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Fallo:

Buenos Aires, 29 de Octubre de 2010.

LA DOCTORA BEATRIZ I. FONTANA DIJO:

Contra la sentencia de primera instancia que hizo lugar a la demanda, en lo principal,


recurren la parte actora y las codemandadas Xerox Argentina ICSA y Tiempo Real
Consultores S.A. según los escritos de fs. 749/752, fs. 754/760vta., fs. 761/765vta. En
relación con los honorarios regulados apela el letrado de la parte actora, por derecho
propio, el perito contador y la licenciada en sistemas, respectivamente a fs. 753, fs. 743
y fs. 744.

Por razones de método trataré en forma conjunta los agravios de los codemandados
quienes cuestionan que el Sr. Juez "a quo" haya hecho lugar a la demanda al considerar
que Xerox Argentina ICSA era la empleadora directa de la actora conforme lo dispuesto
en el art.29, 1er.párrafo "in fine" de la Ley de Contrato de Trabajo.

Se agravian asimismo, entre otros planteos, que se haya considerado procedente el


reclamo por diferencias salariales al entender que, a los efectos del cálculo de los rubros
indemnizatorios, se debió tener en cuenta la remuneración de $ 2.160,67 y no la suma
de $ 3.509,64 que se tuvo en cuenta en el pronunciamiento de fs. 729/735.

Me parece importante aclarar, en primer lugar, que el planteo efectuado por Xerox
Argentina ICSA en relación con el encuadre dispuesto en primera instancia en los
términos del art. 29 de la LCT resulta procedente. Digo esto porque a mi entender,
conforme las constancias de la causa y los términos del escrito de fs. 5/14, la misma
debía encuadrarse en el art.30, L.C.T., lo que si bien modifica el encuadre jurídico de la
relación con La Cava, no implica, en definitiva, liberarlo de responsabilidad, la que será
evaluada en los términos del citado artículo.

Conforme surge de las constancias de la causa y tal como se reconociera en la


contestación de demanda ha quedado probado que Xerox Argentina ICSA contrató a la
actora en el año 1982 como "lectora de medidores" y que a partir del año 1996, la
empresa tercerizó su servicio de cobranza, sector al cual pasó a trabajar la actora.

Por ello la actora suscribió un contrato de cesión de personal por el cual Xerox la cedía
a Cider S.A., reconociéndole su antigüedad (fs. 518/519).

Con posterioridad, en el año 2001 La Cava comenzó bajo las órdenes de Tiempo Real
Consultores S.A., empresa que se dedica a prestar el servicio de cobranza para la
empresa Xerox, reconociéndole la antigüedad desde el 1/11/82, habiéndosele abonado,
al momento de la extinción del vínculo, los créditos indemnizatorios en función de
dicha antigüedad.

Por lo expuesto, queda claro que la responsabilidad de Xerox Argentina ICSA es


indirecta y se derivaría de lo dispuesto en el art. 30, L.C.T., es decir de una supuesta
cesión de trabajos o servicios correspondientes a la actividad del establecimiento, sin
perjuicio de las diversas alusiones efectuadas en relación con la existencia de fraude y
cesión de personal, advirtiéndose en el subexamen que el reclamo se encuentra asentado
en los presupuestos del art. 30, L.C.T.
En base a lo expuesto corresponde limitarse a examinar si en el caso se presentaban los
presupuestos del artículo antes citado, sin que se advierta al respecto que Xerox
Argentina ICSA haya opuesto defensa alguna, conforme surge de los escritos de fs.
35vta. y fs. 756vta.

Sin perjuicio de lo expuesto, queda claro que las tareas realizadas por La Cava forman
parte de la actividad propia y especifica de Xerox Argentina ICSA.En efecto, el objeto
de la empresa es la importación y comercialización de fotocopiadoras e impresoras, por
lo que entiendo que las tareas de cobranza desarrolladas en las oficinas de esta última no
pueden considerarse ajenas a su giro comercial específico, por lo que cabe concluir que
Xerox resulta solidariamente responsable en los términos del art. 30, LCT.

Trataré en forma conjunta el agravio de la parte actora y del codemandado Tiempo Real
Consultores S.A. respecto a la remuneración de $ 3.509,64 que se tomó en cuenta en la
sentencia de primera instancia, la que, en definitiva justificó la procedencia del reclamo
por diferencias salariales.

A tal efecto, cabe señalar que la remuneración allí dispuesta surge de la documentación
que Tiempo Real Consultores S.A. le exhibió oportunamente a la perito contadora, sin
que ese punto del informe haya sido impugnado por dicha codemandada (cfr. fs. 525 y
vta.).

Por el contrario no resulta procedente el reclamo de la parte actora de incluir en la


remuneración la suma de $ 350 en concepto de viáticos que supuestamente fueron
abonados en negro, ya que, a mi entender, no se aportó prueba conducente que acredite
dicha situación.

Digo esto porque las declaraciones de fs. 391, fs. 395, fs. 462 no precisaron el monto de
la remuneración como así tampoco la modalidad de pago fuera de recibo, por lo que -a
mi entender- la aislada declaración del testigo Durando, resulta insuficiente ya que la
referencia efectuada a los viáticos se basó en comentarios efectuados por la propia
actora, sin que sus dichos hayan sido corroborados por otros medios de prueba (cfr. fs.
506). Por el contrario, de las constancias de fs. 242/361 no surge que se le haya abonado
dicha suma mensual a la actora.

Por lo expuesto, propongo confirmar lo decidido en la instancia anterior.

El agravio de la parte actora referido a la declaración de inconstitucionalidad del tope


legal aplicable no tendrá favorable acogida.En línea con el criterio de la sentencia
dictada por la Corte Suprema de Justicia en la causa "Vizotti", se trata de conjugar el
propósito legislativo de imponer un límite a las indemnizaciones con la aplicación de
una pauta que -frente a la notoria desproporción entre el ingreso del trabajador y la base
de cálculo de la indemnización- salvaguarde la tutela constitucional contra el despido
arbitrario.

El tope aplicable al caso es de $ 3.011,48 por lo que no reduce en más de un 33% la


remuneración de $ 3.509,64 percibida por la actora, por lo que estaré a aquel importe.

El agravio de la parte actora en relación con la fecha de ingreso que se tuvo en cuenta en
la sentencia de primera instancia -noviembre de 1982- debe ser desestimado. En efecto,
conforme surge del intercambio telegráfico en las intimaciones que La Cava remitió a
su empleadora, denunció como fecha de ingreso el 1° de noviembre de 1982 -fs. 27, fs.
28, fs. 51, fs. 52 y fs. 53.

Sin perjuicio de lo expuesto cabe aclarar que de las constancias del ANSeS adjuntadas a
fs. 26/26vta, no surge -tal como lo pretende el recurrente- que haya ingresado a trabajar
para Xerox Argentina I.C.S.A. en abril de 1981. Por lo expuesto propongo confirmar lo
decidido en primera instancia.

Resulta asimismo improcedente la queja de la parte actora referida al reclamo por horas
extras, ya que la recurrente se limitó a disentir con la decisión judicial, sin que las
alusiones genéricas efectuadas en el escrito de agravios permitan apartarse de lo
decidido en primera instancia (art. 116 , L.O.).

En el mismo sentido corresponde rechazar el rubro "aumentos del Poder Ejecutivo" ya


que tal como se resolvió en la instancia anterior, dicho reclamo no fue debidamente
fundado en el escrito de inicio, decisión ésta que no fue impugnada en los términos del
art. 116, L.O. en esta instancia revisora.

El agravio de los codemandados en relación con la procedencia del incremento previsto


en el art.1 de la ley 25.323 tendrá favorable acogida.

De las constancias de fs. 501 y fs. 520 se advierte que la actora estaba correctamente
registrada en los libros contables de Xerox Argentina ICSA y en los de Tiempo Real
Consultores S.A., por lo que no encuentro configurados, en el caso, los presupuestos
necesarios para la procedencia de dicho incremento. En ese sentido creo importante
destacar que la empresa a la que fue cedido el contrato de trabajo de la actora no puede
en sus registros consignar una fecha de ingreso anterior a la del efectivo inicio del
contrato a su favor. Pero está obligada a reconocer los efectos de la mayor antigüedad, y
esos efectos han sido debidamente respetados en autos, en tanto más allá del error de la
leyenda consignada en el recibo de haberes, lo cierto es que la indemnización abonada
en su momento tuvo como presupuesto la fecha de ingreso reconocida en autos como
originaria para Xerox Argentina.

Por ello, propongo hacer lugar en este punto al recurso interpuesto y excluir del capital
de condena la suma de $ 72.275,52, correspondiente a dicho rubro.

Por el contrario, el incremento previsto en el art.2 de la ley 25.323 resulta procedente,


ya que conforme lo resuelto existen diferencias a favor de la actora las que, en
definitiva, fueron objeto del presente reclamo.

Conforme los términos del 2do. párrafo de la citada norma estimo prudente fijar dicho
incremento en el 50% del monto por el que procedieron las diferencias correspondientes
a los arts. 245 y 232 , L.C.T., por lo que dicho rubro prosperará por la suma de $
11.969,07 ($ 23.938,14 % 2).

Se agravian los codemandados porque el Sr. Juez "a quo" hizo lugar a la multa prevista
en el art. 80 , LCT (art. 45 de la ley 25.345) y condenó a su vez a Xerox Argentina
ICSA a entregar a La Cava el certificado previsto en el art. 80, L.C.T.Sin perjuicio de
que la actora haya intimado en los términos del decreto 146/01 (fs. 27), lo cierto es que
en la demanda se reconoció que Tiempo Real Consultores S.A. puso a su disposición -al
momento del despido- los certificados de trabajo y que los mismos fueron rechazados al
no figurar su real fecha de ingreso (cfr. fs. 7).

Por ello, y habiendo quedado probado que la actora estaba inscripta conforme su real
fecha de ingreso, y teniendo en cuenta que los certificados fueron adjuntados por
Tiempo Real Consultores S.A. y Xerox Argentina ICSA a fs. 48/49vta. y fs. 26/26vta.,
propongo desestimar la multa prevista en el art. 80, L.C.T.

En con secuencia, debe restarse del capital de condena la suma de $ 10.528,92 y dejar
sin efecto la condena a Xerox Argentina ICSA -dispuesta en primera instancia- de
entregar a la actora de los certificados de trabajo.

El reclamo por las vacaciones 2005/2006 no resulta procedente ya que conforme surge
expresamente del escrito de demanda dicho reclamo se refiere a las vacaciones que
fueron oportunamente gozadas pero no abonadas (cfr. fs. 6vta.).

Respecto al preaviso asiste razón al recurrente en relación con el monto correspondiente


al rubro indemnización por preaviso, ya que conforme lo dispuesto en el art. 232, L.C.T.
el mismo debe calcularse sobre lo que el trabajador hubiera ganado en el plazo de
preaviso, correspondiendo en el caso computar a tal efecto la suma de $ 1.680,54 según
los datos que surgen de fs.500. Por ello el rubro preaviso con SAC prop. será de $
3.641,08.

Lo resuelto en el presente en relación con el incremento del art. 1 de la ley 25.323 y el


monto fijado para el incremento del art. 2 del citado cuerpo legal, como así también
respecto al monto fijado en concepto de preaviso y su SAC prop. y la multa del art. 80,
LCT, me lleva a fijar un nuevo capital de condena que será de $ 49.188,13.Dicha suma
llevará la tasa de interés dispuesta en la instancia anterior.

Aun cuando el principio general en materia de costas es que las mismas deben estar a
cargo de la parte vencida, entiendo que en el subexamen corresponde tener en cuenta los
vencimientos recíprocos que existen entre las partes y que el capital de condena es
inferior al reclamado, por lo que resulta equitativa la distribución de costas dispuesta en
la instancia anterior.

En atención a la extensión e importancia del trabajo realizado, y las pautas arancelarias


de aplicación los honorarios regulados a los profesionales intervinientes se ajustan a
derecho, por lo que propongo que sean confirmados (art. 38 , ley 18.345 y normas
concordantes).

Atento las cuestiones debatidas y resultados logrados, propongo que las costas de alzada
sean soportadas en el orden causado (conf. arts. 68 y 71 CPCCN). A ese efecto
estimo los honorarios de los letrados firmantes en un 25% de lo que les corresponda
percibir por su labor en la anterior etapa (conf. art. 14 Ley 21.839).

Por lo expuesto y de prosperar mi voto, propongo: 1) Modificar la sentencia de primera


instancia y en su mérito establecer el capital de condena en la suma de $ 49.188,13, que
llevará los intereses previstos en aquélla. 2) Dejar sin efecto la condena dispuesta a la
codemandada Xerox Argentina ICSA de entregar a la actora los certificados del art. 80,
L.C.T. 3) Confirmar el pronunciamiento de fs. 729/735 en lo restante que decide y fuera
materia de recurso. 4) Imponer las costas de alzada en el orden causado. 5) Regular los
honorarios de los letrados intervinientes en un .% de lo que les corresponda por su labor
en la anterior etapa.

EL DOCTOR JUAN CARLOS FERNANDEZ MADRID DIJO:

Adhiero al voto que antecede, con excepción de lo relativo al encuadre jurídico en que
se fundó la condena, así como respecto de la procedencia de las indemnizaciones
previstas en los arts.80 de la LCT y 1° de la ley 25.323.

I. En primer término, las demandadas se agravian porque el Juez a quo resolvió


condenarlas con fundamento en el art. 29 de la LCT y entienden que su responsabilidad
debió analizarse a la luz de lo establecido en el art. 30 del mismo cuerpo legal.

Entiendo que los términos de los escritos en análisis no constituyen agravio (conf. art.
116 LO), toda vez que no se ha efectuado una crítica concreta y razonada de los
argumentos de hecho y derecho que ha considerado el Juez de grado para fundar el
decisorio.

En este sentido, surge acreditado que la trabajadora efectuó labores de lectura de


medidores y posteriormente de cobranzas para la empresa Xerox, desde su ingreso en el
año 1982, en las oficinas que dicha empresa tenía en la calle Jaramillo y luego en
Moreau de Justo (conf. testimonios de fs. 366/371, 391/394, 395/398, 459/461, 462/464
y 506/509).

Del análisis de la prueba rendida en autos, se desprende que la actora siempre cumplió
su labor inserta en la organización empresaria de la demandada Xerox, en su
establecimiento y con el fin de cumplir con su objeto social, por lo entiendo que la
conducta observada por dicha demandada, que llevó adelante una cesión de personal a
favor de Cider S.A. (conf. fs. 518/519) así como sucesivas interposiciones de personas,
entre ellas la de Tiempo Real Consultores S.A., constituyó un fraude a la ley tendiente a
ocultar su calidad de real y único empleador desde su ingreso en el año 1982 hasta el
distracto acaecido con fecha 30/03/2006 (conf. art. 14 y 29 LCT).

Por lo expuesto, propongo confirmar en este aspecto la sentencia recurrida.

Asimismo, en lo relativo a la indemnización establecida en el art.1° de la ley 25.323,


entiendo que ha tenido lugar una registración irregular del vínculo laboral del actor,
dado que el obligado a registrar, pagar la remuneración y hacer los aportes
correspondientes es el empleador directo, real y único de la relación, en este caso
Xerox; o sea, el que recibe los servicios del trabajador a su cargo y no un tercero
intermediario que deviene irrelevante al no ser la misma empleadora del trabajador.

Por último, también cabe confirmar la condena a abonar la multa establecida en el art.
80 de la LCT, toda vez que las certificaciones obrantes a fs. 48/49vta. y fs. 26/26vta., no
se corresponden con los datos reales de la relación por lo que no puede tenerse en
cuenta la puesta disposición de una certificación irregular.
II. Las costas de Alzada propongo que se impongan a las demandadas vencidas (art. 68
C.P.C.C.N.), a cuyo efecto estimo los honorarios de los letrados de la parte actora y
demandada, en el 25% de lo que les corresponda por su actuación en la etapa anterior
(art. 14 ley 21.839 mod. por ley 24432 ).

Los honorarios regulados a los letrados y peritos actuantes los encuentro equitativos,
teniendo en consideración la naturaleza, mérito y extensión de las labores cumplidas en
autos, y el valor económico del litigio, por lo que propongo que sean confirmados (art.
38 L.O.; ley 21.839 mod. por ley 24.432).

III. De prosperar mi voto, correspondería: 1) Confirmar la sentencia apelada en todo lo


que decide y ha sido materia de apelación; 2) Imponer las costas de alzada a las
demandadas vencidas (art. 68 C.P.C.C.N.); 3) Regular los honorarios de los letrados
intervinientes en el 25% de lo que les corresponda por su actuación en la etapa anterior
(art. 14, ley 21.839 mod. por ley 24.432).

LA DOCTORA GRACIELA A. GONZÁLEZ DIJO:

Discrepan mis distinguidos colegas en cuanto a la aplicación al caso del art.29 de la


LCT.

En tal contexto adhiero al voto de mi colega preopinante, el Dr. Juan Carlos Fernández
Madrid.

En este aspecto, creo conveniente señalar que nos encontramos frente a la existencia de
un supuesto de "intermediación sobreviniente", sin desconocer que el art. 29 primer
párrafo de la LCT alude a que la maniobra se verifique desde el momento de la
contratación, considero que dicha circunstancia no sería óbice para interpretar que el
presupuesto fáctico al que refiere la norma en cuestión también podría hacerse extensivo
a eventos como el que se verifica en autos, en donde, la operación de fraude se llevó a
cabo con posterioridad a la contratación, sobre la base de un contrato laboral
inicialmente transparente y regular, para luego transformarlo y adecuarlo a una situación
absolutamente anormal en franca violación a las normas que regulan las relaciones
laborales, mediante el ocultamiento de la realidad de lo acontecido.

Con relación al desempeño laboral de la actora considero que se configura en el caso un


contexto fáctico asimilable, que debe ser encuadrado en el segundo párrafo del
mencionado art. 29 en cuanto refiere a que el presupuesto de responsabilidad solidaria
entre los contratantes frente a las obligaciones derivadas del vínculo laboral, se verifica
"cualquiera sea el acto o estipulación que al efecto concierten los terceros contratantes y
la empresa para la cual los trabajadores presten o hayan prestado servicios..." (en
sentido análogo, SD. Nro. 94.435 del 12.09.06 in re "Zago, Claudio Renato c/Provincia
Seguros de Salud S.A. y otros s/despido", del registro de la Sala II).

Asimismo, también adhiero a lo concluido por el Dr. Juan Carlos Fernández Madrid en
relación a la procedencia de la indemnización prevista en el art.1 de la ley 25.323,
porque entiendo que de las constancias de autos se ha verificado una registración
deficiente del contrato de trabajo de la actora, ya que -según lo anteriormente expuesto-
la trabajadora debió estar registrada por Xerox.
En lo que concierne a la condena a entregar el certificado de trabajo y aportes
previsionales, tal como se expuso precedentemente, la relación laboral mantenida con la
actora, ha quedado enmarcada en las previsiones del art. 29 de la LCT, lo que supone
que ha sido Xerox Argentina su verdadera empleadora desde el año 1982 y quien se ha
valido de la interposición fraudulenta de terceras personas para intentar eludir sus
responsabilidades.

Tal encuadre normativo conlleva a que la responsabilidad de la empresa usuaria se


extienda a aspectos que hacen a las obligaciones registrables e impositivas o de
seguridad social, que diversas normas le imponen. En tal sentido debe estarse a lo
normado por el art. 29 bis LCT, según el cual, en el supuesto que contempla, el
empleador que ocupe trabajadores a través de una empresa de servicios eventuales
deberá retener de todos los pagos que efectúe a ésta, los aportes y contribuciones
respectivos para los organismos de la seguridad social y depositarlos en término.

Asimismo, el art. 7 del dec. 342/92 dispone que serán agentes de retención los
empleadores que ocupen trabajadores a través de empre sas de servicios eventuales y el
art. 13 de dicho cuerpo normativo ordena a las empresas usuarias llevar una sección
particular del libro especial del art. 52 LCT, que debe contener todos los datos
relativos al trabajador que preste tareas a través de una empresa de servicios eventuales,
entre los que se encuentra la categoría profesional, fecha de ingreso y egreso y la
remuneración, todo lo cual pone de manifiesto que la quejosa debe disponer los
elementos contables para la confección de los certificados previstos por el art. 80 LCT
(en sentido análogo, SD. Nro. 95.655 del 3.04.08 in re "Schonfeld, Andrea Verónica c/
Citibank N.A. y otro s/ despido", del registro de la Sala II).

Por todo lo anteriormente expuesto, adhiero al voto del Dr. Juan Carlos Fernández
Madrid, en todas sus partes.

En atención al resultado del presente acuerdo, EL TRIBUNAL RESUELVE: I)


Confirmar la sentencia apelada en todo lo que decide y ha sido materia de apelación; II)
Imponer las costas de alzada a las demandadas vencidas (art. 68 C.P.C.C.N.); III)
Regular los honorarios de los letrados intervinientes en el .% de lo que les corresponda
por su actuación en la etapa anterior (art. 14, ley 21.839 mod. por la ley 24.432).

Regístrese, notifíquese y vuelvan.

Ls

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