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Volumen 3 PDF
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Vol. 3
OSHO
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MA GYAN DARSHANA
osho_library@gruposyahoo.com
Capítulo 41
Los Sutras
65 No juzgues.
Preguntas
Primera pregunta:
Segunda pregunta:
Cuarta pregunta:
Si un estado de ánimo o deseo emocional se vuelve
estimulante para nosotros, y si no lo expresamos externamente,
¿vuelve necesariamente esta energía a la fuente y da más energía
y frescor a la persona?
Quinta pregunta:
Capítulo 43
Los Sutras
Capítulo 44
Secretos de Amor y Liberación
Preguntas
Primera pregunta:
Segunda pregunta:
Tercera pregunta:
Última pregunta:
Capítulo 45
Los Sutras
68 No tengas esperanza.
Capítulo 46
Preguntas
Primera pregunta:
Segunda pregunta:
Última pregunta:
Los Sutras
Esto también tiene que ver con la luz: Percibe el cosmos como
una presencia traslúcida eterna. Si has tomado alguna droga,
como el LSD o algo por el estilo, el mundo entero en torno a ti se
vuelve un fenómeno luminoso de colores que son traslúcidos,
vivos. Esto no es debido al LSD. El mundo es así, pero tus ojos se
han embotado. El LSD no está creando un mundo lleno de color a
tu alrededor; el mundo ya está lleno de color, al mundo no le
pasa nada malo. Es un arco iris de colores: un misterio de colores
y luz traslúcida. Pero tus ojos están embotados. Por eso nunca
puedes percibirlo con semejante colorido.
El LSD simplemente te está desembotando los ojos. No está
haciendo que el mundo esté lleno de color; simplemente está
haciendo que tu embotamiento se vaya químicamente, y entonces
el mundo entero brota ante ti. Es nuevo. lncluso una silla
corriente se vuelve un fenómeno maravilloso. Un zapato en el
suelo adquiere nuevos colores, una nueva juventud. El ruido
corriente del tráfico se vuelve musical. Los árboles que has visto
siempre pero que nunca has mirado vuelven a nacer, aunque
siempre hayas pasado a su lado y sepas que los has visto. Cada
hoja de un árbol es un milagro.
Así es como es la realidad. No es el LSD el que está creando
esta realidad. El LSD simplemente está destruyendo tu
embotamiento, tu insensibilidad, y miras el mundo como uno
debería mirar realmente. Pero el LSD puede darte sólo un
vislumbre, y si estás supeditado a él, tarde o temprano ni siquiera
el LSD será capaz de desprenderte de tu embotamiento.
Necesitarás dosis mayores, y luego te volverás inmune a las dosis
mayores. Y, en realidad, si entonces dejas el LSD u otras drogas,
el mundo será más insulso que nunca. Entonces te volverás aún
más insensible.
Hace sólo unos pocos días vino a verme una chica. Me dijo
que no podía sentir ningún orgasmo en el acto de amor. Ha
probado con muchos hombres, pero no puede tener ningún
orgasmo. El clímax nunca llega, y se siente frustrada. Así que le
pedí que me contara toda su vida amorosa y sexual: toda la
historia. Entonces descubrí que había estado usando un vibrador
eléctrico. Ahora los están usando en Occidente. Una vez que usas
un vibrador eléctrico como un pene masculino, ningún hombre
puede satisfacerte, porque, al fin y al cabo, un vibrador eléctrico
es un vibrador eléctrico. Entonces tu vagina y tu clítoris se
embotarán, y el orgasmo se volverá imposible. Entonces no habrá
ninguna posibilidad de orgasmo. Ahora necesitarás un vibrador
más potente, y esto puede llegar a tal extremo que todo tu
mecanismo sexual se vuelva pétreo. Y esto está sucediéndole a
cada uno de nuestros sentidos. Si usas algún dispositivo externo,
te embotarás.
El LSD acabará embotándote, porque con él no estás
creciendo. Si creces tú, entonces es un proceso diferente.
Entonces te vuelves más sensible, y cuando te vuelves más
sensible, el mundo se vuelve diferente. Ahora puedes sentir
muchas cosas que nunca antes sentiste porque no eras sensible.
Esta técnica se basa en la sensibilidad interna. Primero
aumenta tu sensibilidad. Cierra tus puertas, pon la habitación a
oscuras y enciende una vela pequeña. Siéntate cerca de la vela en
actitud muy amorosa; mejor, en actitud de oración. Reza, a la
vela: «Revélate a mí». Date un baño, salpica agua fría a tus ojos,
y luego siéntate en disposición de oración ante la vela. Mírala y
olvídate de todo lo demás. Simplemente mira la pequeña vela: la
llama y la vela. Sigue mirándola. En cinco minutos percibirás que
están cambiando muchas cosas en la vela. No están cambiando
en la vela; recuerda: son tus ojos los que están cambiando.
En una actitud amorosa, ajeno al mundo entero, con total
concentración, con un corazón que siente, sigue mirando la vela y
la llama. Entonces descubrirás colores nuevos en torno a la llama,
sombras nuevas de las que nunca antes fuiste consciente de que
estuvieran ahí. Están ahí; todo el arco iris está ahí. Donde hay
luz, el arco iris está presente, porque la luz es todos los colores.
Necesitas una sensibilidad sutil. Siéntela y sigue mirándola.
Incluso si empiezan a caérsete las lágrimas, sigue mirándola.
Esas lágrimas contribuirán a que tus ojos estén más frescos.
A veces, puede que sientas que la llama, la vela, se ha vuelto
misteriosa. No es la vela corriente que trajiste; ha cobrado un
nuevo encanto, ha adquirido una sutil divinidad. Sigue haciendo
esto. Puedes hacerlo también con muchas otras cosas.
Uno de mis amigos me estuvo contando que un grupo de
cinco o seis personas había estado experimentando con piedras.
Yo les había dicho cómo experimentar, y luego me lo describieron.
Estuvieron experimentando con piedras de la orilla de un río
aislado. Estuvieron tratando de sentirlas con las manos, con la
cara, tocando las piedras con la lengua, oliendo las piedras.
Estuvieron sintiendo las piedras, de todas las maneras posibles:
piedras corrientes que encontraron en la orilla.
Probaron esto durante una hora, cada uno con una piedra. Y
entonces, me informó mi amigo, sucedió un milagro. Todos
dijeron: «¿Puedo quedarme con esta piedra? ¡Me he encariñado
con ella!».
¡Una piedra corriente! Si tienes una relación afectuosa con
ella, te encariñarás con ella. Y si no tienes esa sensibilidad,
entonces incluso con una persona muy bella estás como con una
piedra; no puedes encariñarte.
La sensibilidad debe crecer. Todos tus sentidos deben
avivarse. Entonces puedes experimentar con esta técnica. Percibe
el cosmos como una, esencia traslúcida eterna. Hay luz en todas,
en muchísimas disposiciones, formas, la luz sucediendo en todas
partes. iMírala! Y hay en todas partes porque todo el fenómeno se
basa en el fundamento de la luz. Mira una hoja o incluso una
piedra, y, tarde temprano, percibirás que salen rayos de ella.
Simplemente espera pacientemente. No tengas prisa, porque
nada sucede cuando tienes prisa. Con prisa, estás embotado.
Espera en silencio con cualquier cosa, y descubrirás un nuevo
fenómeno que siempre estuvo, pero del que no estabas alerta, del
que no eras consciente.
Percibe el cosmos como una presencia traslúcida eterna, y tu
mente se volverá completamente silenciosa cuando sientas la
presencia de la existencia eterna. Serás simplemente una parte
en una nota en la gran sinfonía. No carga, no tensión...; la gota
ha caído en el océano. Pero al principio será necesaria una gran
imaginación, y es útil que estés también intentando con algún
adiestramiento de la sensibilidad.
Puedes probar de muchas maneras. Simplemente coge la
mano de alguien en tu mano. Con los ojos y siente la vida en el
otro. Siéntela, y que vaya hacia ti. Siente tu propia vida y deja
vaya hacia el otro. Siéntate junto a un árbol y la corteza del árbol.
Cierra los ojos y siente la vida que surge en el árbol, y cambias
inmediatamente.
He oído acerca de un experimento. Un doctor estaba
experimentando con gente para ver si las sensaciones cambiaban
su bioquímica. Ahora informado de que las sensaciones cambian
la tu química inmediatamente. Él experimentó con grupo de doce
personas. Recogió su orina antes del experimento, y la orina era
corriente.
Cada persona fue sometida a un tipo diferente de estrés. A
una, le mostraron una película de tanta ira, violencia, crueldad;
era sólo una película. Durante treinta y cinco minutos le
mostraron una película de terror. Por supuesto, sus emociones
cambiaron con la película. Sintió estrés. A otra le mostraron una
película muy alegre. Se sintió feliz. Y el experimento siguió de
esta manera con doce personas. Luego volvieron a recoger su
orina, y el análisis mostró que la orina de todos era diferente. Las
substancias químicas habían cambiado en el cuerpo. La persona
que sintió terror, ahora estaba enferma; la persona que sintió
esperanza, felicidad, alegría, ahora estaba sana. Su orina era
diferente, las substancias químicas del cuerpo eran diferentes.
No eres consciente de lo que estás haciendo contigo mismo.
Cuando vas a ver una película de asesinatos, no sabes lo que
estás haciendo. Estás cambiando la química de tu cuerpo. Si estás
leyendo una novela de detectives, no sabes lo que estás
haciendo. Te estás matando a ti mismo. Te excitarás, te
asustarás, te pondrás tenso. Por eso disfrutas la novela de
detectives. Cuanto más tenso te pones, más disfrutas. Cuanto
más suspenso hay sobre lo que va a pasar, más te excitas..., y
estás cambiado la química de tu cuerpo.
Todas estas técnicas también cambian la química de tu
cuerpo. Si percibes el mundo entero como lleno de vida, luz,
entonces estás cambiando la química de tu cuerpo. Y esto es una
reacción en cadena. Cuando cambia la química de tu cuerpo,
puedes mirar el mundo y parecerá más vivo. Y si parece más
vivo, la química de tu cuerpo volverá a cambiar, y entonces se
vuelve una cadena.
Si este método se hace durante tres meses, estarás viviendo
en un mundo diferente, porque ahora tú serás diferente.
Capítulo 48
La Potencialidad de la Semilla
Preguntas
Primera pregunta:
Última pregunta:
Capítulo 49
Los Sutras
Capítulo 50
Ir a Las Raíces
Preguntas
Primera pregunta:
Segunda pregunta:
I
¿No es cierto que todas las técnicas de meditación son, en
realidad, acciones que llevan al buscador a su ser?
Tercera pregunta: