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Mi relación con Dios, parte 2

Jesucristo busca tener una relación personal con cada uno de nosotros.

¿Has estado alguna vez involucrado en una de esas relaciones en las que sólo eres tú el que da
el primer paso en todo? Pueden llegar a ser agobiantes y muy cortas. Una amistad verdadera
es aquella donde ambas personas disfrutan tanto estar juntas que invierten su tiempo
igualmente en busca de esa relación. a diferencia de otras religiones que intentan alcanzar a
Dios, con Cristo puedes ver que es Dios el que llega a nosotros.

¿CÓMO LLEGAS A CONOCER A ALGUIEN?

- Lo escuchas (la biblia, su palabra)

- Platicas con él (oración)

- Platicas con otros que lo conocen (iglesia, pastoral)

- Les hablas a otros de esa persona (predicas)

Conocer a Dios es igual que conocer a otra persona.

- ¿Como es Dios?

- ¿Que sabes de él y su vida?

- ¿Tienes una relación verdadera con él?

1. ¿Te preguntas si Dios es distante y realmente no tiene interés en ti?

Nadie te ama, te conoce íntimamente o desea una relación contigo más que Dios.

Nadie está 100% seguro de que Dios existe. (Él es invisible) Dios te pide que vayas hacia él,
pero él nunca se comportará de una manera dominante para que te veas obligado a creer.

3. La fe en Dios no es una posesión o una experiencia. En realidad, es una decisión que

tomas. Se basa en razones, hechos y deseos, al igual que la mayoría de las decisiones

de la vida.

Subes en un avión con la creencia de que el piloto esta sobrio, los instrumentos

funcionan y no hay ningún terrorista a bordo. Tienes razón para creer esto, pero no

puedes estar 100% seguro. Aun así, tomas una decisión y le confías tu vida al abordar.

El cristiano espiritual.
Aquel que ha recibido a Cristo en su corazón y vive una vida centrada en Cristo. No es que no
tenga pecado, él enfrenta problemas y tentaciones todos los días, como cualquier otra
persona. Pero como un estilo de vida, confía en Cristo en cada detalle y problema que se le
presenta. Su deseo más grande es complacer a Cristo, y no depende de la aprobación de otros.

El cristiano carnal.

El cristiano carnal es un cristiano (ha recibido a Cristo en su corazón en algún momento), pero
su vida está orientada hacia sus propios deseos y necesidades. Puede que muestre alguna
evidencia de ser cristiano, pero el trabajo del Espíritu Santo está “reprimido” ya sea por una
desobediencia consciente, o por ignorancia del ministerio del Espíritu Santo.

¿Qué es lo que distingue al cristiano carnal del cristiano espiritual? No es que al cristiano carnal
le falte una parte de Cristo o el Espíritu Santo – el posee los mismos recursos espirituales que
el cristiano espiritual. Pero el espiritual depende del poder de Cristo para vivir la vida cristiana,
mientras que el hombre carnal depende de su propio poder. Tratar de vivir la vida cristiana en
tus propias fuerzas es inútil, tan inútil como tratar de recorrer una ciudad empujando tu auto.

El cristiano espiritual.

Aquel que ha recibido a Cristo en su corazón y vive una vida centrada en Cristo. No es que no
tenga pecado, él enfrenta problemas y tentaciones todos los días, como cualquier otra
persona. Pero como un estilo de vida, confía en Cristo en cada detalle y problema que se le
presenta. Su deseo más grande es complacer a Cristo, y no depende de la aprobación de otros.

El cristiano carnal.

El cristiano carnal es un cristiano (ha recibido a Cristo en su corazón en algún momento), pero
su vida está orientada hacia sus propios deseos y necesidades. Puede que muestre alguna
evidencia de ser cristiano, pero el trabajo del Espíritu Santo está “reprimido” ya sea por una
desobediencia consciente, o por ignorancia del ministerio del Espíritu Santo.

¿Qué es lo que distingue al cristiano carnal del cristiano espiritual? No es que al cristiano carnal
le falte una parte de Cristo o el Espíritu Santo – el posee los mismos recursos espirituales que
el cristiano espiritual. Pero el espiritual depende del poder de Cristo para vivir la vida cristiana,
mientras que el hombre carnal depende de su propio poder. Tratar de vivir la vida cristiana en
tus propias fuerzas es inútil, tan inútil como tratar de recorrer una ciudad empujando tu auto.

Tu relación con Dios Tu compañerismo con Dios

Comenzó cuando recibiste a Cristo (Juan 1:12) Comenzó cuando recibiste a Cristo (Colosenses
2:6)
Es eterna (1 Pedro 1:3,4) Puede ser obstaculizado (Salmo 32:3-5)

Se mantiene únicamente por Dios (Juan 10:27-29) Se mantiene en parte por ti (1 Juan 1:9)

Nunca cambia (Hebreos 13:5) Cambia cuando pecas (Salmo 66:18)

El pecado no afecta la relación eterna que Dios tiene contigo, (la cual fue establecida cuando
confiaste en Jesús para que pagara por tus pecados). El murió por todos tus pecados (pasados,
presentes y futuros). En aquél tiempo tu vida entera estaba en el futuro, así que por tu fe en
Jesús, has sido totalmente perdonado. Tu relación con Dios es segura.

Sin embargo, el pecado afecta tu compañerismo con Dios. (Compañerismo significa cómo vives
tu vida en la tierra momento a momento). El pecado afecta tu comunicación con Él y tu
efectividad en hacer Su voluntad. El pecado te aturde para las cosas que Jesús quiere que
pienses y lo que quiere que hagas.

El Salmo 32:3-5 dice: “Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo por mi gemir
de todo el día, pues de día y de noche tu mano pesaba sobre mí. Como flor marchita por el
calor del verano, así me sentía decaer. Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad;
decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste.”

Esta es la forma correcta de responder al pecado. El salmista no negó su pecado. No se


preocupó por él. Lo confesó.

Aquí está: Dios no te exige perfección. Dios no está esperando que des la talla. Dios nunca
pensó que tú podrías vivir una vida cristiana, ni espera que puedas ahora llenar sus santos
estándares. Si él hubiera pensado que podías hacerlo, no hubiera mandado a su hijo a la tierra
a morir por ti; pero lo hizo.

Dios está consciente de la brecha entre su perfección y tu pecaminosidad. Incluso como


cristianos, hay una constante tensión dentro de nosotros tratando de acortar esa brecha, de
tal forma que nos sintamos más cómodos y más cerca de Dios. Algunos tratarán de cerrar esa
brecha tratando de bajar los estándares de Dios: “Dios no quiso decir exactamente que…”
Otros tratarán de cerrar esa brecha tratando de mejorar su desempeño: “Me esforzaré más…”

Es fácil para un cristiano pensar que Dios recompensa el esfuerzo, porque es lo que la sociedad
entera hace…sé responsable, trabaja duro, haz tu mejor esfuerzo…y serás recompensado. Un
cristiano puede ver los mandamientos en la Biblia y pensar: “Sí, si yo me esfuerzo lo suficiente
puedo hacer eso.” Y se llenan de frustración porque la Biblia dice que si nos enfocamos en la
ley viene sólo una cosa… el estar concientes del pecado. Dios no ha establecido tu relación
contigo sobre un sistema de esfuerzo y recompensa. La ha establecido así: él quiere que
confíes en él para que produzca en tu vida lo que le complace.

Dios no es como nosotros. Sus caminos no son nuestros caminos. El no acepta sólo nuestra
parte buena y rechaza nuestra parte mala. Nos ve como una persona completa, no como un
ser dividido. El nos dice: “No trates de mejorar tu parte mala. Es imposible que lo hagas tú
solo. No importa cuánto lo puedas mejorar, nunca será suficientemente bueno, porque Yo soy
perfecto. Dame tu parte buena y tu parte mala y déjame hacerte una persona completa.”

Obstáculo en el camino

Entonces ¿por qué Dios no contesta las oraciones de todos? Quizás es porque ellos no tienen
una relación con Dios. Ellos pueden saber que Dios existe, e incluso pueden adorarlo de vez en
cuando. Pero aquellos que no parecen recibir respuesta a sus oraciones probablemente no
tienen una relación con Él. Ellos nunca han recibido el perdón de Dios por sus pecados. ¿Qué
tiene que ver esto con todo lo demás? Aquí hay una explicación : "La mano del Señor no es
corta para salvar, ni es sordo su oído para oír. Son las iniquidades de ustedes las que los
separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar."3

Es muy natural sentir esa separación de Dios. Cuando las personas se vuelven a Dios para
hablarle de algo, para pedirle algo ¿Qué es lo que usualmente sucede? Primero comienzan
diciendo: "Dios , realmente necesito tu ayuda con este problema...", luego hay una pausa
seguida por: "Yo se que no soy una persona perfecta , que a la verdad no tengo el derecho de
pedirte esto..." Existe una conciencia de pecado personal y de error. Y ellos saben que Dios
esta conciente de esto también. Hay una sensación de "¿A quién trato de engañar?" Lo que
ellos no saben es como pueden recibir el perdón de Dios por todo el pecado en sus vidas y
comenzar una relación con Dios de tal manera que él los escuche. Esto es la base para que Dios
conteste a tus oraciones. Primero debes comenzar una relación con Él.

¿Por qué es importante una relación?

Imagínate a un muchacho que se llama Miguel. El decide pedirle al rector de la universidad de


Princeton (A quien Miguel ni siquiera conoce) que sea su aval para pedir un préstamo para
comprar un carro. Miguel tiene cero oportunidades de que esto sea posible (estamos
asumiendo que el rector de la universidad de Princeton no es un idiota). Sin embargo, si la hija
del rector le pide a él mismo que sea su aval para un préstamo, entonces no habría ningún
problema. La relación sí importa.

En el caso de Dios, cuando una persona es de verdad un hijo de Dios, cuando esta persona
pertenece a Dios, él los conoce y escucha sus oraciones, Jesús dijo "Yo soy el buen pastor;
conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí...mis ovejas conocen mi voz. Yo les doy vida
eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano."4

Al referirnos a Dios, entonces, ¿realmente lo conoces y él te conoce a ti? ¿tienes una relación
con Dios que garantiza que él va a responder tus oraciones? o ¿está Dios muy distante, como
solo un concepto en tu vida?

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