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I. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS
Se puede definir como aquel contrato en virtud del cual una parte(denominada depositario) recibe
de otra (denominada depositante) que la entrega, una cosa mueble, con la obligación de
guardarla y restituirla cuando sea reclamada.
Cabe hablar de dos grandes tipos de depósito, un depósito de carácter civil cuya regulación se
contiene en los artículos 1758 y siguientes del Código Civil, y otro depósito de carácter mercantil
que revestirá tal carácter cuando conforme al artículo 303 del Código de Comercio el depositario
sea al menos comerciante, las cosas depositadas sean objeto de comercio, el depósito en si
constituya una operación mercantil, o se haga como causa o consecuencia de una operación
mercantil.
No se exige por nuestro legislador que adopte una forma determinada para su validez, pero lo
que sí requiere en todo caso es que se produzca la entrega de la cosa, dado que se trata de un
contrato real, y que quien la reciba la acepte con esa obligación de guardarla y restituirla, dado
que como dice nuestro Código de Comercio el depósito quedará constituido mediante la entrega,
al depositario, de la cosa que constituya su objeto.
La finalidad principal del depósito no es otra que la custodia de la cosa depositada, y esa
finalidad es en sí misma la propia esencia del contrato, de hecho hay entidades y personas como
los almacenes generales de depósito cuya única actividad consiste en la custodia de las cosas
depositadas, así como también existen sectores como el bancario en el que el depósito de
fondos es una de las principales operaciones que realizan.
A diferencia de lo que sucede con el depósito civil que se presume gratuito salvo pacto en
contrario, el depósito mercantil se presume oneroso o salvo pacto en contrario, e incluso si no se
fija un precio determinado y concreto se aplica la costumbre o uso de la plaza donde se
constituye el depósito (artículo 304 del Código de Comercio) se trata por tanto el depósito
mercantil de un contrato de depósito retribuido en el que es patente el ánimo de lucro de ambos
contratantes (Sentencias del Tribunal Supremo de 31 de marzo de 1970, 27 de mayo de 1986,
20 de octubre de 1989 y 30 de julio de 1991 entre otras).
En cuanto a las obligaciones y derechos que se derivan del mismo cabe destacar las siguientes:
obligaciones principales:
b) La segunda de las obligaciones principales del depositario, es la de devolver o restituir la cosa
depositada al depositante, si bien en cuanto a esta obligación el Código de Comercio no
establece una regulación expresa por lo que a tenor de la remisión normativa que establece
el artículo 310 del Código de Comercio resultarán de aplicación las normas reguladoras del
depósito civil contenidas en los artículos 1773 y siguientes del Código Civil.
Así pueden surgir problemas en cuanto a quien se debe devolver la cosa depositada, sobre todo
en el ámbito de depósitos bancarios donde una vez depositado el dinero aparece una titularidad
indistinta del mismo. Merece a este respecto traer a colación la sentencia de la Audiencia
Provincial de Barcelona de 23 de octubre de 1999 que establecía: “que la jurisprudencia
apuntada por la Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de marzo de 1971 y seguida por la
Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, Sección Decimosexta, de 2 de marzo de
1989, por la que se dilucida precisamente esta cuestión, sentando la doctrina de que es
inaceptable el criterio de que el dinero depositado en las cuentas indistintas pase a ser propiedad
de persona distinta a los herederos por la única razón de figurar como titular indistinto, no como
propietario, porque según doctrina de la Sala Primera del Tribunal Supremo, en el contrato de
depósito la relación jurídica se establece entre el depositante, dueño de la cosa depositada, y el
depositario que la recibe, no modificándose la situación legal de aquél en cuanto a lo depositado
por la designación de la persona que la pueda retirar. Ha tenido ocasión de pronunciarse esta
Audiencia Provincial, siguiendo la doctrina del Tribunal Supremo, en la última Sentencia indicada
que "los depósitos indistintos no presuponen comunidad de dominio sobre los objetos
depositados, debiendo estarse a lo que resuelvan los Tribunales sobre la propiedad de ellos", por
lo que incumbe al causahabiente del depositante acción para reivindicar de la persona designada
en el depósito indistinto los efectos que hubiera retirado del mismo sin título para apropiárselos.
En el mismo sentido se pronuncia la Sentencia de fecha 7 de diciembre de 1989, de la Sección
Decimoquinta de la Audiencia Provincial de Barcelona”.
Por último, indicar que en virtud de la citada remisión del artículo 310 del Código de Comercio, en
caso de incumplimiento de dichas obligaciones de pago por el depositante a las que antes se ha
hecho referencia, surgirá el derecho del depositario a retener en prenda la cosa depositada hasta
que se le pague lo que se le deba por razón del depósito en base artículo 1780 del Código Civil,
si bien la jurisprudencia entre otras la Sentencia del Tribunal Supremo de 7 de julio de 1987
señala que no se trata de un verdadero derecho de prenda sino en realidad es un derecho de
retención hasta que se le pague lo que se le deba por razón del depósito.
En cuanto a la extinción de este contrato de depósito, cabe señalar que si el depósito sigue por
sus cauces normales el contrato terminará con la devolución de la cosa depositada y con el pago
del precio. Pero también puede darse el caso de que sea el depositario el que renuncie a la
tenencia de la cosa depositada si bien para ello ha de tener justos motivos, si bien la acepción de
justos motivos, a la que se alude en el artículo 1776 del Código Civil, se trata de un concepto
jurídico indeterminado que habrá de analizarse según las circunstancias de cada caso concreto,
así por ejemplo entiende la jurisprudencia que no es justo motivo la suspensión de pagos,
Sentencia del Tribunal Supremo de 21 de octubre de 1991. Si concurriere justo motivo y el
depositante se negare a recibir la cosa por no haber transcurrido el plazo pactado para el
deposito el depositario podrá liberarse de la cosa mediante su consignación judicial, y por tanto
acorde con lo previsto en los artículos 1176 y siguientes del Código Civil.
Por otra parte, como es lógico, el contrato también se extinguirá en caso de que se pierda la cosa
depositada, si bien en ese caso se deberá analizar cual es la causa de la pérdida de la cosa y si
en dicha pérdida ha intervenido responsabilidad alguna o no del depositario, y si existiere esa
responsabilidad del depositario surgirá la obligación de éste de indemnizar por dicha pérdida al
depositante. Si la pérdida se produjo por causa de fuerza mayor, y la cosa inicialmente
depositada ha sido sustituida por otra, el depositario está obligado a entregar esta última al
depositante .
No obstante lo anterior, señalar que dentro de los depósitos bancarios cabe hablar del depósito
de uso, que conlleva que el banco asuma la obligación de custodiar los fondos que se le
depositan y se obliga a devolver la suma depositada además del abono de un interés, pudiendo
tratarse de un deposito a la vista que conlleva la obligación del banco de devolver la suma
depositada en el mismo momento que el cliente se lo exija, y que permite a su vez que los fondos
aumenten o disminuyan según las necesidades del cliente, que se trata a su vez de un deposito
indefinido y que se renueva tácitamente si bien con liquidaciones periódicas, y ofreciendo al
cliente un servicio de caja para retirar e ingresar fondos, así como abono de facturas etc.
VI. OTROS DEPÓSITOS
Después están los depósitos de Preaviso que exigen que el cliente para retirar los fondos
depositados deba avisar al banco con un plazo de antelación. Y por otro lado están los depósitos
a plazo fijo que conllevan básicamente que el cliente no pueda retirar los fondos depositados en
el banco hasta la fecha en que se haya pactado.
Hablar por último de los depósitos de custodia, en estos el banco no esta autorizado a usar de
las cosas depositadas, generalmente se trata de valores depositados en el banco, como
acciones, siendo la obligación del banco la de custodiar y administrar los mismos, actuando el
banco en representación de los clientes en los cobros de dividendos que generen dichos valores,
así como velar porque dichos efectos depositados conserven su valor. Otra característica de este
tipo de depósitos de valores es que los mismos son transmisibles.
Dentro de los depósitos de custodia cabe hablar también de aquellos depósitos en que se
entregan al banco paquetes cerrados, en cuyo caso será de aplicación lo dispuesto en el artículo
307 del Código de Comercio; en íntima relación con este tipo de depósitos está el servicio de
caja fuerte que prestan los bancos, que consisten en poner los bancos a disposición de los
clientes un determinado compartimento en locales acorzados del banco, obligándose el cliente a
pagar un precio por tener a su disposición dicha caja y el banco se obliga a vigilar y custodiar la
misma, todo ello con los derechos y obligaciones que en cada caso concreto se pacten por las
partes. En cuanto a la naturaleza de este tipo de contratos, la mayoría de la doctrina conviene en
determinar que tiene una naturaleza mixta, ya que se trata por un lado de un contrato de
arrendamiento consistente en cesión de la caja a cambio de un precio y por otro lado también es
un depósito en cuanto a la obligación de guarda y custodia que asume el banco de la caja y del
local donde se halla instalada la misma.
Depósito extrajudicial:
o Depósito voluntario (Art 1763 del C.c): El depósito se hace por voluntad del
depositante.
Depósito necesario (Art 1781 del C.c): El depósito se hace en cumplimiento de una
obligación legal o cuando tiene lugar con ocasión de alguna calamidad
como incendio, ruina, saqueo, naufragio u otras semejantes.
Depósito regular: Tiene por objeto las cosas no consumibles, lo que implica que el
depositario debe devolver al depositante la misma cosa que fue depositada.
Depósito irregular: Tiene por objeto las cosas consumibles, lo que implica que el
depositario debe devolver al depositante una cantidad de la misma especie y calidad (conocido
en terminología jurídica como tantundem). En Chile toma el nombre de Contrato de Mutuo.
Un caso especial es aquel en que se entregan cosas consumibles que pueden identificarse o
individualizarse, como, por ejemplo, cuando se entrega dinero dentro de un sobre cerrado. En
este supuesto el depósito se considerará regular, debiendo el depositario devolver la misma cosa
que se le entregó.
a) En un contrato real, ya que sólo se perfecciona por la entrega de la cosa (cfr. art. 1.758).
Para algunos Códigos, como el francés, el depósito es un acto unilateral. Para otros, como el
alemán, se trata de un contrato sinalagmático o bilateral.
3. Clases.
4. Depósito ordinario.
A. Constitución.
b) Elementos reales. Sólo pueden ser objeto del depósito las cosas muebles (art. 1.761);
además, han de ser corporales, pues las incorporales o derechos no son susceptibles
de custodia en sentido material, aunque sí pueden ser objeto de ello los documentos en que
consten esos derechos.
- Debe ser restituida la misma cosa específica en su integridad sin que sea admisible la
entrega parcial ni de cosas equivalentes. Será devuelta la cosa con todos sus productos y
accesiones (art. 1.770).
- Si se entregó cerrada y sellada, debe ser devuelta de este modo (art. 1.769).
- El lugar de la restitución será el pactado, y a falta de pacto el lugar en que se halle la cosa (art.
1.774).
- Debe ser hecha la restitución de la cosa cuando el dueño la reclame (cfr. arts. 1.775 y 1.776).
5. Depósitos especiales.
a) El que se hace en cumplimiento de una obligación legal. Se rige por las disposiciones de la ley
que lo establezca y supletoriamente por las reglas del depósito voluntario (arts. 1.781.1 y 1.782).
b) El que se hace con motivo de alguna calamidad, que se regirá por las reglas
del depósito voluntario (arts. 1.781.1 y 1.782).
d) El que se hace a los conductores de efectos por tierra o por agua (art. 1.604 rel. 1.781).
Muchos son los contratos que obligan a una de las partes a guardar y conservar las cosas del
otro. El mandatario debe guardar las cosas cuya administración le ha sido confiada;
el empresario, las cosas que se ha comprometido a reparar; el comodatario, las que se le
han prestado; el transportador, las que lleva de un lugar a otro.
Pero en todos estos casos la obligación de guarda es accesoria de otra principal, que constituye
el verdadero objeto del contrato. En el contrato de depósito, de cambio, la finalidad esencial es
precisamente la guarda de la cosa. Habrá, por tanto, deposito cuando una de las partes entregue
a la otra cosa con la sola finalidad de custodiarla hasta que aquella la reclame. Salvo
contadas excepciones (Ver Gr., El código civil argentino) la cosa, objeto del depósito, debe ser
mueble, solución predominante en el derecho comparado.
C) es un contrato real que no queda concluido sino que la entrega de la cosa; entrega que puede
ser real o ficta (como ocurre si la cosa está ya en poder del depositario por un título distinto).
Sin perjuicio de la validez) es un acto de confianza del depositante en el depositario.
Esta confianza esta en la raíz del contrato y gobierna sus efectos de una manera permanente
CONTRATO DE DEPOSITO: (SEGÚN LEGISLACION GUATEMALTECA) Concepto: Contrato en
virtud del cual una persona (depositario) reciba de otra (depositante) una cosa, con la obligación de
conservarla y restituirla. El contrato de depósito es real, pues se perfecciona mediante la entrega de la
cosa; unilateral, en cuanto de él surgen obligaciones sólo para el depositario, salvo los casos
excepcionales de depósito oneroso, que algunas legislaciones, no reconocen.
Art. 1974 = Por el contrato de depósito, una persona recibe de otra alguna cosa para su guarda y
conservación, con la obligación de devolverla cuando la pida al depositante o la persona a cuyo favor se
hizo o cuando la ordene el juez.
Sánchez Medal define el contrato de depósito como el contrato por el que el depositario se obliga hacia el
depositante a recibir una cosa mueble o inmueble que aquél lo confía y a guardarla para restituirla
individualmente cuando la pida el depositante.
Características:
Contrato Real: Art. 1974, para que se perfecciones el contrato de depósito, es necesario que una persona
haya recibido de otra una cosa para su custodia, guarda y retribución, por lo que se concluye que el
depósito es un contrato real que se perfecciona con la entrega de la cosa (art. 1588 C.C.)
Contrato Oneroso: El depositario tiene derecho a exigir remuneración por el depósito, salvo pacto en
contrario (art. 1977 C.C.). En esa virtud, el depósito es normalmente un contrato oneroso, aunque
excepcionalmente, existiendo pacto expreso entre las partes, puede serlo gratuito.
La onerosidad ordinaria del depósito es consecuencia de la mercantilización del Derecho Civil y del hecho
de que cada vez son menos comunes los depósitos civiles y se utilizan con mayor frecuencia los
depósitos mercantiles que son fundamentalmente onerosos.
Contrato Bilateral: Dado que el depósito es normalmente oneroso y sólo ocasionalmente gratuito, se esta
en presencia de un contrato sustancialmente bilateral y excepcionalmente unilateral, pues del depósito
oneroso derivan prestaciones a cargo de ambas partes. En el caso del depósito gratuito y dado que el
depositante habría ya cumplido con su prestación al perfeccionarse el contrato, el depósito únicamente
genera obligaciones y prestaciones a cargo del depositario, por lo que deviene unilateral (art. 1587 C.C.).
Contrato Principal o Accesorio: El depósito normalmente existe por sí independiente de otra relación
jurídica entre las partes y, por ello, tiene calidad de contrato principal; pero es también posible y usual que
el contrato de depósito sea accesorio de otro contrato que tendría la calidad de principal.
Pero además, debe tenerse en cuenta que en muchos casos, sin que exista un verdadero contrato de
depósito, se entregan cosas para su guarda y custodia y quienes las reciben asumen los derechos y
obligaciones de los depositarios. No existe en estos casos un contrato principal o accesorio de depósito,
pero las atribuciones y responsabilidades que a los depositarios derivan del contrato de depósito, son
aplicables a esas personas (guardador, tutor, albaceas, interventores, etc.).
Contrato de Custodia: He aquí la esencia del contrato, ya que su finalidad es la prestación al depositante
del servicio de custodia por parte del depositario. Ese servicio de custodia tiende asegurar el depositante
la devolución o restitución de la cosa depositada, en el mismo estado en que la entregó, con sus frutos y
accesiones.
Clases de Depósitos
Depósito Voluntario o Contractual: Es el que se origina de la voluntad libre de las partes y en donde el
depositante entrega voluntariamente la cosa al depositario. Es el verdadero contrato de depósito. El
depósito voluntario o contractual se puede presentar de dos formas: depósito regular y el depósito
irregular.
Depósito Necesario: Se presenta en aquellas situaciones de fuerza mayor o caso fortuito en que una
persona se ve forzada a depositar bienes en un tercero. Los casos típicos que generan el depósito
necesario son el incendio, el terremoto, la inundación, etc.
Depósito Judicial o Secuestro: Es aquel que se crea en virtud de una resolución judicial y el depositario
retiene, custodia y entrega la cosa, de acuerdo con las instrucciones que le da el juez. (art. 529 CPCyM =
el secuestro se cumplirá mediante el desapoderamiento de la cosa de manos del deudor, para ser
entregada en depósito a un particular o a una institución legalmente reconocida.
Depósito en Almacenes Generales: Los almacenes generales de depósito son empresas privadas, que
tiene el carácter de instituciones auxiliares de crédito, constituidas en forma de sociedad anónima
guatemalteca, cuyo objeto es el depósito, la conservación y custodia, el manejo y la distribución, la
compra y venta por cuenta ajena de mercancías o productos de origen nacional o extranjero y la emisión
de títulos valor o títulos de crédito.(ver arts. 585 y 586 C de C).
Depósito Condicionado (escrow): Rodolfo Batiza se refiere a la institución del depósito condicionado
(escrow), por el cual dos persona que tienen intereses opuestos entregan una cosa al depositario, quien
se obliga a la guarda y custodia, con la obligación especial de que una vez cumplidas las condiciones
previstas en el convenio correspondiente, hace entrega a quien tenga derecho a ello.
Elementos:
El depositario debe aceptar expresamente el depósito, mediante el recibo de las cosas, en calidad de
depósito. Los representantes de menores e incapaces pueden dar en depósito bienes de sus pupilos, sin
necesidad de autorización judicial, pues el depósito regular no es traslativo de dominio, ni normalmente
implica riesgo alguno para el propietario, dada la seria y grave responsabilidad de restituir que pesa sobre
el depositario. (arts. 264, 265, 322 C.C. requieren autorización judicial)
Elementos Reales: Art. 1974 C.C. se limita a señalar que mediante el depósito una persona recibe de otra
alguna cosa para su guarda y custodia, sin mencionar si esa cosa debe tener alguna característica o ser
de tipo especial. La norma anterior puede ser ampliamente interpretada en el sentido que: a) la obligación
de depositario es devolverla lo que implica que debe restituir precisamente el mismo bien que fue
depositado y ello impide que los bienes fungibles no puedan ser objeto de depósito regular, a menos que
se individualice e identifiquen; b) dada la finalidad del contrato, también se elimina la posibilidad de
depósito de los bienes incorporales, pues éstos no pueden ser poseídos físicamente y las obligaciones del
depositante no podrían cumplirse correctamente en cuanto a éstos; c) el art. 1999 C.C., declara nulo el
depósito de dinero constituido en persona no autorizada por la ley, salvo prueba en contrario.
Obligaciones del depositario
b) la cosa debe tenerse en un lugar adecuado (art. 1978 inc 4 y 1938, 1645, 1423, 1426 C.C.)
e) la cosa debe ser guardada y custodiada personalmente por el depositario y no puede delegar su
encargo.
f) Proveer los fondos necesarios para la debida guarda y custodia (art. 1981, 1982 C.C.)
h) No registrar las cosas que se hayan depositado en arca, cofre, fardo o paquete, cerrados o sellados
(art. 1978 inc. 2)
j) Dar aviso inmediato al depositante o en su caso al juez, del peligro de pérdida o deterioro de la cosa
depositada y de las medidas que deben adoptarse para evitarlo (art. 1978 inc. 3 C.C.)
k) Obligación de indemnizar daños y perjuicios que por su dolo o culpa sufriere el depositante (art. 1978
inc 4)
c) Indemnizar los daños y perjuicios que el depósito cause al depositario (art. 1977 C.c.)
e) Exonerar del depósito al depositario cuando éste ya no puede guardarlo con seguridad o sin perjuicio
para él (art. 1996 C.C.)
Terminación:
a) Por la entrega de la cosa del depositante, en cuanto éste lo requiere (art. 1994 C.C.)
c) El depósito judicial (secuestro) termina por resolución judicial que así lo declare (arts. 1997 y 1998
C.C.)
d) Finalmente, la pérdida de la cosa depositada también termina el depósito, aunque de ello puede nacer
responsabilidad extracontractual del depositario (art. 1983 C.C.), quien se exoneraría de ella probando
que la cosa fue destruida por caso fortuito o fuerza mayor.