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Introducción:

Los títulos valores estipulan que estos tienen méritos ejecutivos, si reúnen los
requisitos formales exigidos por la presente Ley, según su clase.
En caso de que no contengan todos sus requisitos formales esenciales dicho
documento no tendrá la calidad de un título valor, tal como lo señala la ley.
Al no tener dicha calidad de titulo valor no es posible ejercer acción cambiaria
alguna
Las acciones cambiarias derivan de los títulos valores tal como lo señala la LTV
Acción cambiaria es la que puede ser ejercida en virtud de los derechos
cambiarios incorporados en un titulo valor, y que provienen de la relación
cambiaria que se ha establecido entre las partes que suscribieron el mencionado
documento cambiario.
Acción casual es la que puede ser ejercida producto de la relación jurídica
ordinaria o primaria que acordaron las partes y que genero derechos y
obligaciones a ser cumplidas por las mismas.
Acción ejecutiva es la que deriva del merito ejecutivo del que gozan los títulos
valores y que confiere una protección especial, inmediata y provisional por parte
de las normas procesales.
Las acciones cambiarias según la legislación estas pueden ser:
Acción cambiara directa: La acción directa o medida de acción directa es la
realización autoorganizada de una iniciativa individual o grupal, enfocada en dar
respuestas puntuales a situaciones concretas, o para la creación de condiciones
más favorables, usando los medios disponibles.

Acción cambiara de regreso: Es aquella que se ejercita en contra de quienes


endosaron el título de crédito y su respectivo avalista, si lo hubiere, solo en el caso
de que no hubiere obtenido el obligado principal la prestación debida

Acción cambiaria de ulterior regreso: Es aquella que tiene quien pagó un título de
crédito (letra, pagaré, cheque, factura conformada), como obligado de regreso,
contra los obligados que le preceden (librador, endosantes anteriores y
respectivos avalistas).
Justificación:
Dadas las precisiones competitivas que presenta el mundo moderno, así como las
implicaciones que este tiene a nivel económico y financiero.
Los escenarios en los cuales los títulos valores y acciones cambiarias se pueden
convertir en instrumentos de mejoramiento y operación financiera, así como
mecanismo para lograr y definir condiciones de financiamiento e inversión de la
empresa, y en general la sociedad.
De otro lado, a nivel comercial diferenciar los títulos valores de otros documentos
de deber y precisar en la práctica, como se utilizan los títulos valores y la forma de
hacer efectivo el derecho en ellos se incorpora, para lograr así una buena
utilización.
Además de esto, las empresas y personas podrán contar con nuevas alternativas
que pueden ser valoradas para crear fuentes de gestión y recursos, así como
mecanismos de desarrollo que permiten una clara efectividad, así como un manejo
y transformación económica y productiva.
La finalidad de la disciplina de los títulos-valores es facilitar la circulación y el
ejercicio de los derechos patrimoniales. Precisamente, para incentivar y asegurar
la circulación, eludiendo las arcaicas reglas de la cesión de créditos, y conseguir el
sometimiento del derecho a las normas relativas.
Dícese cambiaria la acción que asiste al tenedor legítimo de la letra de cambio, del
cheque o del pagaré para cobrar su importe, intereses y ciertos gastos, de los
obligados según el título. En la letra de cambio y el pagaré la acción puede ser
directa o de regreso. Es directa la que se dirige contra el librado aceptante de la
letra y el firmante del pagaré y sus respectivos avalistas. Es de regreso la que se
dirige contra los demás obligados cambiarios. En el cheque no se da más que la
acción de regreso. La acción directa se puede ejercitar en cualquier momento
dentro de los tres años siguientes al vencimiento del título, sin necesidad de
ningún otro requisito. La acción de regreso puede ejercitarse antes del
vencimiento o después. El regreso anterior al vencimiento procede cuando: a) se
hubiere denegado total o parcialmente la aceptación; b) el librado (aceptante o no)
se encuentre en suspensión de pagos, quiebra o concurso, o hubiere resultado
infructuoso el embargo de bienes; c) en una letra que tenga prohibida la
presentación a la aceptación, si el librador se encuentre en alguna de las
situaciones antes descritas para el librado. Pero en todos estos casos, el juez
podrá acordar un plazo para el pago, nunca superior al que resta para el
vencimiento de la letra. Si por virtud de esta acción el pago se anticipare, se
efectuará con descuente correspondiente. La acción de regreso se encuentra en
todo caso sometida a perjuicio o decadencia si el tenedor no levanta las cargas
que le vienen impuestas para conservar el derecho de regreso. Estas cargas se
resumen fundamentalmente en presentación oportuna de la letra a la aceptación al
pago y el levantamiento de protesto o declaración equivalente del librado en la
propia letra.
Pero a tenerse en cuenta que estas cargas no se dan siempre de un mismo modo,
pues dependen del modo en que se haya dispuesto acerca de la presentación a la
aceptación, de la prohibición de protesto o de señalamiento de un plazo para
aquella presentación. La solidaridad de todos los suscriptores cambiarios hace
posible la acción cambiaria directa y de regreso se dirija contra todos ellos
conjuntamente. Una y otra acción son ejecutivas sin que el protesto o la
declaración equivalente sea necesariamente presupuesto de dicho carácter de la
acción, en razón de las modalidades antes mencionadas también puede seguirse
la vía ordinaria. En el campo de la acción cambiaria juega la tasa de excepciones
que establece la ley cambiaria y del cheque de acuerdo con el complejo sistema
de la naturaleza de las excepciones y de las relaciones existentes entre el actor y
el demandado.

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