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FÁBULA LA CHISMOSA DE LA CUADRA

Era una mujer tan chismosa que a todos les inventaba una historia de su vida. Decía
cosas de la gente que no eran verdad, siempre cosas feas, falsos testimonios que
perjudicaban a los demás. Tanto era lo que le gustaba hablar de otros, que pasaba todo
el día pegada a la ventana imaginando una historia dañina para cada persona que
pasaba por el frente.

No limpiaba, no lavaba, no cocinaba y mucho menos se ocupaba de saber dónde estaban


sus hijos, ni que hacían. Cada vez que su marido llegaba a la casa ella lo esperaba para
contarle algo que se enteró de algún vecino.

-Fíjate que la hija de la vecina, no quiere estudiar, sale de su casa a la escuela y nunca
llega a ella, eso es culpa de su madre que no la vigila.

-¿Y tú como sabes eso, quien te lo dijo mujer?

Preguntaba el hombre fastidiado de esas historias que a él no le interesaban

-No me lo dijo nadie ¡lo vi con mis propios ojos!

El hombre cansado, no respondía y la dejaba sola asomada en la ventana, creando su


siguiente historia. Así, la mujer contaba sus inventos a las vecinas, haciendo incluso que
se enemistaran y se pelearan entre ellas, por las cosas que inventaba y que ella decía y
no eran ciertas. Todos sabían que era muy chismosa, pero igual dejaban que ella dañara
con sus comentarios.

Pero cierto día, mientras ella estaba asomada en su ventana, llegó un policía, tocó su
puerta y al abrir le pidió hablar con su hijo. Ella lo llamó y volvió rápido a su ventana,
para continuar observando a sus vecinas y ver que nueva chisme se podía inventar.
Mientras se entretenía en lo que no debía meterse, Su hijo se encontraba en un gran
problema, pues era un ladrón y había robado en la tienda, y los policías se disponian
para llevárselo. Mientras ella se inventaba tantas historias ajenas, no se preocupó ni
siquiera de su propio hijo, ni de su suerte, ni de la urgente historia que tenía que
resolver dentro de su propia casa.

MORALEJA: MIENTRAS TE OCUPAS DE LA VIDA AJENA,

MUCHO OJO, LA TUYA PUEDE ESTAR DERRUMBÁNDOSE.

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