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María Belén Maldonado Matute

Grupo 2

Los ríos que son usados como fuente de agua son también medios para eliminar los
residuos generados por ellos. Este último uso perjudica la salud. El uso de los sistemas de
drenaje y alcantarillado datan desde los 5000 A.C en Mesopotamia y el más antiguo canal
de drenaje fue en Persia. La primera instalación de saneamiento fue en Babilonia en los
años 4000 A.C, un pozo ciego donde se depositaban los excrementos. El sistema de
alcantarillado más antiguo fue construido en Nippur, alrededor de los años 3500-4000 A.C.
En Atenas y Corinto se construyeron sistemas de alcantarillado utilizando canales
rectangulares, en donde las aguas se destinaban al suelo. Durante la época romana, los
desagües se hicieron comunes, la Cloaca Máxima que aún se encuentra en uso y
las ¨latrinae¨, que no eran más que lugares públicos para defecar.
Los primeros sistemas de alcantarillado evacuaban las aguas lluvias para evitar
inundaciones. La calle fue durante mucho tiempo, el lugar donde se destinaban residuos
líquidos afectando mucho las condiciones sanitarias. El primer paso en el saneamiento fue
la construcción de canales centrales en las calles que conduzcan las aguas residuales.
Pero fue hasta el siglo XIX que los sistemas de alcantarillado se convirtieron en una
necesidad debido a los brotes de cólera, ya que se descubrió que esta, además de la fiebre
tifoidea y otras infecciones entéricas eran transmitidas mediante el agua y que las aguas
servidas contenían los agentes causantes de esas enfermedades por lo que se requería la
construcción de grandes redes de alcantarillado. Por lo que el primer sistema de
alcantarillado moderno se diseñó en Hamburgo en 1842, teniendo en cuenta condiciones
topográficas y las necesidades reales de la comunidad. El concepto de Saneamiento como
lo conocemos hoy es nuevo, ya que tiene su origen en Europa a finales del siglo XIX.
En 1765, debido a las condiciones de las calles de la ciudad de Cuenca, las lluvias se
escurrían sin problema, las acequias de agua desembocan en lo que se llamaba el río
Matadero, en donde se juntan todas las aguas destinadas para riego, aseo y limpieza de
Cuenca. Posteriormente en el año de 1849, las calles de la ciudad se habían convertido en
letrinas de todos, las acequias recibían los desechos de todas las casas, y al mismo tiempo
no podían fluir adecuadamente, ya que no existía la cantidad suficiente de agua para
limpiarlas. En 1915 al no disponer la ciudad de un sistema de agua potable y por ende no
contar con servicios higiénicos, la mayoría de personas tomaban baños en el rio
denominado Matadero. Un poco después en 1920, las bacinillas de hierro enlozado eran
usadas para cubrir las necesidades básicas de la familia, las mismas eran reunidas en un
cuarto, descargadas y lavadas en las acequias, en las noches. Fue en 1924, que se realizó
la contratación para los primeros diseños de los sistemas de agua y alcantarillado, y se
comienza con la construcción de cloacas en el sentido Oeste-Este. Durante los años 1925
y 1942 se construyen los canales subterráneos en las calles La Mar, Bolívar y Gran
Colombia. En el año de 1939, todas las calles de la ciudad tenían una acequia que servía
para el aseo, pero como era de esperarse había presencia de olores desagradables en la
mañana y noche. El Ayuntamiento en 1947 decide cerrar las acequias de la calle Bolívar,
pero en cuestión de horas fueron abiertas nuevamente. Para inicios del siglo XX la situación
seguía siendo la misma, se usaban las bacinillas y su contenido se dirigía a las acequias,
o mucha gente usaba los bordes de las calles conocidas como huashas.

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