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America Latina 2011
America Latina 2011
GABRIELA MISTRAL
América Latina
América Latina abarca un conjunto de realidades muy variadas. La integran diversos pueblos, con
diferencias étnicas y culturales, que se organizan políticamente como Estados independientes,
colonias o Estados libres asociados. A causa de esta complejidad, en numerosas ocasiones el concepto de
América Latina ha sido cuestionado por considerarse demasiado impreciso. Se entiende por América
Latina el conjunto de países al Sur del río Bravo o Grande, cuyas lenguas provienen del latín, como el
español, el portugués y el francés. Este concepto fue acuñado en 1836 por el francés Michel Chevalier. Se
han establecido otros criterios para definir un universo común a nuestros países: el concepto de
Hispanoamérica hace referencia al conjunto de países de habla castellana. Este término excluye a Brasil,
país con el que constituimos una misma realidad física y poseemos una enorme similitud cultural. Por
esta razón, se utiliza el término Ibero América, el cual comprende los países que fueron conquistados por
España y Portugal. Por otra parte, el concepto de América Latina permite integrar a países de habla
francesa, como Haití, que también comparten territorios, condiciones culturales y económicas comunes
con pueblos hispanoamericanos. Sin embargo, territorios de habla inglesa como Belice, Surinam y
Guyanas, que participan de la misma realidad física con el resto de América Central y América del Sur,
quedan excluidos. Del mismo modo, resulta arbitrario no considerar islas angloparlantes, como Jamaica o
Trinidad y Tobago, si se han incluido otras como Martinica, de habla francesa, y las demás Antillas de
habla castellana. Por ello, en la actualidad se hace referencia a América Latina y el Caribe, para describir
un territorio que posee características comunes en su geografía física y humana- No obstante, siempre
habrá que tener en cuenta la diversidad política, cultural y étnica contenida en este concepto
América Latina abarca una extensión superior a los 20 millones de km2 –casi el 50% de la superficie
total del continente americano–, repartidos en América del Norte, América Central y el Caribe y América
del Sur. Parte importante de esta superficie la ocupan cordilleras que cruzan longitudinalmente su
vertiente occidental. Hacia el este de la región, el relieve pierde altitud, lo que permite la existencia de
tierras bajas de potencial agrícola; en América del Sur, estas llanuras son irrigadas por grandes sistemas
hidrológicos, como el río Amazonas, cuya cuenca, la más grande del planeta, ocupa la cuarta parte del
continente sudamericano.
La gran extensión latitudinal de América Latina –entre 32º latitud Norte y los 56º latitud Sur,
aproximadamente es uno de los factores que permiten explicar la variedad climática y, por tanto, de
paisajes de la región: parte importante de América Latina se encuentra entre los trópicos de Cáncer y
Capricornio (23º 30’ Norte y Sur, respectivamente), determinando un régimen climático de altas
temperaturas todo el año y precipitaciones abundantes. A medida que se avanza en latitud, los climas se
hacen templados, bajando las temperaturas hacia el extremo sur de la región. Las masas de agua que
rodean América Latina son un factor relevante para el clima, influyendo, por ejemplo, en la generación de
huracanes en la zona del Caribe o en las condiciones de extrema aridez en el norte de Chile.
PAÍSES INTEGRANTES:
Desde el punto de vista político, América se compone de tres regiones, América del Norte, América
Central y las Antillas y América del sur, formadas por los países que se señalan en el cuadro
correspondiente.
AMÉRICA DEL NORTE: comprende desde el Norte de Canadá hasta el istmo de Tehuantepec ( 17°
latitud N). En este subcontinente existe un solo país latinoamericano: México, el que además de ocupar
parte de América del Norte, se extiende por territorios de América Central. Canadá, Estados Unidos de
América, así como Groenlandia, colonia de Dinamarca
AMÉRICA DEL CENTRO Y LAS ANTILLAS: América Central es el territorio que abarca desde el
istmo de Tehuantepec en México, hasta el golfo del Darién en Panamá, mientras que las Antillas
comprenden el conjunto de islas ubicadas en el mar Caribe
América Central y las Antillas están situadas en una zona de gran inestabilidad geológica, por lo que,
frecuentemente ocurren fuertes erupciones volcánicas y terremotos. Esta conformado por: Antigua y
Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Costa Rica, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala,
Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas,
Santa Lucía, Trinidad y Tobago; son colonias Puerto Rico e Islas Vírgenes, de Estados Unidos;
Guadalupe y Martinica, de Francia; Antillas Neerlandesas, de Países Bajos; Anguilla, Bermudas, Islas
Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Turcos y Caicos, del Reino Unido.
AMÉRICA DEL SUR Se denomina América del Sur a los territorios que van desde el golfo del Darién
y las islas Diego Ramírez en Chile Austral. Limita al Este con el océano Atlántico, al Oeste con el océano
Pacífico, al Norte con el mar Caribe y al Sur con el mar de Drake. América del Sur posee una gran
cordillera en su borde occidental: la Cordillera de Los Andes, en la cual se encuentran las mayores alturas
del continente. La Cordillera de Los Andes. Corresponde al cordón montañoso que va desde la Cordillera
de Mérida en Venezuela, hasta Chile Austral, y forma parte de la larga franja de montañas que nace en
Alaska y termina en la Antártica.
Esta conformada por : Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú,
Surinam, Uruguay y Venezuela; la Guayana Francesa, que es posesión de Francia; las Islas Georgias del
Sur y Sándwich del Sur, así como las Falkland, reclamadas por Argentina con el nombre de Malvinas,
pero en poder del Reino Unido.
atlántica y pacífica de América del Norte, así como en el sur de Chile el clima es más lluvioso, lo que
permite el desarrollo del bosque caducifolio, con robles y hayas; son zonas de clima oceánico. En cambio,
en el centro de EE UU y nordeste de México, hay estaciones secas más marcadas, por lo que las
formaciones predominantes son las praderas y, al aproximarse a los desiertos, las estepas. Lo mismo
ocurre en América del Sur con las praderas de la Pampa, que son más húmedas, y las vegetaciones de
sabana o estepa que surgen al avanzar hacia la Patagonia o en Los Llanos venezolanos.
El clima mediterráneo que se extiende por California y Chile, presenta sequías veraniegas que originan
un paisaje de encinas, arbustos y matorrales.
Los climas cálidos se suceden en las latitudes más bajas, en torno al ecuador, destacando las típicas
formaciones de selva y bosque tropical.
Por su parte los desiertos casi sin vegetación, se dan en los lugares de extrema aridez como en la Baja
California y Sonora (México), el sureste de EE UU, norte de Chile y sur de Perú, y la Patagonia.
EN AMÉRICA DEL SUR: el Orinoco, el Amazonas (6.275 Km.), que es el río más caudaloso del
mundo, el Paraná, el Paraguay y el Uruguay, todos ellos desembocan en el océano Atlántico.
El Amazonas es el río más caudaloso del planeta y con sus 6.400 Km. de longitud es el segundo río más
largo del mundo, después del Nilo. Con sus cientos de afluentes, el Amazonas recoge las aguas de una
cuenca que supera los 6.100.000 km2, la mitad perteneciente a Brasil y el resto repartida entre Perú,
Ecuador, Bolivia y Venezuela. Los aportes anuales del río suman una quinta parte del agua dulce que
desemboca en los océanos en todo el mundo. El Amazonas nace en los Andes, en el Nevado de Yarupá,
y cruza el continente suramericano de O a E, en su mayor parte por Brasil, recibiendo durante su trayecto
varios afluentes: el Ucayali, el Madeira, el Tapajoz y el Xingú por el sur; el Putumayo, el Caquetá y el
Negro por el norte. Antes de unirse al Ucayali, el Amazonas recibe el nombre de río Marañón, después
Solimóes y finalmente Amazonas. El Ucayali y el Marañón nacen en las nieves perpetuas y glaciares de
los Andes peruanos. Debido a su enorme extensión, a las inundaciones anuales y a su navegabilidad, al
Amazonas se le suele llamar el ‘río océano’.
El Plata-Paraná (4.700 Km. de curso). El Río de la Plata se forma a partir de los ríos Uruguay y Paraná
que, a su vez, recibe las aguas del Paraguay (2.660 Km. de curso). Este río es navegable hasta la ciudad
argentina de Rosario.
El Río de la Plata, estuario que se forma de la unión de los ríos Paraná y Uruguay, en el sureste de
Sudamérica, en su desembocadura en el océano Atlántico. Estos caudalosos ríos, que constituyen la
segunda mayor cuenca de drenaje de América del Sur después de la del Amazonas. El Río de la Plata
forma un brazo de mar que separa los países de Uruguay y Argentina. El mejor puerto natural del estuario
se encuentra en Montevideo, Uruguay.
El Río Uruguay nace en la cadena montañosa del litoral meridional de Brasil. Fluye en dirección oeste,
sirviendo como límite entre los estados brasileños de Santa Catarina y Rió Grande do Sul, más adelante
entre Brasil y Argentina y entre Argentina y Uruguay y desemboca en el Río de la Plata. Tiene una
longitud de unos 1.600 km.
El Río Paraguay (2.415 Km.) nace en la meseta del Mato Grosso, en Brasil, a unos 300 m de altitud, en
el área conocida como Sete Lagoas. Durante los primeros 50 Km. es conocido con el nombre de
Diamantino.
Tras recibir los aportes del curso fluvial del Apa, se inicia el tramo inferior del Paraguay, que discurre por
territorio. A continuación, constituye parte de la frontera entre Paraguay y Argentina hasta desembocar en
el río Paraná, del que es su principal afluente.
El Río Paraná (3.940 Km., de los cuales unos 1.610 Km. son navegables) nace en el sur de Brasil, en la
confluencia de los ríos Grande y Paranaíba. En su tramo inicial fluye en dirección suroeste atravesando el
borde oriental del estado de Mato Grosso do Sul, tras lo cual sirve de frontera entre Brasil y Paraguay. El
río se desvía hacia el oeste, constituyendo la frontera entre Paraguay y Argentina hasta su confluencia con
el río Paraguay. A continuación, fluye hacia el sur y el este a través de Argentina hasta el Río de la Plata,
por donde desemboca en el océano Atlántico. El Paraná, junto con los ríos que desembocan en él,
conforma la cuenca del Plata, uno de los principales sistemas hidrográficos de América del Sur, con una
superficie de 3,1 millones de km2, sólo superada por la cuenca del Amazonas. En su cauce superior se
encuentra la gigantesca presa de Itaipú, capaz de generar 12.600 MW de electricidad, y la de Yaciretá con
4.050 MW instalados.
El Orinoco (3.000 Km. de curso) hace puente con el Amazonas a través del Casiquiare y recoge las aguas
de los ríos Vichada, Apure y Caura, entre otros. Es el mayor río de Venezuela, limítrofe con Colombia, y
uno de los más largos de Sudamérica, con una longitud aproximada de 2.140 km. El Orinoco tiene un
promedio de 6 Km. de ancho, que aumenta en el sur con el aporte de numerosos ríos, incluyendo el
Caroní
y el Caura. El delta del río conforma un área de aproximadamente 20.700 km2, que comienza a unos 190
Km. del Atlántico. El Orinoco es navegable por barcos de gran calado al estar dragado el tramo entre
Boca Grande y Ciudad Guayana durante 404 kilómetros.
El San Francisco (2.900 Km. de curso), surge de una de las cabeceras del Paraná. Río del Noroeste
argentino nace, con el nombre de río Grande de Jujuy, al norte de la ciudad de Humahuaca, en las
proximidades de la localidad jujeña de Tres Cruces, y recorre, de norte a sur, la quebrada de Humahuaca
pasando cerca de algunas de sus más importantes poblaciones, tales como Tilcara y Tumbaya.
El Magdalena nace en el sur de Colombia, en el sector de la cordillera de los Andes comprendido en el
departamento de Huila. Atraviesa el país de sur a norte, discurriendo a lo largo de unos 1.540 Km., y
desemboca en el mar Caribe, cerca de la ciudad de Barranquilla. Su afluente principal es el Cauca.
POBLACIÓN Y TERRITORIO
América Latina está conformada por 20 países que en conjunto tienen una población de aproximadamente
seiscientos millones de habitantes con culturas similares. De esta población, casi dos tercios habla el
idioma español, un tercio habla el portugués (Brasil) y en Haití de 8,5 millones de habitantes hablan el
francés y el creole. Sin embargo, estas poblaciones, por estar ubicadas en la región de América Latina,
hablan y usan el español, sobre todo para sus relaciones comerciales. América Latina ocupa un territorio
de aproximadamente veinte millones de kilómetros cuadrados.
La población es predominantemente joven. Alrededor del 65% de la población es menor de 30 años
En la actualidad, la población latinoamericana se encuentra en un proceso de transición demográfica y su
porcentaje de población urbana sigue aumentando, lo que origina grandes transformaciones en la
capacidad de producción y de consumo, así como la orientación de los gastos de los Estados, ya que se
precisará más capacitación en los sectores adultos, una mayor cantidad de puestos de trabajos para los
ancianos, más instalaciones de salud, etc. A esto se suma la concentración espacial de la población en las
ciudades, que en América Latina bordea el 75%, y los problemas asociados, tales como hacinamiento,
marginalidad, pobreza y contaminación, entre otros, todo lo que repercute en la calidad de vida de las
personas.
La transición demográfica consiste en un proceso de cambio del comportamiento de la población,
pasando de altas a bajas tasas de natalidad y mortalidad. En este entendido, en el caso latinoamericano, se
distinguen claramente tres grupos de países:
• Ciudad de México : 18,3 Millones de habitantes São Paulo : 17,5 Millones de habitantes
• Buenos Aires : 13,0 Millones de habitantes • Lima : 7,2 Millones de habitantes
• Santiago : 5,4 Millones de habitantes • Bogotá : 3,9 Millones de habitantes
• Caracas : 3,7 Millones de habitantes
A mediados del año 2006, la población de América Latina alcanzaba los 566 millones de habitantes, algo
menos del 9% de la población mundial. La mayor parte de esa población es joven, vive en zonas urbanas
y pertenece a alguno de los grupos étnicos que componen nuestras sociedades. Un alto porcentaje de la
población latinoamericana ha mejorado sus condiciones de vida; muchos de los niños de América Latina
podrán crecer en países con mejores condiciones sanitarias y económicas que sus padres. Sin embargo,
todavía muchos de sus habitantes viven en la pobreza y tienen un acceso deficiente a servicios
fundamentales como la salud, la educación o el agua potable.
En la actualidad el crecimiento de la población mundial alcanza el 1,2% anual, lo que equivale a cerca de
77 millones de personas por año. En el caso de América Latina, el crecimiento promedio es cercano al
1,5%, fluctuando entre 1% y 3%; estas tasas están por sobre las de los países desarrollados –con
excepción de Estados Unidos aunque muy por debajo de las de varias zonas de África o Asia.
El mejoramiento de los sistemas de salud pública, la introducción de vacunas y de nuevos medicamentos
y las mejoras en las condiciones de vivienda y alimentación permitieron un descenso en las tasas de
mortalidad y un aumento en la esperanza de vida. Especialmente relevante en este sentido fue el descenso
de la mortalidad infantil, que ha disminuido considerablemente en los países de la región, gracias a las
mejores condiciones de salubridad y a la extensión de los cuidados para la madre y el recién nacido en los
servicios de salud. Por otro lado, muchas mujeres mejoraron sus niveles de instrucción y han contado con
mayor información y servicios relacionados con la planificación de la reproducción familiar. Esto, junto
con la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, repercutió en el descenso de la natalidad
y de la fecundidad.
Los países de América Latina se encuentran en diferentes etapas del proceso de transición demográfica,
es decir, pasando de una situación caracterizada por altas tasas de mortalidad y natalidad, a otra con bajas
tasas de mortalidad y natalidad. La tendencia a la disminución de la natalidad ha influido en el descenso
del ritmo de crecimiento de la población latinoamericana. Entre 1950 y 1955, por ejemplo, la tasa de
crecimiento de la población era de 2,7% anual; en la actualidad es de un 1,5% anual.
En el año 2000 el promedio de edad en la región fue de 24 años. El aumento de la esperanza de vida y la
baja de la fecundidad están revirtiendo lentamente esta situación, por lo que América Latina se encamina
hacia un creciente envejecimiento, es decir, al aumento de la población adulta y adulta mayor por sobre el
total de población menor de 15 años. Se estima que en las próximas dos décadas la población adulta
mayor se duplicará, pasando de 40 a 80 millones. El envejecimiento de la población representa una serie
de desafíos para los Estados, especialmente en aquellos países como Uruguay, Cuba, Argentina o Chile,
cuya población adulta es más numerosa. Este aspecto es fundamental al momento de planificar, por
ejemplo, cuántas escuelas se necesitarán en los próximos años, qué cantidad de personas pueden
demandar empleo, qué cambios deberán tener los sistemas de salud o previsionales para atender a la
población mayor de 60 años o qué alternativas se ofrecerán a los adultos mayores tras su jubilación, en
términos de cultura, de recreación y de espacios de participación social.
América Latina presenta una de las densidades de población más bajas del mundo y sus habitantes se
distribuyen en el espacio de manera desigual. En Sudamérica existen grandes zonas que, por sus
condiciones físicas y climáticas, dificultan el asentamiento permanente de personas. Es el caso de la
Amazonia; de las zonas de extrema aridez, como el desierto de Atacama; de la zona andina de mayor
altitud, donde predominan hielos eternos; de las islas del extremo sur de Chile; y de la fría meseta
patagónica chileno-argentina. Las mayores concentraciones de población se encuentran en el centro de
México, en la llanura del Río de la Plata, en los valles y regiones costeras de Centroamérica, Colombia y
Venezuela, en las islas del Caribe y en la costa sur atlántica de Brasil.
La región presenta altos índices de urbanización, ya que la población latinoamericana tiende cada vez más
a concentrarse en las grandes ciudades: tres de cada cuatro latinoamericanos y caribeños residen en
localidades urbanas y la mayoría lo hace en ciudades de más de un millón de habitantes, especialmente en
las capitales, que concentran no solo la población, sino también las actividades económicas. La
concentración de la población en una o dos ciudades primadas –que pueden concentrar hasta el 50% de la
población del país, ha llevado al desarrollo de grandes megalópolis, como Ciudad de México o Sao Paulo.
El crecimiento de las ciudades en América Latina se puede explicar, fundamentalmente, por la migración
campo-ciudad, que fue muy significativa entre las décadas de 1930 y 1980. A partir de la década del 80
las tasas de crecimiento urbano disminuyeron, aunque el desplazamiento desde las zonas rurales a las
urbanas se mantiene hasta hoy. El acelerado crecimiento de las ciudades latinoamericanas se relaciona
con problemas como la congestión vehicular, la contaminación, la marginalidad urbana, el deficiente
acceso a servicios y las viviendas precarias o instaladas en zonas de riesgo ambiental.
RASGOS ECONÓMICOS
Las naciones de América Latina tienen diferentes características económicas. En lo que respecta a
América Central, el turismo es una de sus principales fuentes de ingreso. Las naciones más visitadas son
República Dominicana, Cuba, Puerto Rico, Guatemala, Jamaica y Bahamas. En su economía también
destacan los cultivos de frutas, tabaco, hortalizas, café, arroz y azúcar. En esta región se encuentra una de
las naciones más pobres del mundo: Haití, en la cual cerca del 70% de sus habitantes vive en extrema
pobreza. Por su parte, la economía de América del Sur se basa principalmente en la exportación de
materias primas de tipo agrícola y minero. Por ejemplo, Chile es el país que produce más cobre a nivel
mundial. Entre sus mercados más importantes se encuentran Asia y Europa. Por su parte, en México
resaltan las industrias de alimentos, bebidas, tabaco, productos químicos y textiles, el trabajo agrícola y
las exportaciones de petróleo y plata.
En cuanto a América anglosajona, de las naciones de América del Norte destaca Estados Unidos, ya que
tiene una de las economías más desarrolladas del mundo. Sus principales industrias trabajan el petróleo,
los vehículos, las telecomunicaciones, entre otros. También destaca su trabajo agrícola y la actividad
minera, con yacimientos de oro, petróleo, carbón y uranio. A su vez, Canadá, también país del norte, es
uno de los diez países más industrializados del mundo. En esta nación destaca la industria de alimentos,
madera y papel. Ambos países son los principales productores de gas natural.
Principales productos de exportación (selección de países)
Argentina: Tortas y harinas de semillas oleaginosas y otros residuos de aceite vegetal; petróleo crudo;
productos derivados del petróleo; aceite de soya; soya, carne.
Bolivia: Gas natural; tortas y harinas de semillas; oleaginosas y aceite vegetal; mineral de zinc; aceite de
soya; petróleo crudo.
Chile: Cobre refinado; mineral y concentrados de cobre; pescados; pulpa de madera; uvas frescas.
Brasil: Soya; mineral de hierro; productos derivados del petróleo; tortas y harinas de semillas oleaginosas
y aceite vegetal; vehículos automotores.
Guatemala: Café; plátano; azúcar; petróleo crudo; medicamentos.
Perú: Oro; cobre refinado; cobre; harina de carne y de pescado; zinc.
Honduras: Café; plátano; aceite de palma; crustáceos y moluscos; minerales y concentrados de plata y de
platino.
Panamá: Pescado; plátano; crustáceos y moluscos; frutas frescas; pescado salado, seco o ahumado.
Datos: Comercio exterior de bienes y servicios, CEPAL, Anuario estadístico, 2006
El continente americano presenta un claro desequilibro económico entre América del norte y
Latinoamérica. Esta diferencia hace que el nivel de vida en América del norte sea unas ocho veces
superior al de Latinoamérica. En 1958 con poblaciones muy parecidas América del norte representaba el
50por ciento del producto económico mundial, mientras que Latinoamérica representaba tan sólo el 7 por
ciento.
En una perspectiva dinámica, esta situación muestra que, mientras en el período de la segunda Guerra
Mundial y su posguerra, a causa de la gran demanda existente de materias primas, el ritmo del
crecimiento de la economía Latinoamericana era superior al de la economía mundial y de América del
norte, con posterioridad a 1958 esta tendencia ha sido invertida. De esta forma en los últimos años se ha
producido un retroceso económico de Latinoamérica respecto al desarrollo mundial y al de América del
Norte.
RECURSOS NATURALES Y DESARROLLO REGIONAL
Las condiciones geográficas y la existencia de recursos naturales influyen en la distribución de la
población. La agricultura y la ganadería son actividades que sustentan en dos recursos naturales: agua y
suelos fértiles. Estas actividades se realizan de manera contrastante en los países americanos. En Estados
Unidos y Canadá la agricultura y la ganadería están altamente tecnificadas, en cambio en el resto de
América es reducido el uso de la tecnología en tales actividades, por lo cual su producción es deficiente.
En América del Sur destacan Argentina, Uruguay y Brasil como grandes productores de ganado. Debido
a los bajos rendimientos obtenidos en el campo, gran número de campesinos abandona sus tierras y
emigran a las ciudades de su país y a Estados Unidos y Canadá.
La pesca está relacionada con la existencia de corrientes marinas. Las principales regiones pesqueras son
el Labrador y Terranova, con bacalao y arenque; el Pacífico Norte, de Alaska a California, con salmón y
atún; el Golfo de México; y el Pacífico Sur, Perú y Chile, con anchoveta.
Se explotan dos regiones naturales que son la selva y los bosques tropicales, así como los bosques
templados y de coníferas.
Minería e industria
El mayor desarrollo industrial corresponde a Estados Unidos y a Canadá y se basa en sus abundantes
recursos mineros y fuentes de energía.
La principal zona industrial de América se localiza alrededor de los Grandes Lagos, mientras que en el
resto del continente hay un menor desarrollo industrial. En América Central y el Caribe hay industrias
alimentarias y textiles. Los países de estas zonas son los de menor desarrollo industrial.
Estados Unidos y Canadá son países desarrollados con un alto nivel de vida ya que tienen alto desarrollo
científico y tecnológico, una gran industria, alto ingreso per cápita, bajo crecimiento demográfico,
infraestructura adecuada, así como bajo índice de analfabetismo y alta escolaridad.
En Latinoamérica, México, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Venezuela, aun cuando están dentro del
grupo de países subdesarrollados, ha alcanzado cierto grado de desarrollo industrial y en general sus
condiciones de vida son mejores que los demás países latinoamericanos.
Los países que presentan mayor atraso socioeconómico son Haití, Bolivia, Nicaragua y Honduras. A
pesar de estas diferencias, todos los países de Latinoamérica y el Caribe manifiestan las características del
Subdesarrollo.
Región polimetálica
América Latina se caracteriza por ser una región polimetálica. Cada país produce lo siguiente:
Argentina: plomo, cinc, estaño, cobre, hierro, manganeso, petróleo y uranio.
Bolivia: estaño, gas natural, petróleo, cinc, tungsteno, antimonio, plata, hierro, plomo, oro, litio.
Brasil: hierro, manganeso, bauxita, níquel, uranio, fosfatos, estaño, oro, platino, petróleo.
Colombia: petróleo, gas natural, carbón, mineral de hierro, níquel, oro, cobre, esmeraldas.
Costa Rica: energía hidroeléctrica.
Cuba: cobalto, níquel, hierro, cobre, manganeso, sal, sílice, petróleo.
Chile: cobre (principal productor en el mundo), hierro, nitratos, metales preciosos.
El Salvador: energía hidroeléctrica, energía geotérmica, petróleo.
Ecuador: petróleo, gas natural, oro.
Guatemala: petróleo, níquel, antimonio, plomo, hierro, tungsteno.
Haití: mármol, caliza, arcillas calcáreas, sin explotar: cobre y oro.
Honduras: oro, plata, cobre, plomo, cinc, hierro.
México: hierro, azufre, fosfatos, fluorita, cinc, petróleo, cobre, bismuto, plomo. manganeso, gas natural,
grafito, plata, antimonio, reservas de uranio.
Nicaragua: oro, plata, cobre, plomo, cinc, hierro.
Panamá: cobre, carbón, caoba.
Paraguay: potencial productor de energía hidroeléctrica.
Perú: cobre, petróleo, plomo, cinc, plata, oro, hierro, carbón, fosfatos, potasa.
República Dominicana: níquel, bauxita, oro y plata.
Uruguay: potencial productor de energía hidroeléctrica.
Venezuela: petróleo (OPEP), gas natural, hierro, oro, bauxita, carbón, cinc, cobre, plomo, plata, fosfato,
manganeso, titanio, diamantes, potencial productor de energía eléctrica.
Desde un punto de vista económico, la integración latinoamericana es una aspiración que se manifiesta
desde la década de 1960 y que, en la actualidad, se expresa a través de diversas iniciativas que van desde
la conformación de zonas de libre comercio hasta la idea e conformar un mercado común.
Una zona de libre comercio implica la eliminación de barreras arancelarias para que los productos
circulen libremente. En cambio, el establecimiento de un mercado común contempla la liberación del
comercio en forma conjunta al establecimiento de políticas económicas, laborales y tributarias afines en
los países integrantes, de manera de asegurar en forma justa el libre comercio, el flujo de capitales y de
personas.
Zona de libre comercio es aquella en que no existen barreras arancelarias, por lo que los productos
circulan libremente. Mercado Común, en cambio, además de la libertad arancelaria, implica políticas
económicas, laborales y tributarias.
Actualmente existen las siguientes zonas o regiones económicas latinoamericanas:
-Comunidad del Caribe (CARICOM): Se fundó en 1973 y comprende la mayor parte de las islas del
Caribe, Belice, Guyana y Surinam. Los países que participan en calidad de observadores son México,
Venezuela, Colombia, Antillas Holandesas, Bermudas, República Dominicana y Puerto Rico, entre otros.
Sus objetivos se orientan a lograr la integración económica, la coordinación y cooperación en áreas como
política exterior, salud, educación, cultura y comunicaciones.
- Comunidad Andina de Naciones (CAN): Funciona como acuerdo desde 1993, pero sus orígenes se
remontan a 1969, cuando se suscribió el Pacto Andino. En la actualidad la asociación reúne a Venezuela,
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y constituye una zona económica de más de 113 millones de
personas. Ha logrado incrementar y mejorar el intercambio interno y acuerdos comerciales preferenciales
a nivel internacional.
- Mercado Común Centroamericano (MCCA): Esta iniciativa surgió en 1962 de un grupo de pequeños
Estados insulares del Caribe. La integran 15 países que buscan lograr un mayor intercambio al interior del
pacto y contribuir a mejorar la situación de los países más pobres del grupo y establecer acuerdos
-comerciales con las potencias del norte. En 1997 fue admitido Haití, el país más pobre del continente.
- Grupo de Río: El Grupo de Río es un mecanismo de diálogo, en cuyo marco se abordan temas de
interés común para América Latina y el Caribe.
Fue creado en 1986, cuando los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Perú, Uruguay y
Venezuela adoptaron la Declaración de Río de Janeiro. A estos países se han integrado, además, Bolivia,
Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, República
Dominicana y representantes de la Comunidad del Caribe, que asisten de forma rotativa. Entre sus
objetivos se encuentran la ampliación de la cooperación entre los gobiernos, la promoción del desarrollo y
la búsqueda de soluciones a conflictos regionales.
-Mercado Común del Sur (MERCOSUR): Se implementó a partir de la firma del Tratado de Asunción,
en 1991, entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Reúne a las dos mayores economías de
Sudamérica y su objetivo es crear un mercado común entre los países participantes, que vaya más allá de
una zona de libre comercio. Chile y Bolivia tienen la categoría de países asociados al MERCOSUR, a
partir de 1996 y 1997, respectivamente.
- Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
Se inició en la Cumbre de las Américas, celebrada en diciembre de 1994 en Miami.
Incluye a los 20 países de América Latina más 14 naciones no latinoamericanas del Caribe.
Acordaron establecer un “área de libre comercio de las Américas” (ALCA) y concluir las negociaciones
para el acuerdo antes del año 2005.
Su principal impulsor es los Estados Unidos de Norteamérica que presionó por su vigencia en la reunión
celebrada en Canadá en abril del 2001.
- Organización de Estados Americanos (OEA): Se constituyó en 1948 y depende de Naciones Unidas
(ONU). Comparten los mismos objetivos: asegurar la solución pacífica de los conflictos entre los Estados
miembros; consolidar la democracia; erradicar la pobreza y promover el desarrollo, entre otros.
La integran: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile,
Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana,
Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa
Lucía, San Vicente y las Granadinas, St. Kits y Neis, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela.