Vivimos en una sociedad donde desde el inicio de su historia y desde su
independencia se ha derramado sangre de gente inocente, que no tienen nada que ver con los actos atroces que cometen los grupos armados al margen ley, la guerra que conlleva esto con el gobierno nacional, pues bien en este momento en el que se adelantan conversaciones en la habana sobre un posible acuerdo de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno, es tiempo de hacernos la pregunta ¿será posible vivir en paz?.
Si nos detenemos a observar ni la ley de justicia transicional, la ley de justicia y
paz y la ley de victimas están siendo congruentes y severos con respecto a los delitos atroces y de lesa humanidad que han venido cometiendo estos grupos por más de cincuenta años, sin embargo, siendo optimistas si se firmara este acuerdo estaríamos nosotros preparados para recibir y vivir en armonía sin odio y sin rencor con aquellas personas reinsertadas.
En el proceso de paz hay muchos actores, en este momento claramente se
identifican que en la mesa de negociación se encuentra las FARC como principal grupo guerrillero al margen de la ley y por el otro lado el gobierno, mientras estos actores se encuentran en negociación, aparece otro que se aprovecha de la situación de delinquir y hostigar al pueblo como es el caso del ELN, a mi manera de ver el estado ha dejado de hacer lo importante para cumplir con lo urgente, no hay que descuidar la población, el deterioro de las regiones que sufren, mientras que las FARC lo que hacen es manipular y aprovecharse de la intención que tiene el gobierno de acabar con la guerra difícil bajo las actuales condiciones que tiene el gobierno de ceder y al no ver el interés de las guerrillas, por comprometerse al cese de fuego involucrarse a favor de este proceso, es doloroso ver cómo se van a asignar millones de pesos que se van a recibir de otros países para el post conflicto, mientras ese dinero se puede destinar a combatir la pobreza, la desnutrición en los niños e invertir en mejorar el sistema de salud.