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Todos sabían que existía un reino perdido en la luna, todos menos yo. Esa era la cuestión.

Todos querían alcanzar el grandioso reino, descripto por nuestros antepasados. Según ellos,
Vivian unos extraños seres que conocían el verdadero nombre de las cosas, no las palabras
inventadas por el lenguaje humano. Para nosotros el ARBOL es árbol, pero la palabra no es la
cosa. Sin embargo para estos inexplicables alfabetistas, el ARBOL es el ARBOL.

Suena confuso al principio, pero ellos, según el mito, crearon los objetos y a su vez los
nombraron. Nosotros, como razas, a cada cosa la llamamos de diferentes maneras, por lo cual
nunca podemos conocer el mensaje que nos transmite dicho cuerpo.

Un ejemplo claro seria, llamar a un amigo, si digo cualquier nombre, no me responderá, se dará
vuelta y seguirá caminando.

Según nuestros abuelos, existía una manera de llegar, era un poco alocada, pero si partimos de
la idea que existe un reino en la luna, no parecería tan descabellada.

El ritual consistía en una serie de meticulosos pasos, los cuales tenían un importante orden.
Primero, uno tenía que estar completamente desnudo, ya que ellos (SERES LUNARES por llamarlos
de alguna forma) no conocían palabra como vergüenza o pudor, entonces causaría un sobresalto
el acceder a su reino con ropa.

También es importante, sumamente importante, que el cielo este completamente despejado y la


luna este en su fase de luna llena. El lugar físico de esta ceremonia es única y exclusivamente el
mar.

Lo siguiente es no pensar en nada, sin traer cualquier palabra a la mente, el solo hecho de tratar
de no pensar en algo, ya arruina el ritual.

En caso de poder realizar lo anterior explicado, a medianoche el mismo mar marcara la ruta hacia
la luna.

Inexplicablemente después de seguir este meticuloso proceso, recibiremos la palabra que nos
permitirá caminar por el agua y llegar a la luna por la estela que forma la luna y el mar.

Muchos intentaron, sin lograrlo, tratar de acceder al reino, una gran cantidad se ahogó y
desapareció en el intento.

¿Cómo fue que pude acceder al mundo secreto?, es la gran pregunta, la clave es no tratar de
llegar, la palabra te tiene que sorprender, como un golpe en el pie.

No existía Ritual, ni tradición, ni cosa hablada que te permita ingresar al reino. La palabra me llego
en forma de relámpago, instantáneamente, MANGATA. Así puede dar el primer paso y caminar
por el agua…..

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