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> COYUNTURA

Katrina, Stan y Wilma: tres desastres


en busca de un paradigma
Elizabeth Mansilla

Los huracanes que asolaron las costas del Atlántico en


la última temporada se concentraron en el sur de Estados
Unidos, el sudeste de México, Guatemala y El Salvador.
Con un saldo estimado de 3.000 muertos y pérdidas por
unos 100.000 millones de dólares, revelaron el estado de
vulnerabilidad de las poblaciones afectadas y la incapacidad
de los gobiernos para responder adecuadamente a la
emergencia. Al afectar sobre todo las zonas más pobres,
demostraron la ineficacia de las respuestas puramente
reactivas y confirmaron que solo replanteando los modelos
de desarrollo es posible evitar desastres de este tipo.

cifras se impusieron también como


A penas concluida oficialmente la
temporada ciclónica del Atlán-
tico 2005, ya se registra como la más
marcas históricas. Para cerrar, Wilma
fue catalogado como el huracán más
activa e intensa de la historia al supe- poderoso que se haya presentado en
rar el récord de 1933 de 21 eventos. la cuenca del Atlántico, con lo que
De los 25 registrados en esta tempo- rompió el viejo récord impuesto por
rada, 13 alcanzaron la categoría de el huracán Gilberto en 19881.
huracán y tres de ellos –Katrina, Rita
y Wilma– llegaron a la categoría 5 en Aun cuando el impacto de estos
la escala de Saffir-Simpson. Ambas eventos se hizo sentir a lo largo y a lo

Elizabeth Mansilla: es profesora-investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México


(UNAM) y miembro de La Red (Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América
Latina).
Palabras clave: desastres, desarrollo, riesgos, vulnerabilidad, Estados Unidos, México, Guatemala,
El Salvador.
1. La información fue obtenida a partir de los informes de la National Oceanic and Atmosphe-
ric Administration (NOAA), publicados en su página web: <www.noaa.org>. V. también
<www.weather.com/newscenter/tropical/>.
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ancho de la cuenca del Atlántico, los de desastres de gran magnitud aso-


efectos más devastadores fueron los ciados a la presencia de huracanes y
provocados por los huracanes Katri- tormentas tropicales intensas: An-
na, Stan y Wilma y se concentraron drew en EEUU (1992), el huracán
en la costa sur de Estados Unidos, el Gilberto en México (1988) y el im-
sudeste mexicano, Guatemala y El pacto de Mitch en Centroamérica
Salvador. Si bien las cifras de pérdi- en 1998, por mencionar solo algu-
das y daños son poco precisas y difie- nos. Estos fenómenos causaron sor-
ren según la fuente, se estima que es- presa por el impacto que produje-
tos tres eventos afectaron a millones ron en la economía de los países
de personas y causaron alrededor de afectados y entre los sectores socia-
3.000 muertos, de los cuales 2.000 se les de distinto nivel socioeconómi-
concentraron en la ciudad de Nueva co, amén del número de muertos,
Orleáns (como efecto de las inunda- las cifras millonarias de afectados,
ciones) y en la zona del lago de Ati- la extensión territorial del daño y
tlán en Guatemala (en este caso, los elevados montos de pérdidas
principalmente por grandes desliza- generadas en cuestión de unas
mientos de tierra que arrasaron con cuantas horas o días.
pueblos enteros y sepultaron cientos
de viviendas)2. De igual forma, los Con estos nuevos desastres se incre-
daños en infraestructura –sobre to- mentan las ya abultadas estadísticas
do en carreteras– fueron considera- regionales sobre pérdidas y daños
bles, así como en la agricultura y el materiales y humanos, pero también
turismo. En cuanto a la suma total se agregan nuevos elementos que
de pérdidas económicas causadas permiten entender su lógica.
por la temporada ciclónica 2005,
también existen discrepancias entre Los desastres en aumento
las fuentes, pero en forma global se
estima que la cifra puede ser supe- Las bases de datos disponibles sobre
rior a los 100.000 millones de dóla- eventos de desastre ocurridos mues-
res, lo que impone, también en este tran que en América Latina existe una
renglón, un nuevo récord histórico. tendencia creciente en la ocurrencia de
estos fenómenos de distinta magnitud
En efecto, esta temporada será re- e intensidad, que se da en forma mu-
cordada tanto por el nivel de daños cho más acelerada en los últimos diez
y pérdidas producido, como por las
características e intensidad de los 2. Estas cifras se han sintetizado a partir de di-
fenómenos climáticos que las provo- versas notas periodísticas e informes parciales
de organismos nacionales, ONG y otros. Si
caron. En cada uno de los países afec- bien no son precisas, reflejan a grandes rasgos
tados existen antecedentes recientes el nivel de daños y pérdidas.
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años3. A partir de una muestra repre- varias décadas y que están estrecha-
sentativa que considera a 10 de los mente vinculados a los niveles de
países con los mayores índices de vulnerabilidad de la población. La
ocurrencia en la región4, puede verse caótica urbanización, la irracional
que del total de eventos registrados apropiación del espacio y la transfor-
en los últimos 30 años, alrededor del mación/degradación del hábitat en
60% se concentra en la última década; las ciudades de Nueva Orleáns y
entre ellos, tres quintas partes han su- Cancún tardaron décadas en llevarse
cedido en los últimos cinco años. Por a cabo. La pobreza lastimosa a la que
otra parte, los datos demuestran que, están sometidas las poblaciones indí-
del total de los eventos registrados, genas (y no indígenas) en el sudeste
también el 60% fue causado por fenó- mexicano y Guatemala, que obliga a
menos asociados al clima, particular- la deforestación, la construcción de
mente en lo relacionado con lluvias viviendas inadecuadas y la ocupa-
(no necesariamente extremas). Las ción de zonas de alta amenaza, es el
inundaciones y los deslizamientos se producto de muchos años de mode-
ubican entre las primeras causas de los económicos excluyentes. Asimis-
ocurrencia de desastres, con el 40% y mo, la indolencia y la ineficiencia
el 20%, respectivamente. gubernamentales para reducir los
niveles de pobreza e implementar me-
Las cifras anteriores coinciden con didas para la disminución del ries-
las opiniones de los expertos que go también son históricas y estruc-
pronostican un incremento en el nú- turales y no producto de una sola
mero y la intensidad de los fenóme- administración.
nos asociados a los cambios climáti-
cos, tales como huracanes y sequías, La historia de los eventos ocurridos
que son producto de las alteraciones en los últimos 30 años muestra que es
causadas por el sobrecalentamiento este segundo elemento el que expli-
global. La temporada ciclónica que caría el incremento reciente del nú-
recién termina es probablemente la mero y la intensidad de éstos, ya que
muestra más palpable de que di- normalmente el mayor número de
chos pronósticos han comenzado a inundaciones y deslizamientos aso-
cumplirse. ciados a lluvias ocurre en años en los

Sin embargo, la historia del riesgo y su 3. Las bases de datos utilizadas para los distin-
materialización en desastres no es re- tos países han sido tomadas del Proyecto Des-
Inventar de la Red de Estudios Sociales en Pre-
ciente. En su construcción intervie- vención de Desastres en América Latina y están
nen, además de las amenazas proba- disponibles en <www.desinventar.org>.
4. La muestra considera a Colombia, Argentina,
bles, otro tipo de elementos que han México, Perú, República Dominicana, Panamá,
estado acumulándose a lo largo de Costa Rica, Guatemala, Ecuador y Venezuela.
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que no se han presentado fenómenos dan entre países, sino también entre
extremos como huracanes o tormen- distintos sectores de la población
tas tropicales intensas, sino durante dentro de un mismo país o región.
temporadas de lluvias normales. El Esto explica que un mismo fenómeno
nivel de daño provocado por Stan en tenga diferente impacto en países
Chiapas (México), Guatemala y El distintos, y también que dentro de un
Salvador, aun con la cantidad de llu- mismo país, e incluso en una misma
via que produjo, no se explica sino ciudad, se produzcan niveles diferen-
por los elevados niveles de vulnera- ciados de daños y pérdidas.
bilidad de las poblaciones afectadas.
Pareciera que el clima se está alteran- Katrina, Stan y Wilma fueron eventos
do, pero no con la misma velocidad de gran magnitud e intensidad. Ka-
con la que se deterioran las condicio- trina y Wilma alcanzaron la máxima
nes sociales y materiales que hacen a categoría, y aunque Stan tocó tierra
la población cada vez más vulnerable como huracán categoría 1 en la esca-
frente al impacto de fenómenos de la Saffir-Simpson, se caracterizó por
cualquier tipo e intensidad. su lento movimiento (casi estacional)
y la gran cantidad de lluvia que pro-
Fenómenos parecidos, dujo en un tiempo muy corto. En tér-
desastres distintos minos generales, podríamos hablar
de fenómenos con un potencial de
En relación con la vulnerabilidad, en daño similar, pero que no obstante
los estudios sobre el tema existe una produjeron desastres distintos. Las
tesis ya bastante difundida –y acepta- diferencias radican en las característi-
da– que sostiene que los desastres cas del impacto, que pueden resumir-
son indicadores de déficit en los nive- se de forma somera en los siguientes
les de desarrollo o la manifestación puntos:
de inadecuados estilos de desarrollo
que pueden expresarse en términos – Los huracanes impactaron sobre
ambientales, sociales, económicos e uno de los países más ricos del mun-
incluso políticos5. Es decir, a mayor do (EEUU), sobre un país de desa-
nivel de desarrollo, menor será el ni- rrollo medio (México) y sobre dos
vel de riesgo y, por tanto, la probabi- países con bajo nivel de desarrollo
lidad de ocurrencia de desastres; y, (Guatemala y El Salvador).
en sentido inverso, menores niveles
de desarrollo pueden contribuir a in-
5. No abundamos aquí sobre la relación entre
crementar el riesgo y con ello la ocu- desastres y desarrollo, pero existe una am-
rrencia de desastres, así como los plia bibliografía al respecto. Una referencia
para consulta son las publicaciones que apa-
daños probables. Por otro lado, las recen en la página web de La Red: <www.
diferencias de desarrollo no solo se desenredando.org>.
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– En tres de los cuatro países afecta- Chiapas y Yucatán. Y segundo, una


dos (EEUU, México y Guatemala) el destrucción severa en la zona turísti-
nivel de daño fue sumamente eleva- ca de Cancún, considerada como una
do, proporcionalmente hablando; y de las más importantes y cosmopoli-
menor, aunque de cierta importancia, tas del mundo. Allí, el daño no solo
en El Salvador. afectó la infraestructura turística,
sino también el medio ambiente, es-
– En EEUU, los daños se concentra- pecialmente en el caso de las playas.
ron en la ciudad de Nueva Orleáns,
caracterizada –entre otras cosas– – En los cuatro países las condiciones
por una composición social de ori- previas al desastre estaban caracteri-
gen predominantemente afro (70% zadas por altos niveles de riesgo pro-
de la población total), donde el 28% ducidos por sistemas naturales fuer-
vive en condiciones de pobreza (un temente degradados, la construcción
porcentaje tres veces mayor que el de infraestructura y vivienda en zo-
promedio nacional) y donde las ta- nas de alta amenaza y un empobreci-
sas de desempleo, analfabetismo, miento paulatino, pero constante, de
homicidios y muerte infantil se ubi- los sectores más vulnerables de la po-
can muy por encima del promedio blación.
nacional. Es decir, dentro de un país
rico, fue la población más pobre la – En los cuatro casos, y prácticamen-
que sufrió el impacto de Katrina. te en todos los sitios afectados, exis-
tían antecedentes de eventos simila-
– En Guatemala, el impacto del hura- res (incluso en intensidad y daño)
cán Stan se hizo sentir sobre la pobla- ocurridos en épocas recientes.
ción más pobre, predominantemente
indígena, que habita en las zonas con – Otra característica común fue la in-
mayores índices de marginación. En capacidad de las instancias naciona-
El Salvador, aunque la capital del les para responder adecuadamente a
país sufrió daños de consideración, la emergencia. Desorganización, caos
también fueron sectores ubicados en e insuficiencia de recursos y equipo
los barrios marginales los más afecta- marcaron la ruta de la atención y res-
dos por las inundaciones. puesta para la población afectada. Un
aspecto que debe resaltarse, sin em-
– En México, la situación mostró una bargo, es que en México los sistemas
doble cara. Primero, un impacto se- de alerta a la población funcionaron
vero sobre poblaciones con altos índi- con bastante eficiencia, dado que pe-
ces de pobreza, que como en el caso se a la magnitud de ambos eventos
de Guatemala son predominante- (Stan y Wilma), no se registraron más
mente indígenas mayas de la zona de de 20 muertes.
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– Aun cuando se hable de que los hu- no solo con la predisposición al im-
racanes impactaron principalmente pacto de los fenómenos peligrosos,
sobre poblaciones pobres en todos sino también con la capacidad de la
los países (con excepción de México, población para recuperarse. En este
donde un sector dominante de la sentido, los desastres producidos por
economía resultó muy afectado), las los huracanes Katrina, Stan y Wilma
diferencias en el costo de daños y mostraron que la capacidad de recu-
pérdidas son abismales. De los peración es distinta entre los países
100.000 millones de dólares que se afectados; y, dentro de éstos, son los
han estimado como cifra global apro- sectores económicos dominantes los
ximada, el 95,7% equivale a los da- que se recuperan más rápido. Algu-
ños y las pérdidas en EEUU; el 3%, a nos datos ilustran lo que ya está su-
los producidos en México; y tan solo cediendo en cada uno de los países.
el 1,3%, a los generados en Guatema-
la y El Salvador (con el 0,9% y 0,4%, Un primer aspecto de una pronta re-
respectivamente). De aquí se deriva cuperación está relacionado con los
una conclusión más o menos obvia: montos de los bienes asegurados. Se-
cuanto más grande es una economía, gún datos de ISO Property Claim
mayor será el monto de daños y pér- Services6, en EEUU la cifra de bienes
didas causados por desastres de gran asegurados se estima en 34.400 mi-
magnitud, dado que la calidad y la llones de dólares, lo que equivale a
cantidad de los bienes dañados o un 40% del monto total de pérdi-
perdidos serán mayores que en das estimadas en ese país. Adicio-
aquellos países con economías pe- nalmente, el gobierno estadouni-
queñas y débiles. Una segunda con- dense ya ha anunciado la puesta en
clusión, no tan obvia, es que el im- marcha de un programa de rehabili-
pacto del desastre sobre la población tación y reconstrucción en el que se
(y no el costo económico) puede ser invertirán más de 200.000 millones
mucho mayor en los países de menor de dólares. Aun cuando hayan sido
nivel de desarrollo: en estos casos golpeados los sectores más pobres y
deja secuelas de más largo plazo, con poco acceso a los mecanismos
ante la carencia de mecanismos de de seguridad social, el hecho de ser
contención que permitan un resta- parte de una economía rica posibili-
blecimiento rápido de las condicio- tará que la recuperación sea mucho
nes previas al desastre. más acelerada que en el resto de los
países.
La capacidad de recuperación

El otro aspecto importante relaciona- 6. V. <www.disasterinformation.org/disaster2/


do con la vulnerabilidad se vincula latest/ISO_PCS/>.
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En México, de acuerdo con cifras de los turistas de la temporada de fin de


la Asociación Mexicana de Institucio- año. En contraste, la población de las
nes de Seguros7, el 55% (1.648 millo- zonas pobres de Chiapas y otros esta-
nes de dólares) del monto de pérdi- dos del país continúa reconstruyendo
das estimadas corresponde a bienes sus viviendas con sus propios medios,
asegurados; de esta cifra, el 85% se muchas comunidades permanecen
concentra en la zona turística de Can- anegadas e incomunicadas y la ayuda,
cún. Por otra parte, el gobierno me- cuando llega, lo hace por goteo.
xicano también ha anunciado la in-
versión de 2.750 millones de dólares Por su parte, Guatemala y El Salvador
para la reconstrucción de las zonas no poseen economías fuertes, ni cuen-
afectadas. La disponibilidad de re- tan con recursos excedentes por la ex-
cursos ha sido posible gracias a los portación de bien alguno. Las pérdi-
ingresos excedentes generados por el das en El Salvador se estimaron en 356
aumento internacional de los precios millones de dólares y solo el 2,5%
del petróleo. Esta condición, incluso, (nueve millones) corresponde a bienes
permitió al gobierno declinar la ayu- asegurados. Para Guatemala, con pér-
da de la comunidad internacional, en didas estimadas en 987 millones de
favor de los países centroamericanos dólares, las cifras sobre bienes asegu-
afectados. Sin duda, un gesto genero- rados simplemente no existen8. En es-
so por parte del gobierno mexicano, tos casos, será nuevamente con recur-
pero más de cara hacia afuera que ha- sos provenientes de la cooperación in-
cia adentro: en el interior del país, la ternacional como podrá enfrentarse el
atención y el apoyo para la recupera- proceso de reconstrucción. Un proce-
ción han sido ineficientes, desiguales so largo y tortuoso, que seguramente
y profundamente discriminatorios. no habrá concluido cuando el próxi-
Los hoteleros de Cancún pudieron mo desastre haga su aparición.
contar a los pocos días del desastre
con recursos inmediatos para iniciar ¿Y qué hay para el futuro?
las labores de rehabilitación de la zo-
na turística, además de una serie de Después del impulso que recibió el te-
exenciones fiscales. A las dos sema- ma a partir de la declaración del Dece-
nas del paso de Wilma, al menos la nio Internacional para la Reducción de
mitad de los hoteles y restaurantes ya
se encontraban operando con norma- 7. V. <www.amis.com.mx/amis.nsf?Open
lidad. De hecho, se esperaba que pa- Database>.
8. Los datos de daños y pérdidas fueron obte-
ra la primera quincena de diciembre nidos de Comisión Económica para América
(a poco menos de dos meses de ocu- Latina (Cepal): «El desastre de octubre de 2005
en Guatemala. Estimación preliminar de su im-
rrido el desastre) la zona estuviera pacto socio-económico y ambiental», Guate-
preparada en un 90% para recibir a mala, 8 de noviembre de 2004.
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los Desastres Naturales, promovido desastre; y, por otro lado, hemos vis-
por la Organización de las Naciones to que el número de eventos aumen-
Unidas (ONU) durante la década de ta en lugar de disminuir.
del 90, la ocurrencia de nuevos desas-
tres de grandes proporciones en todo En el ámbito político, se ha privile-
el mundo, y en particular en la región giado la creación de instituciones ad
latinoamericana, permitió generar un hoc para los preparativos y las res-
interés creciente de organismos inter- puestas frente a los desastres o al for-
nacionales, gobiernos, investigadores talecimiento de las ya existentes. Una
y comunidades, y una base de cono- parte importante de los esfuerzos
cimiento que rebasa los fenómenos realizados ha apuntado a la creación
mismos y se centra en su impacto so- de los llamados «Sistemas Naciona-
bre la sociedad. Los debates sobre la les», que en cada país han adquirido
causalidad de los desastres, la discri- modalidades distintas (Defensa Ci-
minación del impacto, los factores vil, Protección Civil, Prevención y
que contribuyen a la construcción del Atención de Desastres, etc.). En un
riesgo, entre otros, estimulan la ima- segundo plano, la atención se ha
ginación y propician la búsqueda de centrado en la emisión de leyes y de-
opciones integrales de gestión para la cretos que respalden y legitimen las
reducción de éste con miras a evitar acciones institucionales. Y, finalmen-
el desastre o reducir su magnitud, y te, comienza a extenderse la idea de
no solo a reaccionar y atender a la po- crear fondos financieros para casos
blación cuando ya ha ocurrido. de desastres y desarrollar instrumen-
tos para asegurar la infraestructura
Tan solo en Centroamérica –y en es- básica. Esta última modalidad está
pecial después del impacto del hura- siendo fuertemente apoyada por el
cán Mitch en 1998– se han invertido Banco Interamericano de Desarrollo
cientos (si no es que miles) de millo- (BID) y el Banco Mundial (BM) en
nes de dólares en procesos de recons- América Latina.
trucción y proyectos cuya intención
es evitar desastres o al menos reducir No obstante, las acciones para re-
su número. Sin embargo, hasta ahora sarcir el «déficit» en el desarrollo
no existen elementos que permitan –expresado en la pobreza y la po-
suponer que en alguno de los dos breza extrema de grandes capas de
frentes se haya tenido éxito. Por el la población, el deterioro ambiental
contrario, la evidencia muestra que causado por el crecimiento caótico
cada vez con mayor frecuencia se eje- de las ciudades, la irracionalidad de
cutan procesos de reconstrucción en los fundamentos del estilo de creci-
condiciones similares e incluso peo- miento económico y la crisis en que el
res a las que existían previamente al propio modelo económico ha hecho
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caer al Estado, incapacitándolo pa- menos una década en el tratamien-


ra gobernar– han sido escasas y de to del problema.
impacto nulo. En consecuencia, las
prácticas en torno al riesgo y los de- Hace 20 años, desastres como los cau-
sastres continúan siendo eminente- sados por Katrina, Stan y Wilma ha-
mente reactivas y conservadoras, y brían entrado en la categoría definida
no se plantean transformaciones por la entonces visión dominante de
sustanciales en las condiciones de «desastres naturales» provocados
riesgo prevalecientes. De hecho, po- por eventos impredecibles e incon-
demos afirmar que, después del in- trolables. Hoy sabemos que esto no
tenso debate que se generó durante es así, pero poco se hace para resol-
la segunda mitad de los años 90, verlo. Es muy probable que estos
hoy nos enfrentamos a un retorno eventos, antes extraordinarios, pron-
del conservadurismo, que privile- to sean incorporados como parte del
gia los preparativos y la atención de cotidiano de la sociedad, tal vez de
desastres y un retroceso de por lo nuevo como un «castigo divino».

El Cotidiano
REVISTA DE LA REALIDAD MEXICANA

Noviembre-Diciembre de 2005 México No 134

UNA PRIMERA APROXIMACIÓN AL PROBLEMA DE LA DISCRIMINACIÓN EN MÉXI-


CO: Rasgos y retos de la lucha contra la discriminación en México, Gilberto Rincón Gallardo.
El Conapred y la lucha contra la discriminación en México, José Luis Gutiérrez Espíndola. De-
finición y concepto de la no discriminación, Jesús Rodríguez Zepeda. POLÍTICAS PÚBLI-
CAS Y DISCRIMINACIÓN: La discriminación en México: una mirada desde el análisis de las
políticas públicas, Carlos Araiza R. ALGUNOS DATOS CUANTITATIVOS: Aproximación
a los resultados de la Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación, Rubén R. García
Clarck. ESTUDIOS DE CASO: El derecho a la igualdad... ¿o el derecho a la diferencia?,
Patricia Brogna. Discriminación y adultos mayores: un problema mayor, José Tomás Romero
Ruvalcaba. La estigmatización social como factor fundamental de la discriminación juvenil,
Leopoldo Callejas Fonseca y Cupatitzio Piña Mendoza. Género y discriminación, Marta
Torres Falcón. LA DISCRIMINACIÓN EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL: El derecho a
la no discriminación: una perspectiva internacional, Alejandro Becerra Gelóver y Yereli
Rolander Garmendia. La discriminación a los mexicanos en Estados Unidos, Abigail Calleja
Fernández. Segregación y discriminación: el nacimiento de Jim Crow en el sur de los Esta-
dos Unidos, Arturo Grunstein Dickter.

El Cotidiano es una publicación de la Universidad Autónoma Metropolitana. Av. San Pablo 180,
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