección moral e intelectual de una socie­
dad. En esto G RA MSCI aporta una idea decisiva, las ideologías no son
producto ni pertenecen a una clase d~nninada exclusivamente, sino
que los componentes simbólicos de la cultura de una sociediiO ~on arti­
culados alrededor de un eje determinado, éste sí, por la clase hegemónica.
La lucha es entonces por el poder que otorga el eje articulador como
generador de consenso.
3- Lo relacional, es-decir la manera en que las organizaciones-de los suje­
tos~a1es se relacionan con el Estado. La lucha es por la internalización
progIesiva de los conflicto.s en el Estado. Existe un juego de presiones
33
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4
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Los DERECHOS HUMANOS EN LA ARGENTINA
y expulsiones que refleja el estado de las relaciones de fuerza en un
momento dado.
Estonres elementos constituyen a los sujetos qu~ desde una posici6n, sea
de clase, sexo, et.!lia. etc., reconoceil' sus intereSes, los expresan con viejos y
nuevos símbolo& y se .organizan en relaci6n con el poder. .Esto no implica
etapas necesárias.se da al miSmo . tiempo en procesos que no son lineales.
.
Es importante el aporte que hacen CH. MOUFFE y E. LACLAU a la categoría
de hegemonía. DefInen como. articulación a toda práctica que establece una
relación cal entre elementos que la identidad de éstos resulta modificada. La
fijaci6n de los elementos en momento& no es nunca completa.
No hay identidad social que ap¡¡rezca plenamente protegida de un exterior
discursivo que la deforma y le impide saturarse completamente. La necesidad
no existe bajo la fonna de un principio subyacente, de un fundamento, sino
como esfuerzo de literalización que fijaláS diferencias de un sistema relacional.
La incapacidad eXpansiva de la burguesía se SBocia a su capacidad para
absorber elementos y articularlos en un discurso hegemónico. .
¿Cómo se relaciona lo anteriormente expuesto con el análisis de los movi­
mientos sociales? El significado político de los movimientos sociales DO está
dado desde el comienzo, depende·de su articulación con otras luchas y reivin­
dicaciones.
Las sociedades modernas complejas se constitUyen en torno de una asime­
tría fundamenta1: 1a existente entre una creciente prolifemción de diferencias
(exceso de sentido de lo-social) y las dificultades que encuentra toda práctica
que intenta fijar esas diferet¡.CÍas como momentos de una estructura articulatoria
estable. El carácter abierto e incompleto de toda fOrnlación social per~te su
articulación a diferentes formaciones hist6rico-discursivas. Lo que elimina
toda referencia a un sujeto trascendental u originario.
Los antagonismos no se fundan .en una separación evidente y dada,· en un
marco referencial adquirido de upa vez y para siempre, y esto transforma en
el primero de los problemas políticos a la producción misma de ese marco, a la
constituci6n de las identidades mismas que habrán de enfrentarse antagó­
nicamente. .
Lo que interesa de los nuevos movimientos sociales no es su ubitraria
agrupación en una categona que los opondría a los de cllise. sino la novedad
de los mismos, en tanto que a través de ellos se articula esa rápida difusión de
(
MOVIMIENTOS SOClAt.e.s '( FORMAS DE ORGANIZACiÓN
la conflictualidad social a relaciones más y más numerosas propias de las so­
ciedadescomplejas. .
Esto nos sitúa ante la necesidad dé: formularnos algunas preguntas que pue:
den tra.flsformarse en hip6tesis orientad9ras denuestra in~stigación. ¿Se ha
constituido el discurso de los movimientos de derechos humanos .en el país en
un momento ideol6gico, en parte del sentido común. segllri la tel'Ininología
gramsciana? Si es aM, ¿es posible de ser articulado en el discurso hegemónico
del statu quo?
Si la respuesta. á este 111timo interrogante es que por sus características difí­
cilmente pu~a ser resignificado nos sitaa frente a lUl fac~r que se constituye
en un espacio de poder contrahegemónico en tomo al cual es posible agregar
otros intereses y ot1'as :demandas populares.
Blbllograffa
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