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FIDEDIGNAS SOBRE EL
ARTE REAL
(SERGIO FRITZ ROA)
Con gran atención hemos oído y leído las distintas definiciones que se han dado
acerca de nuestro Arte, de sus métodos y objetivos.
Una primera observación nos demuestra que tales posturas jamás se habían
polarizado tanto como en la actualidad, lo cual es indudable, un signo más de los
tiempos, y por tanto tal hecho no nos extraña del todo, si sabemos que tal
discordia se produce en la edad contemporánea, la cual simbólicamente
corresponde a la Edad de Hierro.
Con la ayuda de Dios, a quien agradecemos el hecho de que nos haya permitido
tener contacto con verdaderos Sabios, empezaremos a descifrar lo que en verdad
significa Alquimia.
2.-
3.-
¡Esplendorosa Edad Media, que los hombres actuales te repelen, pues saben que
su forma de vida es lo más contrapuesto a ti, virgen llena de fuego, de ideales, de
espiritualidad, y de Sabios! ¡Oh, belleza arquitectónica única, que construiste no
sólo templos de piedra majestuosos, sino almas puras y elevadas!
4.-
Digamos que no el oro vulgar - por muy bello que éste sea-...Digamos que no la
riqueza física -por muchos beneficios que puede traer a su poseedor y a sus
semejantes, si es caritativo-La Alquimia busca, en pocas palabras, una Medicina,
la cual aumentará nuestra salud, física y espiritual, retornando así el Artista al
Paraíso.
Pero si esto busca el Arte Real, ¿por qué los textos narran procesos tan complejos
y difíciles de entender para el profano - el Solve et Coagula- que parecen más
propios de la química actual que de la Alquimia? Muy simple: pues en los
minerales y plantas se encuentra un espíritu que el artista debe conocer y
manejar. Y la forma de encontrar estos espíritus sólo puede realizarse por medios
físicos y químicos. Tales esencias deben extraerse de los clásicos cuatro
elementos -aire, tierra, fuego y agua- como, ¡oh, gran misterio! del mismo
operador...
5.-
Por otro lado, hay quienes ven en nuestro Arte una etapa previa a la química
actual. Es aquel un camino vano y absurdo; pues, la Alquimia tiene sus propios
medios y fines. Así, el químico emplea metales muertos, y el Alquimista metales
vivos.
En cuanto a sus fines, son aun más contrapuestos. Baste decir que la Alquimia
intenta lograr la Piedra Filosofal, verdadera Medicina para el hombre.
Que los que tengan discernimiento, atiendan con gran atención las palabras
anteriores, pues si no las comprenden, nunca podrán cruzar la barrera que
distingue a una ciencia tradicional de una ciencia moderna.
6.-
No tomes el camino sencillo, y no temas ensuciar tus manos con carbón para
obtener este Don de Dios; pues, ¿acaso nuestro Señor Jesucristo, no asumió la
muerte en la Cruz, por amor a nosotros?
7.-
Sólo entonces, cuando podáis amar con reverencia sincera a los seres y a todo lo
creado, prended el fuego de tu laboratorio. Lo demás lo hará el buen Dios.