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CANCELACIÓN DE ANTECEDENTES POLICIALES.

Jurisprudencia constitucionalidad en acciones de protección de privacidad, en las que se


denunció la omisión en la cancelación de antecedentes policiales, Alcances y legitimación.
“Según SCP 0090/2014-S1 Sucre, 24 de noviembre de 2014 y SCP 0192/2015-S2
Sucre, 25 de febrero de 2015”

Con carácter previo indicar la Naturaleza jurídica de la Acción de Protección de Privacidad


que, nuestra carta magna dispone:
El art. 130 de la C.P.E., señala que:
I. Toda persona individual o colectiva que crea estar indebida o ilegalmente
impedida de conocer, objetar u obtener la eliminación o rectificación de los datos
registrados por cualquier medio físico, electrónico, magnético o informático, en
archivos o bancos de datos públicos o privados, o que afecten a su derecho
fundamental a la intimidad y privacidad personal o familiar, o a su propia imagen,
honra y reputación, podrá interponer acción de protección de privacidad.
II. La acción de protección de privacidad no procederá para levantar el
secreto en materia de prensa”.
Por su parte el art. 58 del Código Procesal Constitucional (CPCo), refiere que:
Art. 58.- (OBJETO). La acción de protección de privacidad tiene por objeto
garantizar el derecho de toda persona a conocer sus datos registrados por cualquier
medio físico, electrónico, magnético o informático, que se encuentre en archivos o
bancos de datos públicos o privados; y a objetar u obtener la eliminación o
rectificación de éstos cuando contengan errores o afecten a su derecho a la intimidad y
privacidad personal o familiar, o a su propia imagen, honra y reputación”.

En la opinión del profesor Pedro Gareca Perales esta acción de defensa “Es una garantía
constitucional de naturaleza tutelar destinada a proteger el derecho a la autotutela informativa, en
tanto y en cuanto no exista otro medio jurídico eficaz instituido para garantizar este derecho
sustantivo, razón por la cual se establece que la activación del control de constitucionalidad por medio
de este mecanismo de defensa de ninguna manera puede sustituir o ser alternativo de otros
procedimientos administrativos o jurisdiccionales previstos para su debida protección”.

Respecto al procedimiento que la dirige el art. 131.I de la Norma Suprema, establece que:
Art. 131. Parágrafo I) La acción de protección de privacidad tendrá lugar de
acuerdo con el procedimiento previsto para la acción de amparo constitucional.

Lo que implica que también está regida por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
De la normativa y doctrina señaladas se puede precisar que la acción de protección de
privacidad, constituye una garantía constitucional de carácter procesal que puede ser interpuesta ante
la jurisdicción constitucional, previo agotamiento de los medios administrativos o judiciales, por
cualquier persona natural o jurídica que considere que se vulneran sus derechos a la intimidad y
privacidad personal o familiar, o a su propia imagen, honra y reputación por estar impedida de
obtener la eliminación o rectificación de sus datos personales registrados en cualquier archivo o banco
de datos públicos o privados.
(S.C.P. 0192/2015-S2 Sucre, 25 de febrero de 2015; en virtud a los entendimientos
jurisprudenciales y los argumentos desarrollados en el Fundamento Jurídico III. 3 del presente
fallo)

LA CANCELACIÓN DE ANTECEDENTES POLICIALES EN LOS CASOS EN QUE


NO SE HAYA INICIADO PROCESO ALGUNO NI INVESTIGACIÓN CONTRA LA
PERSONA QUE LO SOLICITA, NO REQUIERE ORDEN JUDICIAL

Con relación al tema, en una situación análoga, al caso que ahora se analiza la SC 1972/2011-
R de 7 de diciembre, determinó que la cancelación de antecedentes policiales relacionados al
narcotráfico, debe ser por orden judicial, pese a que no se hubiere iniciado proceso penal contra la
peticionaria de tutela.
Sin embargo, la SCP 0090/2014-S1, ya aludida precedentemente, citando jurisprudencia
anterior sobre el tema, hizo un pronunciamiento y diferenciación, respecto a los casos en los que antes
de acudir a la jurisdicción constitucional se debe acudir a la institución respectiva adjuntando la orden
judicial expresa que exija la cancelación de antecedentes policiales, como requisito de cumplimiento
al principio de subsidiariedad; así también dicho fallo constitucional hizo referencia a las
circunstancias en las que no se puede exigir tal formalidad, pudiendo el interesado interponer
directamente su demanda de acción de protección de privacidad; cuando haya existido negativa u
omisión en la cancelación de antecedentes policiales así el entendimiento de la Sentencia
Constitucional Plurinacional citada, de manera clara señala:
“De los fallos constitucionales plurinacionales citados, se llega al siguiente entendimiento: En
el caso de antecedentes policiales, en los que conste denuncia, que no hubiera derivado en el
inicio de un proceso penal ni investigación alguna respecto a la misma, resulta procedente la
cancelación de éstos, sin orden judicial previa alguna, toda vez que se entiende que, la causa no
estuvo sometida a control jurisdiccional alguno, por las razones indicadas; no obstante, en el
supuesto en que, se hubiera dado apertura a la acción penal, extinguiéndose ésta por algún
criterio de oportunidad reglada, aplicada en el marco de los arts. 21 y 22 del CPP, es necesaria
una orden judicial expresa, que establezca aquello, acompañando la Resolución ejecutoriada
pertinente, que hubiere emitido dicha determinación”.
Razonamiento que se comparte y que merece ser reiterado a través de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, por cuanto desde el enfoque garantista de la Norma Suprema, se deben
evitar los formalismos excesivos a fin de asegurar la eficacia máxima de los derechos fundamentales,
sin que ello signifique el desconocimiento formal que si bien no debe ser desmesurado, es necesario
dentro del trámite de los procesos judiciales, administrativos y constitucionales.
Bajo esa óptica, tomando como parámetro el asunto que ahora se dilucida, se concluye que no
es exigible la presentación de orden judicial expresa ante la FELCN, para la cancelación de
antecedentes policiales, cuando no se inició proceso ni investigación alguna contra la persona
que lo solicita, porque ello implicaría establecer un requisito formal que no tiene razón de ser,
por el mismo hecho de que no se le abrió causa penal; pudiendo consecuentemente la misma
dirigir directamente su pretensión ante la institución referida para la solicitud de cancelación
de antecedentes policiales y en caso de contar con su negativa, interponer la acción de
protección de privacidad, demostrando la no existencia de apertura de proceso penal ni
investigativo en su contra.
(Según esta línea jurisprudencial, SCP 0090/2014-S1 Sucre, 24 de noviembre de 2014; en virtud
a los entendimientos jurisprudenciales y los argumentos desarrollados en el Fundamento
Jurídico III. 3 del presente fallo)

ACCIÓN DE PROTECCIÓN DE
PRIVACIDAD, EN LAS QUE SE DENUNCIÓ LA OMISIÓN EN LA CANCELACIÓN DE
ANTECEDENTES POLICIALES.

Observando que en la problemática planteada, la accionante cuestiona la omisión de las


autoridades judicial, fiscal y policial, en la cancelación de sus antecedentes policiales, impetrado en
cada una de las instancias indicadas; concierne referirse a casos resueltos por este Tribunal, mediante
el conocimiento de acciones de protección de privacidad, cuyas temáticas versaban precisamente, en
relación a solicitudes de anulación de los antecedentes aludidos, que iban en desmedro de los
derechos de los entonces accionantes protegidos por esta garantía jurisdiccional constitucional.
En forma previa, concierne referir que, la Policía Nacional, cuenta con un sistema
computarizado de registro de antecedentes policiales, en el que se mantienen, archivan y registran los
antecedentes penales de las personas.
Debiendo considerarse que, dicho registro, según la SC 0379/2002-R de 9 de abril, se halla
compuesto por: “…hechos comprobados durante la investigación y elaboración de Diligencias de
Policía Judicial. (…) el registro de antecedentes policiales, constituye un problema grave, para quien
realmente lo merece, por cuanto puede generar consecuencias adversas, cuando se trata de valorar en
un proceso penal la buena conducta anterior (arts. 37 y 38 - a) del Código Penal), consecuencias que
también se encuentran vinculadas al buen nombre y honra de las personas o aquellas situaciones en
las que se deben valorar los antecedentes de una persona, para obtener un puesto de trabajo;
situaciones expuestas y otras que no han sido mencionadas, que pueden llegar a tener un efecto
negativo para la persona que tiene ese registro”.
En ese orden de ideas, la SC 1972/2011-R de 7 de diciembre, en un asunto en el que la
entonces impetrante de tutela, recurrió contra el Director Departamental de la FELCN de Santa Cruz,
por no haber procedido a la eliminación de sus antecedentes, precisó que: “…la cancelación de
antecedentes en actividades de narcotráfico, debe ser mediante orden judicial, adjuntando
certificado de antecedentes de la FELCN y del REJAP. Sin embargo, la accionante en vez de
proceder de esa manera; es decir, acudir a la jurisdicción ordinaria para que mediante orden judicial se
ordene a la FELCN, la eliminación de los antecedentes que considera lesionan sus derechos a la
imagen, honra y reputación; por cuanto, la autoridad demandada no negó la solicitud, sino indicó el
procedimiento a seguir, y que sería mediante orden judicial; ello no fue tomado en cuenta por la
accionante, que en vez de agotar esa vía, ignorando el carácter subsidiario de la acción de protección a
la privacidad, interpuso directamente la presente acción de tutela…”
Por su parte, la SC 1976/2011-R de 7 de diciembre, que resolvió un caso, en el que constaba
el registro de antecedentes policiales en relación al accionante, por una denuncia sentada en su contra,
producto de la que no se inició investigación alguna y por ende, tampoco proceso penal; determinó
que: “Con las certificaciones emitidas, -el impetrante de tutela- solicitó al Fiscal de Distrito y al
Director de la FELCC el levantamiento de antecedentes penales, misma que fue denegada por ambas
autoridades, motivando que acuda ante el Juez de Instrucción de Turno en lo Penal, autoridad judicial
que mediante Decreto de 22 de mayo de 2010, no dio curso a lo solicitado señalando no constar
ningún proceso contra el impetrante, menos que estuviere radicado en ese Juzgado, lo que evidencia
que con esas negativas se ha vulnerado el derecho a la privacidad, la imagen y reputación del
accionante, pues no obstante de reconocer que si bien existió una denuncia en su contra no se inició
la investigación ni tampoco proceso penal, por lo cual debieron dar curso a lo solicitado y ordenar
el levantamiento de antecedentes policiales de la base de datos de archivo, además, del sistema de
ingreso y seguimiento de causas, lo que evidencia vulneraron los derechos a la dignidad, imagen,
honra y reputación, determinando ello se conceda la tutela solicitada”.
De los fallos constitucionales plurinacionales citados, se llega al siguiente entendimiento: En
el caso de antecedentes policiales, en los que conste denuncia, que no hubiera derivado en el
inicio de un proceso penal ni investigación alguna respecto a la misma, resulta procedente la
cancelación de éstos, sin orden judicial previa alguna, toda vez que se entiende que, la causa no
estuvo sometida a control jurisdiccional alguno, por las razones indicadas; no obstante, en el
supuesto en que, se hubiera dado apertura a la acción penal, extinguiéndose ésta por algún
criterio de oportunidad reglada, aplicada en el marco de los arts. 21 y 22 del CPP, es necesaria una
orden judicial expresa, que establezca aquello, acompañando la Resolución ejecutoriada
pertinente, que hubiere emitido dicha determinación.
En ese sentido, ante la negativa de una autoridad judicial cautelar, en expedir la orden
aludida, a efecto que la Policía Nacional, a través de la instancia respectiva, proceda a la
cancelación de antecedentes policiales, por estar extinguida la acción penal, ante la admisión de
un criterio de oportunidad reglada aceptado en instancia jurisdiccional, con el consiguiente archivo de
obrados del proceso penal -criterios de oportunidad que se hallan instituidos en el ordenamiento
jurídico procesal penal, que buscan simplificar, economizar y concentrar los recursos y esfuerzos de
la justicia penal, hacia los asuntos graves que requieran de mayor conocimiento y contradicción, sin
que ello implique menoscabar las garantías procesales de los sujetos intervinientes; propendiendo
además con ello al descongestionamiento del sistema de administración de justicia penal,
prescindiendo de la instalación del juicio oral público y contradictorio-; el agraviado, se halla
facultado a activar la acción de protección de privacidad, que conforme a lo descrito en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se halla destinada a
lograr el conocimiento, actualización, rectificación o supresión de las informaciones o datos
contenidos en bases de datos públicos o privados, logrando así una tutela efectiva, respecto al derecho
a la autodeterminación informática, y la protección derivada de los derechos que tutela esta garantía
constitucional.
Debiendo precisarse en este punto que, si bien la autoridad judicial, no es el representante de
la entidad titular del banco de datos, la omisión ilegal que acarrea la vulneración de los derechos
amparados por esta acción constitucional, emerge de la ausencia de una orden expresa dictada a fin
que la instancia pertinente, materialice y concretice la cancelación y eliminación de los datos
contenidos en aquella. Lo que en definitiva, lo hace pasible a ser demandado, en pro de una tutela
efectiva, inmediata y oportuna del justiciable.

Nota 1. De lo cual se puede extraer que la cancelación de los antecedentes policiales se


procede en la siguiente manera: en los que conste denuncia, que no hubiera derivado en el inicio
de un proceso penal ni investigación alguna respecto a la misma, resulta procedente la
cancelación de éstos, sin orden judicial previa alguna y si el solicitante estuvo sometida a control
jurisdiccional y hubiera dado apertura a la acción penal, es necesaria una orden judicial expresa el
mismo debiendo acompañar la Resolución ejecutoriada pertinente, que hubiere emitido dicha
determinación.
Pues se entenderá que el registro de antecedentes policiales, constituye en la sociedad la
apreciación de la personalidad y la buena conducta de los ciudadanos y que el mismo registro puede
generar consecuencias adversas, cuando se trata de valorar en su desempeño y desenvolviendo e
integración en la sociedad y en un proceso penal; consecuencias que también se encuentran
vinculadas a la imagen, a la intimidad, privacidad personal, imagen, al buen nombre, honra y
reputación de las personas o aquellas situaciones en las que se deben valorar los antecedentes de una
persona, para obtener un puesto de trabajo; mismos registros pueden tener un efecto negativo para la
persona que tiene ese registro (arts. 37 y 38 numeral 1. a) del Código Penal)”.

Si las autoridades, omiten o restringen dicha solicitud conforme a la características de cada


caso, estarías restricción de los derechos a la intimidad, privacidad, imagen, honra y reputación;
siendo una información sensible que podía causarle daños y perjuicios en sus actividades diarias y
laborales.

Notas 2. Es así que bajo esta línea e interpretación de la SCP 0090/2014-S1 Sucre, 24 de
noviembre de 2014; en virtud a los entendimientos jurisprudenciales y los argumentos
desarrollados en el Fundamento Jurídico III. 3 del presente fallo, y S.C.P. 0192/2015-S2 Sucre,
25 de febrero de 2015; en virtud a los entendimientos jurisprudenciales y los argumentos
desarrollados en el Fundamento Jurídico III. 3 del presente fallo) la misma que confirma y
reitera los argumentos los entendimientos jurisprudenciales y los argumentos desarrollados de
la SCP0090/2014-S1 Sucre; ha establecido de manera clara “Que la cancelación de los antecedentes
policiales se procede en la siguiente manera: en los que conste denuncia, que no hubiera derivado
en el inicio de un proceso penal ni investigación alguna respecto a la misma, resulta procedente
la cancelación de éstos, sin orden judicial previa alguna y si el solicitante estuvo sometida a
control jurisdiccional y hubiera dado apertura a la acción penal, es necesaria una orden judicial
expresa el mismo debiendo acompañar la Resolución ejecutoriada pertinente, que hubiere
emitido dicha determinación”, de lo cual se establece de acuerdo a las características las autoridades
tiene que cumplir de forma obligatoria, así se resguardaría el derecho la imagen, honra y reputación
de la persona.
La pretensión jurídica, sin argumentos jurídicos desarrollados es simplemente el ejercicio del
derecho a la petición, esperando solo una respuesta positiva o negativa.

Dr. José Luis Andrade Camargo, Cel. Nº 70012714; Enlace de Whatsapp:


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