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El movimiento del Renacimiento.

era el nombre dado al auge cultural sucedido durante los siglos XIV, XV y
XVI en Europa, y trató de rescatar la cultura olvidada durante la Edad
Media. Se desarrolló especialmente en Italia y de manera tardía en otros
países europeos como los Países Bajos. Las principales características del
Renacimiento fueron el racionalismo, el experimentalismo, el
individualismo y el antropocentrismo. Una gran característica del
Renacimiento fue el humanismo teniendo como protagonista en escena al
propio hombre que a partir de entonces comenzó a ser tratado como ser
racional y centro del universo. El Renacimiento también se caracterizó por
importantes descubrimientos científicos, especialmente en los campos de la
astronomía, la física, la medicina, las matemáticas y la geografía. El
Renacimiento nació en Italia, concretamente en las ciudades que han
enriquecido el comercio en el Mediterráneo. La expansión marítima
divulgó el arte por diversas partes del mundo como en Inglaterra, Alemania
y los Países Bajos que lo adoptaron a partir de sus peculiaridades. El
Renacimiento influyó profusamente en los pensadores ilustrados del siglo
XVII. Características del Renacimiento El hombre del Renacimiento se
caracteriza por el individualismo, el racionalismo, el hedonismo, el
antropocentrismo, el realismo, los valores clásicos y el naturalismo.
Recuperación de la cultura clásica grecorromana: en oposición a la
mentalidad medieval, los renacentistas adoptaron los valores clásicos de la
antigua Roma y Grecia. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el
Renacimiento no es una repetición de la cultura clásica sino una nueva
reinterpretación a la luz de una nueva era. Individualismo: la burguesía
trató de abandonar el espíritu empresarial que prevaleció en la Edad Media.
Los artistas comenzaron a firmar sus obras y los nobles y burgueses
encargaron imagenes o estatuas de sí mismos. Racionalismo: se valora la
relación (conciliar fe y razón). La búsqueda del conocimiento. Profundizó
la crítica. Hedonismo: mientras que en la Edad Media destacó el
sufrimiento, el hombre del Renacimiento buscaba auto-satisfacción (placer)
y la realización espiritual. Antropocentrismo y humanismo: a diferencia del
teocentrismo, el hombre del Renacimiento se presenta como el centro del
universo, el hombre es la medida de todas las cosas. Esto no quiere decir
que el hombre del Renacimiento era un ateo o pagano sino que tenía un
misticismo religioso diferente al que prevaleció en la Edad Media.
Naturalismo: la integración del hombre con la naturaleza y el
descubrimiento de la íntima conexión con el Universo. Realismo: es una
característica notable de dibujos y pinturas del Renacimiento, porque el
artista quería entender todos los aspectos de la creación. Repudio de los
ideales medievales: oposición a la caballería de las instituciones más
importantes de la Edad Media así como la escuela escolástica. Mecenazgo:
la cultura renacentista fue financiada por los poderosos de la época. Los
mecenas fueron comerciantes, banqueros, papas y aristócratas. Proceso
histórico La política económica, social y cultural fue integrada. En este
sentido, el Renacimiento no fue un fenómeno aislado, sino más bien uno de
los eslabones de la cadena inmensa que marca la transición de la Edad
Media a la Edad Moderna en Europa. En el ámbito económico y comercial
sucedía una expansión en el extranjero entre los siglos XV y XVI.
Políticamente, se produjo la centralización del poder, lo que dio lugar a la
formación del Estado moderno. En términos sociales las ciudades fueron
influidas por la clase burguesa ligada a la actividad comercial. El
renacimiento rompió el hasta entonces poco a poco el monopolio cultural
ejercido por la orden eclesiástica. Se expresó la primera manifestación de
una cultura secular burguesa (no la iglesia), racional y científica. Factores
que promueven el Renacimiento Económicamente, el renacimiento
comercial revivió el intercambio cultural entre Oriente y Occidente,
convirtiéndose en el principal factor de renacimiento cultural. En el plano
social, las condiciones de urbanización habían generado una nueva cultura,
y las ciudades del Renacimiento servían como polo de irradiación. En el
plano intelectual, la reanudación de los estudios de obras clásicas
grecorromanas fue de gran importancia para caracterizar el tipo de arte.
Esto fue posible gracias a los monasterios medievales que conservaron en
sus librerías muchas de estas obras, protegidas de la destrucción por las
invasiones bárbaras del período. Por último, la mejora de la prensa, que se
atribuye a Gutenberg en el siglo XVI, facilitó la expansión intelectual a un
nuevo público.

Fuente original: Escuelapedia.com

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