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PROGRAMA DE LICENCIATURA EN TEOLOGÍA

Nombre Alumna: MAIRA SANCHEZ

LIDERAZGO PERDURABLE.

Un líder es más que el complemento de su personalidad, sus


capacidades y sus talentos. Para tener la esencia de líder se requiere mucho
más que seguir un manual de disposiciones, o abrirse paso hasta llegar a la
cima en una composición organizativa, mediante la realización de ciertas tareas
y habilidades. Los líderes nacen, no se hacen, y surgen cuando existe una
necesidad de ellos. Por ende los líderes deben sufrir una transformación
genuina durante su proceso.
Por otro lado, es interesante como el autor comienza el libro con la
siguiente interrogante ¿Otro libro sobre el liderazgo?, Es notorio que Crawford
Loritts no quiso desarrollar un libro más para nuestra biblioteca, sino un libro
con principios, vivencias e inquietudes. Centrándose en la base de un líder,
“SU PERSONALIDAD” y la tarea asignada una vez que se acepta el llamado a
liderar.
Es interesante como Dios nos asigna tareas específicas y únicas para el
liderar. Nuestra tarea dentro de una congregación no es fácil. Cómo cristianos
debemos siempre buscar la verdad de las cosas y no simplemente llevarnos
por lo que escuchamos en pasillos, muchas veces tenemos perspectivas
erróneas del trabajo como líder. Dentro de estos cargos debemos ser
hipersensibles en la búsqueda de la verdadde Dios y enlazándola a la cultura
propia del lugar donde nos desenvolvemos como líderes. En ocasiones en la
posición de líder si no es bien manejada podemos ser subyugados por la
influencia que ejercemos en el liderazgo.
Según el autor debemos manejarnos con una perspectiva correcta para
así optimizar nuestro liderazgo. Dentro de lo que plantea está la lucha general
y particular sobre la secularidad del cristianismo externo e interno. Una vez que
aceptamos el llamado de Dios para liderar su grey es necesario pasar nuestras
vidas por la luz de la palabra de Dios la cual nos confronta.
En la actualidad existen un concepto erróneo de Líder cristiano y de
Líder secular. Antes de pertenecer al cuerpo de Cristo es obvio que venimos
del mundo con todo lo que tiene el mundo, cuando alcanzamos un liderazgo
dentro de la Iglesia es necesario definir y separar el tipo de Líder que debemos
ser. Y más si en el mundo ejercimos liderazgo.
A sabiendas cómo lideres debemos caminar de la mano con Dios lo cual
será la garantía de desarrollar el liderazgo por encima de nuestra voluntad y
vivir una vida solo para Cristo y no para las personas. Es necesario que el amor
y la ovación vengan del Padre Celestial y no del mundo porque contaminaría
nuestro espíritu. Cuando se desarrollan las funciones de líder dentro de la
congregación deben ser muy específicas para así lograr su éxito, muchas
veces queremos abarcar todo dejando a medias cada tarea.
En lo personal, en el proceso progresivo del liderazgo debemos
plantearnos que para los miembros de nuestra congregación y aun para el
mundo secular  estamos llamados a practicar una influencia positiva y
coordinada sobre aquellos con los que nos relacionamos. Conjuntamente de
lo anterior, el liderazgo es estimado como una disciplina organizativa que
debe estar impulsada por herramientas de misión  y visión que coordinen,
articulen e involucren a todas las partes de la estructura.
En lo que concierne al poder, la delegación de responsabilidades,
supone una aceptación de la trasformación personal, congregacional y el
reconocimiento del desarrollo de herramientas de liderazgo de aquellos que
están bajo la cobertura. Cuando el liderazgo es ejercido de manera ineficiente y
ejerce presión sobre el pueblo, genera un liderazgo narcisista. Es decir, genera
rechazo, descrédito yresistencia por parte de los miembros en casos en los que
la visión sea menor dentro de la congregación.
Los desafíos de este tiempo requieren líderes con una apariencia muy
diferente a la de los líderes tradicionales, un líder para Cristo tiene que ser
apasionado, impactante, debe reflejar el principio del evangelio que es el amor.
Debemos entender que el estilo de liderazgo tiene fecha de caducidad y debe
superar sus propias limitaciones para poder avanzar y poder transformarse
para impactar a las nuevas necesidades y las exigencias del mundo externo.
Un líder quebrantado ante Dios, no se toma a sí mismo en serio, se da
cuenta de que necesita a Dios y a los demás para ejercer efectivamente su
liderazgo, y no temerá el apoyo y la glorificación de los demás porque se da
cuenta de que su misión era expandir el Reino de Dios. Y no sus victorias, se
regocija en las victorias de los demás, incluso cuando lo superan en éxito.
El líder roto y/o quebrantado es transparente para los demás, no se
esconde detrás de paredes poco profundas y no actúa como un santo
sobrenatural. Es bueno con los que luchan, no mira a los demás con desdén,
sino que camina con ellos con actitud humilde. Es un líder que se quebranta y
paga el precio delante de Dios.
Jesús no buscaba un hogar cómodo ni riquezas. Dio su vida para servir
a los demás a través de su educación, curación y amor por quienes lo
rodeaban. Aunque sus seguidores cometen muchos errores y, a menudo, lo
defraudan, continúa alentándolos, apoyándolos y desafiándolos. Su ejemplo
como líder servidor debe inspirar, desafiar y permanecer en el centro de todos
en posiciones de liderazgo.
Jesús no buscaba un hogar cómodo ni riquezas. Dio su vida para servir
a los demás a través de su educación, curación y amor por quienes lo
rodeaban. Aunque sus seguidores cometen muchos errores y, a menudo, lo
defraudan, continúa alentándolos, apoyándolos y desafiándolos. Su ejemplo
como líder servidor debe inspirar, desafiar y permanecer en el centro de todos
en posiciones de liderazgo.
El mayo ejemplo de un líder siervo es Jesús, nunca buscaba un hogar
cómodo ni riquezas. Dió su vida para servir a los demás a través de su
sabiduría, sanidad y amor por quienes lo rodeaban. Aunque como seguidores
cometemos muchos errores y, a menudo, lo defraudamos, continúa
alentándonos, apoyándonos y desafiándonos a ensanchar nuestro territorio. Su
ejemplo como líder servidor nos debe inspirar, desafiar y permanecer en el
centro de todos en posiciones de liderazgo. El líder siervo pone las
necesidades de otros en primer lugar y escucha sus opiniones.

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