“Nuevos Sistemas y materiales para el Diseño y Construcción
de Muros Divisorios y de Fachadas en Edificaciones
Por: Ing. Daniel Rojas Mora, IC y MIC Uniandes. Profesor Universidad Nacional de Colombia
1.- INTRODUCCION
El buen comportamiento de las edificaciones no solo radica en el buen
desempeño de la estructura ante las diversas solicitaciones a que estará expuesta en su vida útil, como lo son las cargas muertas y vivas, las fuerzas de viento y los sismos; este desempeño también debe comprender el comportamiento de los elementos que no pertenecen a la estructura, denominados Elementos no Estructurales, de los cuales hacen parte los acabados, las instalaciones hidrosanitarias, eléctricas, de gas y especiales; así como los equipos mecánicos, entre otros.
Por lo general, ante la ocurrencia de un sismo, los elementos no estructurales
son los que más vidas han cobrado, por lo cual es fundamental que en las estructuras se garantice su estabilidad y correcto desempeño ante un evento sísmico.
Aunque la mayor parte de los daños generados por el evento sísmico de
Popayán de 1983 fueron generados por la falta de mantenimiento (especialmente de las cubiertas) de las construcciones históricas de adobe y tapia pisada, fue evidente las deficiencias en la construcción de edificaciones modernas de concreto reforzado, muchas de las cuales sufrieron daños irreparables y colapsos, con un alto número de pérdida de vidas humanas. Estos eventos generaron la necesidad imperiosa de revisar las técnicas de diseño y construcción que se venían utilizando hasta ese momento.
Las incalculables perdidas económicas, sociales y patrimoniales que dejo el
sismo de Popayán de 1983 incentivaron al gobierno nacional a que expidiera el Decreto–Ley 1400 del 7 de junio 1.984 (Código Colombiano de Construcciones Sismo- Resistentes). El Decreto 1400 de 1.984 establecía los criterios para adelantar el diseño y la construcción de edificaciones en el Territorio Nacional con el fin de reducir al mínimo el riesgo a la pérdida de la vida ante la acción de las fuerzas sísmicas. Aunque este era el fin primordial de dicho reglamento, también se menciona por primera vez el tema de los elementos no estructurales: “Articulo A.3.6.4- Anclaje de los Muros No Estructurales – Los muros no-estructurales deben anclarse o adherirse a la cubierta y a los entre pisos que le suministren apoyo lateral, con el fin de evitar su trabajo en voladizo ante la presencia de fuerzas sísmicas inducidas por su propia masa.” Se identificaba ya el alto potencial de riesgo asociado a dichos elementos no estructurales, aunque las prácticas constructivas de la época para nada consideraban este tema.
Sin embargo después de la formulación de la primera normativa
sismorresistente en el país, ocurrieron en el país tres (3) sismos de gran de gran importancia, el de Murindó en 1992, el sismo de Páez en 1994, los sismos de Tauramena y Pereira de 1995.
Estos eventos pusieron en evidencia el alto potencial de daño asociado a estos
elementos no estructurales. Estas experiencias llevaron a la necesidad de revaluar la norma existente (Decreto 1400) y considerar, además de la minimización en el riesgo a la perdida de vidas humanas, la minimización en las pérdidas económicas por daños en elementos no estructurales. Por lo anterior y ante la necesidad de actualizar la normativa vigente en ese momento, se formuló la Norma Colombiana de Diseño y Construcciones Sismo Resistente NSR-98, Ley 400 de 1997 con sus respectivos y sucesivos Decretos Reglamentarios 33 de 1998, 34 de 1999, 2809 de 2000 y 52 de 2001, la cual es la normativa vigente y determina todos los aspectos exigidos para el adecuado diseño y funcionalidad de las edificaciones.
Las NSR-98 incluyen el Capítulo A.8 - Efectos sísmicos sobre elementos
estructurales que no hacen parte del sistema de resistencia sísmica y el Capítulo A.9 – Elementos no estructurales los cuales tienen como objetivo reducir al mínimo el riesgo de la pérdida de vidas humanas por estos efectos y defender el patrimonio del Estado y de los ciudadanos.
Después de haber sido formulada la NSR-98, el 25 de enero de 1999 ocurre un
sismo en la zona Centro-occidental de Colombia, el cual causó daños graves en todas las poblaciones del Departamento del Quindío incluyendo la ciudad de Armenia, y en ciudades como Pereira y otras poblaciones de la zona cafetera ubicadas a más de 60 km de distancia. En este nuevo evento se vieron afectadas aproximadamente 50.000 edificaciones y se observaron daños a todo nivel, desde pequeñas fisuras hasta el colapso de muros no-estructurales de cerramientos y divisorios.
Los graves daños presentados en este y otros eventos se han asociado
principalmente a viviendas de uno y dos pisos construidas sin los requisitos sísmicos de las NSR-98 y edificaciones de varios pisos con sistema estructural a base de pórticos de concreto reforzado, con muros divisorios y fachadas construidos en mampostería no reforzada, sin los requisitos especiales establecidos por la norma para este tipo de elementos. En términos generales se observó que las viviendas de uno y dos pisos construidas siguiendo los requisitos de las NSR-98 no sufrieron daños significativos. Por otro lado, aunque algunos edificios de altura en pórticos de concreto reforzado fueron diseñados y construidos con las normas NSR-98, los muros divisorios y de fachadas no se construyeron siguiendo los requisitos del Capítulo A-9 de la NSR-98 con lo cual su comportamiento fue en general deficiente.
Lo sucedido en el terremoto de Armenia reafirmó la necesidad de corregir lo
que se convirtió en una práctica usual y que se refleja en la incompatibilidad en el comportamiento de los muros divisorios y fachadas, que son en general rígidos y frágiles, que se construyen sobre pórticos resistentes a momentos, que son en general flexibles y dúctiles. Estas características tan diferentes generan un alto riesgo asociado al potencial daño que pueden causar al caer sobre los habitantes de la vivienda o sobre los transeúntes de una calle. La NSR-98 establece tres niveles de desempeño para los elementos no estructurales, siendo el nivel más alto el requerido para las edificaciones indispensables (Grado de Desempeño Superior), para el cual se debe garantizar que el daño que se presente en los elementos no estructurales sea mínimo y no interfiera con la operación de la edificación inmediatamente después de ocurrido el sismo de diseño. Para edificaciones indispensables se establece un nivel de comportamiento para los elementos no estructurales con Grado de Desempeño Superior. Para las edificaciones de atención a la comunidad y de ocupación especial se exige un nivel de desempeño Bueno, para el cual el daño que se presente en los elementos no estructurales es totalmente reparable y puede haber alguna interferencia con la operación de la edificación con posterioridad a la ocurrencia del sismo de diseño. Y para las edificaciones de vivienda y oficinas (grupo de uso 1) los elementos no estructurales pueden tener un grado de desempeño bajo para el cual se permite un nivel de deterioro alto pero sin peligro a la vida.
Los sistemas de anclajes exigidos para los elementos no estructurales con un
Grado de Desempeño Superior en la gran mayoría de los casos deben ser “Anclajes Dúctiles” definidos por la NSR-98 así:
• Anclajes profundos que emplean químicos (epóxicos). La porción embebida
de este anclaje debe ser mayor a ocho (8) veces su diámetro. • Anclajes profundos vaciados en el sitio diseñados para tal fin. • No se permiten los pernos de expansión ni anclajes colocados por medio de tiros.
Para los Grados de desempeño Bueno y Bajo se permiten “Anclajes No
dúctiles” los cuales se realizan por medio de pernos de expansión, anclajes superficiales o anclajes colocados por medio de explosivos (tiros).
Teniendo en cuenta las nefastas consecuencias que han dejado en las
edificaciones de mampostería, los sismos ocurridos en Colombia y que adicionalmente cada año se construyen en promedio 10 millones de m2 de área construida, que representan aproximadamente 18 millones de m2 de muros de mampostería, es prioritario desarrollar nuevos materiales y métodos de construcción que permitan el diseño y construcción de elementos no estructurales divisorios y de fachada de manera que se garantice en primer término que estos no van a presentar colapso durante la ocurrencia de un sismo intenso y que se minimice el daño de los mismos ante las fuerzas inerciales impuestas y ante las deformaciones relativas piso a piso resultantes de la acción sísmica.
Ante la alta vulnerabilidad sísmica de los elementos no estructurales se
desarrolló un proyecto de investigación con la participación de Ladrillera Santafé, Sika Andina de Colombia y la Universidad de los Andes y con el apoyo de Colciencias, el objetivo principal de este proyecto fue el desarrollo de nuevos métodos para el diseño y construcción de muros divisorios y fachadas en edificaciones en Colombia basado en la utilización de nuevas unidades de mampostería y nuevos materiales o combinaciones de estos. La utilización de los desarrollos propuestos se orienta tanto al diseño de dichos elementos en estructuras nuevas como al reforzamiento y/o rehabilitación de estructuras existentes.
Como objetivos específicos de esta investigación se plantearon los siguientes:
(a) Establecer una caracterización referente a las demandas sísmicas
comúnmente impuestas en muros divisorios y de fachada en edificaciones de diferente tipo ubicadas en diferentes tipos de suelos.
(b) Establecer una caracterización de los diferentes sistemas de
construcción disponibles en la actualidad para muros divisorios y de fachada considerando parámetros básicos tales como resistencia a la compresión, al cortante, a la flexión perpendicular y paralela al plano, capacidad de deformación en el plano y fuera del mismo y aspectos relacionados con facilidad de construcción, rendimientos, aspectos económicos directos e indirectos, etc.
(c) Trabajar en forma conjunta con la empresa asociada al proyecto
(Ladrillera Santafé) en el desarrollo de nuevos materiales para el diseño y construcción de muros divisorios y de fachada para edificaciones con los objetivos generales planteados. Simultáneamente se trabajarán elementos como las membranas y fibras de carbono, fibras de vidrio, en la búsqueda de lograr elementos de mayor resistencia y ductilidad.
(d) Platear diferentes alternativas de posibles nuevos sistemas basados en
los anteriores elementos que cumplan con las demandas impuestas y que presenten ventajas constructivas, económicas y funcionales.
(e) Evaluar el comportamiento de los sistemas propuestos mediante el
estudio de edificaciones simplificadas a escala reducida sometidas a cargas dinámicas reales en mesa vibratoria en comparación con los sistemas tradicionales.
(f) Desarrollar una manual para el diseño y construcción de las nuevas
alternativas planteadas con el fin de complementar la literatura existente al respecto. El manual incluiría métodos para la evaluación analítica de las alternativas propuestas, esquemas específicos de utilización y los procedimientos constructivos recomendados para la construcción de los mismos. Igualmente se incluiría una evaluación económica de los sistemas propuestos. A continuación se presenta el Manual para el diseño y la construcción de nuevas alternativas para muros divisorios y de fachada en edificaciones, el cual fue trabajado por el equipo que participó en la investigación.