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La arquitectura y su relación ante eventos de

emergencia, resguardo y contingencias de


cualquier tipo
Introducción
Arquitectónicamente, las viviendas que sufren mayor daño son aquellas construidas
con materiales a base de tierra como la quincha el adobe o el tapial, en éstas se
puede generar destrucción total, parcial o daños estructurales, que tornan a la
vivienda inhabitable por un posible derrumbe.
Aun así, en los enlaces que televisan los desastres, muchas familias se acomodan
en sus viviendas a esperar ayuda o por el simple hecho de que no tienen otro lugar
al cual acudir.
Dadas estas circunstancias, en los pueblos más pequeños se incrementan esta falta
de conocimiento. Por ejemplo, en Oaxaca, existen poblaciones asentadas en las
laderas tanto de ríos como de cerros.
Con las constantes lluvias en ciertas épocas del año el caudal del río sube y las
laderas de los cerros se deslizan, sin embargo, aun así, estas poblaciones siguen
construyendo sus viviendas en estas zonas tan peligrosas.
Otro punto a considerar, como ya se mencionó, son los materiales utilizados en la
construcción. Si éstos son muy rígidos y macizos, lo más probable es que la vivienda
se derrumbe, más que nada porque la construcción no va a tener resistencia al
movimiento.
Tampoco existe una conciencia de construcción segura, esto comprende
materiales, distribución de la vivienda y ubicación.
Más aún, el crecimiento de las ciudades debido a la migración de poblaciones
rurales a zonas urbanas, sumándole la pobreza y las construcciones inadecuadas,
como son las viviendas en laderas de ríos o cerros; son factores que vuelven a los
oaxaqueños una población vulnerable como el deslave en Tlahuitoltepec en 2010.
Es por estas razones que un sismo que deja mucha destrucción. Lo utilizado
principalmente para suplir la necesidad de viviendas son carpas comunes que
regalan y distribuyen los municipios de las zonas afectadas, donadas por entidades
tanto no gubernamentales como gubernamentales.
Estas carpas cuentan con características que pueden ser buenas en su momento,
pero tras pasar los días y semanas, se vuelven deficientes.
Dentro de la arquitectura existe una rama conocida como arquitectura efímera.
Este rubro a su vez cuenta con una especialidad en desastres conocida con el
nombre de arquitectura de emergencia, la cual no tiene más de 30 años de
existencia.
Se dedica al diseño de viviendas y refugios temporales para situaciones de
emergencias, causadas por la naturaleza o por el hombre.
Estos espacios efímeros se diseñan pensando en las necesidades de los
desplazados por estas situaciones, como son la humedad, el frío o calor y generan
ambientes de actividades múltiples maximizando la utilización de los espacios y su
funcionalidad.
Un ejemplo es lo que ocurrió en Perú tras el sismo de Pisco en el 2007, se diseñó
una vivienda de emergencia con materiales de la zona afectada bajo la dirección de
dos arquitectas.
Este refugio fue exhibido y utilizado, sin embargo, no tuvo mayor repercusión en la
población afectada. ¿Qué es lo que le ocasionó a la población una desconfianza o
rechazo hacia la arquitectura efímera de emergencia?
Es decir, cuáles son los desencadenantes de que generarían que la población
peruana no confíe en las viviendas de emergencias ya sean entregadas por el
Estado u otra opción que muestre materiales poco convencionales.
El principal problema de la población peruana al suceder un desastre natural es la
precariedad en la que encuentran muchas poblaciones y que ésta se agrava e
incrementa con el suceso natural.
En muchas ocasiones carpas y viviendas prefabricadas son soluciones muy
factibles, sin embargo, la población no comprende muchas veces el tiempo
predeterminado de éstas, por lo que la pobreza y precariedad salen a relucir con
mayor notabilidad.
En el mundo del diseño y la arquitectura de emergencia, viviendas o refugios
solventan estas necesidades de prolongación de durabilidad, pudiendo otorgar a las
poblaciones afectadas un mayor rango de tiempo para iniciar la reconstrucción de
sus ciudades.
Arquitectura de emergencia o efímera
Durante los meses posteriores al terremoto del 27 de febrero de 2010, en Chile se
desarrolló una discusión sobre el tema de la vivienda de emergencia. Esta giró en
torno a su calidad constructiva, la calidad del espacio que brinda y su temporalidad.
Esto es especialmente cierto en los países en vías de desarrollo, donde la
emergencia conlleva problemas de seguridad y delincuencia; ello exige, incluso en
las soluciones básicas de la emergencia habitacional, un cierto grado de solidez en
las construcciones que oponga cierta resistencia y las haga perdurar.
La solución propuesta por esta investigación a la permanencia de las soluciones de
emergencia consiste en la implementación de mejoramientos progresivos. La
emergencia se resuelve entonces en un primer instante con un sistema constructivo
básico, que garantiza las condiciones mínimas de temperie, seguridad e higiene.
Más adelante, dicho sistema puede ser mejorado progresivamente en sus
características de temperie y duración y también puede ser ampliado en su
espacialidad para producir una habitación con características de vivienda definitiva.
Entre los factores o elementos que debieran conjugarse en equilibrio para definir
cualquier propuesta de viviendas de emergencia, caben condiciones materiales
(debe adecuarse a factores climáticos y ser estructuralmente resistente),
constructivas (sistematización orientada a un montaje rápido), espaciales (los
componentes constructivos son los que configuran el espacio), logísticas (deben ser
posible trasladar los componentes de manera eficiente al lugar de la emergencia),
productivas (una cadena de producción orientada a la reducción de costos),
culturales (elección de formas y materiales apropiados a modos de vida y realidad
cultural) y de diseño (establecimiento de modulaciones que eviten pérdidas de
material por recorte y que regulen al mismo tiempo los espacios).
Con base en lo anterior, y para comprender este trabajo, se requiere aclarar el
significado los conceptos de desastre y catástrofe a los cuales se apega este
trabajo.
El desastre es definido como el acontecimiento de un infortunio repentino o de
magnitud que destruye las estructuras básicas y el funcionamiento normal de una
sociedad o comunidad.
Dicho acontecimiento o serie de sucesos ocasiona víctimas, daños y pérdidas de la
propiedad, infraestructura, servicios esenciales, y medios de sustento a una escala
más allá de la capacidad normal de la comunidad afectada para dar abasto sin
ayuda.
El término “desastre” se utiliza también para describir una situación catastrófica
cuyos patrones normales de vida o ecosistemas han sido interrumpidos y se
requieren extraordinarias intervenciones de emergencia para salvar y preservar la
vida humana y/o el medio ambiente.
Los desastres pueden ser de origen natural y antrópico; sin embargo, algunos
autores afirman que los desastres que resultan por amenazas naturales repentinas,
son atribuibles al ser humano porque este construye asentamientos en zonas de
alto riesgo y su rápido crecimiento demográfico aumenta la demanda de recursos
naturales, presionando al medio ambiente.
La tecnología, por supuesto, juega un papel fundamental en los alojamientos de
emergencia donde las soluciones materiales y constructivas deben responder de
manera rápida y eficaz a la necesidad primaria del refugio.
Pero además de esto, la tecnología recoge los demás factores de manera integral,
respondiendo a la gestión desde los recursos, a la temporalidad desde la flexibilidad
y la duración, a la cultura desde la forma, habitabilidad, espacialidad y sistemas
constructivos y al territorio desde el impacto en el entorno y el uso de los materiales
amables con el ambiente.
Los módulos habitacionales diseñados tienen la capacidad de ser armados y
desarmados mayormente con mano de obra no calificada, proveniente del personal
del ejército, de voluntarios y de los propios damnificados, sin requerir del uso de
maquinaria compleja para su
puesta en funcionamiento, como
es el caso de la solución de
contenedores adaptados para
vivienda
Las condiciones de confort y
seguridad que brindan superan
ampliamente las de alternativas
basadas en tiendas comunitarias
de lona, que actualmente se aplican como alojamiento transitorio en situaciones de
desastre.

La arquitectura durante la emergencia por


COVID-19
La versatilidad de la arquitectura juega un rol muy relevante dentro de la pandemia
actual, ya que puede transformar de forma radical la vida de pacientes y
profesionales sanitarios. De hecho, el rediseño de espacios funcionales ya ha
estado presente en algunas de las tragedias más importantes de la historia, como
el terremoto de Fukushima en 2011 o la gran inundación de Italia en 1966.
Por lo tanto, ha quedado demostrada la utilidad de la arquitectura en esta crisis, ya
que, además de cubrir las necesidades de espacio o logística que requieren las
diferentes ciudades, permite evitar o frenar la dispersión del virus e incluso ayudar
al paciente a afrontar la situación desde una perspectiva psicológica.
¿Cómo es posible? Gracias al desarrollo de entornos con tecnología avanzada,
accesibles y centrados en la comodidad y la higiene.
Elementos de un rediseño arquitectónico versátil Las unidades temporales de
atención e infraestructuras de apoyo se han construido en tiempo récord por todo el
mundo.
En todas ellas suelen primar una serie de características:
 Utilidad: Ofrecen un espacio necesario para facilitar la tarea de servicios
sanitarios, de logística, primera necesidad.
 Evitan la propagación. Están diseñadas para aislar al paciente y al virus lo
máximo posible y evitar así su propagación.
 Condiciones higiénicas. La distribución y el material de construcción
buscan potenciar la higiene.
 Accesos inteligentes. El rediseño de lugares de paso es un factor
importante para la dispersión del Covid-19, por ejemplo, en el caso de los
pomos de las puertas.
Durante estos días de refugio en nuestras casas es difícil no fijarnos
minuciosamente en el entorno que nos rodea. La parte positiva es que, al menos,
los proyectos de bricolaje están en aumento y, probablemente, tu armario esté mejor
organizado que nunca.
Sin embargo, la rápida propagación del COVID-19 ha obligado a que la comunidad
del diseño reevalúe el trabajo de sus vidas y lo que podría significar diseñar para un
mundo que nunca será igual; especialmente cuando se trata de cómo volver a
reunirse y utilizar grandes espacios públicos como aeropuertos, hoteles, hospitales,
gimnasios y oficinas.
Ciertos elementos de construcción que se usan para el cuidado de la salud, ahora
pueden encontrar aplicación en otros espacios públicos, como reducir la cantidad
de superficies planas donde los gérmenes pueden asentarse o instalarse en
sistemas de ventilación.
Pero también es muy probable que el diseño de atención médica se actualice. "Lo
más importante que saldrá a la luz durante esto es la incapacidad de los hospitales
para acomodar la cantidad de personas enfermas".
Si bien el distanciamiento social parece ser una acción necesaria, aunque sea (con
suerte) temporal, es razonable pensar que las preocupaciones sobre futuros virus
podrían alentar a los arquitectos a diseñar con la vista puesta en espacios abiertos
que permitan y alienten a las personas a extenderse.

El confinamiento, el trabajo y estudio desde casa y la vida cotidiana de millones de personas en el mundo fueron los principales
acontecimientos de esta década, que sin duda estarán dentro de la memoria de muchos, tal vez, por el resto del siglo.

De la urgencia, nace la propuesta


Las ciudades en donde se han detectado casos de coronavirus han buscado
opciones para que el servicio de salud pública logre darse abasto al momento de
tratar a las personas enfermas. Uno de estos obstáculos es la capacidad de los
hospitales para internar a los pacientes.
Por lo que en el mundo se han adoptado alternativas que permiten a gobiernos tener
a las personas infectadas en espacios aislados del resto de personas para evitar
contagios. Algunas de esas propuestas han sido habilitar hoteles como hospitales,
construir instituciones médicas con materiales prefabricados a tiempo récord y
levantar clínicas inflables.
El mundo entero está en crisis, unos países se enfocan a temas que no solucionan
el problema y otros mas no los toman en cuenta. En el ámbito de la arquitectura
mundial, muchos países han generado ideas, algunas como proyectos para evitar
contingencias como la actual y otras como proyecto a largo plazo.
Un ejemplo es el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, Argentina,
convocó a los arquitectos a aportar propuestas que aborden la emergencia por
el Covid-19 desde la disciplina; y brinden soluciones a las problemáticas que ésta
representa, como la falta de espacios sanitarios adecuados para el tratamiento de
personas infectadas.
En este sentido, la convocatoria buscaba propuestas para la creación de espacios
físicos con las condiciones de salubridad e higiene necesarias para asistir a grandes
contingentes de personas; a fin de ampliar la capacidad de los hospitales existentes.
Estos espacios debían contribuir a evitar el contagio; a mantener la higiene y
salubridad en óptimas condiciones; y deben dar al paciente dignidad, en términos
de privacidad, comodidad y espacialidad.

Algunos trabajos plantean sistemas constructivos locales para resolver desde


módulos sanitarios móviles hasta arquitecturas para la salud. Otros ofrecen
diferentes prototipos de diseño para resolver aspectos muy diversos; desde
divisorios para aislamiento hasta cápsulas.
Muchos de ellos, por el nivel de innovación planteado pueden ser la base para
desarrollos. Es interesante observar también una importante cantidad de
propuestas que se basan en el uso de contenedores o materiales de bajo coste para
soluciones rápidas y económicas. Por último, se destacan otras propuestas que
ofrecen soluciones integrales; diferentes configuraciones espaciales teniendo en
cuesta distintas escalas y aspectos de la gestión de la emergencia en salud.
Como arquitectos y arquitectas podemos y debemos ofrecer una respuesta a la
sociedad a través de nuestro campo de conocimiento. Concretamente, la falta de
espacio sanitario adecuado para el alojamiento de las personas en tratamiento va a
convertirse en el principal déficit.
Ciertos elementos de construcción que se usan para el cuidado de la salud, ahora
pueden encontrar aplicación en otros espacios públicos, como reducir la cantidad
de superficies planas donde los gérmenes pueden asentarse o instalarse en
sistemas de ventilación.
Pero también es muy probable
que el diseño de atención
médica se actualice. Lo más
importante que saldrá a la luz
durante esto es la incapacidad
de los hospitales para
acomodar la cantidad de
personas enfermas. Por lo
tanto, puede ver, desde la
perspectiva del diseño, la
capacidad de hacer que una
habitación de pacientes normal sea más flexible para aumentar la capacidad o
convertirse fácilmente en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Reinvención, aportes y mejoramiento de


condiciones arquitectónicas
La dermatóloga de Ranella Hirsch señala que muchos hospitales existentes,
especialmente en áreas no urbanas, no son rivales para las dolencias modernas.
"Un buen ejemplo es el servicio de Urgencias, por diseño casi siempre es el primer
punto de entrada a una instalación y un defecto central en una situación infecciosa",
comenta. "La sala de urgencias está pensada para emergencias básicas de una
población alta y el triaje, y pero casi no se le considera un lugar diseñado para
esperar, que es precisamente donde desea evitar tener personas altamente
contagiosas.
Si bien el distanciamiento social parece ser una acción necesaria, aunque sea (con
suerte) temporal, es razonable pensar que las preocupaciones sobre futuros virus
podrían alentar a los arquitectos a diseñar con la vista puesta en espacios abiertos
que permitan y alienten a las personas a extenderse.
Muchos especialistas advierten que no confíen demasiado en ese tipo de
mentalidad: Renunciar a la urbanidad y la densidad es la solución incorrecta;
después de todo, todavía tenemos un planeta para salvar.
No creo que lleguemos al punto en que evitemos por completo la reunión pública,
es la emoción de los deportes y los conciertos, al menos, tener esa experiencia
común. Pero en todos los entornos, esta experiencia ha ilustrado que realmente es
un mundo muy pequeño y
todos estamos muy
conectados. Es posible
que tengamos que
volvernos un poco menos
físicos, siempre que sea
posible.
En México, se incorporó a
la contingencia la unidad
médica móvil tiene una
capacidad máxima de 50
camas y dos quirófanos.
Está elaborada de material
textil de PVC con filtro ultravioleta, su superficie de instalación es de 2 mil 500
metros cuadrados.
Cuenta con un sistema de aire acondicionado de 40 toneladas, piso a base de hule
liso y retardante al fuego. También cuenta con un sistema de circuito cerrado para
facilitar el monitoreo de todo lo que ocurre en las instalaciones. La estructura
también puede tener otros usos como escuela móvil, albergue, pabellón interactivo,
exposiciones y capacitaciones.

Las construcciones dirigidas hacia grandes multitudes siempre se han adaptado a


otros usos, arriba a la izquierda podemos observar el uso extraordinario que se
implemento en 2005 en Nueva Orleans, Estados Unidos. Durante el huracán
Katrina, mucha gente tuvo que abandonar sus casas e integrarse a un albergue, el
estadio de Nueva Orleans albergo temporalmente a los vecinos de la ciudad. A la
izquierda, vemos un estadio adaptado para tratar a los pacientes con COVID-19 en
Uruguay, donde se podrá atender a mas de 200 pacientes.
Con este modelo de readaptación de un edificio se han podido superar muchas
tragedias y desastres alrededor del mundo. Y en este 2020 no ha sido la excepción.
Conclusión
Ninguna población está exenta de estas situaciones de emergencia, sean estás
debidas a desastres naturales o por consecuencia de la actividad humana, por lo
que seguirán ocurriendo y afectando a la población.
Los temas de diseño, proceso y construcción son fases que están diariamente en
actualización y por lo tanto es un rol importante para nosotros como arquitectos y
diseñadores, el estar en constante cambio y renovación para mejorar las ayudas a
las poblaciones afectadas en una situación de emergencia postcatástrofe.
Es importante incorporar al usuario, es decir, el proceso de diseño debe ser abierto,
ya que la participación de los futuros usuarios de las áreas de diseño (casa
habitación, hospital, albergue, etc.) es un factor importante para el éxito de la salud
y su máxima comodidad, que con el tiempo podrían llegar a modificar debido a los
tiempos y sus complicaciones sanitarias o naturales.
Cubrir con las necesidades básicas como son energía eléctrica, agua potable,
tratamiento y recolección de desechos sólidos, líquidos y biológicos, consiguiendo
así ambientes limpios para los heridos y personal médico sanitario de emergencia.
Tener en cuenta un diseño de accesibilidad universal, incluyendo individuos con
capacidades diferentes, tomando en cuenta las dimensiones para que puedan
ingresar y ser atendidas.
Es un tema muy amplio, donde nosotros como profesionales, diseñadores y
arquitectos tenemos la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de una
comunidad afectada por un desastre, de igual manera, ofrecer herramientas para
que atraviesen de mejor forma su proceso de recuperación.
Un área de la arquitectura que sea socialmente responsable y comprometida con la
ayuda a las personas más necesitadas.
Fuentes Consultadas
 https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/112242/Guam%C3%A1n%20-
%20Arquitectura%20Ef%C3%ADmera%20de%20Emergencia%20%20%22Recomendacione
s%20para%20el%20dise%C3%B1o%20de%20un%20prototipo%20de%20H....pdf?sequence
=1&isAllowed=y
 https://scielo.conicyt.cl/pdf/arq/n84/art06.pdf
 https://www.fundacionlaboral.org/actualidad/noticias/reportajes/el-esencial-papel-de-la-
versatilidad-de-la-arquitectura-en-la-pandemia-del-covid-19
 https://centrourbano.com/2020/04/15/arquitectos-propuestas-espacio-sanitario/
 https://obras.expansion.mx/infraestructura/2020/03/24/arquitectura-adapta-
anecesidades-surgidas-coronavirus

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