Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ARQUITECTURA AREQUIPEÑA
SEMESTRE: VII
AREQUIPA – PERÚ
2019
ALGUNOS ALCANCES SOBRE
LA ARQUITECTURA AREQUIPEÑA
La arquitectura local pasada y actual como indica Eusebio Quiroz Paz Soldán, al
igual que diversas manifestaciones culturales, ha sido “una admirable síntesis
cultural entre lo español y lo andino dentro de una comunidad regional de alguna
manera aislada del conjunto del Perú colonial”.1
Málaga Medina en Historia General de Arequipa, indica que los principales estilos
arquitectónicos que se pueden identificar en la ciudad son: el Renacentista, Barroco,
Rococó y Neoclásico. Asimismo, se puede identificar a la piedra (ignimbrita en
corte sillar) como principal material de construcción en estas construcciones de la
época virreinal. Indica que “Por eso la arquitectura de Arequipa encanta sin causar
1
Quiroz Paz Soldán, Eusebio. (2005). La identidad cultural arequipeña como
camino de la identidad nacional peruana. Arequipa: Revista de la Universidad
Católica San Pablo Número 04, Año 04. Pág. 01
sorpresa, gusta sin crítica, la vemos como un paisaje, como haciendo parte de la
tierra misma”.2
El caso de la arquitectura arequipeña es uno de los pocos casos en los que el arte
andino y español ha logrado un sincretismo entre símbolos autóctonos y españoles.
Un claro ejemplo es el Templo de la Compañía de Jesús en el que se logró uno de
los ejemplares más antiguos de estos estilos.
Por lo tanto, consideramos que todos los estilos artísticos de todas las épocas
históricas son importantes ya que son parte de la ciudad de Arequipa; y sin esta la
ciudad no sería la misma. Sabemos que la arquitectura es uno de los principales
factores de la esencia de una ciudad; por lo tanto todos debemos saber valorarla y
preservarlas para futuras generaciones.
BIBLIOGRAFÍA
• Neira, M., Galdos, G., Málaga, A., Quiroz, E., Carpio, J. (1990). Historia
General de Arequipa. Arequipa: Fundación M. J. Bustamante de la Fuente.
2
Neira, M; et al. Historia General de Arequipa. (1990). Pág. 371