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Tres Desastres en Busca de Un Paradigma PDF
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años3. A partir de una muestra repre- varias décadas y que están estrecha-
sentativa que considera a 10 de los mente vinculados a los niveles de
países con los mayores índices de vulnerabilidad de la población. La
ocurrencia en la región4, puede verse caótica urbanización, la irracional
que del total de eventos registrados apropiación del espacio y la transfor-
en los últimos 30 años, alrededor del mación/degradación del hábitat en
60% se concentra en la última década; las ciudades de Nueva Orleáns y
entre ellos, tres quintas partes han su- Cancún tardaron décadas en llevarse
cedido en los últimos cinco años. Por a cabo. La pobreza lastimosa a la que
otra parte, los datos demuestran que, están sometidas las poblaciones indí-
del total de los eventos registrados, genas (y no indígenas) en el sudeste
también el 60% fue causado por fenó- mexicano y Guatemala, que obliga a
menos asociados al clima, particular- la deforestación, la construcción de
mente en lo relacionado con lluvias viviendas inadecuadas y la ocupa-
(no necesariamente extremas). Las ción de zonas de alta amenaza, es el
inundaciones y los deslizamientos se producto de muchos años de mode-
ubican entre las primeras causas de los económicos excluyentes. Asimis-
ocurrencia de desastres, con el 40% y mo, la indolencia y la ineficiencia
el 20%, respectivamente. gubernamentales para reducir los
niveles de pobreza e implementar me-
Las cifras anteriores coinciden con didas para la disminución del ries-
las opiniones de los expertos que go también son históricas y estruc-
pronostican un incremento en el nú- turales y no producto de una sola
mero y la intensidad de los fenóme- administración.
nos asociados a los cambios climáti-
cos, tales como huracanes y sequías, La historia de los eventos ocurridos
que son producto de las alteraciones en los últimos 30 años muestra que es
causadas por el sobrecalentamiento este segundo elemento el que expli-
global. La temporada ciclónica que caría el incremento reciente del nú-
recién termina es probablemente la mero y la intensidad de éstos, ya que
muestra más palpable de que di- normalmente el mayor número de
chos pronósticos han comenzado a inundaciones y deslizamientos aso-
cumplirse. ciados a lluvias ocurre en años en los
Sin embargo, la historia del riesgo y su 3. Las bases de datos utilizadas para los distin-
materialización en desastres no es re- tos países han sido tomadas del Proyecto Des-
Inventar de la Red de Estudios Sociales en Pre-
ciente. En su construcción intervie- vención de Desastres en América Latina y están
nen, además de las amenazas proba- disponibles en <www.desinventar.org>.
4. La muestra considera a Colombia, Argentina,
bles, otro tipo de elementos que han México, Perú, República Dominicana, Panamá,
estado acumulándose a lo largo de Costa Rica, Guatemala, Ecuador y Venezuela.
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Elizabeth Mansilla
que no se han presentado fenómenos dan entre países, sino también entre
extremos como huracanes o tormen- distintos sectores de la población
tas tropicales intensas, sino durante dentro de un mismo país o región.
temporadas de lluvias normales. El Esto explica que un mismo fenómeno
nivel de daño provocado por Stan en tenga diferente impacto en países
Chiapas (México), Guatemala y El distintos, y también que dentro de un
Salvador, aun con la cantidad de llu- mismo país, e incluso en una misma
via que produjo, no se explica sino ciudad, se produzcan niveles diferen-
por los elevados niveles de vulnera- ciados de daños y pérdidas.
bilidad de las poblaciones afectadas.
Pareciera que el clima se está alteran- Katrina, Stan y Wilma fueron eventos
do, pero no con la misma velocidad de gran magnitud e intensidad. Ka-
con la que se deterioran las condicio- trina y Wilma alcanzaron la máxima
nes sociales y materiales que hacen a categoría, y aunque Stan tocó tierra
la población cada vez más vulnerable como huracán categoría 1 en la esca-
frente al impacto de fenómenos de la Saffir-Simpson, se caracterizó por
cualquier tipo e intensidad. su lento movimiento (casi estacional)
y la gran cantidad de lluvia que pro-
Fenómenos parecidos, dujo en un tiempo muy corto. En tér-
desastres distintos minos generales, podríamos hablar
de fenómenos con un potencial de
En relación con la vulnerabilidad, en daño similar, pero que no obstante
los estudios sobre el tema existe una produjeron desastres distintos. Las
tesis ya bastante difundida –y acepta- diferencias radican en las característi-
da– que sostiene que los desastres cas del impacto, que pueden resumir-
son indicadores de déficit en los nive- se de forma somera en los siguientes
les de desarrollo o la manifestación puntos:
de inadecuados estilos de desarrollo
que pueden expresarse en términos – Los huracanes impactaron sobre
ambientales, sociales, económicos e uno de los países más ricos del mun-
incluso políticos5. Es decir, a mayor do (EEUU), sobre un país de desa-
nivel de desarrollo, menor será el ni- rrollo medio (México) y sobre dos
vel de riesgo y, por tanto, la probabi- países con bajo nivel de desarrollo
lidad de ocurrencia de desastres; y, (Guatemala y El Salvador).
en sentido inverso, menores niveles
de desarrollo pueden contribuir a in-
5. No abundamos aquí sobre la relación entre
crementar el riesgo y con ello la ocu- desastres y desarrollo, pero existe una am-
rrencia de desastres, así como los plia bibliografía al respecto. Una referencia
para consulta son las publicaciones que apa-
daños probables. Por otro lado, las recen en la página web de La Red: <www.
diferencias de desarrollo no solo se desenredando.org>.
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Katrina, Stan y Wilma: tres desastres en busca de un paradigma
– Aun cuando se hable de que los hu- no solo con la predisposición al im-
racanes impactaron principalmente pacto de los fenómenos peligrosos,
sobre poblaciones pobres en todos sino también con la capacidad de la
los países (con excepción de México, población para recuperarse. En este
donde un sector dominante de la sentido, los desastres producidos por
economía resultó muy afectado), las los huracanes Katrina, Stan y Wilma
diferencias en el costo de daños y mostraron que la capacidad de recu-
pérdidas son abismales. De los peración es distinta entre los países
100.000 millones de dólares que se afectados; y, dentro de éstos, son los
han estimado como cifra global apro- sectores económicos dominantes los
ximada, el 95,7% equivale a los da- que se recuperan más rápido. Algu-
ños y las pérdidas en EEUU; el 3%, a nos datos ilustran lo que ya está su-
los producidos en México; y tan solo cediendo en cada uno de los países.
el 1,3%, a los generados en Guatema-
la y El Salvador (con el 0,9% y 0,4%, Un primer aspecto de una pronta re-
respectivamente). De aquí se deriva cuperación está relacionado con los
una conclusión más o menos obvia: montos de los bienes asegurados. Se-
cuanto más grande es una economía, gún datos de ISO Property Claim
mayor será el monto de daños y pér- Services6, en EEUU la cifra de bienes
didas causados por desastres de gran asegurados se estima en 34.400 mi-
magnitud, dado que la calidad y la llones de dólares, lo que equivale a
cantidad de los bienes dañados o un 40% del monto total de pérdi-
perdidos serán mayores que en das estimadas en ese país. Adicio-
aquellos países con economías pe- nalmente, el gobierno estadouni-
queñas y débiles. Una segunda con- dense ya ha anunciado la puesta en
clusión, no tan obvia, es que el im- marcha de un programa de rehabili-
pacto del desastre sobre la población tación y reconstrucción en el que se
(y no el costo económico) puede ser invertirán más de 200.000 millones
mucho mayor en los países de menor de dólares. Aun cuando hayan sido
nivel de desarrollo: en estos casos golpeados los sectores más pobres y
deja secuelas de más largo plazo, con poco acceso a los mecanismos
ante la carencia de mecanismos de de seguridad social, el hecho de ser
contención que permitan un resta- parte de una economía rica posibili-
blecimiento rápido de las condicio- tará que la recuperación sea mucho
nes previas al desastre. más acelerada que en el resto de los
países.
La capacidad de recuperación
los Desastres Naturales, promovido desastre; y, por otro lado, hemos vis-
por la Organización de las Naciones to que el número de eventos aumen-
Unidas (ONU) durante la década de ta en lugar de disminuir.
del 90, la ocurrencia de nuevos desas-
tres de grandes proporciones en todo En el ámbito político, se ha privile-
el mundo, y en particular en la región giado la creación de instituciones ad
latinoamericana, permitió generar un hoc para los preparativos y las res-
interés creciente de organismos inter- puestas frente a los desastres o al for-
nacionales, gobiernos, investigadores talecimiento de las ya existentes. Una
y comunidades, y una base de cono- parte importante de los esfuerzos
cimiento que rebasa los fenómenos realizados ha apuntado a la creación
mismos y se centra en su impacto so- de los llamados «Sistemas Naciona-
bre la sociedad. Los debates sobre la les», que en cada país han adquirido
causalidad de los desastres, la discri- modalidades distintas (Defensa Ci-
minación del impacto, los factores vil, Protección Civil, Prevención y
que contribuyen a la construcción del Atención de Desastres, etc.). En un
riesgo, entre otros, estimulan la ima- segundo plano, la atención se ha
ginación y propician la búsqueda de centrado en la emisión de leyes y de-
opciones integrales de gestión para la cretos que respalden y legitimen las
reducción de éste con miras a evitar acciones institucionales. Y, finalmen-
el desastre o reducir su magnitud, y te, comienza a extenderse la idea de
no solo a reaccionar y atender a la po- crear fondos financieros para casos
blación cuando ya ha ocurrido. de desastres y desarrollar instrumen-
tos para asegurar la infraestructura
Tan solo en Centroamérica –y en es- básica. Esta última modalidad está
pecial después del impacto del hura- siendo fuertemente apoyada por el
cán Mitch en 1998– se han invertido Banco Interamericano de Desarrollo
cientos (si no es que miles) de millo- (BID) y el Banco Mundial (BM) en
nes de dólares en procesos de recons- América Latina.
trucción y proyectos cuya intención
es evitar desastres o al menos reducir No obstante, las acciones para re-
su número. Sin embargo, hasta ahora sarcir el «déficit» en el desarrollo
no existen elementos que permitan –expresado en la pobreza y la po-
suponer que en alguno de los dos breza extrema de grandes capas de
frentes se haya tenido éxito. Por el la población, el deterioro ambiental
contrario, la evidencia muestra que causado por el crecimiento caótico
cada vez con mayor frecuencia se eje- de las ciudades, la irracionalidad de
cutan procesos de reconstrucción en los fundamentos del estilo de creci-
condiciones similares e incluso peo- miento económico y la crisis en que el
res a las que existían previamente al propio modelo económico ha hecho
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Katrina, Stan y Wilma: tres desastres en busca de un paradigma
El Cotidiano
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