Está en la página 1de 2

SALMOS: 25:10.

- “Todas las sendas de Jehová son misecordia y verdad, Para los


que guardan su pacto y sus testimonios”.

Quiero darle la honra y la gloria a Dios, por concederme la vida, por su bondad, por su
misecordia infinita.

Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón
(Salmo 119:111).

El día miércoles 08 de agosto de 2018, fui intervenido quirúrgicamente por un problema


en la próstata, la operación se llevo a cabo con algunos problemas, un día después fui
dado de alta, con las indicaciones medicas volví a casa, sin saber que estaba a la puerta
de un gran problema de salud ya que al ser operado mis riñones dejaron de funcionar y la
acumulación de toxinas en mi cuerpo estaban haciendo estragos, paso el jueves, el
viernes, el sábado y no había respuesta de mis riñones para orinar, el sábado por la tarde
mi cuerpo estaba totalmente intoxicado, el día domingo mis familiares consultaron por
teléfono a un medico que dijo que debería de ser internado inmediatamente porque mi
vida estaba en riesgo, al medio día me trasladaron a la ciudad de México donde me
examino el médico a quien le habían llamado mis familiares suministrándome un
medicamento y haciendo el comentario que debería de ingresar a un hospital y que si en
dos horas mi cuerpo no respondía al medicamento había mucho riesgo de que muriera,
como a las cinco de la tarde fui internado en un hospital del centro de la Ciudad de
México, donde al ser examinado por los médicos decidieron que deberían de poner un
catéter para hemodialisarme porque mis riñones no habían trabajado durante cuatro días
“estaban muertos”, el grado de contaminación en mi cuerpo era extremo, el médico me
comento que había un 80% de posibilidades de que ya no recuperara mis riñones, que
solo había un 20% de esperanzas de recobrar mis riñones, aproximadamente a las 8 de la
noche instalaron el catéter en mi cuerpo y los médicos dijeron que ese catéter era para
toda la vida, que siempre debería de tenerlo en mi cuerpo, así que el lunes me hicieron la
primera hemodiálisis, pero también por la tarde de ese lunes llego al hospital el Siervo de
Dios nuestro hermano Aarón Cortez Hernández orando por mi y ungiéndome puso todo
en las manos de nuestro Dios, en la visita del medico un poco más tarde de ese día lunes,
el médico que un día anterior había dicho que había muy pocas posibilidades de que
recuperara mis riñones, ha esta hora estaba diciendo lo contrario, que había un 80% de
posibilidad de que recuperara mis riñones y un 20% de que no se recuperaran, Dios
estaba haciendo la obra, el día martes por la mañana fui hemodialisado nuevamente y por
la tarde los médicos dijeron que había una recuperación sorprendente, que la hemodiálisis
del miércoles se programar por la tarde y que si todo marchaba bien durante el día no
habría necesidad de realizar la hemodialisis ese día miércoles, gracias a Dios todo
estuvo bien el día miércoles, ya que el médico que me trataba dijo que debería de orirar
durante el día 1250ml; llegando por la tarde a revisión con el médico dijo y como le hizo
usted que orino los 1250ml. Mis riñones estaban trabajando para la Gloria de Dios, no
hubo hemodiálisis ni miércoles ni jueves, hasta el viernes aunque todo estaba muy bien,
se programo otra hemodiálisis pero para el día martes y fue mucho mejor ya no había
agua en mi cuerpo ese día, ese fue el ultimo día que me hemodialisarón porque a partir
de ahí se fueron posponiendo las hemodiálisis ya que los médicos que me trataban
encontraban todo bien, durante quince días traje en mi cuerpo el catéter, tenía que acudir
dos veces por semana a que me hicieran limpieza y a la tercera vez el médico decidió que
la próxima consulta se retirara el catéter, yo me sentía muy bien y deseaba no esperar
hasta esa consulta, pero tuve que hacer lo que los médicos decían, el día de la consulta
por la madrugada me puse en las manos de Dios, suplicándole con todo mi corazón que
cuando fuera examinado por los médicos todo estuviera bien, que no encontraran nada en
mi cuerpo para que me retiraran el catéter, con la confianza puesta en Dios llegue al
doctor por la tarde, sometiéndome a una revisión minuciosa de pulmones y corazón,
cuando hizo la revisión de mis riñones llamo a mi hermana que me acompañaba y le dijo
con mucha alegría y seguridad, “ este señor tiene riñones para veinte años” quitaremos el
catéter, Dios había hecho la obra, cuando el médico me retiro el catéter y una vez que
estaba listo para retirarme del hospital, el médico sorprendido y a la vez contento, no
dando crédito de lo que había sido testigo me abrazo por un espacio de
aproximadamente dos minutos y me dijo esto que acabo de ver no pasa, esto no sucede,
este doctor me recibió en el hospital y me vio salir de ese hospital sano para la Gloria de
Dios, en una de las visitas que he tenido con este doctor en su consultorio para revisión
me dijo sus riñones han mejorado tanto que ahora usted tiene riñones para 25 o 30 años y
en la última revisión del día 18 de mayo de 2019, me comento el médico que mis riñones
se habían recuperado más de lo esperado, Dios me ha dado riñones nuevos para la
Gloria de su nombre, ahora puedo decir con toda seguridad: Ciertamente llevó Él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores, a él sea la gloria, este es nuestro Dios grande y
poderoso.

Doy gracias también a mis familiares, Siervos de Dios y hermanos que estuvieron en
oración y ayuno, rogando al Seños por mi salud.

Dios les bendiga.

También podría gustarte