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- ¿Por dónde dijiste que pasaremos?

- Por la carretera mental


- ¿Carretera mental?
- Si, mira, es una carretera como la de toda la vida, solo que el paisaje se repite una y otra
vez
- ¿Cómo en los Picapiedra?
- Exacto, como en los Picapiedra, lo interesante es que mientras más te preocupas más
tarda en pasar
- ¿Nunca acaba?
- Nunca acaba, se repite el paisaje desértico una y otra y otra y otra vez, tienes que dejar de
pensar en aquello, cuando te relajas y no te importa si acaba o no el camino, entonces
llegas al cruce final
- ¿Y cuánto se tarda en cambiar?
- Depende de ti, puedes estar diez segundos o diez años, vamos concéntrate

Apreté el volante con fuerza y seguí conduciendo fuerte y derecho, a mi alrededor había arena,
arena y neblina, un paisaje que se repetía cada diez segundos, el vehículo pasaba por el lado de los
mismos arbustos y no cambiaban, trataba de concentrarme en ellos, buscar aunque sea un detalle
que me dijese que los arbustos cambiaban, pero no, eran desesperadamente siempre los mismos,
al rato los olvidé, ya no me llamaban la atención, los mismos tres arbustos, el pequeño, el de la
rama quemada, y el lejano. De pronto una señalética irrumpió en mi pesadilla, un disco amarillo al
final de la vía marcaba dos direcciones, derecha e izquierda, no sabía cuál decidir así que le
pregunté rápido a mi acompañante.

- ¡La señal! Hacia dónde viramos, rápido no puedo detenerme.

Había acelerado mucho, el marcador indicaba casi 200 kilómetros por hora

- Hacia la izquierda – respondió mi amigo y no dejaba de reírse como un desquiciado


- ¿De qué te ríes? – le pregunté aún asustado
- De tu cara – me dijo – la hubieras visto, parecías un bebé
- Era mi primera vez, que esperabas ¿cuánto tiempo demoré en pasar el bucle?
- Como ocho minutos, los mejores ocho de mi vida
- Eres un estúpido – le dije. No podía creer que habían pasado ocho minutos
- Mira, para la otra yo tomo el volante ¿sí?
- ¡¿Que?! ¿Pudiste cruzar la carretera tú mismo?
- Por supuesto ¿Qué pensabas, que explotaría tu cabeza al soltar el volante? No es una
carretera mágica o algo así
- ¿Y por qué no me lo dijiste? podríamos haber pasado años ahí
- ¿Y perderme la diversión? Ni loco, además no te iba a dejar pasar más de diez minutos.

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