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UNIVERSIDAD UNICIENCIA

PRESENTADO POR: ANDREA DEL PILAR ARISTIZABAL R.


PRESENTADO A: LUDWIN CASTRO
MATERIAL: DERECHO CONSTITUCIONAL

Empezamos a finales en el siglo xvii cuando se creía que “el conocimiento humano
podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía”; bajo los principios de la
razón, la igualdad y la independencia, se basaban en el concepto de la libertad para
desarrollarse como persona; pero siendo compatibles entre la libertad y la sociedad.

No es raro que en el siglo XIX se presentara también el péndulo entre el pensamiento


conservador y el liberal. Hay quienes parten de una concepción conservadora, que
requieren de seguridades expresadas tanto en instituciones férreas y centralizadas como
en un maximalismo de principios, que marcan el comportamiento de masas en las cuales
el individuo si acaso existe. Frente a esta opción existe la liberal, que permite un mayor
impulso del libre desarrollo de la personalidad, que se sustenta en principios sólidos,
pero no necesariamente numerosos, que parte de que la vida tiene muchas maneras de
ser vivida, razón por la cual la tolerancia le es esencial. Es el péndulo en el que se ha
movido el ser humano y la historia

Por lo anterior para nuestros pensadores se creía que la tendencia a la igualdad prima
sobre el deseo de libertad, si el gobierno proporciona seguridad y equidad (bienestar) los
ciudadanos está dispuestos a ceder ciertas libertades. Sin embargo, la libertad política
pues a largo plazo beneficia a la sociedad evitando a través de la democracia el
surgimiento de nuevas dictaduras o autocracias.

Kant afirma que existen unas formas trascendentales, que no dependen de la


experiencia, y que son a priori, por lo tanto, que actuarán como un "molde" al que se
tienen que someter los datos recibidos por la sensibilidad y los conceptos formados por
el entendimiento. De este modo, la sensibilidad y el entendimiento se convierten en
agentes configuradores de la realidad.

Distintas corrientes teóricas propias de las ciencias sociales han desarrollado, un análisis
lineal de la sociedad y la democracia, en la que el conflicto ha venido a ser presentado
como expresión de una enfermedad del “organismo social”, se ha entendido como
superado con la desaparición de las oposiciones políticas (democracia de consensos).
Esto ha derivado hacia la limitación del debate político, a la tecnocratización de la
política y a la subvaloración de cualquier discurso de transformación profunda de la
realidad.

No obstante, si realizamos una revisión del análisis sobre conflicto político en


perspectiva histórica, es posible observar que los períodos de conflicto social y político
han sido esenciales para llevar adelante los procesos de cambio que han dado lugar a
esquemas sociales más democráticos.

No obstante, la educación ha estado presente, desde las primeras sociedades que han
educado a sus miembros, hasta nuestros días. Como ejecutora de responsabilidades
sociales compartidas, incorpora al individuo a la esfera pública, en la que finalmente se
concretan las elecciones educativas, a las que apuesta cada sociedad. Tal como la
educación no puede estar separada de un fin, que hunde sus raíces en las corrientes de
pensamiento filosófico, tampoco lo está de la política educativa, que señala cómo
alcanzarlo, y se proyecta en la definición de los aprendizajes necesarios para la vida
social del hombre

El desarrollo humano en una sociedad pluralista como la nuestra reclama una atención a
la capacidad educadora de la sociedad más allá de la escuela. De lo contrario,
correremos graves riesgos para la supervivencia de una sociedad democrática. Dotar de
capacidad educadora a todos los agentes sociales (escuela, familia, organizaciones,
asociaciones, etcétera) resulta al menos tan crucial como garantizar su compromiso con
la igualdad de género, o con el medio ambiente.
en una sociedad y las diferentes políticas públicas que las regulan o que, en un sentido
más general, inciden en ellos. Algunas de dichas políticas públicas, convencionalmente,
son adjetivadas como sociales y esto nos interesa porque social es el adjetivo que se
utiliza en las expresiones educación social y pedagogía social, El comportamiento
humano está regido por distintos órdenes normativos, entre ellos podemos citar las
reglas de buenas costumbres, las reglas del juego, las reglas morales, las reglas
jurídicas. La diferencia entre ellos no es siempre muy delimitada. En lo que a nosotros
nos compete nos centraremos en diferenciar al orden normativo jurídico y al orden
normativo moral.
puedo decirle que el advenimiento de la Constitución de 1886 se explica tanto por
aspectos internos como externos o de contexto internacional. Empiezo por los segundos.
Ante las conquistas ideológicas de lo que podríamos considerar como la modernidad
temprana, es decir las de la Ilustración y luego, ya en el siglo XIX, la de la gran apertura
mental que se empezó a generar en el mundo occidental con el estandarte de las
libertades públicas y de la ciencia y el conocimiento, se desató también una reacción por
parte de quienes querían sostener el antiguo régimen, es decir el de una sociedad
autoritaria, autocrática, dogmática, incluso monárquica y fundada en los principios del
catolicismo. Por eso a lo largo del siglo XIX se produjeron varias encíclicas papales que
tuvieron un importante impacto en la sociedad católica y por tanto en la Colombia de
aquellos tiempos. Se logró afianzar a mediados de siglo una serie de conquistas como la
abolición de la esclavitud, la libertad de imprenta y de palabra, la libertad de enseñanza,
la libertad religiosa y la separación iglesia-estado, la supresión de la pena de muerte,
entre otras profundas reformas de la llamada “revolución liberal de medio siglo”
Pero este escenario de libertades terminó por consolidarse con la Constitución de Rio
negro en 1863, pero solamente tuvo una vigencia de 23 años, hasta 1886. En el terreno
militar y en el de la política, y con el apoyo de la iglesia católica, se produjo un giro que
con la nueva Constitución suprimió las libertades públicas, entronizó un estado clerical
y eliminó durante muchos años los avances modernos alcanzados por el país.
La consolidación de la independencia política del país, seguíamos aferrados a
estructuras coloniales en muchos campos de nuestra vida social, política y económica.
Éramos independientes de España, pero podría decirse que no éramos libres en el
sentido estricto del término, es decir no nos habíamos emancipado de forma orgánica,
estructural. Esto es realmente un asunto de fondo. De manera que con los aportes de las
corrientes civilistas, liberales y radicales llegamos a lograr esa emancipación, a la real
ruptura con muchas de las ataduras coloniales que persistían en el país entrada la
segunda mitad del siglo XIX.
La educación y la participación ciudadana han sido identificados reiteradamente como
ámbitos prioritarios para impulsar el desarrollo del país. Sin embargo, la comprensión
de su verdadera incidencia en el desarrollo está aún en espera de precisiones y
elaboraciones.
La participación social aparece como un componente central de la política pública y
como un nuevo ámbito de la institucionalidad pública a partir de los procesos de
redefinición institucional que se dieron en el país durante los años 80 y 90 del siglo
pasado. Las políticas de ajuste estructural que se expandieron en América Latina y en el
Ecuador durante los años 80, incidieron decisivamente en la modificación de los
procesos de intermediación entre sociedad y Estado; por un lado, redefinieron la
institucionalidad del Estado mediante la reducción de su tamaño, la descentralización y
desconcentración de la gestión pública.
Por otro, impulsaron una concepción de gobierno donde primó un concepto tecnocrático
y marginado que ubicaba a la representación política en una función de obstáculo a la
eficiencia y eficacia que exigía el proceso de gobierno. Desde entonces, y en ese
contexto, la participación social tiende a mostrarse como alternativa a la representación
política; importantes procesos de movilización ciudadana emergieron como vías
diferentes, pero en algunos casos confluyentes con el fenómeno anti político de
desconfianza hacia la representación política
Como conclusión la política pública puede desenvolverse con un elevado nivel de
aceptabilidad e institucionalidad, y con una continuidad en el tiempo que pretende
desvincularse de la acción gubernamental cada vez que hay un cambio político-
partidista. Entendiéndose más como un proceso de elaboración de aproximaciones
sucesivas que diseñada a partir de un contexto social, históricamente determinado,
pueda atender un problema específico y/o una multiplicidad de problemas, pudiendo
reelaborarse o alterarse de acuerdo a un patrón normativo o dentro de uno nuevo que las
circunstancias sociales así la determinen. La política pública consiste en una sucesión
encadenada de políticas individuales o sectoriales, que responden a una sucesión
multilineal en una perspectiva sincrónica en el tiempo y en el movimiento

“SAPERE AUDE: ATREVETE A PENSAR”

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