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Todos somos conscientes de los cambios que ha provocado internet en nuestras vidas

en términos de facilitar el acceso a la información y la comunicación instantánea.

Los expertos afirman que su potencial es casi ilimitado y aún está en pleno
desarrollo: desde la transformación de las relaciones sociales, a la creación de
ciudades inteligentes, hasta lograr que nos repongan la nevera y el armario sin
movernos del sofá. Hace nuestra vida más fácil y el trabajo, más productivo.

Sin embargo, en esta época de cambios vertiginosos e incesantes de la tecnología,


es imprescindible cuidar el valor de la información que publicamos en la red, ya
que el potencial que ofrece internet presenta de igual forma un riesgo cuando un
uso inseguro puede poner en peligro nuestra información más privada y confidencial,
como por ejemplo la numeración de nuestras cuentas bancarias, datos de nuestra
empresa, la intimidad de nuestros hijos, o nuestra propia identidad.

Cada uno de nosotros debe ser responsable del uso que hace de la red. Sobre todo
teniendo en cuenta los datos sobre el uso del móvil en España entre los jóvenes,
uno de los colectivos más vulnerables ante posibles amenazas como el ciberacoso: el
90% los adolescentes de entre 14 y 16 años tiene teléfono móvil.

Desde el Institucional Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) nos recuerdan algunas


buenas prácticas que no por haberlas oído en multitud de ocasiones dejan de ser
menos útiles:

Utilizar contraseñas robustas y no compartirlas entre servicios.


Revisar la configuración de privacidad de tus redes sociales y no agregar a
desconocidos.
Ser cuidadoso con la información que se publica en internet.
Instalar complementos de seguridad en el navegador y usar la opción de navegación
privada cuando sea necesario.
Realizar las compras siempre desde webs de confianza y que tengan un certificado
digital válido.
Proteger tu red WIFI adecuadamente y extremar las precauciones cuando de use una
WIFI privada.
No creerse todo lo que se lea online, ni reenviar mensajes en cadena.
Revisar las opciones de seguridad de tu navegador y borrar periódicamente la
información que almacena.
La ciberseguridad ya no es solo responsabilidad de los informáticos, sino de todos.
Somos nosotros quienes visitamos enlaces sospechosos, quienes descargamos archivos
desconocidos y quienes ignoramos las advertencias de seguridad de nuestras
aplicaciones. Y, en ese sentido, la importancia de la ciberseguridad y de la
autoprotección radica precisamente en ser responsable y cauteloso para evitar
riesgos y sorpresas indeseables al estar conectado y desconectado.

Leticia González

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