Está en la página 1de 2

¿Un mundo con menos pantallas?

elpais.com/especiales/2020/coronavirus-covid-19/predicciones/un-mundo-con-menos-pantallas

2 de mayo de
2020

Carissa Véliz
Investigadora española en el Uehiro Centre de la Universidad de Oxford

"Tal vez estaremos tan hartos de nuestras pantallas que dejaremos los teléfonos en casa
más a menudo"
1/2
Todavía es pronto para divisar qué cambios en términos de vigilancia y control habrán
llegado para quedarse más allá de esta pandemia. Mucho depende de nosotros.

Por ahora, el coronavirus nos está llevando a perder más privacidad, primero, porque
dependemos más que nunca de servicios de Internet que comercian con nuestros datos
(como Zoom, que es un desastre); y segundo, porque en todo el mundo se están usando o
proponiendo apps de rastreo para intentar localizar a las personas que hayan tenido
contacto con alguien que tenga la covid-19.

Un panorama sombrío es que el coronavirus supondrá un empujón hacia una sociedad de


control. Nos veríamos forzados a llevar el móvil con nosotros en todo momento, a bajar una
app desde la cual las autoridades nos sigan la pista, y que quizás funcione como un
pasaporte para poder acceder a cualquier parte. Así es el sistema de vigilancia en China,
que ya era extremo antes de la pandemia, y que ahora ha llegado tan lejos como para
imponer cámaras dentro de las casas de la gente, o en el pasillo afuera de su puerta.

Pero ese horizonte tan oscuro no es ni mucho menos inevitable. Cualquier sistema social
depende de la cooperación de las personas que lo constituyen. Si reusamos cooperar con
un sistema de vigilancia, éste no podrá sobrevivir durante mucho tiempo.

En el mundo poscovid, tal vez estemos tan hartos de nuestras pantallas —y de que nos
arrebaten nuestros datos— y habremos echado tantísimo de menos el contacto personal,
que dejaremos los teléfonos en casa más a menudo y disfrutaremos más de la presencia de
otros y de la naturaleza. Ese panorama es igual de posible y mucho más luminoso.

2/2

También podría gustarte