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Los Primitivos Italianos

Ya habíamos revisado en clase que Italia no sobresalió en el románico


ni el gótico, pero que esperaba su oportunidad para colocarse a la
cabeza de Europa.
En la Baja Edad Media, cuando Francia y el resto de Europa vivían aún
en pleno gótico, brotan en Italia los chispazos de un arte nuevo,
inusitado y revolucionario.
El arte, como el pensamiento, va más rápido que la acción política y
social. El brote italiano de los siglos XIII y XIV tiene respuesta política
adecuada hasta muchos siglos después. Por eso, muchas veces es
más útil estudiar arte que política, si se quiere averiguar los
profundos senderos de la Historia.
Tampoco es una casualidad que fuera precisamente en Italia donde
comienza ese estilo, y es interesante ver que en este caso no es el
arte el principio autónomo de todo lo demás, sino que, también,
depende de otras cosas. El arte, como toda manifestación humana,
funciona dentro de la vida del hombre, en función de ella y depende
de sus alteraciones. Lo que ocurrió en Italia a partir del siglo XIII no
fue sólo un cambio de estilos artísticos -que en teoría es lo que nos
interesa- también fue un cambio en la estructura de vida, es decir,
también se movieron los usos y creencias.
Italia presentaba muchas diferencias con respecto a los demás
pueblos europeos de esta época. Una de ellas era que continuaba
viviendo en núcleos separados e independientes, mientras que en
todos los demás países ya se habían hecho intentos de unificación.
Por otro lado se halla situada en un lugar privilegiado en el
Mediterráneo y en esa época tenía un prestigio comercial indudable.
Gracias a esta posición, las pequeñas repúblicas italianas se
convirtieron en emporios comerciales que acumularon toda la
moneda de Europa. Fueron, sin duda, los puntos más ricos y activos
de Europa desde el siglo XII. En este aspecto hay que destacar a
Venecia y Génova, que fueron centros internacionales de cambio y
comercio, con sus naves ponían en contacto Oriente con Occidente y
eran las únicas vías de paso de las mercancías orientales. Gracias a
las Cruzadas, estos pequeños puertos italianos tomaron gran auge,
pues hicieron enormes negocios a costa de los caballeros feudales
europeos. Esta riqueza les permitió vivir forma diferente a los demás
países europeos.
En el curso pasado, habíamos mencionado que las Cruzadas fueron
un acontecimiento muy importante para la historia occidental, no sólo
porque las pequeñas repúblicas mediterráneas obtuvieron enormes
riquezas, gracias a que alquilaban sus naves para el transporte de los
cruzados, sino también porque abrieron paso a una gran cantidad de
influencias entre Oriente y Occidente. Los señores feudales de
occidente, que nunca habían salido de sus dominios, se vieron
sorprendidos y deslumbrados por otros sistemas de vida mucho más
abiertos y urbanos que el suyo. Descubrieron lujos y refinamientos
que antes no podían ni imaginar y les gustaron tanto que los
adaptaron a sus modos de vida. Y no solamente en relación a los
refinamientos materiales, también en relación a cuestiones
intelectuales. En una palabra; estas relaciones cambiaron los puntos
de vista, los conocimientos y creencias del mundo europeo, y
entonces se produjo un cambio fundamental en sus estructuras. Una
de las consecuencias fundamentales de este cambio fue el arte
italiano del siglo XIV, que significó una auténtica revolución del estilo
europeo.
Me parece importante detenernos brevemente en las distintas
repúblicas italianas, que formaban el mosaico de pueblos de la
península mediterránea. En el Occidente destacan los dos puertos de
Pisa y Génova, tradicionales rivales en toda empresa.

A partir del siglo XII, Génova fue oscureciendo a Pisa, que quedó
relegada a segundo plano.
Florencia alcanzó su importancia más tarde, cuando la fuerte
burguesía toscana adquirió preponderancia sobre Pisa y salió al mar
por el puerto de Livomo.

Provincia de
Florencia
Y es aquí donde aparece la familia Médicis, que gracias a esta
bonanza comercial atesoraron una gran fortuna, por supuesto que no
fueron los únicos, ni mucho menos, pero sí fueron los que lograron
más seguridad y ganancias al invertir su dinero.
Los Médicis se apoderaron del gobierno florentino y administraron la
ciudad durante varias generaciones, al mando de una burguesía
rebelde y descontenta que después de eliminar a los nobles se
dedicaban a combatir unos contra otros. Cosme de Médicis
(Cosimo)quién fue fundador de la dinastía Medicis (al que también
llamaron "Cosimo Pater Patriae", Padre de la Patria)este hombre llevó
a Florencia a un periodo de apogeo económico y material nunca
conocido hasta entonces, pero no sólo eso, embelleció la ciudad y
sobre todo protegió las artes y letras de tal modo que bajo su cobijo
encontraron una época de gran desarrollo. Sus hijos y nietos, sobre
todo el famoso Lorenzo, lucharon mucho por conservar lo que el gran
Cósimo había hecho, sin embargo prefirieron dedicarse a la vida
intelectual y dejaron de lado los asuntos de gobierno.
En esta época, el sur de Italia con centro en Nápoles, cayó en manos
del rey de Aragón, después de estar durante mucho tiempo bajo el
poder de los Anjou franceses.
Alrededor de Roma había una serie de territorios que se conocen con
el nombre de Estados Pontificios y continuaron perteneciendo al Papa
hasta el siglo XIX. Aquí la cuestión es que los Papas, no siempre
mostraron autoridad sobre sus territorios. Durante el llamado Cisma
de Occidente1, los nobles romanos se adueñaron de la ciudad y
establecieron una especie de república autónoma imitando a otros
territorios italianos. Las disputas internas de la nobleza romana,
crueles y sangrientas, alteraron continuamente la vida del centro de
Italia. Cuando finalmente se resuelven las disputas y llegan al
Pontificado algunos Papas de gran importancia personal, esto coloca
de nuevo a la Iglesia a la cabeza de los Estados Pontificios.
Venecia fue, como ya dijimos, la ciudad clave en este desarrollo
económico. Esta fue la ciudad más progresista y más afortunada al
mismo tiempo; no en vano se dice que la fortuna ayuda a los
audaces. Los venecianos, además de audaces, fueron excelentes
marineros y hábiles comerciantes. A ellos se les debe la invención de
un gran número de técnicas bancarias que todavía se utilizan:
pagarés, letras de cambio y balances por ejemplo. El gran prestigio
de sus instituciones bancarias, solventes y serias, unido al enorme
alcance de sus barcos, les convirtió en dueños del Mediterráneo
durante mucho tiempo. Génova siempre mantuvo pugna con Venecia,
pero fue vencida una y otra vez, tanto en el terreno mercantil como
en las intrigas diplomáticas. En realidad podemos asegurar que la
mejor diplomacia europea de esta época, por no decir la única, fue la
veneciana, sus negociantes lograron incontables éxitos con países
lejanos y sumamente hostiles. Los venecianos no se limitaron a su
entorno cercano, también llegaron a tener un importante dominio en

1
Conflicto en el que varios Papas se disputaban la autoridad pontificia (1378–1417).
el valle del Po, que estaba formado por ciudades progresistas en
manos de los nobles y, que, para librarse de ellos, decidieron
cobijarse bajo las alas de la ciudad de las lagunas. Venecia era una
República que nombraba un duque o "dux", de carácter vitalicio.
Como todos los gobernantes italianos de esta época, no eran cargos
democráticos, pues siempre se escogían dentro de la misma familia o
de las familias más importantes. Casi siempre estas familias solían
pertenecer a la alta burguesía veneciana. En su estructura
administrativa había varios órganos de gobierno, sin embargo el más
importante era el Gran Consejo, formado por todos los representantes
ricos y activos de la burguesía veneciana.
A partir del siglo XIV, el "dux" fue perdiendo importancia hasta quedar
convertido solamente en un cargo honorario y con escasísimas
funciones.
Por otro lado, en casi todas las ciudades italianas reinaba un régimen
de república independiente, pero en la realidad el gobierno siempre
terminaba cayendo en manos de los burgueses más audaces y
acaudalados, los cuales, a su vez, siempre procuraron fomentar el
comercio y ganancias de la república. Y aquí surge un tipo de
personaje muy peculiar: los "condotieros" que eran caudillos
guerreros, procedentes de la clase baja y que llegaron a ser jefes
militares (mercenarios) a sueldo en las florecientes ciudades italianas.
Los "condotieros" defendían a la ciudad contra los ataques de las
ciudades vecinas o del Emperador alemán o del Papa romano, sin
embargo siempre acababan mal pagados pues terminaban
desterrados o ejecutados por los ciudadanos.
Como ya se mencionó, la riqueza de las ciudades italianas provenía
del comercio entre Oriente y Occidente. Los artículos con los que se
mercadeaba eran muy variados. De Oriente venían sedas, brocados,
especias, marfil y objetos suntuosos en general. De Occidente venía
la lana, paños, trigo, miel y pieles entre muchos otros.
Esta prosperidad de las ciudades italianas -encabezadas por Venecia
y Génova- permite el desarrollo de repúblicas independientes, y en
estas se produce un desarrollo cultural importantísimo. Los nuevos
burgueses, que son ciudadanos que viven del comercio y que tienen
dinero, son los que introducen un tipo de mentalidad abierta y
revolucionaria. Son amantes de la claridad, del naturalismo, de la vida
familiar confortable, en resumen; de todo lo racional y sistemático. En
este contexto, el arte italiano sufre un cambio de noventa grados y
deja de ser aquel estilo hiératico y rígido de los bizantinos para
alcanzar grados de naturalismo desconocidos hasta entonces. Si
recuerdan, habíamos hablado que el arte románico, y de alguna
manera el bizantino también, había sido un arte predominantemente
alegórico y simbólico. Sin embargo, el arte italiano del siglo XIII y XIV
va a mostrar amor por el naturalismo visual. Es muy difícil establecer
el momento exacto en que los pintores italianos dejan de ser
bizantinos y pasan a ser naturalistas. A estos hombres de transición,
que la mayoría de las veces no sabemos si colocar en un estilo u otro,
y que viven durante los siglos XIII y XIV, suele llamárseles "primitivos
italianos". Esta denominación, puede ser confusa, porque si bien son
primitivos comparados con los renacentistas y naturalistas plenos del
siglo XV, también representan, un importante avance si los
comparamos con los pintores anteriores, románicos y bizantinos que
seguían apegados a las costumbres medievales.
En resumen, en Italia se produce el primer cambio económico y social
de la Baja Edad Media, y paralelo a este cambio se da otro –
igualmente fundamental- en las estructuras del arte, tanto en sus
formas como en sus contenidos. No olvidemos que el arte va
cambiando al compás que la vida y el hombre lo hacen, es un reflejo
de lo que piensa, siente y vive.
Pero antes de revisar a estos "primitivos italianos" me parece
importante revisar algunos elementos anteriores2.
Durante más de seis siglos, pero especialmente en los que
transcurren desde el siglo XI (hundimiento económico de Bizancio) al
XIII, los italianos contemplaron el estilo bizantino, que era importado
por los monjes griegos, que llegaban constantemente a Italia huyendo
de las persecuciones religiosas o de las políticas del Basileo bizantino.
Lo que les llegaba eran imágenes fabricadas en serie. Vírgenes y
Cristos de actitud inmóvil que se repetían incansablemente.
Llega un momento en que los artistas ya no saben por qué hacen lo
que hacen, sino que lo hacen por pura inercia. Lo que nos lleva a un
fenómeno interesante, en todo período artístico encontramos que hay
una época de maduración donde la producción de obra es febril y
activa, hay otra época de hallazgos definitivos o clásica y otra de
repetición de modelos, al que los estudiosos llaman academicista,
porque ya no realiza los modelos con una finalidad propia, ya los
trazos no responden a una necesidad vital, sino que los siguen
repitiéndose inconscientemente.

2
Las vacaciones fueron largas.

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