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TRABAJO FIN DE GRADO

Título

Atención de enfermería al paciente quirúrgico

Autor/es

Eduardo Yécora Bujanda

Director/es

Estrella Marín Fernández

Facultad

Escuela Universitaria de Enfermería


Titulación

Grado en Enfermería

Departamento

Curso Académico

2013-2014
Atención de enfermería al paciente quirúrgico, trabajo fin de grado
de Eduardo Yécora Bujanda, dirigido por Estrella Marín Fernández (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
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UNIVERSIDAD DE LA RIOJA

ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERÍA


“Antonio Coello Cuadrado”

TRABAJO FIN DE GRADO

“Atención de enfermería al paciente quirúrgico”

PRESENTADO POR:

Eduardo Yécora Bujanda

TUTORA:

Estrella Marín Fernández

Logroño, a 25 de Junio de 2014

Curso Académico: 2013/14

Convocatoria Ordinaria de Defensa


RESUMEN

La Seguridad Clínica es un componente fundamental de los cuidados de calidad


al paciente. Desde hace años, diversos organismos nacionales e internacionales,
vienen desarrollando de forma periódica estrategias de seguridad asistencial
para mejorar la calidad de los cuidados. El área quirúrgica es un servicio
especial que, diariamente, atiende a multitud de pacientes. Esta rutina origina
errores que pueden perjudicar su salud. Se calcula que, de los efectos adversos
producidos en los hospitales, alrededor del 40% están relacionados con
procedimientos quirúrgicos. Tal vez, esta incidencia de complicaciones sea
debida a la falta de estandarización de protocolos entre los diferentes hospitales
nacionales, lo cual demostraremos mediante un estudio comparativo. Además de
esto, consideramos necesario desarrollar un plan de cuidados estandarizado
para hacer frente a aquellos problemas reales o potenciales que suelen
presentarse durante las distintas fases del Bloque Quirúrgico, incrementando y
garantizando así la máxima calidad asistencial.

Palabras clave: protocolos, enfermería quirúrgica, seguridad del paciente


quirúrgico, calidad asistencial y plan de cuidados.

ABSTRACT

Clinical safety is a key component of quality patient care. For years, various
national and international organizations are developing regularly, welfare safety
strategies to improve quality of care. The surgical area is a special service that
daily serves many patients. This routine causes errors that can harm your health.
It is estimated that, of the adverse effects produced in hospitals, about 40% are
related to surgical procedures. This incident of complications might be caused
due to a lack of standarization of protocols between the different nacional
hospitals, that we will prove with a comparative study. In addition to this, we
consider that developing a standarized care plan to be necessary to cope with
the real or potential problems that appear during the different phases of a
surgical area, therefore increasing and guaranteeing the maximum assistance
quality.

Key words: protocols, surgical nursing, surgical patient safety, care quality and
care plan.

2
1. INTRODUCCIÓN

El área quirúrgica es un servicio especial que, diariamente, atiende a multitud de


pacientes y debido a esta rutina se pueden originar múltiples errores que pueden
perjudicar la salud de los pacientes. Dentro de esta área, la cirugía es la única
razón de admisión para muchos pacientes que ingresan en el hospital tanto en
España como en los países occidentales desarrollados. Durante 2005 se
realizaron 4.221.922 actos quirúrgicos en los hospitales españoles. La
frecuentación quirúrgica en España fue, en 2005, de 95,7 por mil habitantes,
siendo de 49,6 por mil habitantes para las intervenciones quirúrgicas con
hospitalización1.

Cada año se opera a nivel mundial uno de cada 25 ciudadanos. En España, en


el año 2009 el volumen global de cirugía mayor ascendió a algo más de tres
millones de procedimientos, equivalente a una tasa de 7.027 intervenciones
quirúrgicas por cada 100.000 ciudadanos. Hasta un 16% de estos
procedimientos quirúrgicos deriva en una complicación relacionada con la
morbilidad de los pacientes o de eventos adversos, con consecuencias graves
en cerca del 1%2.

De esta forma, los efectos no deseados secundarios a la atención sanitaria


representan una causa de elevada morbilidad y mortalidad en todos los sistemas
sanitarios desarrollados, como así lo han mostrado diversos estudios
epidemiológicos realizados a nivel internacional. Aunque los resultados varían
según la metodología utilizada en los diferentes estudios, se puede afirmar que
alrededor del 10% de los pacientes ingresados en hospitales sufren algún efecto
adverso como consecuencia de la atención sanitaria. Estos estudios muestran
también que alrededor del 50% de estos efectos adversos podrían evitarse
aplicando prácticas seguras de efectividad demostrada3.

Una de estas revisiones sistemáticas sobre la incidencia de eventos adversos


relacionados con la atención hospitalaria mostró que cerca del 40% de eventos
adversos recogidos en los diferentes estudios sobre el tema estaban
directamente relacionados con procedimientos quirúrgicos. Estos datos

3
mostraron que cada año hasta siete millones de pacientes sufrieron una
complicación grave durante o inmediatamente después de la cirugía,
provocándole la muerte a un millón2.

No obstante, a pesar de estas cifras, desde el año 2002 se recoge información


por la que, cualquier organización proyectada a la Calidad y al Cliente, debe de
recoger todas y cada una de sus actividades en un documento, confeccionado
por los profesionales que las llevan a cabo y contrastadas por la evidencia
científica disponible, que asegure de esta manera la disminución de la
variabilidad de la práctica clínica, a través de la administración de cuidados
contrastados científicamente por la evidencia más reciente disponible y
facilitando que todos los profesionales, a pesar de sus características
individuales, formación previa y experiencia personal y teniendo presente la
autonomía profesional, actúen de la misma manera, obteniendo así resultados
de cuidados de calidad4, que a su vez deriven en una disminución de las
complicaciones relacionadas con la morbilidad de los pacientes o de eventos
adversos.

El impacto que estos daños asociados a la atención sanitaria tienen para los
pacientes y para la sociedad, fue puesto de manifiesto en el informe publicado
en el año 1991 por el Instituto Americano de Medicina “errar es humano”. Este
informe fue decisivo para situar la seguridad del paciente en el centro de las
políticas sanitarias de los países desarrollados y de diversas organizaciones
internacionales, entre las que especialmente destacan la Organización Mundial
de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Comité
de Sanidad del Consejo de Europa, la Comisión Europea y diversas agencias e
instituciones académicas. Estas instituciones han venido desarrollando
estrategias, planes, acciones y medidas legislativas con el fin de controlar los
eventos adversos evitables en la práctica clínica5.

En enero del 2007, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un


proyecto dirigido a mejorar la seguridad de la atención quirúrgica a nivel
mundial6. Esa iniciativa, denominada "Las prácticas quirúrgicas seguras salvan
vidas", tiene como objetivo reconocer ciertas normas mínimas de atención

4
quirúrgica que puedan aplicarse de manera universal, en todos los países y
entornos7. Al centrar la atención en las intervenciones quirúrgicas como un
asunto de salud pública, la OMS reconoce la importancia de mejorar la seguridad
del tratamiento quirúrgico en todo el mundo.

Como podemos observar, el rol de la enfermería ha evolucionado a lo largo de


los años hasta la actualidad. Las primeras enfermeras realizaban una actividad
de cuidados vocacionales hacia los pacientes, pero los avances científicos
desarrollados con el paso del tiempo, han tecnificado la profesión. La enfermería,
paulatinamente, se ha ido distanciando de sus orígenes haciéndose cada vez
más “médica”. Los cuidados enfermeros se están convirtiendo en técnicos,
dejando a un lado los denominados “cuidados asistenciales”, que son, en
realidad, la base de la profesión.

Por lo tanto, la enfermería es una profesión viva y como todo instrumento vivo,
está sujeto a modificaciones continuas derivadas tanto del avance científico,
como de la praxis de la propia profesión. Para poder abarcar todos estos campos
con la mayor efectividad posible, debemos actualizar nuestros conocimientos
continuamente, y así, proporcionar a nuestros pacientes una asistencia de
calidad y, en consecuencia, de seguridad a lo largo de todo el proceso
quirúrgico.

Por ello, la protocolización de los cuidados se conforma como instrumento


indispensable de soporte para la práctica clínica. Entre sus numerosas ventajas
cabe destacar, la reducción en la diversidad inapropiada de la práctica clínica,
propiciando una atención más justa y equitativa a nuestros pacientes. Unifican,
así mismo, criterios de actuación que nos sirven de punto de partida para una
evaluación de la calidad del proceso asistencial8.

A su vez, los protocolos definen la finalidad y las actuaciones que se deben de


realizar, así como quién debe realizarlas. Han de redactarse de forma clara y
actualizarse de forma periódica9.

5
Tanto el Ministerio de Sanidad como las Comunidades Autónomas y cada vez
más hospitales, disponen de protocolos de actuación. No obstante, se ha podido
comprobar en múltiples estudios la existencia de la variabilidad de la práctica
clínica y de los resultados no atribuibles a las características individuales de los
pacientes, reflejando, en general, estilos de práctica diferentes. Esta variabilidad
está motivada en muchas ocasiones por la falta de evidencia científica, la
ausencia de protocolos o guías de práctica clínica y el desconocimiento de los
resultados clínicos4.

Es por ello por lo que hemos decidido elaborar un protocolo de enfermería


quirúrgico que recoja una estructura estándar para que pueda ser utilizada en
todos los hospitales nacionales, basándose siempre en evidencias científicas
para asegurar que el paciente se encuentre siempre en las mejores condiciones
de calidad y seguridad para realizar cualquier intervención quirúrgica,
minimizando así los posibles efectos adversos.

2. OBJETIVOS

Como objetivos a alcanzar proponemos los siguientes:

2.1 OBJETIVO GENERAL:

 Hacer un estudio comparativo de los protocolos de enfermería


quirúrgicos existentes entre los diversos hospitales nacionales y
poder obtener así, aquellos requisitos o recomendaciones necesarias
para realizar una estructura universal para cualquier protocolo de
enfermería quirúrgico, de tal forma que garantice las condiciones
adecuadas de calidad y seguridad para realizar cualquier intervención
quirúrgica, minimizar el riesgo de complicaciones, efectos adversos,
etc. y por otra parte, comprobar si existe variabilidad entre las
comunidades autónomas a la hora de realizar los cuidados
enfermeros.

6
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Demostrar la incidencia de errores, complicaciones, efectos adversos,


etc. mediante estadísticas y describir estrategias de seguridad para
mejorar la calidad de los cuidados al paciente en el área quirúrgica.

 Desarrollar un plan de cuidados estandarizado según la taxonomía


normalizada (NANDA, NOC, NIC) sobre los problemas reales o
potenciales que con más frecuencia se presentan en los pacientes
que van a ser sometidos a una intervención quirúrgica, durante su
permanencia en las distintas fases del Bloque Quirúrgico
(preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio), con el fin de
incrementar y garantizar la máxima calidad asistencial.

3. METODOLOGÍA

Para la elaboración de este trabajo se ha procedido a realizar una revisión


bibliográfica consultando las principales bases de datos tanto de Ciencias de la
Salud (CUIDEN, Cochrane, Pubmed, Elsevier, Medline, Scielo, etc.) como
Multidisciplinares (CSIC, Dialnet, etc.), además de los protocolos de diversos
hospitales nacionales, de artículos sobre la importancia de los protocolos en la
práctica clínica asistencial y los cuidados perioperatorios, así como de la
existencia de nuevas actividades encaminadas a minimizar las posibles
complicaciones que puede haber durante todo el proceso quirúrgico. También
han sido revisadas las páginas Web de diferentes organismos e instituciones
nacionales (Sistema Nacional de Salud, Sistema Sanitario Público de varias
comunidades autónomas, etc.) e internacionales (OMS, Consejo Europeo, etc.),
relacionadas con las recomendaciones y estrategias orientadas a la atención de
enfermería al paciente quirúrgico.

Los seis protocolos analizados han sido:

 P. del Hospital de Basurto (HB)10. Manual de Procedimientos de


Enfermería.

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 P. del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva (HJRJH)11. Manual de
Intervenciones Enfermeras.

 P. del Hospital Universitario Virgen del Rocío (HUVR)12. Manual de


Procedimientos Generales de Enfermería.

 P. del Hospital Universitario Virgen de la Victoria Málaga (HUVVM)13.


Manual de Protocolos y Procedimientos.

 P. del Servicio Madrileño de Salud (SMS)14. Guía para la Elaboración de


Protocolos y Procedimientos Enfermeros. Que incluye a los siguientes
Hospitales Madrileños:

o Hospital Universitario Puerta del Hierro Majadahonda.

o Hospital Universitario de Getafe.

o Hospital Universitario Severo Ochoa.

o Hospital Universitario Fundación Alcorcón.

o Hospital Universitario de Fuenlabrada.

o Hospital Universitario 12 de Octubre.

o Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

o Hospital Universitario Ramón y Cajal.

 P. del Hospital San Millán - San Pedro (HSM-SP)15. Procedimientos


Específicos de Enfermería.

8
De todos estos protocolos de enfermería que hemos revisado, en aquellos que
tenían una aplicación más basada en la enfermería general, solo nos hemos
centrado en su parte más específica, ya que este trabajo trata sobre la
enfermería quirúrgica, de tal forma que todos los procedimientos pudiesen
centrarse en el paciente que va a ser sometido a cirugía mayor y que requiere
hospitalización.

Por otra parte, se elaboró un plan de cuidados con relación a los problemas
reales o potenciales que pueden surgir durante todo el proceso quirúrgico,
comprendiendo a su vez todo el periodo perioperatorio (preoperatorio,
intraoperatorio y postoperatorio) del paciente, identificando los diagnósticos de
enfermería más prevalentes con sus objetivos e intervenciones
correspondientes, todo esto desde un marco basado en la Taxonomía NANDA,
NOC, NIC.

En cuanto a la estrategia y límites de búsqueda no se aplicó ningún límite de


fecha, tampoco se limitó en la búsqueda según lenguas, grupos de edad o tipo
de artículo y sobre todo se centró en aquellos que recojan evidencias científicas.

Estas búsquedas nos han permitido adquirir una gran cantidad de información y
toda ella relacionada con la enfermería quirúrgica para no desviarnos nunca
hacia un enfoque médico. Toda la información que hemos utilizado para este
trabajo será relevante respecto al paciente quirúrgico.

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4. DESARROLLO

A continuación mostramos los resultados obtenidos de este estudio comparativo:

4.1. RESULTADOS DEL ESTUDIO COMPARATIVO DE LOS DIVERSOS


PROTOCOLOS ANALIZADOS:

 En el (HJRJH) y en el (SMS), se observa una clara relación entre la


estructura de sus procedimientos de enfermería y la estructura universal
que se quiere conseguir, mientras que el protocolo del (HB) y el del
(HUVVM) muestran un déficit en la mayoría de su estructura.

 En cuanto a los objetivos a alcanzar, todos los protocolos están de


acuerdo en realizar un documento que permitiera unificar criterios,
racionalizar recursos y normalizar la práctica profesional para, con todo
ello, conseguir incrementar la calidad de los cuidados que presta
Enfermería.

Llegando a la conclusión de que los cuidados no podían quedar a


expensas de la intuición, habilidad o experiencia de las personas a
quienes correspondía administrarlos, sino que debían ser el resultado de
una práctica estudiada y expresada en unas normas de actuación, cuyo
cumplimiento fuera para el usuario, garantía del mejor servicio.

Su objetivo a largo plazo pasa por la informatización de la gestión del


cuidado enfermero. Un paso importante en el futuro de la enfermería, es
ajustar el funcionamiento a las nuevas herramientas: Normas,
Procedimientos, Planes de Cuidados e Informatización son los pasos en
los que se está moviendo la profesión, y nosotros con ella.

 Tanto el (HB) como el (HSM – SP) hacen referencia a la comprobación


de que la enfermería, es una profesión viva y su mejor manifestación es

10
el crecimiento y la modificación de los procedimientos que utilizan en el
ejercicio de la profesión.

Los procedimientos de enfermería son los instrumentos a través de los


cuales se consigue el ajuste a los últimos conocimientos científicos, la
normalización de nuestras actuaciones, la obtención de estándares, la
medida de la calidad, etc.

Por lo tanto, es incuestionable que una documentación de tanto valor que


tiende a quedar obsoleta en un corto plazo de tiempo, por la celeridad en
el desarrollo de nuevas técnicas y la evolución de las existentes, debe ser
revisada y actualizada para que manteniéndola viva, responda a los
objetivos para los que fue creada.

La mejora continua de nuestras actividades permite atender a nuestros


pacientes con la mejor calidad posible; por ello, la utilización de
procedimientos consensuados en base a las mejores prácticas, consigue
disminuir la variabilidad en la atención, lo que justifica la necesidad de
disponer de este tipo de manuales.

 De los seis protocolos, solo hacen referencia a la evidencia científica el


(HUVR), el (HJRJH) y el (SMS):

Estos destacan que los cuidados de salud y la asistencia sanitaria deben


ser responsables y eficientes. Ello implica que las actuaciones y toma de
decisiones se realicen teniendo en cuenta la mejor evidencia disponible,
la experiencia del profesional y la opinión del paciente, con el objetivo de
mantener la adecuada atención al ciudadano, incrementar su calidad de
vida, satisfacción y en definitiva, mejorar la salud de la población.

11
La investigación en ciencias de la salud, aporta continuamente nuevas
evidencias que suponen cambios en los cuidados diarios a los pacientes;
esto conlleva una constante búsqueda del conocimiento y una valoración
de su validez y evidencia a través de la lectura crítica. La práctica basada
en la evidencia, consiste en la aplicación de aquellas prácticas
consideradas válidas y relevantes.

Con el fin último de prestar a los usuarios una atención de calidad,


existen a disposición de los profesionales diferentes herramientas que
contribuyen a tomar decisiones en momentos de incertidumbre. Los
protocolos, guías clínicas, procedimientos, etc. son documentos de éste
tipo que, además de contribuir a normalizar la práctica, son una fuente
poderosa de información y al mismo tiempo, facilitan la atención al
personal de nueva incorporación.

 Según el (SMS) debido a la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias


(LOPS), “se tenderá a la unificación de criterios de actuación, que estarán
basados en la evidencia científica y los medios disponibles y soportados
en guías y protocolos de práctica clínica y asistencial. Serán
regularmente actualizados con la participación de aquellos que los deben
aplicar” 16.

En este sentido, se firmó el 24 de Mayo del año 2011, el “Convenio de


colaboración entre la Comunidad de Madrid, a través del servicio
Madrileño de Salud y el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid para la
ordenación y normalización de los cuidados de enfermería en los
hospitales de la Comunidad de Madrid”, con el objetivo de homologar los
distintos protocolos y procedimientos que están implantados en dichos
hospitales madrileños.

12
Los protocolos y procedimientos elaborados se implantarán en los
hospitales teniendo en cuenta sus características organizativas y
disponibilidad de recursos.

 De los seis protocolos analizados, cuatro de ellos, (HJRJH), (HUVR),


(HSM – SP) y (SMS) tiene en cuenta que en todo tipo de procedimientos
hay que centrarse tanto en el enfermo como en su familia; una de sus
actividades es la de informarles donde pueden permanecer durante la
intervención quirúrgica, tranquilizarles y confortarles en la medida de lo
posible.

 Tan sólo el (HUVR) refleja un aspecto innovador y muy importante en


relación a la estructura, que es la inclusión explícita de puntos críticos de
seguridad para el paciente, es decir, aquellos que pueden ocurrir en
alguna de las fases del procedimiento.

Se ha utilizado para ello un catálogo de símbolos normalizados que


alertan a los profesionales sobre riesgos en materia de seguridad,
definidos por la propia Organización Mundial de la Salud y la Estrategia
para la Seguridad del Paciente de la Consejería de Salud y Bienestar
Social.

La inclusión de alertas de seguridad en los procedimientos clínicos es


una estrategia más que va a permitir identificar puntos críticos y
establecer objetivos y líneas de acciones operativas y precisas.

 Por último, mencionar que sólo disponían de guía para el usuario del
manual de protocolos de enfermería el (HUVVM) y el (HSM – SP):

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Estos manuales recogen los procedimientos que se realizan y son
necesarios con mayor o menor frecuencia en las unidades de los
diferentes servicios del hospital.

Para facilitar su utilización, se clasifican por especialidades en función de


cada hospital. Con diferentes contenidos, tanto en temática como en
amplitud. Cada especialidad contiene diversos protocolos ordenados por
orden cronológico de elaboración y aprobación para su inclusión. La
numeración que sigue el manual contempla esta ordenación, con una la
letra que identifica la especialidad, seguida de un número que
corresponde al protocolo o procedimiento en dicha especialidad. El
número de página se reinicia en cada una de las especialidades. El
formato de presentación del Manual es el más útil para mantener la
actualidad del mismo, ya que posibilita el recambio de protocolos ya
revisados, la inclusión de otros nuevos, etc., por lo que la presentación es
en forma de archivador de anillas, con separatas por especialidades y
procedimientos en páginas diferenciadas. Al final del Manual aparece un
listado bibliográfico general, para consulta y de referencia a la mayoría de
protocolos.

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A modo de resumen, en la siguiente tabla podemos observar los resultados más
relevantes de la comparación de los protocolos de enfermería quirúrgicos en
cada uno de los hospitales elegidos.

ESTRUCTURA HSM-SP HB HJRJH HUVR HUVVM SMS


UNIVERSAL
TÍTULO X X X X
DEFINICIÓN X X X
OBJETIVO X X X X X X
PERSONAL X X X X X
MATERIAL X X X X X X
INDICACIONES X X
INFORMACIÓN AL
X X X X
PACIENTE
TÉCNICAS O
X X X X X X
CUIDADOS
OBSERVACIONES X X X X
CUIDADO DEL
X X
MATERIAL
EDUCACIÓN PARA
X
EL AUTOCUIDADO
INDICADORES DE
X X X
EVALUACIÓN
REGISTRO X X X X X X
BIBLIOGRAFÍA X X X X
ANEXOS X

Tabla 1. Comparación de los 6 protocolos de enfermería quirúrgica.

Este documento pretende ser una guía para la elaboración de los protocolos y
procedimientos que se generen por los grupos de trabajo de los
correspondientes hospitales, con una estructura normalizada, lógica y razonada,
garantizando la calidad científico-técnica.

15
4.2. ESTUDIO ENEAS:

El “Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos Ligados a la Hospitalización.


ENEAS 2005”17, pertenece al conjunto de estudios para la mejora de la
calidad de la asistencia sanitaria en España. A través de sus datos, se da a
conocer la epidemiología de los efectos adversos y permite desarrollar
estrategias de prevención para evitarlos o minimizar sus consecuencias si no
han podido ser evitados.

Los datos más relevantes del estudio son:

 La incidencia de pacientes con efectos adversos relacionados


directamente con la asistencia hospitalaria fue de 8.4%.

 La incidencia de efectos adversos fue mayor en servicios médicos


(8.86%) que en servicios quirúrgicos (8.07%).

 La aparición de efectos adversos relacionados con la atención


hospitalaria, representó que cerca del 40% estaban directamente
relacionados con procedimientos quirúrgicos.

 El 74.9% de los reingresos se deben a una infección nosocomial, a


algunos procedimientos quirúrgicos y a los problemas relacionados
con el uso de medicamentos.

 De modo semejante a otros estudios, se ha identificado que casi la


mitad, 42.8% de los efectos adversos relacionados con la asistencia,
podrían ser evitables.

16
NATURALEZA S. QUIRÚRGICO EVITABLE

Relacionados con un procedimiento 37.6% 31.7%

Relacionados con infección nosocomial 29.2% 56.6%

Relacionados con la medicación 22.2% 34.8%

Relacionados con los cuidados 6.7% 56.0%

Relacionados con el diagnóstico 2.9% 84.2%

Otros 1.5% 33.3%

Tabla 2. Efectos adversos evitables en un servicio quirúrgico.

Una práctica clínica segura exige conseguir unos objetivos:

 Identificar los procedimientos diagnósticos y terapéuticos más


eficaces.

 Garantizar su aplicación correcta y sin errores.

Para alcanzarlos se deben identificar los principales problemas causantes de


efectos adversos, priorizar actuaciones de corrección y crear unas
estrategias de seguridad válidas en todo el sistema sanitario. Los
profesionales de la salud también necesitan recibir información sobre los
riesgos sanitarios para facilitar la prevención de consecuencias evitables17.

4.3. SINASP:

“Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente.


SiNASP”18. Es un sistema de notificación de incidentes que permite poner en
conocimiento del resto de profesionales una serie de eventos o errores que
afectan a la seguridad del paciente. Partiendo del análisis de problemas que
provocaron daño a los pacientes o que fueron susceptibles de haberlos
producido, se estudia el contexto de la situación. Después se determinan los

17
factores de riesgo causantes del error para modificar y mejorar actuaciones y
con ello, evitar que vuelvan a producirse los eventos adversos. El
aprendizaje de los errores es fundamental para conseguir el objetivo final: la
mejora de la calidad y seguridad clínica.

4.4. ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD EN LA ASISTENCIA AL PACIENTE


QUIRÚRGICO:

En el campo de la cirugía, un ortopedista americano (Ernest Codman) y un


cirujano inglés (Sir Thomas Percival), al comienzo de 1900, intentaron
evaluar la calidad de la asistencia quirúrgica. Sus estudios consistían en
hallar los errores cometidos, sus posibles causas y evitar su repetición en el
futuro gracias a los resultados obtenidos. Consiguieron también utilizar
registros hospitalarios para mejorar y unificar la práctica quirúrgica. Las
consecuencias sanitarias vistas en el capítulo anterior, manifiestan la
preocupación sobre la seguridad del paciente, sobre todo en un campo tan
complejo y multidisciplinar como es el área quirúrgica. Estos resultados
conducen a desarrollar una serie de recomendaciones y estrategias de
seguridad hacia la calidad de la asistencia sanitaria. Las complicaciones
perioperatorias suceden en procesos quirúrgicos y anestésicos, con el
consecuente fracaso de la intervención. La experiencia y especialización del
equipo quirúrgico, junto con una protocolización de métodos y técnicas
asistenciales, disminuyen en gran medida estos efectos adversos,
recordando la importancia de que muchos de ellos son prevenibles19.

A continuación, se detallan los datos más relevantes de las complicaciones


relacionadas con la atención quirúrgica en el mundo:

 Cada año en todo el mundo se realizan 234 millones de cirugías


(aproximadamente 1 intervención por cada 25 personas).

 Las cirugías más numerosas se agrupan en lesiones traumáticas (63


millones), problemas relacionados con el embarazo (10 millones) y
derivados de procesos oncológicos (31 millones).

18
 Ocurren 7 millones de complicaciones quirúrgicas incapacitantes al
año en el mundo, de ellas, al menos, 1 millón fallecen tras la cirugía.

 El 25% de las hospitalizaciones quirúrgicas pueden producir


complicaciones.

 En países desarrollados, las complicaciones de la cirugía oscilan


entre el 3-16%, con tasas de mortalidad o discapacidad permanente
del 0.4-0.8%. La mitad de estos efectos adversos pueden ser
prevenibles.

 La mortalidad de las intervenciones quirúrgicas en países menos


desarrollados está entre 5-10%.

Todas estas cifras, unidas a una deficiente aplicación de protocolos estándar,


entornos de seguridad, etc. confirman la magnitud del problema. La OMS
considera la práctica de la cirugía como un asunto de salud publica y
promueve establecer una serie de estándares mínimos que pueden ser
aplicados universalmente. Esta iniciativa se concentra en cuatro grandes
áreas temáticas en materia de seguridad en la atención quirúrgica:

 Cirugía limpia: Se centra en el lavado de manos, uso apropiado de


antibióticos, preparación de la piel, cuidado de la herida quirúrgica y
descontaminación del material.

 Anestesia segura: Se valora la presencia de un anestesista con


experiencia, que esté familiarizado con el equipo adecuado, ya que se
requiere una estricta vigilancia para detectar los cambios en la
condición del paciente.

 Equipos quirúrgicos seguros: El trabajo diario en un quirófano


requiere la interacción de múltiples profesionales que deben estar
coordinados a la perfección para que la intervención se realice

19
correctamente y la atención global que recibe el paciente sea la más
adecuada. Una buena comunicación es la base del trabajo en equipo.

 Medición de los servicios quirúrgicos: Existe una escasez de


datos a nivel mundial que reflejan una vigilancia en la atención
quirúrgica. Es necesario implantar una vigilancia sistemática que
permita medir y evaluar la atención quirúrgica y, así, realizar un mejor
seguimiento de complicaciones y revisiones por expertos en
seguridad20.

La Alianza Mundial de la Seguridad del Paciente creó los “Diez Objetivos


Esenciales para una Cirugía Segura” para poder utilizar en cualquier unidad
quirúrgica. Su objetivo es reforzar las prácticas de seguridad y fomentar la
comunicación y el trabajo en equipo en los quirófanos. Se trata de una
herramienta para los profesionales clínicos interesados en mejorar la
seguridad de sus intervenciones y reducir el número de complicaciones y de
muertes quirúrgicas evitables21.

Objetivo 1. El equipo operará al paciente correcto en el sitio anatómico


correcto.

La identificación del paciente antes de una intervención quirúrgica y el


abordaje en el lugar anatómico correcto, son actuaciones rutinarias que no
deben provocar errores, ya que estos ocasionarían graves consecuencias
para el paciente, familia e incluso el propio equipo quirúrgico.

Objetivo 2. El equipo utilizará métodos que se sabe que previenen los


daños derivados de la administración de la anestesia, al tiempo que
protegen al paciente del dolor.

El dolor quirúrgico no se alivia tan fácilmente y puede provocar


complicaciones, prolongación del tiempo de hospitalización y una
recuperación retardada. Debido a los efectos secundarios de ciertos

20
fármacos anestésicos y las diferencias en su respuesta, es importante utilizar
métodos no farmacológicos, además de analgésicos para disminuir la
incomodidad y ansiedad del paciente.

Objetivo 3. El equipo se preparará eficazmente para el caso en el que se


produzca una pérdida de la función respiratoria o del acceso a la vía
aérea y reconocerá esas situaciones.

La depresión respiratoria es una situación de riesgo que compromete la vida


del paciente. El anestesista y la enfermera de anestesia son los
responsables máximos de la vigilancia de las constantes vitales y de
proporcionar una asistencia anestésica adecuada al paciente.

Objetivo 4. El equipo se preparará eficazmente para el caso en el que se


produzca una pérdida considerable de sangre y reconocerá esas
situaciones.

La hemorragia producida durante o después de una intervención quirúrgica


es un aspecto primordial de la seguridad del paciente en una situación
crítica. El saber reconocer los signos que pueden provocar una pérdida
importante de sangre, favorece la eficacia de las actuaciones del equipo. Una
buena preparación preoperatoria incluye tener un buen acceso venoso del
paciente, al igual que diversos hemoderivados y fluidos, disponibles todos
ellos de forma inmediata.

Objetivo 5. El equipo evitará provocar reacciones alérgicas o


reacciones adversas a fármacos que se sabe que suponen un riesgo
importante para el paciente.

Es frecuente encontrarse con pacientes que tienen alergias conocidas a


medicamentos. En algunas ocasiones, ellos mismos no saben que tienen
algún tipo de alergia hasta que se les administra el fármaco y les provoca
una reacción adversa. En el campo de la anestesia, la medicación utilizada
no está exenta de riesgos. El equipo quirúrgico debe estar preparado para
actuar con rapidez y seguridad ante esta urgencia imprevisible.

21
Objetivo 6. El equipo utilizará sistemáticamente métodos reconocidos
para minimizar el riesgo de infección de la herida quirúrgica.

Alrededor del 37% de infecciones adquiridas en un hospital pertenecen a


pacientes quirúrgicos, siendo 2/3 de ellas en el lugar de la incisión. Las
estrategias más destacadas de seguridad para disminuir este riesgo de
infección son:

 Una correcta higiene de manos.

 Limpieza, desinfección y esterilidad de dispositivos, materiales e


instrumental quirúrgico.

 Uso de la profilaxis antibiótica antes, durante y después de las


intervenciones que lo requieran.

 La necesidad de rasurado del vello debe valorarse en algunas


intervenciones.

 Mantenimiento de la normoterapia del paciente y una correcta


oxigenación durante el proceso perioperatorio.

 Preparación antiséptica adecuada de la piel del paciente antes de


entrar en el quirófano.

 Vestimenta correcta del paciente y del equipo quirúrgico: gorro,


guantes, batas, calzas, etc.

Objetivo 7. El equipo evitará dejar accidentalmente gasas o


instrumentos en la herida quirúrgica.

Los pacientes en los que se olvidan accidentalmente gasas, compresas,


torundas o instrumental quirúrgico dentro de una cavidad corporal sufren
complicaciones como dolor, infección, absceso u obstrucción intestinal. Los
errores en el contaje manual, de gasas e instrumental, antes y después de
cada intervención quirúrgica, son absolutamente prevenibles ya que están
condicionados por el error humano. Se establecen una serie de

22
recomendaciones para el contaje correcto de gasas e instrumental quirúrgico
que se resume en estos puntos:

 Exploración de la cavidad corporal antes del cierre.

 Recuento de instrumental quirúrgico, gasas, compresas y torundas.

 Prueba radiológica en caso necesario.

 Los objetos punzantes y las agujas también se deben contar en todos


los procedimientos.

 Las guías o protocolos de contaje deben ser revisados anualmente, o


cuando sea necesario, y deben estar disponibles y accesibles a todo
el personal.

Objetivo 8. El equipo guardará e identificará con precisión todas las


muestras quirúrgicas.

Toda la información diagnóstica que puede generar el laboratorio depende


en gran parte de la muestra enviada. El correcto envío de las muestras
depende del cumplimiento de una serie de medidas: procedimiento de
obtención, cantidad enviada y transporte rápido y adecuado al laboratorio.
Las recomendaciones más destacadas incluyen: confirmar en voz alta el
nombre del paciente, identificación de la muestra y ubicación, método de
conservación (en fresco, en formol o en suero) y correcto etiquetado de la
misma.

Objetivo 9. El equipo se comunicará eficazmente e intercambiará


información sobre el paciente, fundamental para que la operación se
desarrolle de forma segura.

La comunicación ineficaz en el equipo quirúrgico es con frecuencia causa de


efectos adversos, tanto para el paciente como para el profesional. Los
profesionales quirúrgicos reconocen que una comunicación deficiente es una
gran barrera que imposibilita la realización de métodos seguros y atención

23
eficaz. A menudo, esta falta de comunicación provoca: errores de
procedimiento, sustitución de material carente en el servicio por otro tipo de
instrumental o implante menos deseado por el cirujano, tensión en el
quirófano, información deficiente en los cambios de turno, etc.

Objetivo 10. Los hospitales y sistemas de salud públicos establecerán


una vigilancia sistemática de la capacidad, el volumen y los resultados
quirúrgicos.

Al revisar las necesidades actuales, las capacidades de los centros y la


práctica diaria, se deben reunir un conjunto de datos sobre procedimientos
quirúrgicos denominados “estadísticas vitales” que son:

 Número de quirófanos existentes.

 Número de operaciones llevadas a cabo en los quirófanos.

 Número de cirujanos y anestesistas experimentados.

 Número de defunciones el día de la intervención quirúrgica.

 Número de defunciones hospitalarias tras la intervención quirúrgica.

Estos datos muestran la capacidad de prestar atención de un país, los


servicios prestados efectivos, los recursos disponibles para prestar esa
atención y los indicadores de resultados quirúrgicos.

4.5. PROTOCOLOS DE SEGURIDAD QUIRÚRGICA SEGÚN LAS


ORGANIZACIONES EUROPEAS DE ANESTESIA (EBA Y ESA):

En el campo de la cirugía, y más concretamente en la anestesia, es


importante una cultura de seguridad dentro del equipo multidisciplinar que
compone el proceso perioperatorio. Las herramientas para mejorar dicha
cultura incluyen la implementación de intervenciones y estrategias de
seguridad que conciernen a todo el equipo quirúrgico22.

24
1. Evaluación preoperatoria y preparación.

El proceso de evaluación preoperatoria es esencial para evaluar el estado de


salud general de los pacientes y la determinación de factores de riesgo. Esta
preparación antes de un proceso quirúrgico, beneficia a los pacientes, a los
cirujanos y a las enfermeras perioperatorias, no sólo por la mejora de los
resultados quirúrgicos y la satisfacción del paciente, sino también para
garantizar la seguridad del mismo23.

Una correcta evaluación preoperatoria por parte del anestesiólogo y


enfermera responsable del paciente es primordial para una atención de
calidad. En la entrevista preanestésica se debe analizar:

 Revisión completa de la historia clínica del paciente.

 Examen físico actual.

 Valoración del riesgo anestésico.

 Plan quirúrgico y anestésico previsto incluyendo consentimiento


escrito y firmado.

La “Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos” aprobó una serie


de recomendaciones para aumentar la seguridad de cualquier paciente
sometido a un proceso anestésico24.

 Es imprescindible un personal de anestesia cualificado: siempre debe


haber al menos un anestesista o una enfermera con conocimientos
básicos de anestesiología para todo procedimiento que precise
anestesia general, regional o cuidado anestésico monitorizado.

 Antes de comenzar la intervención y durante todo el procedimiento


anestésico se deben valorar y registrar una serie de parámetros
fisiológicos: oxigenación, ventilación, circulación, temperatura
corporal, función neuromuscular, profundidad de la anestesia,
programación y vigilancia de las señales de alarma audibles25.

25
La enfermería quirúrgica también participa en la preparación preoperatoria
del paciente en su visita preanestésica: verificando la historia clínica
(consentimientos, pruebas diagnósticas, alergias, antecedentes personales
relevantes, etc.), comprobando que se han realizado los protocolos de
preparación específicos para dicha cirugía (vías periféricas, sondajes,
profilaxis antibiótica, prevención de tromboembolismos, ayunas, etc.). Una
correcta evaluación de la preparación del paciente antes de entrar a
quirófano evitará equívocos en el desarrollo de la intervención26.

2. Comprobación de equipos y fármacos.

Gracias a la evolución tecnológica, el campo de la anestesia periquirúrgica


ha progresado significativamente en relación a la seguridad del paciente. Sin
embargo, estos avances también han contribuido a la aparición de incidentes
que también forman parte de la morbilidad de los pacientes quirúrgicos. Las
recomendaciones de seguridad indican que es obligatorio efectuar un
chequeo previo del material de anestesia antes de cada procedimiento:
respirador, bombas de infusión, catéteres, neuroestimuladores, etc. Esta
comprobación ha demostrado su utilidad para evitar incidentes anestésicos.
Asimismo, el material de anestesia debe haber pasado las revisiones
correspondientes tal como indiquen los manuales de uso de cada aparato.

26
Las siguientes tablas muestran el porcentaje de incidentes recogidos en
“ANESTIC” (base nacional de datos para analizar incidentes anestésicos),
según el motivo de los mismos y los equipos anestésicos que más
frecuentemente causan efectos adversos en el proceso quirúrgico.

Tipos de incidente de equipamiento Porcentaje de incidentes

Fallo 45.5%

Uso inadecuado 32%

Ausencia o no disponibilidad 18.8%

Diseño inapropiado 1.9%

Tabla 3. Porcentaje de incidentes según el motivo causante.

Tipo de equipamiento referido en las Porcentaje de


notificaciones de ANESTIC incidencias

Máquina de anestesia 24.3%

Catéteres, sueros y bombas de infusión 22.2%

Monitorización 15.3%

Material quirúrgico/mesa quirúrgica 13.9%

Vía aérea 12.5%

Técnicas regionales 4.1%

Dispositivos cardiológicos 2.5%

Otros 4.1%

Tabla 4. Porcentaje de incidencias según el tipo de equipo causante.

27
El análisis de estos datos, recogidos en el estudio anterior, pone de
manifiesto los diversos tipos de problemas que amenazan la vida de los
pacientes durante el proceso anestésico. La importancia de establecer unas
recomendaciones de seguridad estandarizadas vuelve a estar presente en
las prácticas diarias de todo el equipo quirúrgico27.

Toda enfermera de anestesia responsable de un quirófano, no debe olvidar


la comprobación previa del aparataje habitual y específico, material fungible y
desechable para un adecuado desarrollo de la actividad quirúrgica diaria.
Además, debe conocer cada una de las intervenciones a realizar para tener
preparada la medicación y estupefacientes correspondientes durante todo el
proceso anestésico. Todas estas acciones, basadas en protocolos
estandarizados, favorecen la calidad asistencial al paciente quirúrgico26.

3. Etiquetado de jeringas.

Al igual que en el resto de áreas, en el quirófano, los errores de medicación


son un problema a resolver y merecen una atención especial. Conscientes
de que el Bloque Quirúrgico es un área donde se producen un mayor número
de efectos adversos, se han propuesto diversos métodos para prevenir o
solucionar los errores de medicación en anestesia28.

La “Joint Commission” ha desarrollado unas normas de seguridad para


prevenir los errores en la preparación y administración de medicamentos y
soluciones farmacológicas:

 Etiquetar todos los medicamentos y soluciones dentro y fuera del


campo estéril.

 Usar, como mínimo, dos métodos de identificación del paciente.

 Estandarizar términos y nomenclaturas de medicamentos.

28
 Establecer unas normas adecuadas de conservación y
almacenamiento de medicación.

 Limitar las órdenes verbales o telefónicas en cuanto a la


administración de fármacos.

 El centro sanitario debe tener una política de actuación frente a los


incidentes relacionados con la medicación.

 El Bloque Quirúrgico debe tener unas normas específicas respecto a


la custodia de fármacos tóxicos.

4. Intubación difícil.

La intubación endotraqueal es una técnica bien estandarizada, pero depende


de la experiencia del anestesista, de alteraciones anatómicas o de diferentes
patologías. Por eso, pueden existir situaciones previsibles, o no, en las que
no se consigue realizar con éxito y aparece una situación de “intubación
difícil”. A pesar de no existir un nivel de evidencia reconocido en cuanto a la
importancia de la preparación de material y paciente en casos de intubación
difícil y su repercusión clínica, sí hay acuerdo entre los expertos en que
cuanto mayor sea el grado de preparación previa, mejoran los resultados que
se obtienen y disminuye la incidencia de riesgo.

El papel de la enfermería de anestesia es fundamental como responsable de


que todos los elementos necesarios estén y sean aptos para su uso. El
equipo enfermero debe conocer y saber preparar los dispositivos de
ventilación no convencional para que la demora de la ventilación no
repercuta clínicamente al paciente. La preparación del material es
fundamental. Es importante que la enfermería quirúrgica esté familiarizada
con el proceso de intubación difícil para colaborar en su manejo y prevenir
complicaciones. Es imprescindible que, ante un caso de intubación difícil, se
haya planificado la estrategia de actuación principal y alternativas por si
fracasa. También es necesario planear la extubación. La enfermería

29
quirúrgica debe conocer los diferentes dispositivos y algoritmos de intubación
difícil de su centro para una eficiente colaboración con el anestesista29.

5. Hipertermia maligna (HM).

La HM es una crisis hipermetabólica muscular provocada por el uso de


succinilcolina y anestésicos volátiles, usados habitualmente en la anestesia
general. Esta enfermedad provoca: contracciones musculares generalizadas,
desequilibrio hidroelectrolítico de calcio y potasio, acidosis mixta y elevación
de la temperatura corporal por encima de los 43ºC.

La HM es una patología farmacogenética: los pacientes susceptibles sólo la


desarrollan si son expuestos a los agentes desencadenantes. Para la
enfermería quirúrgica es importante conocer estos factores (la succinilcolina
y los anestésicos halogenados).

El tratamiento de primera elección es el dantroleno sódico, fármaco señalado


para la HM ya que disminuye el metabolismo muscular. Cabe destacar que
tiene unos inconvenientes importantes que han de conocer los profesionales
de enfermería, que son los siguientes:

 Preparación dificultosa por su lenta disolución ya que su ph es de 9.5.

 Se debe administrar por vía exclusiva ya que no es compatible con


ninguna otra solución.

 Hay que evitar la extravasación porque puede lesionar los tejidos


extravasculares.

 Las instrucciones vienen en alemán.

La HM es poco frecuente pero potencialmente mortal, por lo tanto, el equipo


quirúrgico y, especialmente la enfermera de anestesia, deben conocer las

30
pautas de actuación y la medicación adecuada para tratar este caso, ya que
la velocidad de reacción en esta situación condicionará la vida del paciente30.

6. Anafilaxia.

Uno de los riesgos comunes a la administración de la anestesia es la


posibilidad de que aparezcan reacciones alérgicas a algún tipo de
medicamento, sustancia o producto utilizado durante el proceso quirúrgico.
Una buena entrevista preanestésica incluye la comprobación de la historia
clínica del paciente incluyendo las alergias conocidas, para poder preparar
previamente la medicación correspondiente o también los dispositivos
especiales del quirófano y así evitar problemas durante la intervención
quirúrgica. A pesar del uso de estas recomendaciones de seguridad, en
algunas ocasiones aparece inesperadamente un episodio de alergia, aunque
el paciente no tenga conocimiento de ello24.

Algunas recomendaciones de seguridad son:

 En el proceso preoperatorio se recomienda que el paciente tenga un


estudio específico que confirme su alergia a cualquier fármaco,
sustancia o producto sanitario.

 En el caso de alergia a algún fármaco, se tendrán preparados los


medicamentos específicos para tratar una posible situación de crisis.

 El quirófano dispone de diversos tipos de antisépticos por si existe


alergia a alguno de ellos (por ejemplo yodo o clorhexidina).

La actuación enfermera en estos casos se centra en conocer en qué consiste


una reacción anafiláctica y tener preparados los recursos necesarios para
actuar frente a ella. La colaboración de la enfermería con el anestesista es
primordial para garantizar la seguridad del paciente26.

31
7. Toxicidad por anestésicos locales (AL).

Los AL son utilizados de forma muy extendida en el área quirúrgica. Estos


fármacos, aunque son bastante seguros, no están exentos de riesgos y
pueden generar efectos adversos como la toxicidad local, sistémica o
reacciones alérgicas.

La toxicidad de los AL depende de muchos factores: de la dosis del fármaco,


del uso de vasoconstrictores, del sitio de inyección, del profesional que los
administra y del paciente que los recibe (edades extremas, estado de
hipercapnia, acidosis, insuficiencia hepática, insuficiencia cardiaca, hipoxia).

El tratamiento de primera elección más acertado para un caso de crisis es la


emulsión lipídica, ya que elimina los AL gracias a la solubilidad de éstos en
las emulsiones lipídicas. También disminuye la acidosis tisular y la
producción de CO2.

Cabe destacar que el conocimiento enfermero sobre los bloqueos nerviosos


y las posibles consecuencias de los anestésicos locales es esencial para la
correcta colaboración con el anestesista durante la técnica.

Antes de realizar este tipo de técnicas, la actuación de la enfermera de


anestesia incluye:

 Revisión de la historia clínica: reacciones previas a cualquier


anestésico y consentimiento informado y firmado de la técnica
anestésica.

 Equipo de RCP cerca y medicación accesible.

 Monitorización del paciente durante el bloqueo y después del mismo.

 Acceso venoso válido y dispositivo de oxigenación cerca.

32
 Medicación específica en caso de toxicidad: emulsión lipídica.

El conocimiento del protocolo de actuación en caso de toxicidad por AL,


aumenta la seguridad del paciente, ya que se trata de un cuadro de extrema
gravedad y rápida evolución, que puede llegar a suponer la muerte del
mismo.

8. Hemorragia masiva.

Es la situación en la que un paciente requiere la infusión de 1 o 1.5 de


sangre de forma inmediata o en un periodo inferior a 24 horas.

Las directrices que se deben cumplir ante esta situación son:

 Establecer un plan de acción basado en el manejo inmediato ante una


hemorragia masiva: vigilancia continua de signos vitales, oxígeno,
puntos de sangrado, vía intravenosa accesible para la reposición
inmediata de líquidos y hemoderivados, calentamiento del paciente,
etc.

 Advertir que todos los servicios de hematología de los hospitales


deben tener unas reservas de sangre 0- para casos de emergencia
vital.

 Indicar los requisitos de almacenamiento, transporte y administración


adecuados para las bolsas de sangre y hemoderivados.

 Una vez controlada la hemorragia, recomendar el ingreso del paciente


en una unidad de cuidados críticos para una observación más
exhaustiva.

 Recordar que, tras un cuadro de este tipo, estos pacientes desarrollan


un estado protrombótico y riesgo de coagulopatía por dilución, por lo

33
que la profilaxis antitrombótica debe instaurarse tan pronto como sea
posible.

 Sugerir otras intervenciones como el uso de antifibrinolíticos y/o


concentrados de factores de coagulación31.

Para que este procedimiento se realice de forma correcta y segura, se debe


confirmar la identificación inequívoca del paciente receptor antes de la toma
de muestra sanguínea y previamente a la transfusión de sangre y
hemoderivados.

La enfermería perioperatoria colabora también en la prevención de la


hemorragia masiva en un paciente quirúrgico:

 Realiza la extracción de sangre del paciente y comprueba que el


volante está rellenado correctamente.

 Anota en el registro quirúrgico de enfermería si ha habido que


transfundir al paciente y la cantidad de bolsas utilizadas.

 En caso de que ocurra una reacción adversa transfusional,


interrumpirá inmediatamente la infusión, lo registrará y se avisará al
banco de sangre para tomar las medidas oportunas26.

9. Control de infección.

Uno de los problemas que aparece, habitualmente, en los hospitales es la


infección nosocomial estrechamente relacionada con la atención quirúrgica.
La infección de la herida quirúrgica representa el 14% de todas las
infecciones existentes en los pacientes hospitalizados. Todo profesional
involucrado en el proceso quirúrgico tiene la responsabilidad de conseguir y
mantener un ambiente seguro para disminuir el riesgo de cualquier tipo de
infección. En todo Bloque Quirúrgico debe existir un programa de vigilancia y
prevención de la infección nosocomial. Igualmente es recomendable la
puesta en marcha de protocolos de actuación que incluyan las prácticas

34
seguras más relevantes al respecto para evitar infecciones (lavado de
manos, antisépticos, profilaxis antibiótica, entre otros)24.

La enfermería quirúrgica debe conocer las recomendaciones de seguridad


relativas a la prevención de infección y mantenimiento de la esterilidad que
son:

 Lavado quirúrgico de manos.

 Mantenimiento de un campo quirúrgico estéril: vestimenta y material.

 Control del movimiento y número de personas circulando en un


quirófano26.

10. Cuidados postoperatorios incluyendo el alivio del dolor.

En este período postanestésico, los pacientes son muy vulnerables frente a


diversas complicaciones y es necesario controlarlos con unas normas de
cuidado que comprendan unas actividades en colaboración con el resto del
equipo.

Los cuidados asistenciales que proporciona la enfermera de reanimación


incluyen unas funciones específicas que son:

 Recibir y valorar al paciente tras la intervención quirúrgica.

 Monitorizar signos vitales y registrar los datos cada 15 minutos la


primera hora y luego cada 30 minutos.

 Potenciar la seguridad del paciente sometido a anestesia, vigilar la


posición y prevención de caídas.

 Revisar apósitos, heridas, sondajes, drenajes, vías venosas, etc.

35
 Vigilar los signos de complicaciones (shock, hemorragias, alteración
de la temperatura).

 Controlar el dolor postoperatorio, movilidad de miembros, distensión


vesical, balance hídrico32.

Uno de los mayores problemas a la hora de tratar el dolor es, posiblemente,


la inadecuada valoración que el personal sanitario hace sobre él. Todos los
profesionales son miembros de un equipo multidisciplinar y cada uno tiene un
papel que cumplir: el médico tiene que conocer el tipo de dolor para
prescribir la analgesia más apropiada que consiga que éste disminuya y
desaparezca; la enfermera debe saber valorar adecuadamente ese dolor, ya
que en función de cómo lo perciba el paciente, la terapia antiálgica se podrá
modificar. Asimismo, tiene que saber evaluar la eficacia del tratamiento y el
papel que desarrolla el paciente frente a su propio dolor.

El tratamiento del dolor se basa en el uso de analgésicos y coadyuvantes


según la escala analgésica de la OMS. Con dicha escala se puede obtener
un buen control del dolor en cerca del 80% de los casos. Existen unas
normas de uso de la escala analgésica:

1º escalón: AINES + analgésicos no opioides.

2º escalón: AINES + opioides menores + coadyuvantes.

3º escalón: AINES + opioides mayores + coadyuvantes.

4º escalón: bloqueos nerviosos33.

36
4.6. PLAN DE CUIDADOS EN EL PROCESO QUIRÚRGICO PARA
DISMINUIR LOS EFECTOS ADVERSOS Y GARANTIZAR LA SEGURIDAD
DEL PACIENTE:

Hemos elaborado un plan de cuidados de enfermería, orientado a la atención


prequirúrgica, intervención quirúrgica y a la atención postquirúrgica,
identificando los problemas reales o potenciales que con más frecuencia se
presentan en los pacientes que van a ser sometidos a una intervención
quirúrgica, debiendo adaptar dicho plan a cada paciente y a cada
intervención.

En las siguientes tablas hemos desarrollado los diagnósticos enfermeros


(NANDA), los objetivos esperados (NOC) y las intervenciones orientativas (NIC)
que son necesarias para obtener dichos resultados.

NANDA: 00146 ANSIEDAD

R/c: anestesia e intervención quirúrgica (IQ)

NOC NIC

7310 Cuidados de enfermería al


ingreso.

1211 Nivel de ansiedad 4920 Escucha activa.

5880 Técnica de relajación.


1300 Aceptación: estado de salud
5820 Disminución de la ansiedad.

5270 Apoyo emocional.


1402 Autocontrol de la ansiedad
5610 Enseñanza: prequirúrgica.

5618 Enseñanza:
procedimiento/tratamiento.

2300 Administración de medicación.

37
NANDA: 00148 TEMOR

R/c: anestesia e intervención quirúrgica (IQ)

NOC NIC

7310 Cuidados de enfermería al


ingreso.

1210 Nivel de miedo 5610 Enseñanza: prequirúrgica.

4920 Escucha activa.


1404 Autocontrol del miedo
5580 Información sensorial
preparatoria.

5340 Presencia.

5380 Potenciación de la seguridad.

5230 Aumentar el afrontamiento.

NANDA: 00126 CONOCIMIENTOS DEFICIENTES

R/c: enfermedad, anestesia e intervención quirúrgica (IQ)

NOC NIC

5520 Facilitar el aprendizaje.

0907 Procesamiento de la 5610 Enseñanza: prequirúrgica.


información
5602 Enseñanza: proceso de
1803 Conocimiento: proceso de la enfermedad.
enfermedad
5618 Enseñanza:
1807 Conocimiento: control de la procedimiento/tratamiento.
infección
5510 Educación sanitaria.
1809 Conocimiento: seguridad
6610 Identificación de riesgos.
personal
6550 Protección contra las
1814 Conocimiento: procedimientos
infecciones.
terapéuticos

38
1824 Conocimiento: cuidados de la 6540 Control de infecciones.
enfermedad
3440 Cuidados del sitio de incisión.

3660 Cuidados de las heridas.

6490 Prevención de caídas.

Tabla 5. Plan de Cuidados Prequirúrgicos34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44.

NANDA: 00087 RIESGO DE LESIÓN POSTURAL PERIOPERATORIA

R/c: inmovilización y alteraciones sensitivo-perceptuales relacionadas con la


anestesia

NOC NIC

0842 Cambio de posición:


intraoperatorio.
0203 Posición corporal inicial

4070 Precauciones circulatorias.


0401 Estado circulatorio

2920 Precauciones quirúrgicas.


0407 Perfusión tisular: periférica

3500 Manejo de presiones.


0914 Estado neurológico: función
sensitiva/motora medular 3590 Vigilancia de la piel.

2620 Monitorización neurológica.

4130 Monitorización de líquidos.

NANDA: 00046 DETERIORO DE LA INTEGRIDAD CUTÁNEA

R/c: intervención quirúrgica (IQ)

NOC NIC

1101 Integridad tisular: piel y 0842 Cambio de posición:


membranas mucosas intraoperatorio.

39
3500 Control de presiones.

0204 Consecuencias de la 3540 Prevención de úlceras por


inmovilidad: fisiológicas presión.

1102 Curación de la herida: por 3590 Vigilancia de la piel.


primera intención
3660 Cuidados de las heridas.
1103 Curación de la herida: por
3440 Cuidados del sitio de incisión.
segunda intención
6550 Protección contra las
infecciones.

6545 Control de infecciones:


intraoperatorio.

NANDA: 00155 RIESGO DE CAÍDAS

R/c: alteración del estado mental y medicamentos

NOC NIC

1909 Conducta de seguridad: 6490 Prevención de caídas.

prevención de caídas 6486 Manejo ambiental: seguridad.

1912 Estado de seguridad: caídas


6580 Sujeción física.

NANDA: 00213 RIESGO DE TRAUMATISMO VASCULAR

R/c: movimientos bruscos de los dispositivos de acceso venoso (DAV)

NOC NIC

1870 Cuidado del catéter.

1105 Integridad del acceso de diálisis 2440 Mantenimiento de dispositivos de


acceso venoso (DAV).

40
NANDA: 00004 RIESGO DE INFECCIÓN

R/c: procedimientos invasivos

NOC NIC

0702 Estado inmune 0140 Promoción de los mecanismos


corporales.
1807 Conocimiento: control de las
infecciones 3440 Cuidados del sitio de incisión.

1902 Control del riesgo: de infección 6545 Control de infecciones:


intraoperatorio.
1908 Detección del riesgo: de
infección 6550 Protección contra las
infecciones.
2301 Respuesta a la medicación
6540 Control de infecciones.
1102 Curación de la herida: por
primera intención 2305 Administración de
medicamentos: parenteral.

6610 Identificación de riesgos.

3660 Cuidados de las heridas.

3590 Vigilancia de la piel.

NANDA: 00005 RIESGO DE DESEQUILIBRIO DE LA TEMPERATURA


CORPORAL

R/c: disminución de la tasa metabólica y exposición a ambientes fríos

NOC NIC

3902 Regulación de la temperatura:


intraoperatoria.
0800 Termorregulación
3800 Tratamiento contra la hipotermia.
0802 Signos vitales
1380 Aplicación de calor/frío.

3840 Precauciones con la hipertermia


maligna.

6680 Monitorización de los signos

41
vitales.

3900 Regulación de la temperatura.

6480 Manejo ambiental.

4070 Precauciones circulatorias.

2080 Manejo de líquidos/electrolitos.

NANDA: 00179 RIESGO DE NIVEL DE GLUCEMIA INESTABLE

R/c: estados de ansiedad en pacientes diabéticos

NOC NIC

1820 Conocimiento: Control de la 2920 Prevenciones quirúrgicas.


diabetes
2120 Gestión de la hiperglucemia.
2300 Control de la glucosa en sangre

NANDA: 00028 RIESGO DE DÉFICIT DE VOLUMEN DE LÍQUIDOS Y 00206


RIESGO DE SANGRADO

R/c: procedimientos invasivos mayores

NOC NIC

0401 Estado de la circulación 6680 Monitorización de los signos


vitales.
0700 Control a las reacciones a la
transfusión sanguínea 4200 Terapia intravenosa.

0409 Estado de coagulación 2300 Administración de medicación.

0802 Estado de los signos vitales 4030 Administración de productos


sanguíneos.
0600 Equilibrio electrolítico y
ácido/base 4180 Gestión de la hipovolemia.

0601 Equilibrio hídrico 2080 Gestión de líquidos/electrólitos.

0602 Hidratación 4140 Reposición de líquidos.

42
4150 Regulación hemodinámica.

0590 Manejo de la eliminación


urinaria.

2020 Monitorización de electrolitos.

1920 Monitorización ácido-base.

4130 Monitorización de líquidos.

4160 Control de hemorragias.

6650 Vigilancia.

4120 Manejo de líquidos.

4260 Prevención del shock.

NANDA: 00030 DETERIORO DEL INTERCAMBIO DE GASES

R/c: anestesia

NOC NIC

3180 Gestión de las vías aéreas


artificiales.
0402 Estado respiratorio: intercambio
de gases 3120 Inserción y estabilización de vías
aéreas.

6680 Monitorización de los signos


vitales.

3140 Gestión de las vías aéreas.

3300 Ventilación mecánica.

3320 Oxigenoterapia.

43
NANDA: 00033 DETERIORO DE LA VENTILACIÓN ESPONTÁNEA

R/c: anestesia

NOC NIC

6680 Monitorización de los signos


vitales.
0402 Estado respiratorio: intercambio
gaseoso 3320 Oxigenoterapia.

0403 Estado respiratorio: ventilación 3120 Intubación y estabilización de


vías aéreas.
0411 Respuesta de la ventilación
mecánica: adulto 3390 Asistencia en la ventilación.

0802 Estado de los signos vitales 3350 Monitorización respiratoria.

3300 Ventilación mecánica.

3200 Precauciones para evitar la


aspiración.

3160 Aspiración de las vías aéreas.

3140 Manejo de las vías aéreas.

1910 Manejo ácido-base.

3270 Extubación endotraqueal.

3300 Ventilación mecánica.

3310 Destete de la ventilación


mecánica.

NANDA: 00031 LIMPIEZA INEFICAZ DE VÍAS AÉREAS

R/c: retención de secreciones

NOC NIC

0410 Estado respiratorio: 3140 Manejo de las vías aéreas.


permeabilidad de las vías
respiratorias

44
NANDA: 00039 RIESGO DE ASPIRACIÓN

R/c: nauseas, vómitos y secreciones relacionadas con la anestesia

NOC NIC

0410 Estado respiratorio: 3200 Prevención de aspiración.


permeabilidad de las vías
3160 Aspiración de vías aéreas.
respiratorias

1918 Control de la aspiración

NANDA: 00174 RIESGO DE COMPROMISO DE LA DIGNIDAD HUMANA

R/c: exposición corporal, invasión de la intimidad y perdida de control de las


funciones corporales

NOC NIC

1205 Autoestima 5270 Apoyo emocional.

1211 Nivel de ansiedad 7460 Protección de los derechos del


paciente.
1921 Preparación antes del
procedimiento

3008 Satisfacción del paciente:


protección de sus derechos

1814 Conocimiento: procedimiento


terapéutico

Tabla 6. Plan de Cuidados Quirúrgicos34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44.

45
NANDA: 00132 DOLOR AGUDO

R/c: procedimientos invasivos

NOC NIC

2100 Nivel de comodidad 2870 Cuidados postanestesia.

2102 Nivel del dolor 2314 Administración de medicación:


intravenosa.
1605 Control del dolor
2380 Manejo de la medicación.
2101 Dolor: efectos adversos
0910 Inmovilización.
2301 Respuesta a la medicación
1400 Manejo del dolor.

2210 Administración de analgésicos.

NANDA: 00085 DETERIORO DE LA MOVILIDAD FÍSICA

R/c: prescripción de restricción de movimientos y disminución de la fuerza,


control, o masa muscular

NOC NIC

0206 Movimiento articular 0221 Terapia de ejercicios:


deambulación.
0208 Nivel de movilidad física
1400 Manejo del dolor.
0200 Ambulación
0226 Terapia de ejercicios: control
1811 Conocimiento: actividad
muscular.
prescrita
5612 Enseñanza: actividad/ejercicio
prescrito.

0200 Fomento del ejercicio.

46
NANDA: 00126 CONOCIMIENTOS DEFICIENTES

R/c: desconocimiento, patología y posibles complicaciones

NOC NIC

1813 Conocimiento: régimen 5602 Enseñanza: proceso de


terapéutico enfermedad.

1808 Conocimiento medicación 5614 Enseñanza: dieta prescrita.

907 Procesamiento de la información 5616 Enseñanza: medicamentos


prescritos.
8011 Conocimiento de la actividad
prescrita 5380 Potenciar la seguridad.

1803 Conocimiento: proceso de la 1870 Cuidado del drenaje.


enfermedad
7370 Planificación del alta.

NANDA: 000173 RIESGO DE CONFUSIÓN AGUDA

R/c: anestesia postquirúrgica

NOC NIC

4820 Orientación de la realidad.

0901 Orientación cognitiva 6486 Manejo ambiental: seguridad.

0912 Estado neurológico: consciencia 2380 Manejo de la medicación.

1400 Manejo del dolor.

6490 Prevención de caídas.

5340 Presencia.

5460 Contacto.

2620 Monitorización neurológica.

2314 Administración de medicación:


intravenosa.

47
NANDA: 00093 FATIGA

R/c: malestar físico

NOC NIC

0180 Manejo de la energía.

0006 Energía psicomotora 1400 Manejo del dolor.

1801 Ayuda con los autocuidados:


baño/higiene.

1802 Ayuda con los autocuidados:


vestir/arreglo personal.

1803 Ayuda con los autocuidados:


alimentación.

NANDA: 00023 RIESGO DE RETENCIÓN URINARIA

R/c: inhibición del arco reflejo

NOC NIC

0503 Eliminación urinaria 0620 Cuidados de la retención


urinaria.
0601 Equilibrio de líquidos
0580 Cateterización urinaria.
0502 Continencia urinaria
1876 Cuidados del catéter urinario.

0590 Gestión de la eliminación


urinaria.

NANDA: 00134 NAUSEAS

R/c: anestesia postquirúrgica

NOC NIC

2080 Manejo de líquidos/electrolitos.

0602 Hidratación 4200 Terapia intravenosa.

48
1618 Control de náuseas y vómitos 2380 Uso de medicamentos.

2100 Nivel de comodidad 4130 Monitorización de líquidos.

1450 Manejo de las náuseas.

3200 Precauciones para evitar la


aspiración.

1570 Manejo del vómito.

NANDA: 00015 RIESGO DE ESTREÑIMIENTO

R/c: factores farmacológicos y actividad física insuficiente

NOC NIC

0450 Manejo del estreñimiento/


impactación.
0501 Eliminación intestinal
0430 Manejo intestinal.

NANDA: 00074 AFRONTAMIENTO FAMILIAR COMPROMETIDO

R/c: continuidad de los cuidados en su domicilio

NOC NIC

7040 Apoyo al cuidador principal.

2202 Preparación del cuidador 7140 Apoyo a la familia.


familiar domiciliario
7370 Planificación del alta.

49
NANDA: 00040 RIESGO DE SÍNDROME DE DESUSO

R/c: inmovilización prescrita: reposo absoluto y alteración del nivel de


conciencia

NOC NIC

3540 Prevención de úlceras por


presión.
0204 Consecuencias de la
inmovilidad: fisiológicas 6482 Manejo ambiental: confort.

0205 Consecuencias de la 1120 Terapia nutricional.


inmovilidad: psicocognitivas
4820 Orientación de la realidad.

0430 Manejo intestinal.

1803 Ayuda con los autocuidados:


alimentación.

1804 Ayuda con los autocuidados:


aseo (eliminación).

1802 Ayuda con los autocuidados:


vestir/arreglo personal.

NANDA: 00002 RIESGO DE DESEQUILIBRIO NUTRICIONAL POR


DEFECTO

R/c: inapetencia y dificultad en la masticación y la deglución

NOC NIC

1100 Manejo de la nutrición.

1010 Estado de deglución 1803 Ayuda con los autocuidados:


alimentación.
1612 Control de peso
1860 Terapia de deglución.

50
NANDA: 00153 RIESGO DE BAJA AUTOESTIMA SITUACIONAL

R/c: alteración de la imagen corporal y deterioro funcional

NOC NIC

5400 Potenciación de la autoestima.

1302 Superación de problemas 5220 Potenciación de la imagen


corporal.
1205 Autoestima
5230 Aumentar el afrontamiento.
1200 Imagen corporal
5270 Apoyo emocional.

NANDA: 00100 RETRASO EN LA RECUPERACIÓN QUIRÚRGICA

R/c: posibles complicaciones

NOC NIC

1102 Curación de heridas: intención 2920 Prevención quirúrgica.


primaria
3660 Cuidado de las heridas.

NANDA: 00118 TRASTORNO DE LA IMAGEN CORPORAL

R/c: intervención quirúrgica (IQ)

NOC NIC

5220 Potenciación de la imagen


corporal.
1200 Imagen corporal
1800 Ayuda al autocuidado.
1205 Autoestima
4920 Escucha activa.
1305 Adaptación psicosocial: cambio
de vida 5400 Potenciación de la autoestima.

5270 Apoyo emocional.

Tabla 7. Plan de Cuidados Postquirúrgicos34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44.

51
5. DISCUSIÓN

La lista de lo que puede ir mal durante una intervención quirúrgica es larga, por
ejemplo, cuerpo extraño olvidado, cirugía del sitio incorrecto, piezas de patología
sin marcar, errores de medicación o transfusión son sólo algunos de los riesgos
prevenibles asociados con la cirugía.

Los eventos adversos, como hemos podido comprobar en la revisión


bibliográfica, son más frecuentes en los pacientes quirúrgicos que en los de
cualquier otra especialidad, y los daños producidos por errores quirúrgicos tienen
una gran repercusión tanto económica como social.

Por lo tanto, la seguridad del paciente es un tema emergente en los últimos


tiempos y que viene ocupando el interés de las autoridades sanitarias y
organismos nacionales e internacionales. Por ello, el Ministerio de Sanidad,
Política Social e Igualdad en el año 2010 publicó una “Guía de Práctica Clínica
para la seguridad del Paciente Quirúrgico”, con el fin de dar respuesta a las
preguntas más relevantes que se pueden realizar frente a un enfermo con una
patología concreta, presentando la evidencia científica en forma de
recomendaciones graduadas según la calidad de los estudios que la apoyan y
facilitando a diario la toma de decisiones clínicas en el ámbito asistencial,
constituyendo así una herramienta para mejorar los resultados en salud2.

También editó en el 2009 una “Guía de Estándares y Recomendaciones para el


Bloque Quirúrgico”, que es considerada como un excelente recurso para la
enfermería de quirófano, ya que abarca aspectos como la seguridad del
paciente, sus derechos y garantías, la organización y gestión del Bloque
Quirúrgico, instalaciones y recursos. Además, describe en una serie de anexos,
protocolos y procesos de gran importancia, como son los relacionados con la
prevención de infecciones, etc. que tienen unos beneficios ampliamente
comprobados1.

52
Desde la reflexión y análisis del trabajo expuesto se puede comprobar cómo los
pequeños gestos pueden reportar grandes beneficios, pero en la práctica diaria
seguimos con viejas prácticas sin evidencia científica. Sin embargo, la
transferencia es un paso imprescindible para que avancemos en calidad y
seguridad sanitaria. Todos estamos de acuerdo en que debemos estandarizar
los cuidados, protocolizar los procedimientos, etc., además sabemos que lo
mejor es hacerlo en base a las mejores pruebas científicas disponibles, es decir,
basándonos en evidencias, pero ¿lo hacemos? o mejor aún ¿lo aplicamos? el
profesional enfermero, como cualquier profesional sanitario, para realizar
prácticas seguras y de calidad debe aplicar en sus cuidados la mejor evidencia
hasta el momento y es su responsabilidad preocuparse por ello.

Por lo tanto, es imprescindible recoger normas generales de actuación que


sirvan de guía a los profesionales de enfermería para conseguir que las
intervenciones quirúrgicas sigan unas pautas de trabajo normalizadas que
disminuyan la variabilidad existente en la actualidad y la mejora continua de la
calidad, teniendo en cuenta también las expectativas tanto de los profesionales
como de los usuarios.

Para ser buenos profesionales, también debemos centrarnos en la persona y no


sólo mostrar importancia al hecho de realizar una actividad. Toda la bibliografía
referente a los cuidados de enfermería al paciente quirúrgico coincide en la
importancia de humanizar el cuidado. El centro de nuestra atención será la
persona, y nuestro contacto será cercano, comprendiendo sus emociones,
sentimientos, escuchando, empatizando, etc.

A pesar de todo, en este estudio se ha podido comprobar que existen hospitales


de ámbito nacional que carecen de protocolos de actuación estandarizados ante
los cuidados enfermeros quirúrgicos con el fin de normalizar la práctica
enfermera y disminuir las complicaciones quirúrgicas.

53
6. CONCLUSIONES

A pesar de que las voces del Sistema Nacional de Salud y de los Organismos
Internacionales están dirigidas hacia las organizaciones sanitarias para mejorar
progresivamente la calidad de los servicios que prestan y disponer de protocolos
apoyados sobre una sólida base científica y dotados de un amplio consenso
entre los profesionales implicados, este estudio comprueba que no hay una
estandarización a la hora de estructurar un protocolo de enfermería quirúrgica.

Existe falta de consenso entre diferentes hospitales, lo que conduce al


detrimento de la salud de los pacientes y a un reparto desigual de cuidados
enfermeros por comunidades autónomas.

Los detalles de protocolos para la enfermería quirúrgica difieren mucho con cada
hospital, pero el principio general siempre es el mismo, hacer que el paciente
afronte la intervención quirúrgica en las mejores condiciones posibles de
seguridad, confort e higiene y minimizar el riesgo de complicaciones quirúrgicas.

Como consecuencia, se ha elaborado un protocolo estándar de enfermería


quirúrgica teniendo como referencia las mejores evidencias científicas de los
protocolos analizados, con el objetivo de unificar criterios en la actuación
enfermera y asegurar que el paciente se encuentre en las mejores condiciones
bio-psico-sociales posibles antes, durante y después de la intervención
quirúrgica.

Además, es imprescindible que los profesionales de enfermería quirúrgica


conozcan y apliquen normas generales de actuación que disminuyan la
variabilidad existente en la actualidad y contribuyan a la mejora continua de la
calidad, teniendo en cuenta también las expectativas tanto de los profesionales
como de los usuarios.

54
Por otro lado, a raíz de este estudio se dejan abiertas nuevas líneas de estudio,
como la de verificar cual es el motivo que lleva a los distintos hospitales a tomar
sus propios criterios de estandarización de sus protocolos o porqué no incluyen
en sus sistemas de calidad el uso de protocolos de enfermería quirúrgica.

En cuanto a la Seguridad Clínica, diremos que es un componente fundamental


de la calidad asistencial. Los pilares que constituyen esta protección al paciente
son las prácticas seguras, la investigación, la formación, la cultura de seguridad
y el papel de los pacientes y profesionales.

Es importante conocer que los procedimientos clínicos a todos los niveles deben
dirigirse a asegurar su desarrollo sin complicaciones, ni fallos humanos o errores
en el sistema. Este hecho, es más relevante en el campo de la cirugía por la
complejidad de todos los procedimientos y profesionales implicados en el
proceso perioperatorio.

La especialización de este servicio, necesita un profesional enfermero preparado


y capacitado que demuestre conocimientos y habilidades en el manejo técnico e
instrumental de cada tipo de cirugía; además debe ser competente en el
conocimiento de las actividades para actuar adecuadamente en la prevención,
detección y tratamiento de sus complicaciones potenciales. El paso de un
paciente por un proceso quirúrgico conlleva siempre unos riesgos, algunos
previsibles y otros no. La actuación del personal de enfermería es fundamental
en el desarrollo de una intervención quirúrgica, ya que sus conocimientos
teóricos y prácticos representan un papel importante ante las dificultades que
pueden surgir. Una intervención quirúrgica, debe estar cuidadosamente
preparada, donde no debemos dejar nada al azar.

55
7. AGRADECIMIENTOS

La elaboración de un Trabajo Fin de Grado es el resultado del esfuerzo y


dedicación de cuatro años al Grado de Enfermería pero resultaría imposible de
llevar a cabo sin la ayuda de todas las personas que, de una manera o de otra,
han participado en su elaboración. A todas ellas es justo dedicarles unas líneas
de agradecimiento.

En primer lugar, a mi tutora: Estrella Marín Fernández, profesora de Médico-


Quirúrgica y Cuidados Paliativos en la Escuela Universitaria de Enfermería de
Logroño, sin su apoyo, su ayuda, su paciencia, sus consejos y su tiempo desde
el primer día habría sido impensable tan siquiera comenzar a escribir este
trabajo.

De manera especial, quiero expresar mi gratitud a aquellos que han sido los
primeros tutores de los Trabajos Fin de Grado presentados en el curso
académico 2013/2014. A todos ellos, gracias. Sin ellos, este trabajo no habría
podido llevarse a cabo.

A mis amigos y compañeros de la Escuela Universitaria de Enfermería, por la


paciencia que han mostrado conmigo este tiempo y por las muestras de apoyo y
consejos recibidos.

Por otro lado, agradecer a mi novia Rocío su ayuda a nivel informático, así como
su apoyo e interés mostrado en todo momento.

Y por supuesto, no puedo olvidarme de mi familia y de mis padres, que siempre


se mostraron tan interesados en mis estudios y que sin ellos no hubiera podido
estudiar esta carrera tan bonita y ser la persona que soy hoy en día. A todos
ellos gracias de corazón. Sin sus consejos, su apoyo y su confianza no hubiera
llegado hasta aquí.

56
8. BIBLIOGRAFÍA

1. Ministerio de Sanidad y Política Social. Bloque Quirúrgico. Estándares y


Recomendaciones. Madrid; 2010.

2. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Guía de práctica clínica del


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http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/estrategia_s
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http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2008/pr20/es/.

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de Enfermería. Servicio Andaluz de Salud; Sevilla. España. 2012.

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Madrid: DAE; 2007.

10. Hospital de Basurto. Manual de Procedimientos de Enfermería. Servicio


Vasco de Salud; Basurto. España. 2001.

11. Hospital Juan Ramón Jiménez. Manual de Intervenciones Enfermeras.


Servicio Andaluz de Salud; Huelva. España. 2009.

12. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Manual de Procedimientos Generales


de Enfermería. Servicio Andaluz de Salud; Sevilla. España. 2012.

57
13. Hospital Universitario Virgen de la Victoria. Manual de Protocolos y
Procedimientos. Servicio Andaluz de Salud; Málaga. España. 2004.

14. Guía para la Elaboración de Protocolos y Procedimientos Enfermeros.


Servicio Madrileño de Salud; Comunidad de Madrid, Atención Especializada.
España. 2012.

15. Hospital San Millán-San Pedro. Procedimientos de Enfermería Quirúrgicos.


Servicio Riojano de Salud; Logroño. España. 2001.

16. Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. L. Nº 44/2003.

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Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización. ENEAS
2005. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2006. Depósito Legal: M-
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2008. La seguridad del paciente. Lista de verificación de la seguridad de la
cirugía (1ª edición) [1 pagina]. Disponible en:
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24. Grupo de Expertos y Comité de Redacción del Ministerio de Sanidad y


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Ministerio de Sanidad y Política Social; 2010. Deposito Legal: B-2437-2010.

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cuidados en el paciente quirúrgico. Inquietudes. 2007.

37. Johnson M, Bulechek G, Butcher H, McCloskey J, Maas M, Moorhead S, et


al.Interrelaciones NANDA, NOC y NIC: diagnósticos enfermeros, resultados e
intervenciones.2ª ed. Barcelona: Elsevier; 2007.

38. Herdman TH, editor. NANDA International. Diagnósticos enfermeros:


Definiciones y Clasificación 2009-2011. Madrid: Elsevier; 2010.

39. Johnson M, Maas ML, Moorhead S, Swanson E, editores. Clasificación de


Resultados de Enfermería (NOC). 4ª ed. Madrid: Elsevier; 2009.

40. Bulechek GM, Butcher HK, McCloskey-Dochterman J, editores. Clasificación


de Intervenciones de Enfermería (NIC). 5ª ed. Madrid: Elsevier 2009.

41. NANDA International: Planes de Cuidados NIC/NOC/NANDA; Sección


actualizada por última vez 03-03-2010. Disponible en:
http://www.todoenfermeria.es/inicio/index.php?name=Sections&req=viewartic
le&artid=6&page=1

42. Junta de Andalucía: Consejería de Salud. Disponible en:


http://www.juntadeandalucia.es/salud/export/sites/csalud/galerias/documento
s/p_3_p_3_procesos_asistenciales_integrados/procesos_soporte/bloque_qui
rurgico/11_anexo6_plan_quirurgico.pdf

43. Gómez M C. Proceso enfermero en el área quirúrgica. Evidentia; 2010.

60
44. Falcó A; Rodríguez C; Estrada J M La enfermera en el área quirúrgica.
Prevención de complicaciones e implementación de intervenciones. Rev ROL
Enferm; 2011.

61
ÍNDICE

1. Introducción: ………………………………………………………............. Pág. 3

2. Objetivos: ………………………………………………………................... Pág. 6

2.1. Objetivo general: ……………………………………................. Pág. 6

2.2. Objetivos específicos: ……………………………………….… Pág. 7

3. Metodología: ………………………………………………......................... Pág. 7

4. Desarrollo: ………………………………………………………............... Pág. 10

4.1. Resultados del estudio comparativo de los

diversos protocolos analizados: …………………..................... Pág. 10

4.2. Estudio ENEAS: ……………………………………………..…. Pág. 16

4.3. SINASP: ………………………………..……………………...… Pág. 17

4.4. Estrategias de seguridad en la asistencia

al paciente quirúrgico: ………………………………….……...….. Pág. 18

4.5. Protocolos de seguridad quirúrgica según las

organizaciones europeas de anestesia (EBA y ESA): …..…… Pág. 24

4.6. Plan de cuidados en el proceso quirúrgico

para disminuir los efectos adversos y garantizar

la seguridad del paciente: …………………………..………….…. Pág. 37

5. Discusión: …………………………………………………………...…..... Pág. 52

6. Conclusiones: ………………………………………………………..…… Pág. 54

7. Agradecimientos: ............................................................................... Pág. 56

8. Bibliografía: ……………………………………………...………………... Pág. 57

62
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Comparación de los 6 protocolos

de enfermería quirúrgica: …………………………………………….……. Pág. 15

Tabla 2. Efectos adversos evitables

en un servicio quirúrgico:…………….……………………....................... Pág. 17

Tabla 3. Porcentaje de incidentes según

el motivo causante:………………………………………………..………… Pág. 27

Tabla 4. Porcentaje de incidencias según el tipo

de equipo causante: ……………………………………………………..…. Pág. 27

Tabla 5. Plan de cuidados prequirúrgicos: ………………………….….. Pág. 37

Tabla 6. Plan de cuidados quirúrgicos: ……………………………...….. Pág. 39

Tabla 7. Plan de cuidados postquirúrgicos: …………………….……… Pág. 46

63

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