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El Magnetismo

¿Qué es el magnetismo?
El magnetismo o energía magnética es un fenómeno natural por el cual algunos objetos
producen fuerza de atracción o repulsión sobre los otros materiales. Hay algunos
materiales conocidos que tienen propiedades magnéticas detectables fácilmente como
el níquel, hierro, cobalto y sus aleaciones que comúnmente se llaman imanes. Sin
embargo, todos los materiales son influidos, de mayor o menor forma, por la presencia de
un campo magnético.

El magnetismo se da particularmente en los cables de electromatización. Líneas de fuerza


magnéticas de un imán de barra, producidas por limaduras de hierro sobre papel.

El magnetismo también tiene otras manifestaciones en física, particularmente como uno de los
dos componentes de la radiación electromagnética, como por ejemplo, la luz.
Un imán es un material capaz de producir un campo magnético exterior y atraer el hierro (también
puede atraer al cobalto y al níquel). Los imanes que manifiestan sus propiedades de forma
permanente pueden ser naturales, como la magnetita (Fe3O4) o artificiales, obtenidos a partir de
aleaciones de diferentes metales. Podemos decir que un imán permanente es aquel que conserva
el magnetismo después de haber sido imantado. Un imántemporal no conserva su magnetismo
tras haber sido imantado.
En un imán la capacidad de atracción es mayor en sus extremos o polos. Estos polos se denominan
norte y sur, debido a que tienden a orientarse según los polos geográficos de la Tierra, que es un
gigantesco imán natural.

Cuando hablamos de magnetismo o de energía magnética, nos referimos a uno


de los dos componentes de la radiación electromagnética (junto a la
electricidad, obviamente), que se manifiesta a través de fuerzas de atracción o
repulsión entre ciertos tipos de materiales y un campo de energía magnética
(campo magnético).

Si bien todas las sustancias son afectadas por el magnetismo, no todas lo


hacen de la misma manera. Algunos materiales, como ciertos metales (en especial
el hierro, níquel, cobalto y sus aleaciones) son particularmente propensos a ello y
por ende constituyen imanes. Algunos de ellos pueden ser de origen natural y
otros de origen artificial, por ejemplo, como consecuencia de la acción de la
electricidad sobre ciertos materiales (electroimanes).

Fuente: https:
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Historia del
Magnetismo

El ser humano
conoce el
magnetismo
desde épocas
tempranas. S
us efectos
fueron descritos en la antigüedad griega por Tales de Mileto (625-545
a.C.) y otros filósofos parecidos, quienes lo notaron que ciertas piedras
provenientes de la ciudad de Magnesia del Meandro (Asia menor) atraían el hierro.
De allí proviene el nombre magnetismo.

En China, la primera referencia a este fenómeno se encuentra en un manuscrito del siglo


IV a. C. titulado Libro del amo del valle del diablo: «La magnetita atrae al hierro hacia sí o es
atraída por este». La primera mención es sobre la atracción de una aguja que aparece en un
trabajo realizado entre los años 20 y 100 de nuestra era: «La magnetita atrae a la aguja».

De algún modo el ser humano logró desde temprano comprender el magnetismo


terrestre, usándolo en la fabricación de brújulas hacia el siglo XII, antes
del surgimiento como tal de las ciencias que luego se avocarían al estudio de este
fenómeno.

El primer tratado propiamente formal del magnetismo fue escrito en el


siglo XIII por el francés Peter Peregrinus de Maricourt, preludio a los de futuros
estudios científicos de William Gilbert (1600) y sobre todo Hans
Christian Orsted (1820), quien descubrió que el magnetismo no se limitaba
únicamente a los imanes, sino que tenía un vínculo estrecho con la corriente
eléctrica.
Esto abrió la puerta para que André-Marie Ampère, Carl Friedrich Gauss, Michael
Faraday y otros inauguraran el campo del electromagnetismo, y luego James Clerk
Maxwell lo determinara a través de su célebre conjunto de ecuaciones.

El científico Shen Kua (1031-1095) escribió sobre la brújula de aguja magnética y mejoró la


precisión en la navegación empleando el concepto astronómico del norte absoluto. Hacia
el siglo XII los chinos ya habían desarrollado la técnica lo suficiente como para utilizar la
brújula para mejorar la navegación. Alexander Neckam fue el primer europeo en conseguir
desarrollar esta técnica en 1187.

Fuente: https://concepto.de/magnetismo/#ixzz5gb39V5Wa

Peter Peregrinus de Maricourt, fue un estudioso francés del siglo XIII que realizó experimentos
sobre magnetismo y escribió el primer tratado existente para las propiedades de imanes. Su
trabajo se destaca por la primera discusión detallada de una brújula. El cosmógrafo
español Martín Cortés de Albacar, formado en Zaragoza y en la escuela de pilotos de Cádiz,
descubrió y situó el polo magnético en Groenlandia en 1551 para los navegantes españoles e
ingleses (su libro fue traducido y muy reimpreso en Inglaterra) facilitando así
considerablemente la navegación. Galileo Galilei y su amigo Francesco Sagredo se
interesaron en el magnetismo engastando un buen trozo de roca magnética de más de kilo y
medio en un bello artilugio de madera; la magnetita se disponía de tal manera que, a modo de
imán, atraía una bola de hierro de casi cuatro kilos de peso; pero la falta de aplicaciones
prácticas y económicas del invento desalentó más experimentación por parte de estos
destacados científicos italianos. En 1600 el médico y físico William Gilbert publicó en Londres
su obra De magnete, magneticisque corporibus, et de magno magnete tellure; Physiologia
noua, plurimis & argumentis, & experimentis demostrata ("Sobre el imán y los cuerpos
magnéticos y sobre el gran imán la Tierra"), que estableció las bases del estudio profundo del
magnetismo consignando las características y tipologías de los imanes y realizando todo tipo
de experimentos cuidadosamente descritos. Observó que la máxima atracción ejercida por los
imanes sobre los trozos de hierro se realizaba siempre en las zonas llamadas "polos" del
imán. Clasificó los materiales en conductores y aislantes e ideó el primer electroscopio.
Descubrió la imantación por influencia y fue el primero en percibir que la imantación del hierro
se pierde al calentarlo al rojo. Estudió la inclinación de una aguja magnética concluyendo que
la Tierra se comporta como un gran imán.
El conocimiento del magnetismo se mantuvo limitado a los imanes hasta que en 1820 Hans
Christian Ørsted, profesor de la Universidad de Copenhague, descubrió que un hilo conductor
sobre el que circulaba una corriente ejercía una perturbación magnética a su alrededor, que
llegaba a poder mover una aguja magnética situada en ese entorno.
La comprensión del magnetismo dio paso a la invención de las brújulas.

Electricidad y magnetismo

La relación entre el magnetismo y la corriente eléctrica están estrechamente


vinculados, y juntos componen el electromagnetismo, una de las fuerzas
elementales del universo. La manipulación de los campos magnéticos, por
ejemplo, a través de la aceleración de imanes, se puede generar una corriente
eléctrica aprovechable, como ocurre de hecho en algunos tipos de
generadores.

Y al mismo tiempo, al hacer circular una corriente eléctrica por ciertos tipos de
metales, se los puede convertir en electroimanes y hacer que atraigan a ciertos
metales o materiales ferromagnéticos.

Esta relación se fundamenta en la naturaleza atómica de los materiales, en los


que los electrones (-) de la órbita más lejana del núcleo del átomo (+) pueden
ser arrancados o transferidos de una molécula a otra, generando así un flujo
eléctrico (corriente), y polarizando el conjunto, es decir, inclinando la carga
eléctrica hacia un lado (polo negativo) y dejando a otro con menos carga (polo
positivo).

Fuente: https://concepto.de/magnetismo/#ixzz5gb5XMu1z

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