Las zonas de Colombia con mayor presencia de Leishmaniasis son la zona suroriental y noroccidental del

país, más exactamente, la leishmaniasis cutánea y mucosa se ve muy presente en los departamentos de
Guaviare, Meta y Vaupés mientras que la leishmaniasis visceral afecta más a los departamentos de Sucre y
Bolívar. (INS)

Las características socioeconómicas de estas zonas corresponden al grupo de las peores de Colombia,
presentando el PIB más bajo de todos. Además, el crecimiento económico de estas regiones se reportó en
valores negativos entre 2017 y 2018. (DANE)

Las zonas nombradas también corresponden a zonas rurales del país con alto contacto entre humanos y
animales.

Mortalidad:

La mortalidad de la enfermedad llega hasta el 90% sin tratamiento y 5% con tratamiento. En Colombia el
último reporte de defunción por leishmaniasis visceral se registró en 2018 a semana epidemiológica 31. Fue
una menor de 10 meses de edad en el departamento de Bolívar. A pesar de esto, los casos confirmados de
leishmaniasis se concentraron en poblaciones de entre 20 y 40 años. (SIVIGILA)

A pesar de esto, no existen la suficiente información para realizar un estudio claro de la mortalidad por
leishmaniasis en Colombia.

Estrategias:

1. El diagnóstico temprano y la gestión eficaz de los casos

2. El control de los vectores
3. El control de los reservorios animales

El diagnóstico temprano y la gestión eficaz de los casos reducen la prevalencia de la enfermedad y previenen
la discapacidad y la muerte. La detección precoz y la rápida instauración del tratamiento ayudan a reducir la
transmisión y a controlar la propagación y la carga de la enfermedad.

El control de los vectores ayuda a reducir o interrumpir la transmisión de la enfermedad al reducir el número
de flebótomos. Entre los métodos de control figuran los insecticidas en aerosol, los mosquiteros tratados
con insecticida, la gestión del medio ambiente y la protección personal.

El control de los reservorios animales resulta complejo y debe adaptarse a la situación local.