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APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 1977-2003
CORTE DE CONSTITUCIONALlDAD : Guatemala, diecisiete de junio de dos mil cuatro.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de tres de octubre de dos mil tres, dictada por Corte
Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, en el amparo promovido por la Fiscalía de Ejecución del Ministerio
Público, a través de su Agente Fiscal, abogada Dina Lissette Maldonado Galindo, contra la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones. La postulante actuó con su propio patrocinio.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado en la Corte Suprema de Justicia, el veintisiete de septiembre de dos mil dos.
B) Acto reclamado: resolución de diecinueve de agosto de dos mil dos, dictada por la autoridad impugnada, que revocó
el auto apelado, ordenando al Juez a qua dé la libertad a Gabriel Zepeda de Paz, condenado por los delitos de Asesinato
y Lesiones Leves, en el incidente de libertad anticipada por redención de penas por trabajo y buena conducta. C)
Violaciones que denuncia: derechos de libertad e igualdad y al debido proceso. D) Hechos que motivan el amparo: lo
expuesto por la accionante y del estudio de los antecedentes, se resume de la siguiente manera: a) en el Juzgado
Primero de Ejecución Penal, Gabriel Zepeda de Paz (quien se encuentra purgando una condena de veinticinco años de
prisión por el delito de Asesinato) solicitó en incidente su libertad anticipada por trabajo y buena conducta, petición que
en resolución de treinta de abril de dos mil dos, fue declarada sin lugar por el Juez a quo; b) dicha resolución fue apelada
por el procesado, elevándose las actuaciones a la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones -autoridad recurrida-, tribunal
que en resolución de diecinueve de agosto de dos mil dos -acto reclamado-, revocó el auto impugnado y ordenó al Juez
a quo dé la libertad a Gabriel Zepeda de Paz, condenado por Asesinato y Lesiones leves bajo el instituto jurídico
penitenciario de redención de pena por trabajo y buena conducta. Acude en amparo por considerar que la autoridad
impugnada al resolver, no tomó en cuenta que el sindicado se fugó cuando ya se encontraba cumpliendo la condena, y
luego fue recapturado, por lo que su conducta encuadró dentro de las excepciones contenidas en el artículo 20 inciso b)
del Decreto 56-69 del Congreso de la República, Ley de Redención de Penas por Trabajo, que indica "Los que traten de
quebrantar la sentencia, realizando intento de fuga o evasión, lograren o no su propósito"; de esa cuenta, queb rantó su
condena durante más seis meses que duró su fuga, vulnerando con ello dicha norma y al debido proceso garantizado en
la Constitución Política de la República de Guatemala. Solicita que se le otorgue amparo. E) Uso de recursos: ninguno.
F) Casos de procedencia: invocó los contenidos en los incisos a), b) y c) del artículo 10 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad. G)Leyes violadas: citó los artículos 40 y12 de la Constitución
Política de la República de Guatemala y 20 inciso b) del Decreto 56-69 del Congreso de la República, Ley de Redención
de Penas por Trabajo.

II) TRÁMITE DEL AMPARO


A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Terceros interesados: Gabriel Zepeda de Paz y Zoila América Ordóñez
González de Samayoa. C) Remisión de antecedentes: a) proceso penal Z - ciento siete (Z-107), del Juzgado Primero de
Ejecución Penal del departamento de Guatemala; b) incidente Z - ciento siete (Z-107), del Juzgado Primero de Ejecución
Penal del departamento de Guatemala; c) expediente C -ciento sesenta y ocho - dos mil dos (C-168-2002), de la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones. D) Pruebas: no se indicaron. E) Sentencia de primer grado: El Tribunal
consideró: "... Esta Cámara estima, que efectivamente, la autoridad impugnada al dictar el acto que se cuestiona, vulneró
el debido proceso, toda vez que conforme el artículo 2 inciso b) del Decreto 56-69 del Congreso de la República (Ley de
redención de penas), al condenado Gabriel Zepeda de Paz, no podía redimírsele mediante la instrucción y el trabajo
remunerado, las penas de privación de la libertad, impuestas en sentencia firme, ya que como se desprende de los
antecedentes del presente amparo, el solicitante de dicho beneficio, se evadió del Hospital General San Juan de Dios, el
día quince de mayo de mil novecientos ochenta y nueve, habiendo sido recapturado el día veintiocho de noviembre de
ese mismo año, disfrutando de libertad por espacio de seis meses y trece días; y si bien es cierto se sobreseyó el
proceso que por el delito de evasión le fuera iniciado oportunamente, también lo es que, éste con su actuar quebrantó la
sentencia debidamente ejecutoriada, al evadirse del centro de asistencia mencionado. Aunado a lo anterior, cabe
agregar que la Ley de Redención de Penas (Decreto 56-69 del Congreso de la Repúblic a) es ley vigente positiva desde
el momento en que la misma fue publicada en el Diario Oficial, tal y como se desprende del contenido del artículo 38 ibid,
Y como corolario el artículo 6° de la Ley del Organismo Judicial. Sobre la base de lo anterior, se concluye sobre la
viabilidad del otorgamiento de la protección constitucional solicitada, debiendo la autoridad impugnada resolver conforme
a derecho y respetando lo aquí considerado. Esta Cámara estima que la autoridad impugnada actuó con la buena fe que
se supone en las actuaciones judiciales, razón por la cual con base en la facultad que establece el artículo 45 de la ley
de la materia, la exonera del pago de costas procesales...". Y resolvió: "... I) Otorga el amparo solicitado por el Ministerio
Público, a través de su Agente Fiscal de la Fiscalía de Ejecución, abogada Dina Lissette Maldonado Galindo, contra la
Sala Tercera de la Corte de Apelaciones. En consecuencia: a) Deja en suspenso en cuanto al reclamante, el auto de
fecha diecinueve de agosto de dos mil dos, dictado por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones, dentro del
expediente de apelación número ciento sesenta y ocho - dos mil dos; b) restituye al postulante en la situación jurídica
anterior a esa resolución; c) Ordena a la autoridad impugnada resolver conforme a derecho y a lo aquí considerado,
respetando los derechos y garantías del postulante, bajo apercibimiento de imponer una multa de quinientos quetzales
a cada uno de los Magistrados, en caso de no acatar lo resuelto dentro del plazo de tres días siguientes de estar firme
este fallo, sín perjuicio de las responsabilidades legales correspondientes; d) Exonera a la autoridad impugnada del
pago de las costas causadas...".

III) APELACIÓN
Zoila América Ordóñez González de Samayoa, abogada defensora de Gabriel Zepeda de Paz, tercera interesada,
apeló.
IV) ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) La interponente reiteró los argumentos vertidos en el planteamiento de la presente acción y agregó que comparte lo
resuelto por el tribunal de primera instancia, al otorgar el amparo solicitado, toda vez que el acto que se cuestiona
vulnera el debido proceso. Solicita que se declare sin lugar el recurso de apelación y se confirme la sentencia
impugnada, otorgando el amparo. B) Zoila América Ordóñez González de Samayoa, abogada defensora de Gabriel
Zepeda de Paz, tercera interesada, indicó que la resolución dictada por la autoridad impugnada, mediante la que se
ordenó la libertad de su defendido, se encuentra ajustada a derecho, toda vez que éste acreditó haber observado buena
conducta durante el tiempo que se le mantuvo recluido y dedicado al trabajo; por otra parte, se le inició proceso penal
por el delito de evasión, el que fue sobreseído, de esa cuenta, el sobreseimiento firme cerró irrevocablemente el proceso
a favor de dicha persona y, al haber causado firmeza el mismo, es cosa juzgada; de allí, que no debe restringírsele a su
defendido el derecho de libertad. Solicita que al resolver el recurso de apelación, se deniegue el amparo y se confirme la
resolución que constituye el acto reclamado. C) La Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal,
del Ministerio Público, expresó que comparte
el criterio sustentado por el tribunal de primera instancia al dictar sentencia y otorgar la presente defensa constitucional,
en la que se estimó que la autoridad impugnada al dictar el acto reclamado, vulneró el debido proceso, toda vez que de
conformidad con el artículo 2° inciso b) del Decreto 56-69 del Congreso de la República (Ley de Redención de Penas), al
condenado Gabriel Zepeda de Paz, no podía redimírsele mediante la instrucción y el trabajo remunerado, las penas de
privación de libertad impuestas en sentencia firme, pues se desprende de los antecedentes que el sindicado se fugó por
más de. seis meses; por lo que con su actuar quebrantó la sentencia debidamente ejecutoriada. Solicita que se declare
sin lugar el recurso de apelación y se confirme la sentencia impugnada, otorgando el amparo.

CONSIDERANDO
-I-
Para lograr la tutela del amparo, es preciso no sólo que las leyes, resoluciones, disposiciones o actos de autoridad lleven
implícito violación de los derechos que la Constitución y las leyes garantizan, sino que con ello se cause o se amenace
causar agravio a los derechos del postulante y no pueda repararse por otro medio legal de defensa. El agravio, por
constituir una lesión susceptible de causarse a quien reclama en sus derechos o intereses, se convierte en elemento
esencial para la procedencia del amparo y sin su concurrencia no es posible el otorgamiento y protección constitucional.

-II-
En el presente caso, la postulante indica que la autoridad impugnada violó el derecho al debido proceso al emitir la
resolución de diecinueve de agosto de dos mil dos, en la que "ordena al Juez a quo dé la libertad a Gabriel Zepeda de
Paz condenado por Asesinato y Lesiones leves bajo el instituto jurídico penitenciario de redención de pena por trabajo y
buena conducta....': en virtud de que no tomó en cuenta que el sindicado se fugó cuando ya se encontraba cumpliendo
condena, y luego fue recapturado, por lo que su conducta encuadró dentro de las excepciones contenidas en el artículo
2°. Inciso b) del Decreto 56-99 del Congreso de la República, Ley de Redención de Penas por Trabajo que indica "Los
que traten de quebrantar la sentencia, realizando intento de fuga o evasión, lograren o no su propósito", por lo que
quebrantó su condena durante más de seis meses que duró su fuga.

-III-
Del análisis de los antecedentes, esta Corte advierte lo siguiente: ante el Juez Primero de Ejecución Penal, Gabriel
Zepeda de Paz solicitó su libertad anticipada por redención de penas por trabajo y buena conducta. Dicho Tribunal en
resolución de treinta de abril de dos mil dos, consideró que "...con los informes positivos de los establecimientos
penitenciarios donde el solicitante ha extinguido condena y los informes de trabajo expedidos por las autoridades de los
Establecimientos indicados, los cuales fueron incorporados legalmente por lectura en la audiencia señalada el día de
hoy, ha quedado probado que el condenado GABRIEL ZEPEDA DE PAZ, laboró un total de CUATROCIENTOS NUEVE
DlAS, que le representan el Beneficio de DOS MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CINCO DlAS, los que le
permitirían redimir los NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS DlAS de prisión corporal que le faltan por cumplir al día de
hoy, por lo que resultaría procedente autorizar el beneficio contenido en el Decreto 56-99 del Congreso de la República
que establece que puede redimirse mediante la instrucción y el trabajo remunerado las penas de Privación de la libertad,
impuestas en sentencia firme y que la redención de Penas será de un día por cada dos días de instrucción o estudio,
asimismo con los informes de conducta remitidos por los Centros de Detención donde el condenado ha permanecido
recluido se determina que el condena ha observado buena conducta, extremo que encuadra con los requisitos contenido
en el Oto. 20-96 del Congreso de la República de Guatemala; y artículo 5°., en su numeral 6), de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica asimismo el Juzgador establece que obran los
informes de los profesionales a quienes les fueron requeridos, así como el informe expedido por la Dirección de
Estadística Judicial, a los documentos ya relacionados se les otorga pleno valor probatorio por haber sido expedidos por
personal penitenciario idóneo y porque llenan los requisitos legales correspondientes. Pero del análisis integral de todo lo
actuado el juzgador estima que si bien es cierto que la prueba recabada es favorable a la pretensión del condenado,
también lo es que al haberse determinado que el mismo se fugó con fecha quince de mayo de mil novecientos ochenta y
nueve, encuadró su conducta en el inciso b del artículo segundo del Decreto 56-69 del Congreso de la República, Ley de
Redención de Penas por Trabajo y Buena Conducta, misma que establece taxativamente que quedan exceptuados de
dicho beneficio los condenados que traten de quebrantar la sentencia, realizando intento de fuga o evasión, logrando o
no su propósito...." (el resaltado es nuestro). Con base en lo anterior, el Juez de Ejecución declaró sin lugar el
incidente de libertad anticipada por redención de penas planteado. Apelada la resolución anterior, la Sala Tercera de la
Corte de Apelaciones consideró que '..En el caso presente concurre además la circunstancia que a Zepeda de Paz se le
acusó de evadir la condena de Asesinato y Lesiones Leves yhabiéndose sobreseído y estando firme la decisión, se cerró
definitivamente la imputación de evasión, reafirmando su inocencia, por lo que no puede invocarse en su perjuicio una
circunstancia de evasión o fugas porque se pone en crisis el principio de seguridad jurídica que informa la cosa juzgada,
por cuyas razones se revoca el auto apelado por el Ministerio Público y habiendo considerado el propio Juez A quo que
el condenado probó los demás extremos que exige la ley para redimir su condena por trabajo y buena conducta debe
ordenársele que le otorgue su libertad.... " En el presente caso, se probó dentro del expediente, como lo afirma el
Juzgado Primero de Ejecución Penal, que el condenado Gabriel Zepeda de Paz guardó buena conducta y que laboró un
total de cuatro mil novecientos nueve días, que le representan el beneficio de dos mil cuatrocientos cincuenta y cinco
días, los que le permitirían redimir los novecientos sesenta ' seis días de prisión que le faltaban por cumplir. Sin
embargo, no se le otorgó dicho beneficio por considerar el tribunal antes indicado, que si bien cumplía los requisitos de
ley para otorgarle dicho beneficio, se determinó que el mismo se fugó con fecha quince de mayo de mil novecientos
ochenta y nueve, por lo que quebrantó la sentencia dictada en su contra. La autoridad impugnada por su
parte, revocó dicha resolución manifestando que no obstante que a Gabriel Zepeda de Paz, se le acusó de
evadir la condena impuesta, se cerró definitivamente la imputación de evasión, al haberse sobreseído el caso y
reafirmado su inocencia, por lo que no puede invocarse en su perjuicio una circunstancia de evasión o fuga porque se
pone en crisis el principio de seguridad jurídica, que informa la cosa juzgada; por cuyas razones se ordenó se le otorgara
su libertad.
Esta Corte estima que de conformidad con la exposición de motivos del Código Procesal Penal, la Constitución Política
de la República de Guatemala. y los Tratados internacionales de carácter procesal, deben ser observados
rigurosamente en la persecución, juzgamiento y sanción de los delincuentes. El sistema de justicia es de carácter
garantista. La función de las garantías procesales es asegurar "una justicia expedita, humana, practicada en plazos
razonables, con jueces independientes e imparciales y con absoluto respeto de la dignidad humana. El fin moderno de
la sanción penal es cada vez menos el castigo, la retribución o la expiación. La pena más que castigo persigue la
reinserción social satisfactoria del condenado. Estos objetivos de re-socialización del delincuente y del de capacitarlo
para una participación productiva en la vida social inspiran a la legislación procesal penal de Guatemala. Asimismo el
artículo 19 de la Constitución Política de la República de Guatemala, dispone que el sistema penitenciario debe tender a
la readaptación social y a la reeducación de los reclusos.
Dentro de las connotaciones constitucionales del proceso penal se encuentra el principio de inocencia (in dubio pro reo)
por virtud del cual el imputado es tratado como inocente hasta que una sentencia firme lo declare culpable; y el principio
non bis in ídem, el cual contempla que es inadmisible la persecución penal múltiple, simultánea o sucesiva por un mismo
hecho. Dentro del incidente de libertad anticipada por redención de penas, tramitado por la persona condenada, se
determinó que la misma guardó buena conducta y cumplió con el tiempo establecido en la ley para solicitar su libertad
(más de diecisiete años de prisión); y no obstante lo indicado por la amparista, en el sentido de que al haberse fugado el
recluso encuadró su actitud en el artículo segundo, inciso b) de la Ley de Redención de Penas, el cual indica que a los
que traten de quebrantar la sentencia, realizando intento de fuga o evasión, lograren o no su propósito, no se les aplica
dicho beneficio; por lo que, en el presente caso, no se puede aplicar dicha norma, en virtud de que al condenado Gabriel
Zepeda de Paz, se le siguió un proceso por evasión, el cual fue sobreseído, lo que significa que no fue condenado por
ese hecho y que el mismo causó cosa juzgada. Por sobreseimiento se entiende "el acto por el que el juez declara no
haber lugar, provisoria o definitivamente a la formación de causa,...y el definitivo es una verdadera sentencia que pone
fin al juicio produciendo los efectos de cosa juzgada" (Diccionario de Ciencias Jurídicas y Sociales, Manuel Ossorio,
Buenos Aires, Argentina, página 713).
Con base en lo anterior, al haberse decretado el sobreseimiento por el delito de evasión el mismo causó cosa juzgada y
no se puede tomar en cuenta esa situación en perjuicio del reo, ya que se le estaría juzgando nuevamente por ese delito,
violando los artículos anteriormente referidos y 14, 44, Y 46 de la Constitución Política de la República y los artículos 14,
16, 17 Y 18 del Código Procesal Penal.
En virtud de lo anteriormente considerado, y de que el acto reclamado objeto de este amparo fue dictado conforme a
derecho, procede revocar la sentencia apelada, denegando el amparo ya que no se ha ocasionado agravio alguno a la
interponente que pueda ser reparado por esta vía.

LEYES APLICABLES
Artículos citados y 268 Y 272 inciso c) de la Constitución Política de la República de Guatemala;
8°.,10,42,46,47,57,60,61,67,149,163 inciso c), 185 y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; y 17 del Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.

POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Revoca la sentencia apelada. II) Deniega el amparo solicitado por la FISCALIA DE EJECUCIÓN DEL
MINISTERIO PUBLICO. III) No se condena en costas a la solicitante ni se impone multa a la abogada patrocinante IV)
Notifíquese y con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.
CIPRIANO FRANCISCO SOTO TOBAR
PRESIDENTE

JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ RODOLFO ROHRMOSER VALDEAVELLANO


MAGISTRADO MAGISTRADO

NERY SAÚL DIGHERO HERRERA MARIO GUILLERMO RUIZ WONG


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLORIA MELGAR DE AGUILAR MANUEL DE JESÚS FLORES HERNÁNDEZ


MAGISTRADA MAGISTRADO

OVIDIO OTTONIEL ORELLANA MARROQUÍN


SECRETARIO GENERAL

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