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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FAULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA LITERATURA

Nombre: Hedim H. Huaygua Mamani Fecha: 04/12/2019


Materia: Filosofía y Literatura

Bartleby y Deleuze
Movimientos aberrantes y relación rizomática

I. Introducción

Gilles Deleuze fue un filósofo francés (1925 - 1995) muy famoso e influyente del siglo XX.
Además defendió la idea del inconsciente y el deseo. Entre sus postulados se encuentra los
movimientos aberrantes y el rizoma.

Los movimientos aberrantes o “forzados” son nuevas maneras de hacer filosofía para
Deleuze cuyas características serán la diferencia y la repetición que cuestionan la naturaleza
e integridad del conocimiento. Por otro lado, el filósofo francés califica al rizoma como una
categoría conceptual que otorga “la lógica de construcción y lectura de los otros” estos son
las máquinas deseantes, los flujos, lo esquizo, el inconsciente, etc.

El presente trabajo pretende identificar los movimientos aberrantes y la relación rizomática


del filósofo Gilles Deleuze en el relato de “Bartleby el escribiente” (1853) de Herman
Melville. Para tal cometido se analizará la frase que Bartleby constantemente repite: “I
would prefer not to/ preferiría no hacerlo”

Melville 1819 - 1891 fue un escritor y marinero estadounidense. Según El Pequeño


Larousse su familia paterna apellidaba Melvill estaba emparentada con la aristocracia
inglesa y por la línea materna (Gansevoort) provenía de los primeros pobladores
neerlandeses de la isla de Manhattan que también era un afamado héroe de la revolución
estadounidense. Herman era el segundo de los varones y el tercero en total. Cuando su

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padre murió contaba doce años. Melville inició sus trabajos en un banco y posteriormente
desempeñó diversos oficios.

“Bartleby el escribiente” es un cuento que narra la coexistencia de un abogado/ narrador y


sus copistas, quienes son llamados por sus apodos: Turkey, Nipper, Ginger. Luego Bartleby
se incorpora al stuff. Es este personaje quien perturba al abogado con su negatividad a
obedecerlo y su reiterada frase: I would prefer not to /preferiría no hacerlo. Hasta obligarlo
a actuar de forma esquizofrénica. Su rechazo a abandonar la oficina (en un primer
momento) para luego no dejar el edificio hace que el abogado se asuste y compadezca por
él.

II. Desarrollo

La indeterminación incómoda que Bartleby ocasiona es la frase misma “I would prefer not
to/ preferiría no hacerlo”, así como sus variaciones- no es gramaticalmente errada mas se
trata incluso de una frase coloquial. Pero, dice Deleuze, “aún siendo gramatical y
sintácticamente correcta, su abrupta terminación NOT TO al dejar en lo indeterminado
aquello que rechaza, le confiere un carácter radical, una especie de función-límite”. La frase
se presenta como una reacción a ciertas peticiones, Deleuze dice que la sintaxis misma de la
expresión presenta una suerte de invisibles puntos suspensivos, la frase misma parece
quedar abierta hacia un vacío a pesar de que juegue el papel de una supuesta respuesta a
una acción determinada. La frase vista desde una perspectiva limitada a lo lingüístico,
ofrece un cierto hechizo debido a la incómoda paradoja de saber que algo está bien y a la
vez no saber por qué se siente tan mal. A esto se refiere los movimientos aberrantes que
llevan a una situación a una indeterminación.

¿De qué habla el discurso de Bartleby? Y de nuevo se trata de una interrogante lanzada un
poco al vacío, pues otra de las particularidades del ‘Preferiría no hacerlo’ es que no tiene,
como una buena parte del lenguaje, una referencia. Evidentemente, no hay una cosa
designada por la sentencia; no hay un cuerpo, no hay ni siquiera la posibilidad de uno. Esto
concuerda con el principio de ruptura significante de la relación rizomática. En ella,

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Deleuze dice que un rizoma puede ser interrumpido en cualquier parte, pero siempre se
reconstituye según cualquier línea.

La sentencia imposibilita no sólo una teoría clásica de la referencia, en la que las palabras
denotarían cosas u objetos, sino también todo puente con otras palabras que ayuden a
construir algún tipo de significado. No hay estructura beatificante después de aquellas
palabras. Tiene un carácter de reducción al infinito que no remite directamente a un
segmento de realidad, sino a un término precedente: «anáfora absoluta, que gira sobre sí
misma, sin remitir a un objeto real ni a un término anaforizado (I would prefer not to prefer
not to)

Lo único que le queda a la fórmula, bajo esta perspectiva, son palabras que remiten a otras
palabras (se aplica la multiplicidad del rizoma): Bartleby está loco. Por el contrario, son
palabras que vuelven aferradas sobre sí mismas, un espejo frente a otro espejo, que reflejan
un algo, más bien parecido a nada, al infinito. La referencia de la frase a la frase misma es,
en este caso, igual a ninguna referencia.

En este camino de negaciones, en el que la enigmática sentencia ha mostrado su poder para


relacionarse con las cosas y con las palabras, queda todavía la pregunta que, en apariencia,
deja de lado al lenguaje: ¿qué pasa con los actos? Y ello también quiere decir: en todo este
alboroto, ¿qué pasa con el cuerpo? La frase de Bartleby es también un cuerpo Bartleby. Y
el cuerpo del escribiente es también una especie de fantasma. Por un lado, se trata de un
personaje sin biografía, que simplemente se aparece, nada se sabe de él, salvo que ha
trabajado anteriormente en la oficina de correo perdido. El filósofo francés dice que un
movimiento aberrante puede llegar a ser irracional, pero no ilógico. Esta filosofía instalará
otra lógica.

¿Pero, y su presente? Bartleby es, en gran parte, su pura sentencia. Un hilo fino de voz
porque, fuera de ella, así como carece de biografía, carece también de una voz. Llega a
nosotros sólo por su narrador.

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El “Preferiría no hacerlo” da cuenta de una solemne falta de voluntad, pues la fórmula no
rechaza ni acepta, prefiere la nada. Evidentemente no se trata de lo mismo, una voluntad de
nada representa una dirección, no importa si vacía. Porque Bartleby no escoge nada, no
decide nada, no hace nada. Deleuze, la fórmula “desconecta” las palabras de las cosas, pero
también los actos de las palabras: priva al lenguaje de toda referencia (la indeterminación)
¿Qué es lo que deja la sentencia? Desconecta las palabras de las cosas, las palabras de otras
palabras, e incluso las palabras de la voluntad y de los actos. Como si con sólo susurrarla se
hubiera agotado todo lenguaje. Y sin embargo la fórmula no es vacía. Algo hace.

Hay en juego en el lenguaje que preside del significante tradicional pero que, por lo pronto,
está en consonancia con el cuerpo: lo que está dicho es lo que está hecho. No es el acto de
una voluntad. Más allá de la sintaxis, Deleuze da cuenta de otro factor esencial a la
fórmula: su repetición. Porque la frase impacta desde su primera enunciación, pero su peso
se torna manifiesto al ser utilizada recurrentemente, al evidenciar que no remite a una
acción específica, sino que ese misterioso algo al que alude existe por sí mismo. Bartleby
repite una frase que está dentro de toda norma, pero que en su reiteración va deformando
todo lo que parecía expresamente organizado dentro de ella. La repetición de este cuerpo
organizado -la frase cotidiana que guarda legalmente las estructuras lingüísticas, los vasos
comunicantes con las cosas, la coherencia de una voluntad subjetiva y una acción empírica
se replica hasta romper como un huevo ese mismo cuerpo. Desterritorializa, de forma
aparentemente sutil, dicho orden, y lo lleva a cabo de una forma extrema y contagiosa. Este
comienza a triangular e incluso a contagiarse.

Los otros personajes del cuento se ven a sí mismos, sin darse cuenta, utilizando esa frase
medio vacía ya que, más que un contagio, se trata de una copia, justamente como las que
lleva a cabo el escribiente. No se trata de un virus que se sobreescribe en los demás -no es
una idea a seguir, no se trata de un pensamiento inspirador, por decirlo de alguna manera-
sino un copiar como un ver sin leer. De hecho Bartleby declina toda interpretación. Declina
responder, pero además en esa declinación las preguntas se deslizan, lo atraviesan como si
fuese un fantasma.

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Bartleby es la rehusación de un cuerpo organizado. Un cuerpo sin órganos, este genial
concepto deleuziano, refleja concepciones petrificadas, concepciones de piedra, en
oposición al movimiento de la lava: imaginamos normalmente un cuerpo de límites, un
recipiente lleno o vacío que tiene como bordes la piel. Cuando se trata de todo lo contrario
no es un cuerpo vacío y desprovisto de órganos, sino un cuerpo en el que lo que hace de
órganos se distribuye según fenómenos de masa. El cuerpo sin órganos se opone, pues, no
tanto a los órganos como a la organización de los órganos, en la medida en que esta
compondría un organismo.

En este sentido, sería difícil pensar a Bartleby como un cuerpo organizado. Por el contrario,
a pesar de lo sosa e increíblemente tradicional que puede resultar esta pálida figura, se trata
de un anarquista de una especie muy particular. Su mensaje, aparentemente legal, que se
distribuye rápidamente, es en realidad una especie de agujero negro. La fascinación que
ejerce Bartleby es la repetición del silencio. De pronto parece que el silencio es más grande
que la palabra. Que eso que el silencio referencia, es enorme, atemorizante.

III. Conclusión

Finalmente, se puede concluir que en la frase que constantemente repite Bartleby: “I would
prefer not to/ preferiría no hacerlo” se puede constatar la presencia de movimientos
aberrantes y la relación rizomática. Los elementos constantes de esta primera categoría:
repetición y diferenciación se hacen presentes en el relato debido a que dicha frase es
repetida 10 veces a lo largo del texto, sin embargo este tic es diferente las veces que se
presenta. Bartleby la inicia con un “preferiría no hacerlo” a “preferiría no responder”. La
indistinción entre saber si es una rotunda negativa o una sutil afirmación coloca a Bartleby
en una zona de indeterminación. La iterabilidad de la ambigua frase concreta la relación
rizomática a través de su principio de multiplicidad por variación. Al no contar con un
lenguaje de referencia pese a que está bien sintácticamente se produce una ruptura
asignificativa, es decir que se podrá reconstituir en cualquier momento.

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IV. Bibliografía

Agamben, G; Gilles D y Pardo J L. (2001). Bartleby o la fórmula. En Preferiría no


hacerlo.
Valencia: Pre – textos. 57 – 92.
Lapoujade, D. (2016). Introducción. En Deleuze, los movimientos aberrantes.
Buenos Aires: Cactus . 11- 26.
Murillo, M. (2019). Rizoma. En Deleuze y Guattari: el deseo y lo social.
Buenos Aires: Brueghel. 119 – 132.

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