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Eran las 2 y 36 de la madrugada y mi prima Raquel, no tenía idea

que hacer con su vida, solo podía pensar en su amado, David


Copperfield y en lo loco que era por la moda. Ya pasada una hora
decidió escuchar a soda stereo, la melodiosa voz de Cerati la ponía
patas arriba, no podía creer que estuviera tan mal. Eran las 4 am y
su insomnio la haría pensar por un rato en varias cosas como en las
carpetas secretas de estados unidos y que tenían dentro, ¿Cómo
entrenara el ejército americano para matar? O ¿cómo será una
noche en un motel estadounidense? ¿Y por qué si aquí se habla
español, en Barcelona catalán? Faltaban pocos minutos para el
amanecer y a los ritmos de los ramones, no podía creer que 30
años de punk se hubiese vuelto el drama de todos.

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