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Juegos de azar Una adicción peligrosa

La adicción al juego es tan dañina como cualquier otra, tanto para


la persona afectada como para su familia, y para superarla se
requiere
by  Lisbeth Huertas Jiménez Ago 09, 2002

La adicción al juego es tan dañina como cualquier otra, tanto


para la persona afectada como para su familia, y para superarla
se requiere ayuda profesional.
Los juegos de azar afectan a hombres y mujeres, pero en mayor
medida a los primeros.
María es una mujer de 58 años, de Tres Ríos de Cartago, quien
trabaja como empleada doméstica a destajo y no se pierde un
bingo, pese a que nunca se había ganado nada.
Su felicidad llegó cuando obtuvo un premio menor en el bingo de
la Escuela Franklin Roosevelt, de San Pedro de Montes de Oca,
donde asistió con su hija y nietas.
“Yo  he visitado casi todos los bingos de la zona, desde hace años
voy cuando me entero que hacen uno”, aseguró.
Ella se siente muy satisfecha con su entretenimiento para el cual
siempre encuentra dinero y si bien asegura no tiene dependencia
al juego, sí lo disfruta mucho.
Solo los psicólogos podrían diagnosticar si María es adicta al
bingo, pero lo cierto es que el juego se torna patológico cuando se
vuelve obsesivo y se realiza sin mesura.
Al respecto, el psicólogo Henry López, de la Unidad de Servicios
de Psicología  de la Oficina de Salud de la Universidad de Costa
Rica, explicó que se comienza como una costumbre que, al
repetirse en forma consistente, se puede transformar en un hábito
el cual, por repetición, termina en una especie de adicción.

Al preguntarle por qué unas personas desarrollan adicción y otras


no, manifestó que hay cerebros que ya traen la predisposición, la
cual es fomentada por el ambiente.
López, quien tiene una maestría en adicciones, detalló que los
problemas con el juego tiene que ver con diferentes trastornos,
según la clasificación del manual diagnóstico  estadístico de los
trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, 
DSM-IV.
El juego patológico está considerado como uno de los trastornos
dentro de la falta de control de impulsos. Puede ser precipitado si
hay un trastorno obsesivo-compulsivo y aparecer en la
personalidad sociopática (personas que buscan transgredir las
normas).
Al consultársele si ha tenido  pacientes con adicción al juego,
afirmó que algunas veces trabajó con apostadores y era muy claro
que  había adicción, pues involucraba la necesidad de ganar, de
hacerse rico de la noche a la mañana (ambición), compulsión
hacia el juego y placer al practicarlo.
Los mecanismos que pueden  facilitar el desarrollo  de un
trastorno de juego patológico en las personas adultas, pueden ser
el licor y las drogas, los problemas familiares, las necesidades
económicas y  una conducta de ambición (hacerse rico sin
importar cómo).
Respecto al tratamiento, manifestó que se puede tratar con
medicación y psicoterapia, excepto en el caso de la personalidad
sociopática, por cuanto tiene un diagnóstico muy difícil.
Sobre algunos indicadores que podrían ser indicios en la infancia
de predisposición a conductas adictivas, por la falta de control de
impulsos, resaltó el hábito de comer mucho, la repetición de
determinados actos, impulsividad y problemas de conducta.
En cuanto a estadísticas, dijo que hay mucha gente con estos
trastornos  bioquímicos, pero no existen estudios en el país.
LUDOPATIA
La adicción al juego, también llamada ludopatía, (juego
patológico) es definida como un trastorno mental, tanto en el
manual de clasificación de enfermedades mentales de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el ICE-10, como en el de
la DSM-IV.
Según esta última, se está ante un jugador patológico cuando se
cumplen ciertas condiciones o características, como que la
persona piensa constantemente en el juego, no puede controlarlo
o interrumpirlo, gasta cada vez más dinero, presenta estados de
irritabilidad o ansiedad cuando intenta dejar de jugar, lo utiliza
como escape de sus problemas o de su depresión, y vuelve a
jugar una y otra vez, aunque pierda dinero.
Por ejemplo, a Manuel le gustaba jugar pool ; con el tiempo se le
tornó costumbre reunirse todas las semanas con sus amigos para
practicarlo y después se convirtió en hábito. La deuda fue cada
vez más grande; terminó empeñando y perdiendo su finca y luego
hasta su familia.
El caso de María y Manuel son reales, aunque se describen con
nombres falsos. Pero como ellos  hay muchos en nuestro país,
amantes de los bingos, los pooles, la lotería, los casinos, las
apuestas  y todo tipo de juegos de azar.
Para  la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en
Rehabilitación  (Azajer), de Aragón, España ( página Web
azajer.com) el juego no es un vicio, como se cree popularmente,
sino una enfermedad; una necesidad creciente y descontrolada
por hacerlo.
Según sus datos, España es la tercera nación del mundo que
gasta en juegos de azar, después de Estados Unidos  y Filipinas;
además ocupa el primer lugar de la Unión Europea en cantidad y
variedad de   juegos públicos y privados.
En ese y otros países esta adicción a los juegos es muy popular,
incluso hay centros de atención donde se enseña al paciente a
controlar y encauzar sus impulsos, así como a mejorar las pautas
de comportamiento y socialización y a encauzar las energías hacia
otras ocupaciones no menos excitantes, como el deporte o la
aventura.
Entre las recomendaciones para evitar convertirse en una persona
adicta al juego está hacerlo por diversión,  disponer de una
cantidad fija de dinero para ello, no intentar recuperar las
pérdidas, retirarse cuando aún le quedan fondos, entretenerse en
otras actividades.
El tratamiento debe incluir aspectos  médicos, psicológicos y
sociales. Muchas  veces es necesario practicar programas de
deshabituación, basados en técnicas psicológicas que potencien el
control de los impulsos. También son útiles las asociaciones de
autoayuda, tipo “alcohólicos anónimos”, con dinámicas de grupo
encaminadas a conseguir un refuerzo social, tanto para el
paciente como para sus familiares.
PROHIBIR EL JUEGO
Sobre la posibilidad de regular en el país los juegos de azar, López
dijo que “todo aquello que fomente una adicción es nocivo para el
individuo en todos los aspectos, pues es un factor de riesgo”.
Sin embargo, considera que hay una dificultad, pues no todos
presentan el trastorno del juego patológico y este no es
identificable a simple vista.
Por su parte, el Dr. Eduardo Flores, presidente del Colegio de
Médicos y Cirujanos, cree que para tratar de prevenir socialmente
la ludopatía se debe “prohibir todo tipo de juego ilícito, público y
privado, poco o muy adictivos”.
Así lo afirma en misiva enviada a la diputada Joyce Zürcher en
junio pasado, en la que además propone tratar el tema como se
hace con el tabaquismo, el alcoholismo y la drogadicción.
Esta responde a la consulta del informe sobre la adicción a los
juegos de azar, elaborado por la Dra. Yalena De la Cruz, asesora
de Zürcher.
También el expresidente del Instituto sobre Alcoholismo y
Farmacodependencia (IAFA),  Luis Eduardo Sandí, recomendó
“limitar hasta dónde se pueda  la proliferación de salas de juego”,
por cuanto la adicción a este es dañina, ya que se trata de una
enfermedad de vastas consecuencias en el afectado y su familia.
Así mismo el Director de la Escuela de Psicología de la Universidad
Nacional, Danilo Pérez, quien se pronunció a favor de  regular los
juegos, en particular los casinos, lo cual calificó como un intento
loable  para atenuar  las condiciones de riesgo.
“No obstante -manifestó- hay que considerar que la ludopatía  no
se relaciona exclusivamente  con ciertos juegos en particular, 
sino con la lógica general del sistema  capitalista y que, por ende,
habría que ir más allá de los juegos  de azar evidentes”.

Abuso de juegos en internet


afecta a universitarios
si este problema no es atendido oportunamente puede convertirse en ludopatía o adicción
compulsiva al juego.

El abuso de los juegos en internet afecta no solo a la población infantil y adolescente, sino también a
los universitarios, que llegan a dedicar hasta cinco horas diarias y tres veces por semana a esta
afición, reveló hoy una investigación hecha por Cedro en Lima y Callao.
El estudio, sobre la base de 29 casos atendidos por el Servicio de Consejería “Lugar de Escucha” en
2011, señala que el 83% por ciento de jóvenes presenta esta conducta.

Milton Rojas, especialista del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de
Drogas (Cedro) y autor de esta investigación, sostuvo que se trata de un comportamiento
multiproblemático que puede generar una dependencia a los juegos en línea.

Consideró que si este problema no es atendido oportunamente puede convertirse en ludopatía o


adicción compulsiva al juego.

El experto señaló que el abuso del juego llevó a una disminución del rendimiento académico de los
estudiantes atendidos por Cedro, y muchos de ellos corrieron el riesgo de perder el ciclo por
desaprobación reiterada de cursos.

El estudio indica que la edad de inicio de los universitarios atendidos fue a los 12 años y se inició en
internet.

Los juegos más frecuentes en estos estudiantes son aquellos considerados como estratégicos,
como el “Starcraft”, “Mad”, “Frontline Defense”, “Counter Strike”; así como los referidos al fútbol y a
las aventuras, entre otros.

La mayoría de universitarios juega acudiendo a cabinas públicas, y otros lo hacen en su hogar o en


casa de amigos.

Rojas advirtió que este comportamiento debe ser identificado por los padres de familia y tratado lo
antes posible con especialistas para evitar que degenere en ludopatía o adicción al juego.

Explicó que los ludópatas pueden no solo dilapidar su patrimonio, sino exponer su vida con tal de
satisfacer su adicción al juego.

“En la ludopatía hay más semejanzas que diferencias con la drogadicción. Hay pérdida de
autocontrol, síndrome de abstinencia, entre otros síntomas similares”, precisó.

En este sentido, el especialista de Cedro formuló un llamado a las familias y a las universidades para
que asuman su rol en la prevención de estos comportamientos que pueden afectar el desempeño
académico de los universitarios.

“El abuso de los juegos puede ocasionar que los estudiantes pierdan interés en sus estudios y
abandonen la carrera por bajo rendimiento. Y si se convierten en ludópatas, el riesgo se multiplica y
demandará un tratamiento que puede llegar a ser de largo aliento según el grado de adicción”,
enfatizó. (ANDINA)

Nuestro cerebro y los juegos de Azar


Como todo estímulo externo, los juegos de azar activan diversos mecanismos neuronales dentro de nuestro cerebro, a menudo
en torno a las sensaciones provocadas por el riesgo, la incertidumbre o la ambición. Un juego de azar puro, como puede ser una
máquina tragaperras, alimenta exclusivamente estos sentimientos. Pero los juegos que exigen una interactuación con el jugador,
aquellos en los que tenemos que aplicar una estrategia de juego, un cálculo de probabilidades, pueden ser muy beneficiosos
para nuestro cerebro.

A menudo se ha definido la inteligencia como la capacidad que tiene el ser humano de prever acontecimientos y actuar en
consecuencia a ello. Citando a Ortega, “el ser humano no vive en el presente, sino en el futuro”. El deporte y los juegos de
cartas son la plasmación de este rasgo en el plano lúdico: basándonos en la experiencia acumulada, emitimos previsiones de
futuro en base a las cuales intentaremos tener éxito. Juegos como el poker o el blackjack, por ejemplo, nos exigen pensar
constantemente en el porvenir cercano, y a una gran velocidad. Un conocimiento minucioso del juego y un cerebro entrenado
en adivinar lo que pueda pasar serán las claves para ser un buen jugador; es obvio, por tanto, que estas virtudes pueden ser
extrapolables a la vida cotidiana.
 

EJEMPLO DE TEORÍA DE JUEGOS Y AZARDENTRO DE LA INGENIERIA


CIVIL.
¿Después de todo esto, podemos aplicarlo a la ingeniería civil? Claro que sí. Esta teoría se ha
venido aplicando a muchos campos como la economía, guerra. Psicología, etc. Al fin y al cabo, se
trata de lograr averiguar cuál es la mejor forma de obtener el mejor coste y beneficio. Esto último
si lo tenemos en nuestras obras. ¿O no es así? Entonces si lo miramos desde otra perspectiva, la
obra podría ser una partida donde cada "jugador 'contratista, subcontrata, dirección obra, etc.)
"juega su papel para ganar, en este caso se "juega a ganar dinero o no perderlo. i nos paramos
a pensar cada uno lleva su estrategia el constructor intenta buscar modificados, la dirección de
obra que no se gaste un duro de más, el subcontratista evitar gastar lo más mínimo, el de
seguridad y salud que no haya ningún accidente.i todos se llevaran bien, y tuvieran una idea de
trata" o en equipo, finalmente el resultado obtenido para todos ser! mucho mejor y más rentable
para su bolsillo
Unos ejemplos claros aplicados en la construcción y particularmente en la ingeniería civil son:

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