Está en la página 1de 2

Grupo 6

Diego Monroy1, Juan Niño1, María Pachón1


1
Departamento de Química, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Colombia, Sede
Bogotá.

Introducción.
Muchos sólidos pueden acumular compuestos en su superficie, solo unos pocos ofrecen, en la
práctica, una adecuada capacidad para los procesos de adsorción. Un sólido debe cumplir una serie
de propiedades para su utilización industrial. Las principales características necesarias son:
• Capacidad
• Selectividad en procesos de separación
• Resistencia mecánica y química
• Estabilidad térmica

Los adsorbentes más utilizados industrialmente se pueden agrupar en: carbones activos, tamices
moleculares zeolíticos, arcillas, bauxita, alúmina activada, gel de sílice, y resinas sintéticas. Aunque
la elección del tipo de adsorbente puede hacerse en función de las características particulares de
cada sistema, se pueden seguir ciertas líneas generales.
Los tamices moleculares zeolíticos suelen emplearse en procesos de purificación y separación de
mezclas no acuosas, generalmente de hidrocarburos, tanto en fase líquida como vapor. Para la
eliminación de agua de corrientes líquidas y gaseosas suele emplearse. En el caso de la recuperación
de disolventes de corrientes gaseosas y eliminación de componentes orgánicos de disoluciones
acuosas, suelen utilizarse las resinas sintéticas, y sobre todo los carbones activos. A continuación,
se describe el carbón activo con más detalle.
La IUPAC [FITZER, 1995] lo define como un material carbonoso poroso; un carbonizado que se ha
sometido a reacción con gases, a veces con la adición de productos químicos, como el ZnCl2,
durante (o después de) el proceso de carbonización con el objeto de aumentar su porosidad.
El carbón activo es, en todo caso, una forma amorfa del carbono, con una estructura
microcristalina formada por planos cristalinos paralelos de átomos de carbono agrupados en forma
hexagonal.
Las propiedades adsorbentes del carbón activo se atribuyen a su extensa área superficial, a su alto
grado de reactividad superficial, a una fuerza o resistencia mecánica adecuada, al volumen de poros
que varían entre 0,1-2,0 cm3*g–1-, y a su tamaño de poro adecuado que permite la accesibilidad de la
superficie interna.
Clasificación
Los carbones activos son materiales de difícil clasificación, dada la complejidad de los mismos si
atendemos a su comportamiento, características superficiales y propiedades. No obstante, se suelen
clasificar según su tamaño de partícula, distinguiéndose entre carbones activos pulverulentos,
granulares y aglomerados.
• Carbón activo pulverulento PAC. Es de granulometría inferior a 100 μm, y con un
diámetro medio de partícula habitualmente comprendido entre 15-25 μm. La operación de adsorción
líquido-líquido con PAC suele llevarse a cabo en discontinuo, mezclándolo con la disolución a
tratar, para posteriormente proceder a su separación y realizar su regeneración si ésta es posible. Su
principal característica es su elevada superficie externa; se emplea en disoluciones, ya que
disminuye los problemas de resistencia a la transferencia de materia. Este tipo de carbón activo no
suele regenerarse.
• Carbón activo granular GAC. Se comercializa con un tamaño de partícula superior a 100 μm,
estando habitualmente es que esté comprendido entre 0,5 y 3 mm [NORIT]. Se puede obtener por
aglomeración de PAC, utilizando para ello agentes ligantes como el alquitrán de hulla. Se utiliza
sobre todo en la adsorción de gases y vapores, y actualmente en el tratamiento de aguas residuales y
potables, decoloración, etc. Este tipo de carbones activos se suelen emplear en equipos de lecho
fijo, ya que originan baja pérdida de carga.
• Tamiz molecular de carbón activo CMS. Los tamices moleculares de carbón activo muestran una
gran selectividad en la adsorción de moléculas de distinto tamaño, al contrario de los carbones
activos propiamente dichos. Mediante procedimientos especiales de activación es posible preparar
carbones con una estrecha distribución de tamaño de microporos, lo que les confiere este
comportamiento de tamiz molecular. La principal aplicación a gran escala de este tipo de carbones
es la separación de oxígeno y nitrógeno del aire, sobre la base de la diferencia de velocidades de
difusión de estas moléculas en los microporos del tamiz.
• Fibras de carbón activo (ACF). El carbón activo en forma fibrilar, se puede obtener a partir de
ciertas fibras sintéticas tales como las resinas fenólicas y poliacrílicas, mediante la carbonización a
alta temperatura en atmósfera inerte y posterior activación. Atendiendo a la naturaleza de sus
grupos funcionales superficiales, los carbones activos se consideran de carácter ácido o básico.
Carbones Ácidos. Se definen como aquellos carbones que muestran un carácter ácido al adsorber
cantidades apreciables de bases, pero no de ácidos. Generalmente se obtienen cuando el carbón
activo, desgasificado a elevada temperatura y a vacío o en atmósfera inerte, es expuesto a una
corriente de oxígeno a temperaturas entre 200 y 700 °C. También se obtienen por oxidación con
oxidantes en fase gaseosa o acuosa.
Carbones Básicos. Son aquellos que dan reacciones básicas y adsorben ácidos y pocas cantidades de
bases. No se conoce con exactitud la estructura de los óxidos responsables de este carácter básico.
Se obtienen por exposición de un carbón previamente inertizado con oxígeno a temperaturas
menores de 200 °C ó mayores de 700 °C.

También podría gustarte