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La bioética y el pensamiento sistémico.


El diagrama de la vida desde las perspectivas
de Gilbert Simondon y Gilles Deleuze*
Juan Diego Parra Valencia**

Resumen determining vital activity scenarios (environments)


that guarantee the expansion of the symbolic conts-
El presente artículo reflexiona en torno a la idea de tructions from which we recognize ourselves as hu-
vida (Bios) conforme a constituciones de carácter o mans. Our action framework will be, then, an eva-
comportamiento (Ethos) hasta determinar escena- luation of phylosofical-scientific contexts in which the
rios de actividad vital (entornos) que garantizan la bioethical concern is latent, following the dynamics
expansión a las construcciones simbólicas desde that reveal the systemic thinking that has been being
las que nos reconocemos como humanos. Nuestro established in the academic scenarios for more than
marco de acción será, pues, una evaluación de con- 50 years, facing the mechanist models that survive
textos de carácter filosófico-científico en los que la at a big scale thanks to the current techno-economic
preocupación bioética es latente, siguiendo las di- interests. The systemic model will be useful to revise
námicas reveladoras del pensamiento sistémico que the idea of the living (Bios) in consonance with the
ha ido estableciéndose en la academia desde hace character of environment appropriation according
más de 50 años, haciendo frente a los modelos me- to an action perimeter that defines, simultaneously,
canicistas que sobreviven a gran escala, gracias a the behavior (ethos) and the territory (topos/oikos)
los intereses tecno-económicos de la actualidad. El with which the eciosystem can be defined. For this
modelo sistémico nos será útil para revisar la idea exercise, we will travel throughout the theses about
de lo vivo (Bios) en consonancia con el carácter individuation, by Gilbert Simondon, and about agen-
de apropiación del entorno según un perímetro de cement, by Gilles Deleuze.
acción que define a un tiempo el comportamiento
(ethos) y el territorio (topos/oikos), con lo cual puede Key words: systemic thinking, bioethics, individua-
definirse el ecosistema. Para ello recorreremos las tion, agencement, ethology, technique, Gilbert Si-
tesis sobre la individuación, de Gilbert Simondon, y mondon, Gilles Deleuze, Spinoza.
sobre el agenciamiento de Gilles Deleuze.

Palabras clave: pensamiento sistémico, bioética, A bioética e o pensamento sistémico.


individuación, agenciamiento, etología, técnica, Gil- O diagrama da vida desde as perspectivas
bert Simondon, Gilles Deleuze, Spinoza de Gilbert Simondon e Gilles Deleuze

Resumo
Bioethics and systemic thinking:
the diagram of life from Gilbert Simondon O presente artigo reflexiona em torno da ideia de
and Gilles Deleuze´s views vida (Bios) conforme a constituições de caráter ou
comportamento (Ethos) até determinar palcos de
Abstract atividade vital (entorno) que garantem a expansão
às construções simbólicas desde as que nos recon-
This article reflects about the idea of life (Bios) accor- hecemos como humanos. Nosso marco de ação
ding to character or behavior constitutions (Ethos) será, pois, uma avaliação de contextos de caráter

* Artículo derivado del proyecto de investigación “Devenires estéticos, transversalidades entre arte, ciencia, cultura y técnica en el
mundo contemporáneo” realizado en el Instituto Tecnológico Metropolitano, Medellín, Colombia.
** PhD en Filosofía. Docente de tiempo completo adscrito a la Facultad de Artes y Humanidades del Instituto Tecnológico Metropolitano,
Medellín, Colombia.

Correspondencia: Juan Diego Parra Valencia, email: casafus@yahoo.com


Artículo recibido: 03/03/2014; Artículo aprobado: 03/06/2014

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filosófico-cientista nos que a preocupação bioética metro de ação que define a um tempo o comporta-
é latente, seguindo as dinâmicas reveladoras do mento (ethos) e o território (topos/oikos), com o qual
pensamento sistémico que foi estabelecendo-se na pode definir-se o ecossistema. Para isso percorre-
academia desde faz mais de 50 anos, defrontando remos as teses sobre a individuação, de Gilbert Si-
aos modelos mecanicistas que sobrevivem a grande mondon, e sobre o agenciamento de Gilles Deleuze.
escala, graças aos interesses tecno-econômicos da
atualidade. O modelo sistémico nos será útil para Palavras importantes: pensamento sistémico,
revisar a ideia do vivo (Bios) em consonância com bioética, individuação, agenciamento, etologia, téc-
o caráter de apropriação do meio segundo um perí- nica, Gilbert Simondon, Gilles Deleuze, Spinoza

PREMISA: La vida es un campo problemático contemporáneo: Gilles Deleuze y Gilbert Si-


que en buena medida ha sido comprendido mondon.
en sentido sustancialista. Los hallazgos pro-
venientes de la física cuántica, la Gestalt, la Como primer paso tomaremos varios campos
ecología, la cibernética, la biología molecular del saber que resuenan en las preocupaciones
y la informática impiden que con ligereza se expuestas por Van Rensselaer Potter (1971),
siga asumiendo el acontecimiento vital como en el sentido de la urgencia por un cambio de
el producto de una secuencia programada por paradigma con respecto a las valoraciones de
una entidad superior que dio cuerda a un re- lo vivo en relación con el ser humano, evitando
loj perfecto para que siguiera su curso. Para la reducción a temas propiamente médicos de-
la ciencia actual es imposible ya reconocer los rivados de las preocupaciones disciplinares en
modelos hilemórficos y mecanicistas que fun- la toma de decisiones, tanto en la experimen-
daron la era científica gracias a metodologías tación farmacéutica, como en el tratamiento de
deductivas e inductivas. Hoy la noción de vida carácter clínico donde se resuelven dilemas
se reconoce desde tipos de pensamiento inte- como la eutanasia o la distanasia, los principios
gracionistas que se rigen por la idea global de de beneficencia, no maleficencia, autonomía
sistema*. Buena parte de la filosofía contem- del paciente y justicia (Beauchamp y Childress,
poránea ha acogido estos hallazgos científicos 1999), y las experimentaciones genéticas. Por
y ha sabido integrarlos en el marco de la on- supuesto, la problemática médica ocupa un
togénesis del individuo humano que no puede lugar importante en la preocupación bioética,
estar separado del flujo energético que define pero el origen de esta (multi) disciplina propone
lo vivo en todas sus expresiones, integrando un ámbito mucho más amplio, hasta ser defini-
lo biológico y lo físico (el mundo material) en da como una “ciencia de la supervivencia”. Así,
lo simbólico y mental (el mundo espiritual). Es el campo de acción que nos interesa compren-
precisamente lo que trataremos de esbozar de transversalidades entre ciencia, filosofía,
en este artículo para configurar un campo de psicología, biología, economía, política, medi-
pensamiento sistémico según las directrices cina, zoología trazando una “ruta de saber” que
fundacionales de la bioética obtenidas de Van enfrente el carácter positivista de articulación
Rensselaer Potter quien veía en esta discipli- entre hechos y valores, según una dialéctica
na de preocupación por lo vivo un escenario compleja que no solo se reduzca al examen
amplio en la integración de saberes. Nos apo- de los medios y los fines. Con ello se entiende
yaremos en dos autores determinantes en el la vida como una red articulada, o una “trama”
devenir filosófico-estético-científico del mundo (Capra, 2003) que se extiende más allá de lo

* El término “sistema” lo heredamos, en su aplicación teórica-funcional, del biólogo Ludwig von Bertalanffy quien promovió a través
de una teoría general, el marco de lo que él denominaba una “ciencia general de la totalidad” que fuera capaz de encargarse de
“sucesos aleatorios”. Esta idea lo llevó a comprender los organismos como “sistemas abiertos”, es decir, entidades que requieren
de la interacción con su entorno para garantizar su supervivencia, lo que permitió la comprensión de lo vivo como un sistema de
entropía reducida. Esta idea permitió tomar distancia de las nociones termodinámicas de los organismos cerrados, en favor de la
idea del “equilibrio fluido o fluyente” que se resuelve en sistemas de inestabilidad. Para el presente trabajo las ideas de Bertalanffy
sobrevolarán muchas argumentaciones, sin embargo, nuestra intención es marcar ejes de con formación en torno a disciplinas
paralelas que resuenan en la propuesta del biólogo austríaco.

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humano, pero que se rige por consideraciones referencial es el mecanicismo cartesiano en el
éticas planteadas por la racionalidad en una que las partes configuran una estructura que
configuración sistémica de lo vivo. Esta preo- define el todo. Y no es que el modelo cartesia-
cupación fue bastante importante en los años no no haya sido superado formalmente, gracias
70 desde todo tipo de ámbitos, que reciben a la propia ciencia que ha sabido reconocer la
herencias directas de los análisis neurobioló- emergencia de un mundo completamente ale-
gicos, cibernéticos y físico-cuánticos, hasta jado del orden regulado y determinista; lo que
configurar tesis relativas tan profundas como ocurre es que su configuración metodológica no
la idea foucaultiana de la biopolítica (Foucault, deja de influir sobre las condiciones analíticas
2007), en la que se desarrolla la idea del poder investigativas, como queda claro en las formas
aplicado al conjunto de vivientes en una socie- de comprensión del organismo desde la física y
dad según intereses de gobierno relativos a la la química. Capra dice que “la biología dejó de
salud, la raza, la higiene, etc… que, siguiendo ser cartesiana en el sentido de la imagen es-
su reflexión, determinan la aplicación sistemá- trictamente mecánica que Descartes daba a los
tica de controles resonantes con la idea ge- organismos vivientes, pero siguió siéndolo en
neral acerca de lo vivo en tanto materia prima un sentido más amplio, a saber, en su tentativa
de experimentación funcional. Ello revela la a reducir todos los aspectos de un organismo a
impronta mecanicista cartesiana que dividió el las interacciones físicas y químicas de sus com-
mundo en las sustancias pensantes (res cogi- ponentes más pequeños” (Capra, 1985, p. 116).
tans) y matéricas (res extensa), y enmarca re- Esta forma de entender el organismo en sentido
glas de acción colectiva que poco a poco dejan cerrado en el que las partes definen el todo se-
de pasar por el filtro de la crítica y la reflexión gún una dinámica interna, garantiza un tipo de
para convertirse en praxis “naturalizadas” e in- orden intrínseco regulado e indiscutible que se
conscientes. Veremos, pues, sintéticamente en inserta en el imaginario de una gran máquina-
qué consiste esta idea de vida (Bios) conforme reloj cuya condición real es el funcionamiento*.
a constituciones de carácter o comportamiento El organismo es un articulado de partes medi-
(Ethos) hasta determinar escenarios de activi- bles y cuantificables que pueden adecuarse a
dad vital (entornos) que garantizan la expan- estructuras funcionales, y de esto han sabido
sión a las construcciones simbólicas desde las obtener los mayores beneficios los sistemas
que nos reconocemos como humanos. económicos neoliberales que tan bien analizó
Foucault en El nacimiento de la biopolítica, en
la medida en que se entiende la vida como ma-
Mundo muerto y mundo vivo teria prima de trabajo y control hasta colonizar
cada célula bajo determinaciones económicas.
Si bien es cierto que la visión sustancialista De aquí que sea tan reveladora la propuesta de
del mundo unitario, cerrado sobre sí y crea- Potter en el sentido de que la bioética es ne-
do por una entidad transitiva omnipotente, ha cesariamente una “ciencia de la supervivencia”
sido rebatida con el advenimiento de la cien- humana, dadas las condiciones apocalípticas
cia como campo discursivo, el desarrollo de la que se trazan desde las urgencias capitalistas.
idea hilemórfica aristotélica aún mantiene la El mundo recreado desde el cartesianismo es
dialéctica forma-materia como constituyente perfectamente expuesto por R. D. Laing en una
del escenario de comprensión. Uno de los prin- asimilación de la idea galileana-newtoniana am-
cipales modelos que aún rigen según esta idea parada en el mecanicismo cartesiano: “El pro-

* Una de las disciplinas mayormente influenciada por este sistema funcional es la Medicina. La idea médica de enfermedad entendida
como un “funcionamiento defectuoso” sobre el cual hay que intervenir, implica que la función actual del médico sea análoga a la
de alguien que repara una máquina. No hay que ser muy perspicaces para reconocer este modelo de referencia en el tratamiento
que se le da a la salud en los sistemas neoliberales de la economía actual, en los que los pacientes son una cadena regulada de
casos genéricos que se solucionan con dosis específicas de medicinas previamente orientadas a la corrección de funcionamientos
defectuosos. La atención por parte del médico, por otro lado, está regida perfectamente por la hora-reloj que de manera precisa va
consumiendo la atención a pacientes que siguen la línea precisa de una suerte de coreografía de la enfermedad. Nadie tanto como
el médico actual para perpetuar la idea mecanicista de la sociedad productiva que requiere de fuerza de trabajo sana. De aquí que
consideremos tan lógica la tendencia formal de comprender la bioética a la luz casi exclusiva de las prácticas médicas y clínicas. Es
en la medicina, como administradora de la vida humana, donde más se ha inmiscuido el sentido de valor económico-productivo que
determina el universo-máquina heredado desde Descartes y Newton.

La bioética y el pensamiento sistémico. El diagrama de la vida desde las perspectivas de Gilbert Simondon y Gilles Deleuze
grama de Galileo nos ofrece un mundo muerto: rrollo funcional. Es decir, toda forma de vida se
fuera quedan la vista, el sonido, el gusto, el tac- configura en formas de orden parciales según
to y el olor, y con ellos desaparecen la sensibili- sistemas inestables que se autorregulan en
dad estética y ética, los valores, las cualidades, dinámicas variables. Un entorno no es, enton-
el alma, la consciencia y el espíritu” (Citado por ces, el espacio a priori sobre el que se posan
Capra, 2003, p. 39). No es casual que se haga las formas vivas, sino un campo vivo de inte-
pertinente y necesaria una reflexión bioética en gración funcional en constante transformación
épocas en las que la vida parece perder valor. que implica otras formas vivas que a la vez ga-
La idea, incluso, no es tanto que la vida pierda rantizan su existencia propia. Así, no hay más
valor, sino que se le asigna un tipo de valor es- vida en el organismo que en el entorno que lo
pecífico, el económico, y se calcula, en sentido acoge. Tanto el organismo como el entorno in-
cartesiano-newtoniano-galileano, independien- tegran la forma de vida que quiere perpetuarse
te de consideraciones éticas y estéticas, pues (“persistir en su ser”). Es sintómatico, por tanto,
en tanto máquina regida por leyes matemáti- que luego de alguna tragedia medioambiental,
cas perfectas, es posible articularla en un de- tengamos que preguntarnos cada vez, y como
sarrollo funcional previsible y cuantificable*. si fuera una novedad, ¿qué es la vida?, como
lo hacía el físico Erwin Schrödinger en 1944
Edgar Morin dice que “el universo heredado (Schrodinger, 2005), quien a la vez entendía
de Kepler, Galileo, Copérnico, Newton, La- que dicha pregunta no era otra que ¿qué so-
place era un universo frío, helado, de esferas mos nosotros? Preguntarse por la vida es ne-
celestes, de movimientos perpetuos, de orden cesariamente una pregunta por el ser propio.
impecable, de medida, de equilibrio. Es preci-
so que lo cambiemos por un universo calien-
te, con una nube ardiente, con bolas de fuego, Vida, individuación y bioética
con movimientos irreversibles, de orden mez-
clado con el desorden, de gasto, despilfarro, El cambio de perspectiva que nos lleva a ren-
desequilibrio” (Morin, 1997, p. 81), es decir, se contrarnos con el “sí mismos” que somos ha
debe pasar de la muerte a la vida, pero para implicado la articulación entre las ideas gené-
comprenderla habría que enfrentar el carác- ricas de aquello que conforma lo vivo, recono-
ter mecanicista de control y regulación de lo ciendo aspectos propiamente biológicos, en
vivo, al tiempo que se suspende el carácter los que los campos de integración de lo huma-
desregulador de la economía actual. Y es pre- no son solo una parte de un todo abierto que
cisamente esto lo que aún está por discutirse se transforma sistémicamente. En este sentido
acerca del valor de lo vivo (Bios) desde un se trata de repensar muchos conceptos que se
tipo de ética (Ethos) que incluya la integración han “naturalizado” de manera consistente en
funcional en un sistema abierto que llamare- nuestro imaginario, como por ejemplo, el es-
mos “ecosistema” (de Oikos, casa) o entorno. quema hilemórfico aristotélico** que determina
La vida requiere de un tratamiento distinto al la relación forma-materia en la que la materia
cálculo y la medición por cuanto el sistema de es pasiva y la forma es impuesta desde afue-
autorganización en el que está implicada se ra, por lo que las condiciones de posibilidad
desarrolla según una autopoiesis (Maturana y de la realidad se enmarcan en presupuestos
Varela, 1990) que se expande conforme la arti- necesariamente racionales que excluyen la
culación de escenarios propicios para su desa- constitución interna de los organismos. Este

* Hecho denunciado desde el propio Marx, pero que encuentra especial lucidez, como decíamos, en el análisis que del neoliberalismo
económico-político hace Foucault en El Nacimiento de la Biopolítica.
** Aristóteles lo explica de esta manera: “En efecto, la esencia, el universal y el género parecen ser substancia de cada cosa; y el cuarto
de ellos es el sujeto. Y el sujeto es aquello de lo que se dicen las demás cosas, sin que él, por su parte, se diga de otra. Por eso
tenemos que determinar en primer lugar su naturaleza; porque el sujeto primero parece ser substancia en sumo grado. Como tal se
menciona, en un sentido, la materia, y, en otro, la forma, y, en tercer lugar, el compuesto de ambas (y llamo materia, por ejemplo, al
bronce, y forma, a la figura visible, y compuesto de ambas, a la estatua como conjunto total); de suerte que, si la especie es anterior
a la materia y más ente que ella, por la misma razón será también anterior al compuesto de ambas. […] Y entiendo por materia la que
de suyo ni es algo ni es cantidad ni ninguna otra cosa de las que determinan al ente. Pues es algo de lo que se predica cada una de
estas cosas, y cuyo ser es diverso del de cada una de las categorías (pues todas las demás cosas se predican de la substancia, y
ésta, de la materia)” (Aristóteles, s.f)

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aspecto lo ha analizado perfectamente Gilbert garantizan la regularidad formal (y no sustan-
Simondon (2009) en su tesis La individuación a cial). Esto lleva a pensar el organismo como
la luz de las nociones de forma e información, una red que se expande en un perímetro de
donde propone en cambio de la idea de molde, acción en el que cada acto se enmarca modal-
la de modulación, para comprender la ontogé- mente en función del entorno que garantiza la
nesis del individuo en el marco referencial de supervivencia. La alteración de dicho entorno
su constitución psico-biológica. Esto implica un provoca alteraciones en todo el sistema (como
cambio de paradigma que transforma la idea se hace evidente en cada tragedia medioam-
de individuo como entidad primera autónoma, biental).
indivisible e idéntica, que centraliza todo el flu-
jo de información y lo dota de sentido. Desde Simondon explica que el individuo ha de ser
Simondon el individuo es un resultante, una captado como
efectuación de un proceso de articulaciones
dispares donde se realizan integraciones de […] una realidad relativa, una cierta fase
fuerzas, que logran cierta estabilidad parcial del ser que supone antes que ella una rea-
en un proceso de ralentización obtenido gra- lidad preindividual y que, aun después de
la individuación, no existe completamente
cias a los hábitos. Esto quiere decir que no se
sola, pues la individuación no consume de
puede tomar al individuo separado de su medio golpe los potenciales de la realidad prein-
o entorno, pues entre ambos se produce lo que dividual, y por otra parte, lo que la indivi-
Simondon define como proceso de individua- duación hace aparecer no es solamente
ción. Así el individuo humano es un “modo de el individuo sino la pareja individuo-medio
existencia” (en sentido spinozista) que resuel- (Simondon, 2009, 26).
ve problemas biológicos en busca de garan-
tizar su supervivencia, al igual que cualquier El medio, por otro lado, está también media-
otro ser vivo. La diferencia entre seres vivos se tizado por la aparición de dicho individuo que
da en grados de complejidad en la resolución no es más que un “paquete” de afecciones
de problemas biológicos sin que exista una integradas funcionalmente en dicho entorno.
condición jerárquica a priori. Un entorno, por Simondon, claramente influenciado por el pen-
tanto, se reconoce necesariamente como un samiento sistémico, reconoce que “las propie-
ecosistema, es decir, un medio de integración dades esenciales de un organismo o sistema
de lo vivo donde cada parte, más que constituir viviente, son propiedades del todo que ninguna
el todo, crea campos problemáticos en los que de las partes posee. Emergen de las interac-
se resuelven diferencias de potencial. En este ciones y relaciones entre las partes” (Capra,
sentido, como veremos más adelante, el indi- 1998, p. 48). Un sistema, tal como lo examina
viduo crea su propio entorno (oikos) de acción Edgar Morin (1997, p. 151), debe considerar:
desde el cual define un tipo de carácter (ethos) la problemática del todo; la problemática de la
que garantiza su supervivencia (Bios). organización, la situación en un entorno –en
relación con el tiempo– y la relación con el ob-
La vida entendida así requiere de una com- servador/conceptuador. Estas consideraciones
prensión allende lo humano y la consciencia, revelan el sistema como una entidad “relati-
para definirla según ritmos y valores (Leroi- vamente autónoma” en la que todo el circuito
Gourhan, 1971) que se integran energética- es polirrelacional. Y es precisamente esto lo
mente, creando un espacio mayor donde se re- que buscaría un discurso bioético, tal como lo
conocen propiedades emergentes no inscritas expusimos antes y que está latente en la pro-
en las partes relacionadas, pero que se revelan puesta de Potter. La bioética haría parte, así,
conforme exista la relación. La forma, pues, no del pensamiento sistémico que vincula necesa-
es una configuración estática de partes en un riamente elementos, interrelaciones, organiza-
todo, sino la ralentización inestable de un flujo ción y conceptos. Así, y siguiendo a Simondon,
constante de materia definiendo un organismo.
[…] para pensar la individuación es preci-
Cada organismo es pues un punto descentra- so considerar el ser no como sustancia, o
do en una red de articulaciones, jerarquizadas materia, o forma, sino como sistema ten-
no desde una idea previa ordenadora, sino gra- so, sobresaturado, por encima del nivel
cias a formas de condensación funcional que de la unidad, consistiendo no solamente

La bioética y el pensamiento sistémico. El diagrama de la vida desde las perspectivas de Gilbert Simondon y Gilles Deleuze
en sí mismo, y no pudiendo ser pensado el tema de lo técnico implica la imbricación sis-
adecuadamente mediante el principio del témica dentro de otro sistema (un sistema de
tercer excluido (2009, p. 27). lo inorgánico organizado dentro de lo orgánico
inestable), es preciso reconocer sistémicamen-
Es imposible, de manera analítica, integrar al te el sentido profundo que nos llevaría de la
hombre como parte en un todo, independiente ética a la etología para configurar un espacio
de las afectaciones que dicho todo (entorno) rector de las ideas bioéticas.
impone sobre él, y es por esto que el méto-
do analítico cartesiano, regidor abstracto del
proceder cientificista, se hace insuficiente para
pensar lo vivo, y de hecho, ya lo decían Morin y
ética, etología y ontología.
Laing, según este método obtenemos un mun- territorialidad, agenciamiento
do congelado y muerto. Analizar una parte del
todo sin considerar el todo desvirtúa las pro- Gilles Deleuze ha hecho una de las más asom-
piedades de la parte que no son, por demás, brosas lecturas de la filosofía spinozista para
ajenas a la interacción e interdependencia con definir el valor de lo ético desde la noción de
el todo. Por otro lado, si extraemos una parte etología, según el primer principio de la ética
del todo para analizarla desvirtuamos el sen- (Spinoza, 1987) (una sola sustancia, infinitos
tido del todo que debe, en un proceso de au- atributos), afirmando que
torganización, restabilizarse según la ausencia
de la parte, provocando un cambio de orden [la] etología, en el sentido más rudimenta-
rio, es una ciencia práctica de las maneras
ontológico en la estructura misma, con lo cual
de ser. La manera de ser es, precisamen-
la parte extraída ya no se reconoce como parte te, el estatuto de los entes, de los existen-
de ese todo de la que ha provenido. El meca- tes, desde el punto de vista de una ontolo-
nismo deja de existir, por lo menos en el sen- gía pura. […] El objeto de la ética, es decir
tido cartesiano, para abrirse a consideraciones de la etología, es intentar componer una
integracionistas en las que desaparecen las especie de paisaje que sería el paisaje de
esencias y los a priori conformando la idea de la ontología; que es el de las maneras de
Bios como una red interactiva que se expande ser en el Ser. En una moral, al contrario,
topológicamente, de manera creativa, configu- se trata de dos cosas que están funda-
rando escenarios de participación colectiva en- mentalmente soldadas: de la esencia y de
tre elementos, individuos y conjuntos. Dichos los valores (Deleuze, 2005).
escenarios se comprenderían como ecosiste-
mas o entornos. Esto, por supuesto, nos lleva Como hemos visto, el valor y la esencia pro-
a pensar los individuos más allá de lo humano vienen de encuentros en grados de potencia
como centro de integración, para ajustar más que logran cierto equilibrio y dan por resultado
bien una suerte de consciencia humana capaz los individuos, y es por esto que para Deleu-
de reconocer los vínculos funcionales del cam- ze es tan útil el sentido inmanente de Spino-
po sistémico que lo incluye*. Se debe pensar za para concebir una sustancia única y la ex-
la vida como una entidad viva inserta en el presión consecuente en modos de existencia,
sistema de la vida misma, reconociendo que donde no se localizan jerarquías de valor sino
el método no puede estar separado del obje- simplemente encuentros y desencuentros que
to de estudio, pues el todo no es una forma desencadenan estados de mayor o menor per-
acabada sino que permanentemente agrupa fección. En este sentido el animal ofrece un
propiedades emergentes que retroactúan, a su caso privilegiado en el reconocimiento de lo
vez, sobre la configuración general. Eso obli- humano por cuanto en él se pueden detectar
ga a repensar constantemente las relaciones cartografías de acción que reflejan su períme-
funcionales que existen entre los animales, el tro existencial. El caso que más usa Deleuze
hombre y el entorno según el despliegue fun- es el de la garrapata, tomado a su vez del bió-
cional del desarrollo tecnológico. Ahora, si bien logo J. Von Uexkull: La garrapata posee, según

* O dicho en sentido spinozista, la función de la mente humana es conocer las causas de sus pasiones que garantice la adecuada
composición con otros modos de existencia.

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Uexkull, “tres afectos: el primero, luminoso (tre- del pensamiento sistémico que exige la valora-
par a lo alto de una rama); el segundo, olfativo ción de lo visto, lo sumergido, lo emergente, lo
(dejarse caer sobre el mamífero que pasa bajo reprimido y lo expresado (Morin, 1997, p. 152).
la rama); el tercero calorífico (buscar la zona Dicho perímetro, como decimos, es de natura-
pelada y más cálida). Tan solo un mundo de leza ontológica y es el que resuelve el carácter
tres afectos, rodeado por todos los aconteci- (ethos) del proceder individual conforme la in-
mientos del bosque inmenso” (Deleuze, 2009, tegración colectiva en un marco territorial. En
p. 152). Esta descripción etológica es comple- este punto estamos ya hablando de “cultura”
tamente spinozista por cuanto valora la garra- en su sentido más amplio. Dadas las caracte-
pata no por su esencia animal sino por sus ten- rísticas de este territorio debemos reconocer
dencias afectivas que registran un diagrama en él un campo abierto donde se concentran
de acción en el que se incluye el sol, el calor, flujos de energía colectiva que se retienen a
árboles y animales anfitriones. Igual ocurre con partir de configuraciones simbólicas. La sim-
el hombre que, no definido desde su esencia bolización es así un proceso de ralentización
(como bien lo hace Simondon en su teoría de del flujo energético que hace de un colectivo
la individuación), sino desde su orientación ac- un sistema orgánico mayor que el individuo, a
tiva dentro de un ecosistema, propendería por partir de construcciones abstractas, y gracias
la estabilización de funciones de acuerdo con a propiedades emergentes que requieren de
necesidades integradas a sus capacidades sistemas exteriores integrados en el proceso
funcionales, que garantizan la supervivencia. constitutivo a partir del acontecimiento técnico*.
De lo que se trata ahora es de reconocer que el
Es precisamente esta característica funcional perímetro ontológico que aparece como un in-
la que se expande radialmente enmarcando tegrador de propiedades emergentes es lo que
un contexto de supervivencia, o un perímetro se denomina territorio y que, tal como lo define
ontológico, desde el que se resuelve el ser Deleuze (2004, p. 321), más que ser un “me-
como un modo de existencia que requiere dio” es un “acto que afecta a los medios y a los
de dinámicas de autorganización sistémica. ritmos, que los ‘territorializa’” (Deleuze, 2004,
Este perímetro ontológico garantiza el reco- p. 321). Por eso “tanto da preguntarse cuándo
nocimiento de sí por parte del organismo vivo se territorializan los medios y los ritmos como
(que en el ser humano se desarrolla hasta la cuál es la diferencia entre un animal sin territo-
auto-consciencia) desde la gradación de cua- rio y un animal con territorio” (Deleuze, 2004, p.
lidades según estados de complejidad funcio- 321). Un territorio, por tanto, y en tanto “acto”,
nal, formando un territorio. En el hombre las se “marca” y dicha marca es un componente
exteriorizaciones técnicas correlativas a sus expresivo que define la expresividad rítmica
procesos adaptativos, por ejemplo, modifican del movimiento orgánico. No hay pues territo-
sustancialmente la geografía de su existencia. rio sin vida, no hay Topos sin Bios, en sentido
Cada animal u organismo vivo recrea su mun- estricto. Ahora bien, “el territorio no es anterior
do según una dinámica de afectaciones que se con relación a la marca cualitativa, es la mar-
presentan como campos problemáticos donde ca la que crea el territorio” (Deleuze, 2004, p.
se resuelven sus condiciones existenciales. 322), lo que sería igual a decir que no hay abs-
De aquí que dependiendo del tipo de relacio- tracción anterior al movimiento osteomuscular.
nes implicadas en los campos problemáticos el Así, es el perímetro ontológico un derivado de
ser se expresa de distintos modos, como dice conformación afectiva que implica relaciones
Deleuze: “hay más diferencias entre un caba- con el entorno y, en este sentido, la potencia
llo de carreras y un caballo de labor, que entre territorial les pertenece tanto a hombres como
un caballo de labor y un buey” (Deleuze, 2004, a animales. Lo que el hombre denomina ética
p. 70). Así, el perímetro de existencia (o terri- es también una etología por cuanto esta es
torio) requiere de valoraciones para las cuales un diagrama de sus movimientos territoriales,
las ideas sustancialistas se quedan cortas, y conforme valoraciones comportamentales, se-
es por ello imprescindible reconocerlas a partir gún sistemas abstractos que rigen el valor de

* Este análisis, acerca del acontecimiento técnico y la idea de perímetro ontológico, sin embargo, rebasa nuestros propósitos actuales
y se dejará para una reflexión posterior.

La bioética y el pensamiento sistémico. El diagrama de la vida desde las perspectivas de Gilbert Simondon y Gilles Deleuze
acción. De esta manera el sistema de lo vivo tipo hombre-animal-objeto manufactura-
configura un estadio autopoiético que obliga do; HOMBRE-CABALLO-ESTRIBO. Lo
a la regulación en escenarios de inestabilidad primero que hay en un agenciamiento es
funcional. Cuando la autopoiesis se altera ya algo así como dos caras o dos cabezas.
Estados de cosas, estados de cuerpos;
sea desde afuera (todo territorio está en riesgo
pero también enunciados, regímenes de
de invasión) o por uno de los elementos que lo enunciados. Los enunciados no son ideo-
componen, la desregulación se expande hasta logía. Son piezas de agenciamiento, en un
estados caóticos o catastróficos que alteran el agenciamiento no hay ni infraestructura ni
perímetro ontológico sobre el que se posan las superestructura” (2004, p. 79).
formas vivas*.
En la idea de agenciamiento deleuziana en-
El tipo de análisis que parece emerger tras la contramos los principios de conexión y hetero-
polivalencia de lo vivo rebasa las ideas hile- geneidad que buscaría un estudio bioético, de-
mórficas y mecanicistas, así como los cálculos terminando campos problemáticos en los que
estadísticos que de manera gélida examinan lo vivo resuena en cada acto definido como
hechos sin valores. Si bien los valores parecen “natural”. El agenciamiento es como una cap-
convenir con datos externos a lo propiamente tura parcial de elementos-fuerza según un flujo
fáctico (en un escenario abstracto-simbólico de energía que integra cuerpos y enunciados,
que sobredetermina los sistemas de reglas y que denominamos alternativamente, desde di-
normas), según el proceder científico conven- versos campos del saber, como la filosofía, la
cional, es necesario reconocer dentro del aná- ciencia, la semiología, el arte. La captura de
lisis sistémico que los criterios de autopoiesis cuerpos y enunciados profiere propiedades
determinan formas de autorganización aleja- emergentes en estados de comprensión supe-
das del equilibrio que permiten el advenimiento rior a la suma de las partes involucradas. Esto
espontáneo de nuevas estructuras y nuevos explica que algunas ideas (a veces distribuidas
modos de comportamiento (ethos), caracteri- como dogmas o doctrinas) determinen com-
zados por la interconectividad no lineal (Capra, portamientos físicos colectivos e individuales
2003, p. 103). A partir de esta comprensión el de manera masiva, y que obras de arte mo-
análisis emergente puede enfrentar la comple- difiquen estructuras de percepción sensible.
jidad de lo vivo y esta es una tarea propiamen- En este caso el arte no es algo separado de la
te bioética. Así, el tipo de análisis propuesto lo ciencia, y la cultura no se separa de la biología,
encontramos en la idea de agenciamiento, tal si encontramos los agenciamientos adecuados
como lo sugiere Gilles Deleuze: para explicar devenires humanos en la confor-
mación de las ideas de realidad hegemónica**.
Un agenciamiento es una multiplicidad De lo que se trata es de resolver, en la captura
que comporta muchos géneros heterogé- parcial, de la que se deriva una era histórica
neos y que establece uniones, relaciones o una revolución socio-cultural, los órdenes de
entre ellos, a través de edades, de sexos cuerpos (físico-químicos-biológicos-materia-
y de reinos de diferentes naturalezas. Lo
les), la perspectiva de significación (enuncia-
importante no son las filiaciones sino las
alianzas y las aleaciones; ni tampoco las
dos y discursos) y la comprensión del sujeto
herencias o las descendencias sino los globalmente (procesos de subjetivación). Tan-
contagios, las epidemias, el viento. Un to los comportamientos como los valores se
animal se define menos por el género y la relacionan con los hechos en una suerte de
especie, por sus órganos y sus funciones etología funcional ajustada a la conformación
que por los agenciamientos de que forma sistémica de territorios, que garantizan la este-
parte. Por ejemplo un agenciamiento del tización expresiva y perceptiva. Cuando habla-

* En un sentido amplio, conforme a los acontecimientos actuales en la escena medioambiental, reconoceríamos que la desregulación
económica exigida por el sistema neoliberal capitalista desregula, a su vez, los sistemas de valoración acerca de los recursos y
materias primas, incrementando la idea mecanicista de la naturaleza como despensa, al tiempo que afianza imaginarios protestantes
anglosajones, tal como los refiere Max Webber, en el marco de la economía capitalista, con lo que se legitima la hegemonía económica
norteamericana, cuyo modelo se exporta a países como Japón y China: todo está conectado.
** El descomunal trabajo de Gilles Deleuze y Felix Guattari, Mil Mesetas, presenta un ejemplo perfecto acerca del análisis sistémico de
los agenciamientos.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 11 No. 1 - 2014 - J. D. Parra Valencia - 133•141


mos de estetización nos referimos al campo de • Beauchamp, T. y Childress, J. (1999). Principios
afecciones sensibles que garantizan un sistema de ética biomédica. Barcelona: Masson.
de valores redundantes en las construcciones • Bertalanffy, L. (2004). Teoría general de los
simbólicas. La estética aquí no se entiende sistemas: fundamentos, desarrollos y aplicacio-
como discurso sobre lo bello sino, en el sentido nes. México: Fondo de Culturas Económica.
que da Leroi-Gourhan (1971) a la estética fun- • Blázquez, N. (2000). Bioética: La nueva ciencia
cional, como campo de integración de lo sen- de la vida. Madrid: Biblioteca de Autores Cris-
sible que se expande desde pulsaciones sen- tianos.
sorio-motrices hasta el campo de percepciones • Capra, F. (1985). El punto crucial. Barcelona:
que derivan en capacidades de abstracción sim- Integral
bólica. Con esto tenemos el campo problemáti-
• Capra, F. (2003). La trama de la vida. Barcelo-
co del que reiteradamente hemos hablado y que
na: Anagrama
comprende lo biológico, lo etológico y lo cultural.
En esta trama vital es necesario establecer un • Crary, J. y Kwinter, S. (Ed.) (1996). Incorpora-
vínculo con el fenómeno técnico, garante de la ciones. Madrid: Cátedra
exteriorización funcional que expande la capaci- • Deleuze, G. (2004). Mil mesetas. Valencia: Pre-
dad humana inserta en su perímetro ontológico, Textos
pero esta empresa requiere de mayor espacio • Deleuze, G. (2005). En medio de Spinoza. Bue-
del que disponemos en el artículo presente. De- nos Aires: Cactus
jamos en suspenso, pues, una reflexión acerca
• Deleuze, G. y Parnet, C. (2004). Diálogos. Va-
de la ética de lo vivo y la cuestión (de la) técnica. lencia: Pre-Textos
• Foucault, M. (2007). El Nacimiento de la Biopo-
lítica. México: Fondo Cultura Económica.
Conclusión
• Hottois, G. (2007). ¿Qué es la bioética? Bogotá:
La bioética es más que un discurso acerca de Kimprés
dilemas éticos provenientes del quehacer mé- • Leroi-Gourhan, A. (1971). El gesto y la palabra.
dico. También es más que un régimen de valo- Caracas, Venezuela: Universidad Central de
res que destacan la vida humana por encima de Venezuela.
otras manifestaciones. Tal como pretendía Van • Maturana, H. y Varela, F. (1990). El árbol del
Rensselaer Potter, la bioética comprende todo conocimiento. Madrid: Debate
aquello que sea susceptible de ser considerado • Morin, E. (1997). El método. La naturaleza de la
como “vivo”; por lo tanto, todos los fenómenos naturaleza. Madrid: Cátedra
insertos en la actividad humana, desde la cien-
• Potter, V. (1971). Bioethics: bridge to the future.
cia, la filosofía, la política, el arte y la cultura son
Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall Pub
y derivan preocupaciones bioéticas. Es por esto
necesario reconocer en el pensamiento sistémi- • Sagan, D. (1990). Biosferas. Madrid: Alianza
co formas de análisis cualitativo, desde interac- • Schrodinger, E. (2005). ¿Qué es la vida?. Tex-
ciones disciplinares, que confluyan en un marco tos de Biofísica. Salamaca, España: Ed. Univer-
de reconocimiento del todo abierto superior a la sidad de Salamanca.
suma de las partes. En este sentido lo biológico • Simondon, G. (2008). El modo de existencia de
no está separado de lo inorgánico, la naturaleza los objetos técnicos. Buenos Aires, Argentina:
no está separada de la técnica y la cultura, la Prometeo
filosofía no lo está de la ciencia, ni el arte de la
• Simondon, G. (2009). La individuación a la luz
religión. Todo hace parte del sistema de la exis- de las nociones de forma e información. Bue-
tencia o como diría Capra de la trama de la vida. nos Aires, Argentina: Cactus
• Simondon, G. (2012). Curso sobre la percep-
ción. Buenos Aires, Argentina: Cactus
Referencias bibliográficas
• Spinoza, B. (1987). Ética demostrada según el
orden geométrico. Madrid: Alianza
• Aristóteles. (s.f). Metafísica. Recuperado de
http://www.mercaba.org/Filosofia/HT/metafisi- • Stiegler, B. (2002). La técnica y el tiempo. (Vol.
ca.PDF 1). Hondarribia, Gipuzkoa: Hiru

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