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A propósito de…….

Dic 5 de 2018

A propósito del proceso de semáforos, por medio del cual se investigó el proceso contractual que
permitió a la ciudad de Florencia tener semáforos de buena calidad, ubicados en los cruces
neurálgicos del tráfico, con el único objetivo de prevenir accidentes de tránsito en la ciudad.

Me desvelé de repente la noche anterior por que experimenté en sueños que dicho proceso por
alguna razón se reabrió y se estaba investigando al Alcalde de la época y ahora Gobernador del
departamento de Caquetá, señor Alvaro Pacheco Alvarez.

En este sueño me citaron al estrado en calidad de testigo del proceso y mi declaración fue,
palabras más, palabras menos, como sigue:

Su señoría, en primer lugar quiero dejar claro a este despacho judicial, que de acuerdo a la
normativa vigente, ningún ciudadano puede ser condenado dos veces por la misma conducta, y
como con migo ya se cometió una injusticia, no existe la posibilidad de que se cometa otra igual.

Por otro lado mi versión de los hechos, - aunque en el sueño un abogado, que no recuerdo de
quien se trata, me entregó una hoja con las posibles preguntas que el señor Juez me formulara y
las respuestas que, según él y en pro de la defensa del señor Pacheco, debía dar al estrado. – es la
siguiente:

Recuerdo perfectamente ese día en que firmé el contrato de la polémica, además porque se trazó
en mi contra una cadena de actos que me hicieron ver ante la justicia como el maquinador de
dicho esperpento contractual, cuando el secretario administrativo de la época, abogado Hernando
Rivera, siguiendo órdenes de su superior – el señor Alcalde -, digo siguiendo órdenes porque en su
cabeza de poco intelecto real, no cabe maquinar tal situación, me hizo firmar en las ocasiones en
que estuve encargado, los documentos previos al contrato, esto es, la invitación a presentar
ofertas. Como yo era uno de los funcionarios “de confianza” del señor Alcalde, o por lo menos así
me lo hacía saber cada vez que pudo, me dejaba encargado del despacho en sus ausencias,
encargos que durante los 3 años de gobierno llegaron a ser más de 20, es más, me enteré de
fuentes fidedignas, una vez renuncié al cargo de Secretario de Hacienda el 6 de diciembre de 2003,
que aquel decreto que los Alcaldes firman sin número dejando un encargado del Despacho
previendo una situación calamitosa, estaba mi nombre como encargado del despacho;
afortunadamente no fue necesario usar dicho documento celosamente guardado, pese a la
situación tan difícil de orden público que se vivió en esa época, donde el paramilitarismo por un
lado y la guerrilla por el otro, se apoderaron de la tranquilidad de los habitantes de la ciudad y
nosotros como funcionarios públicos, con mayor razón sufrimos tal situación, recuerdo que la
mayoría de los Alcaldes del Departamento trasladaron sus despachos a la ciudad de Florencia en
busca de mejores condiciones de seguridad, pero bueno ese no es el tema que nos ocupa en este
momento.

Ese día fue un viernes, hacia las 5,20 de la tarde, se acerca el señor Rivera, Riverita como lo llaman,
y que desafortunadamente confunden con migo en algunas ocasiones, aún algunas personas me
dicen “como está Riverita” por que a mí me decían Losadita, confusión que por obvias razones no
me cae para nada bien; me dice: Losada, que el jefe que firme este documento, es el contrato de
semáforos, para que el proveedor compre pólizas y se inicie cuanto antes; yo le respondo con el
documento en la mano: uyy, pero este valor es alto…!! No pasa nada Losada, igual está el acta de
evaluación que firman Eder, Diego Rios y el Ing. Miller Hannel (ing de sistemas de la Alcaldía)- me
respondió.

Ese viernes, a propósito, estaba encargado del Despacho cubriendo los cinco días de arresto que le
dieron al titular, señor Pacheco, por un desacato de tutela, los cuales cumplió entre el jueves y el
lunes de esa semana, debidamente programados, claro está, porque así se hacían las cosas en su
mandato. Por eso me atrevo a asegurar que las fechas de los encargos míos donde firmé
documentos concernientes a dicho proceso, en su etapa precontractual, fueron calculados con
frialdad.

Esta bien Riverita, hágale. Le respondí. Y como un funcionario leal a mi jefe, firmé el documento,
sin saber obviamente que se vendría esa avalancha de situaciones que terminaron dañando mi
imagen y poniéndole en boca de todo el mundo como un funcionario corrupto.

En los tres años que estuve al frente de la Secretaría de Hacienda del Municipio, no se me apertura
ni un solo proceso que tuviera que ver con el desempeño de mis funciones, sin embargo ese solo
proceso causó el daño a todos.

En la defensa del señor Pacheco, cuando el Juez lo declara inocente porque según el yo como
alcalde encargado era responsable del hecho, pese a que por todos es sabido que la delegación es
de funciones y nunca de responsabilidades, es más, el señor Alcalde titular firmó las actas de
inicio, las actas de interventoría y de recibo de obra, en fin, él mismo autoriza el pago del contrato,
pero nada de eso valió frente a mi defensa.

De otra parte su señoría, todos conocían en ese periodo de gobierno “con usted hacemos más por
Florencia”, el mismo eslogan que usa en su periodo de Gobernación, NO se movía un solo peso, ni
se compraba un papel, ni se otorgaba un permiso a un funcionario, sin que el Alcalde lo autorizara
de manera previa. No sé si sucede lo mismo en la Gobernación actual, pero en esa administración
municipal así sucedía, y el señor viene a decir que él no conocía el proceso, claro como se me
pusieron las fechas que coincidían con los encargos anteriores, se me hizo ver como el gestor del
proceso, cuando no fue así; del proceso de compra de los semáforos se habló en los concejos de
gobierno, el señor Alcalde escogíó el proveedor, a quien yo no conocí sino hasta que estaba
desarrollando la obra, nunca lo ví antes, a pesar de ser el hermano de la periodista conocida en la
región señora Yolanda Gonzalez, quien fuera beneficiaria de contratos de la Alcaldía en esa época
y en la Gobernación de ahora fue jefe de prensa del Departamento.

Lo que sucedió en la investigación que hizo la fiscalía y como se llevó a cabo la defensa de manera
individual, reposa en los anaqueles de los juzgados locales; sobre el respecto no me voy a referir,
solo insisto en el daño que se me produjo y a mi familia, cuando tuvimos que soportar malos
tratos de la gente e insinuaciones insolentes; solo el todopoderoso que todo lo sabe y todo lo ve
no compensa en esta vida, y he sido bendecido de que manera, mis hijos son profesionales todos
tres, una de ellas estudia en una prestigiosa universidad de Estados Unidos su maestría y
doctorado con una beca que inicialmente le otorgó Colciencias pero que la Universidad donde
estudia se la reemplazó y la ha mantenido gracias a su esfuerzo y tenasidad durante todos estos
años.

Recuerdo las palabras del señor Alcalde: “hagan las cosas bien, porque yo no los voy a ir a visitar a
la cárcel”; afortunadamente y la mano de Dios no permitió que yo estuviera en ese sitio un solo
día, pero en mi detención domiciliaria el señor NUNCA se presentó, ni tampoco llamó, por eso
nosotros tampoco acudimos a visitarlo en su reclusión en la picota cuando estuvo preso por
parapolítica, bueno esas cosas nos fortalecen, definitivamente nos hacen mejores personas, más
maduras, más prudentes, con el conocimiento pleno que la vida da muchas vueltas y que hoy
estamos aquí y mañana no sabemos, por eso siempre he hecho las cosas lo mejor que puedo y si
algo no puedo hacer porque mis conocimientos no son suficientes, lo manifiesto, pero lo intento y
aprendo.

Reitero lo que en aquel proceso pronuncié: soy una víctima de una situación premeditada que me
llevó a firmar aquel documento contractual, por tanto a los ojos de Dios, mi familia y la sociedad
me declaro inocente de los cargos que me imputan.

El juez me pregunta enseguida: cuéntele a este despacho como llega usted a ser secretario de
hacienda del Municipio?

Le respondo: Su señoría, veo que está hilando por donde es. Conocí al candidato en esa entonces,
por intermedio de el gerente de una empresa de transporte en la que yo me desempeñaba como
contador desde 1998 hasta el 2000; él me invita a donarle entre los dos unos galones de gasolina
para su campaña y yo acepto, ellos son muy buenos amigos, bueno eran para la época,
posteriormente me cita el candidato y me propone hacer los registros contables de su campaña,
función que acepto y desarrollo hasta entregar a la Registraduría los libros e informes
correspondientes, ante los cuales no se recibe ninguna objeción y los recursos de reposición de
votos son girados a la cuenta del señor Alcalde sin inconveniente.

Posteriormente me ubica en las comisiones de empalme y me pone a coordinar la comisión de


hacienda, donde conozco personas como carlos reina, nestor chaux, que posteriormente fueron
funcionarios de la administración. Los nombro a ellos porque mantenían juntos y me decían: Dr.
Usted va a ser secretario, generalmente el alcalde al que pone de coordinador de las comisiones
en cada secretaría resulta siendo el Secretario, yo siempre les respondi: yo no creo, el alcalde no
es mi amigo ni yo trabajé tanto en su campaña para merecer dicho cargo; sin embargo el día de la
posesión del señor Pacheco como Alcalde Municipal, que se hizo en el recinto del Concejo, el
Alcalde me nombra como secretario de hacienda y los señores reina y chaux me miran y asienten
con su cabeza, como quien dice: se lo dijimos Dr Losada. Así empieza mi labor en su gabinete
municipal.

En el recinto todos me mirán como éste no hizo caso de las instrucciones que se le dieron, yo me
siento tranquilo por haber manifestado lo que conozco y sé……….. me despierto, no veo la hora
pero advierto que sean como las 4 am, está oscuro y todo en silencio, excepto por Ambar que se
queja por allá en la sala, seguramente le molesta su caperuza en la cabeza, no logro conciliar el
sueño de manera inmediata….. decido entonces escribir lo que soñé!!

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