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L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL EN LENGUA ESPAÑOLA
Unicuique suum Non praevalebunt
Año LII, número 16 (2.663) Ciudad del Vaticano 17 de abril de 2020

Anunciadores
de vida
en tiempo
de muerte
página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 17 de abril de 2020, número 16

El Papa preside el Vía Crucis en el Vaticano

Junto a los presos en el camino de la Cruz


l papa Francisco presidió el Vi- El Papa Francisco leyó las oraciones

E ernes Santo la celebración de la


Pasión del Señor en el altar de
la Cátedra de la basílica vatic-
ana y un Vía Crucis histórico, que se
celebró en la plaza de San Pedro del
entre las estaciones. Palabras que son
una mano tendida hacia aquellos que se
han equivocado y buscan oportunidades
de renacimiento. Palabras que son un
estímulo para aquellos que realizan un
Vaticano y no en el Coliseo, lugar ha- servicio para los demás. “Oh Dios que
bitual para esta conmemoración, y al no nos dejas en las tinieblas y en la
que no acudieron fieles por la emergen- sombra de la muerte”, reza en la sép-
cia del coronavirus. Durante la celebra- tima estación. “Oh Dios, que no aban-
ción de la Pasión el Pontífice pidió a donas a tus hijos en las pruebas de la
Dios por quienes sufren con la pan- vida”, reza en la octava estación. “Per-
demia: “mira compasivo la aflicción de mítenos perseverar en la oscura noche
tus hijos que padecen esta pandemia; del juicio” pide en la undécima esta-
alivia el dolor de los enfermos, da ción. En esta edición llevaron la cruz
fuerza a quienes los cuidan, acoge en tu dos grupos: uno formado por personal
paz a los que han muerto y, mientras de la prisión y otro integrado por traba-
dura esta tribulación, haz que todos jadores de la Dirección de Salud e
puedan encontrar alivio en tu misericor- Higiene del Vaticano, como los médicos
dia”, dijo. A continuación el Papa as- que están luchando en primera línea
istió, en la plaza de San Pedro, con ab- contra el coronavirus. El itinerario
soluto recogimiento a la lectura de las comenzó en el obelisco y terminó junto
meditaciones del Vía Crucis, que narran al crucifijo de san Marcelo, en el
el calvario de Jesús desde su condena a sagrado. El papa Francisco portó la cruz
muerte hasta su sepulcro, mediante cat- durante la última estación.
orce estaciones en las que la Cruz va Uno de los sanitarios del Vaticano es
pasando de mano en mano mientras dos Giuseppe, enfermero. Pensó que cruz
narradores leen pasajes del Evangelio. era más pesada, cuando la recibió en la
Las meditaciones del Vía Crucis de esta duodécima estación de Maria Grazia
ocasión fueron preparadas por 14 inter- Grassi, comisaria de la Policía Peniten-
nos y colaboradores pastorales del ciaria. Dio un suspiro de alivio y no por
Centro Penitenciario “Due Palazzi” de miedo al cansancio. Giuseppe Ledda
Padua: cinco prisioneros, una familia sabe de sufrimiento: al dolor le trata de
víctima de un delito de homicidio, la “tú” después de 43 años de servicio
hija de un hombre condenado a cadena como enfermero en la Ciudad del Vat-
perpetua, un agente de policía peniten- icano. Sus manos, expertas en hacer que
ciaria, una educadora de instituciones los que sufren se sientan mejor, sostien-
penitenciarias, un juez de vigilancia en la cruz en esta tarde del 10 de abril,
penitenciaria, la madre de un encarce- Viernes Santo. Giuseppe no necesita pa-
lado, una catequista, un fraile volun- labras, como cualquier hombre acostum-
tario, y un sacerdote que fue acusado y brado a “hacer”, para comunicar que es-
ha sido absuelto definitivamente tras 8 ta noche los sufrimientos de todas las
años de proceso judicial. Todos con- mujeres y todos los hombres a los que
taron con la ayuda de con la ayuda del ha servido se vierten, a través de sus
capellán Marco Pozza y la voluntaria manos, en esa madera para ser llevados
Tatiana Mario. durante dos estaciones de la cruz. Lo
“Acompañar a Cristo en el camino de hace en nombre de todos sus colegas,
la cruz, con la voz áspera de las perso- dondequiera que trabajen.
nas que habitan el mundo de las pri- El Obispo de Roma selló las med-
siones, es una oportunidad para presen- itaciones, verdaderos testimonios, con su
ciar el prodigioso duelo entre la vida y bendición. Pero primero apoyó su frente
la muerte, descubriendo cómo los hilos en la madera de la cruz que recoge los
del bien se entrelazan inevitablemente sufrimientos y esperanzas de todos.
con los del mal”. Con estas profundas Como si dijera: nadie está solo. Espe-
palabras comienza la introducción de cialmente en la noche del Viernes
las meditaciones del Vía Crucis de este Santo.
año. Francisco envió un mensaje de
“Muchas veces, en los tribunales y en agradecimiento a la cárcel de Padua:
los periódicos, resuena ese grito: ‘¡Cru- “Gracias por haber compartido conmigo
cifícalo, crucifícalo!’. Es un grito que un trozo de vuestras historia. Dios se
también escuché referido a mí: fui con- cuenta y nos habla dentro de una his-
denado, junto con mi padre, a la pena toria, nos invita a una escucha atenta y
de cadena perpetua”, se escuchó en la misericordiosa”, escribió el Papa. Y
primera estación. “Me parezco más a agregó: “Quiero daros las gracias tambi-
Barrabás que a Cristo y, sin embargo, la én porque habéis esparcido vuestros
condena más feroz sigue siendo la de mi nombres no en el mar del anonimato,
propia conciencia”, resonó en la plaza sino de las muchas personas vinculadas
de San Pedro. al mundo de la prisión. Así, en el Vía
Los textos fueron escritos en primera Crucis prestaréis vuestras historias a to-
persona, con acentos incisivos. Pero se dos aquellos en el mundo que com-
eligió no firmarlos: los que participaron partan la misma situación. Es consol-
en esta meditación querían dar voz a to- ador leer una historia habitada por las
dos los que comparten la misma condi- historias no sólo de las personas deteni-
ción. Y así, en la noche del Viernes das, sino de todos aquellos que se apa-
Santo, en tiempos de pandemia, la voz sionan por el mundo de la prisión. Jun-
de uno se convierte en la voz de todos. tos, es posible. Juntos”

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número 16, viernes 17 de abril de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Durante la vigilia la advertencia del Papa contra las guerras, la producción y el comercio de armas y los abortos

Anunciadores de vida en tiempo de muerte


A las 21 horas del sábado 11 de abril, el Papa la esperanza; es una esperanza nueva, viva, que Este es el anuncio pascual; un anuncio de espe-
Francisco presidió en el altar de la Cátedra de la viene de Dios. No es un mero optimismo, no es ranza que tiene una segunda parte: el envío. «Id
basílica Vaticana, la solemne vigilia pascual. una palmadita en la espalda o unas palabras de a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea»
Publicamos, a continuación, el texto de la homilía ánimo de circunstancia, con una sonrisa pasajera. (Mt 28, 10), dice Jesús. «Va por delante de voso-
que el Pontífice pronunció después de la proclamación No. Es un don del Cielo, que no podíamos alcan- tros a Galilea» (v. 7), dice el ángel. El Señor nos
del Evangelio. zar por nosotros mismos: Todo irá bien, decimos precede, nos precede siempre. Es hermoso saber
asado el sábado» (Mt 28, 1) las constantemente estas semanas, aferrándonos a la que camina delante de nosotros, que visitó nues-

«P mujeres fueron al sepulcro. Así co- belleza de nuestra humanidad y haciendo salir del tra vida y nuestra muerte para precedernos en
menzaba el evangelio de esta Vigi- corazón palabras de ánimo. Pero, con el pasar de Galilea; es decir, el lugar que para Él y para sus
lia santa, con el sábado. Es el día los días y el crecer de los temores, hasta la espe- discípulos evocaba la vida cotidiana, la familia, el
del Triduo pascual que más descuidamos, ansio- ranza más intrépida puede evaporarse. La espe- trabajo. Jesús desea que llevemos la esperanza
sos por pasar de la cruz del viernes al aleluya del ranza de Jesús es distinta, infunde en el corazón allí, a la vida de cada día. Pero para los discípu-
domingo. Sin embargo, este año percibimos más la certeza de que Dios conduce todo hacia el los, Galilea era también el lugar de los recuerdos,
que nunca el sábado santo, el día del gran silen- bien, porque incluso hace salir de la tumba la vi- sobre todo de la primera llamada. Volver a Gali-
cio. Nos vemos reflejados en los sentimientos de da. lea es acordarnos de que hemos sido amados y
las mujeres durante aquel día. Como nosotros, te- El sepulcro es el lugar donde quien entra no llamados por Dios. Cada uno de nosotros tiene
nían en los ojos el drama del sufrimiento, de una sale. Pero Jesús salió por nosotros, resucitó por su propia Galilea. Necesitamos retomar el camino,
tragedia inesperada que se les vino encima dema- nosotros, para llevar vida donde había muerte, recordando que nacemos y renacemos de una lla-
siado rápido. Vieron la muerte y tenían la muerte para comenzar una nueva historia que había sido mada de amor gratuita, allí, en mi Galilea. Este es
en el corazón. Al dolor se unía el miedo, ¿ten- clausurada, tapándola con una piedra. Él, que el punto de partida siempre, sobre todo en las cri-
drían también ellas el mismo fin que el Maestro? quitó la roca de la entrada de la tumba, puede re- sis y en los tiempos de prueba. Con la memoria
Y después, la inquietud por el futuro, quedaba mover las piedras que sellan el corazón. Por eso, de mi Galilea.
todo por reconstruir. La memoria herida, la espe- no cedamos a la resignación, no depositemos la Pero hay más. Galilea era la región más alejada
ranza sofocada. Para ellas, como para nosotros, esperanza bajo una piedra. Podemos y debemos de Jerusalén, el lugar donde se encontraban en
era la hora más oscura. esperar, porque Dios es fiel, no nos ha dejado so- ese momento. Y no sólo geográficamente: Galilea
Pero en esta situación las mujeres no se queda- los, nos ha visitado y ha venido en cada situación: era el sitio más distante de la sacralidad de la
ron paralizadas, no cedieron a las fuerzas oscuras en el dolor, en la angustia y en la muerte. Su luz Ciudad santa. Era una zona poblada por gentes

de la lamentación y del remordimiento, no se en- iluminó la oscuridad del sepulcro, y hoy quiere distintas que practicaban varios cultos, era la
cerraron en el pesimismo, no huyeron de la reali- llegar a los rincones más oscuros de la vida. Her- «Galilea de los gentiles» (Mt 4, 15). Jesús los en-
dad. Realizaron algo sencillo y extraordinario: mana, hermano, aunque en el corazón hayas se- vió allí, les pidió que comenzaran de nuevo desde
prepararon en sus casas los perfumes para el cuer- pultado la esperanza, no te rindas: Dios es más allí. ¿Qué nos dice esto? Que el anuncio de la es-
po de Jesús. No renunciaron al amor: la miseri- grande. La oscuridad y la muerte no tienen la úl- peranza no se tiene que confinar en nuestros re-
cordia iluminó la oscuridad del corazón. La Vir- tima palabra. Ánimo, con Dios nada está perdi- cintos sagrados, sino que hay que llevarlo a todos.
gen, en el sábado, día que le sería dedicado, reza- do. Porque todos necesitan ser reconfortados y, si no
ba y esperaba. En el desafío del dolor, confiaba Ánimo: es una palabra que, en el Evangelio, es- lo hacemos nosotros, que hemos palpado con
en el Señor. Sin saberlo, esas mujeres preparaban tá siempre en labios de Jesús. Una sola vez la nuestras manos «el Verbo de la vida» (1 Jn 1, 1),
en la oscuridad de aquel sábado el amanecer del pronuncian otros, para decir a un necesitado: ¿quién lo hará? Qué hermoso es ser cristianos que
«primer día de la semana», día que cambiaría la «Ánimo, levántate, que [Jesús] te llama» (Mc 10, consuelan, que llevan las cargas de los demás, que
historia. Jesús, como semilla en la tierra, estaba 49). Es Él, el Resucitado, el que nos levanta a no- animan, que son mensajeros de vida en tiempos
por hacer germinar en el mundo una vida nueva; sotros que estamos necesitados. Si en el camino de muerte. Llevemos el canto de la vida a cada
y las mujeres, con la oración y el amor, ayudaban eres débil y frágil, si caes, no temas, Dios te tien- Galilea, a cada región de esa humanidad a la que
a que floreciera la esperanza. Cuántas personas, de la mano y te dice: «Ánimo”. Pero tú podrías pertenecemos y que nos pertenece, porque todos
en los días tristes que vivimos, han hecho y hacen decir, como don Abundio: «El valor no se lo pue- somos hermanos y hermanas. Acallemos los gritos
como aquellas mujeres: esparcen semillas de espe- de otorgar uno mismo» (A. Manzoni, Los Novios de muerte, que terminen las guerras. Que se aca-
ranza. Con pequeños gestos de atención, de afec- (I Promessi Sposi), XXV). No te lo puedes dar, be la producción y el comercio de armas, porque
to, de oración. pero lo puedes recibir como don. Basta abrir el necesitamos pan y no fusiles. Que cesen los abor-
Al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro. corazón en la oración, basta levantar un poco esa tos, que matan la vida inocente. Que se abra el
Allí, el ángel les dijo: «Vosotras, no temáis […]. piedra puesta en la entrada de tu corazón para corazón del que tiene, para llenar las manos va-
No está aquí: ¡ha resucitado!» (vv. 5-6). Ante una dejar entrar la luz de Jesús. Basta invitarlo: “Ven, cías del que carece de lo necesario.
tumba escucharon palabras de vida… Y después Jesús, en medio de mis miedos, y dime también: Al final, las mujeres «abrazaron los pies» de Je-
encontraron a Jesús, el autor de la esperanza, que Ánimo”. Contigo, Señor, seremos probados, pero sús (Mt 28,9), aquellos pies que habían hecho un
confirmó el anuncio y les dijo: «No temáis» (v. no turbados. Y, a pesar de la tristeza que poda- largo camino para venir a nuestro encuentro, in-
10). No temáis, no tengáis miedo: He aquí el mos albergar, sentiremos que debemos esperar, cluso entrando y saliendo del sepulcro. Abrazaron
anuncio de la esperanza. Que es también para no- porque contigo la cruz florece en resurrección, los pies que pisaron la muerte y abrieron el cami-
sotros, hoy. Hoy. Son las palabras que Dios nos porque Tú estás con nosotros en la oscuridad de no de la esperanza. Nosotros, peregrinos en busca
repite en la noche que estamos atravesando. nuestras noches, eres certeza en nuestras incerti- de esperanza, hoy nos aferramos a Ti, Jesús Resu-
En esta noche conquistamos un derecho funda- dumbres, Palabra en nuestros silencios, y nada citado. Le damos la espalda a la muerte y te abri-
mental, que no nos será arrebatado: el derecho a podrá nunca robarnos el amor que nos tienes. mos el corazón a Ti, que eres la Vida.
número 16, viernes 17 de abril de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 4/5

El Regina Caeli del lunes del Angel


Este no es el tiempo de la indiferencia, de los egoismos y de las divisiones sino de la solidaidad, en el mensaje «Urbi et orbi» a los fieles que lo escuchaban a través de la radio, la televisión e internet

CON EL VALOR DE LAS MUJERES


«Hoy me gustaría recordar con vosotros lo que hacen muchas mujeres, en este tiempo de
emergencia sanitaria, para cuidar de los demás. Que el Señor nos dé el coraje de las
El contagio de la esperanza
mujeres para avanzar siempre». Esta es la oración que el Papa elevó al final de Regina La mañana del 12 de abril, domingo de Pascua, el Papa Francisco presidió, resucitado conceda esperanza a todos los pobres, a quienes viven en las
Caeli el 13 de abril, Lunes del Ángel, en la biblioteca privada del Palacio Apostólico en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro, la solemne celebración periferias, a los prófugos y a los que no tienen un hogar. Que estos her-
Vaticano. Antes del rezo de la antífona mariana del tiempo de Pascua, el Papa comentó de la misa del día, al final de la cual, se acercó al altar de la Confesión para manos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias
el Evangelio del día (Mateo 28, 8-15) que relata la aparición del Resucitado dirigir el tradicional mensaje de cada rincón del mundo, no se sientan solos. Procuremos que no les
precisamente a las mujeres. falten los bienes de primera necesidad, más difíciles de conseguir ahora
Queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz Pascua! cuando muchos negocios están cerrados, como tampoco los medicamen-
Queridos hermanos y hermanas: ¡buenos días! tos y, sobre todo, la posibilidad de una adecuada asistencia sanitaria.
oy resuena en todo el mundo el anuncio de la Iglesia: “¡Jesu-

H
oy, lunes de Pascua, resuena el alegre anuncio de la Resurrección de Cristo. La

H
cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!”. Esta Considerando las circunstancias, se relajen además las sanciones interna-
lectura del Evangelio (cf. Mateo 28, 8-15) nos cuenta que las mujeres, asustadas, cionales de los países afectados, que les impiden ofrecer a los propios ciu-
salen apresuradamente del sepulcro de Jesús, que han encontrado vacío; pero Je- Buena Noticia se ha encendido como una llama nueva en la
noche, en la noche de un mundo que enfrentaba ya desafíos dadanos una ayuda adecuada, y se afronten —por parte de todos los Paí-
sús mismo se les aparece en el camino diciendo: «No temáis. Id, avisad a mis her- ses— las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condo-
cruciales y que ahora se encuentra abrumado por la pandemia, que some-
manos que vayan a Galilea; allí me verán» (v. 10). Con estas palabras, el Resucitado confía a nando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres.
te a nuestra gran familia humana a una dura prueba. En esta noche re-
las mujeres un mandato misionero hacia los Apóstoles. De hecho, ellas dieron un admirable Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos
suena la voz de la Iglesia: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!»
ejemplo de fidelidad, dedicación y amor a Cristo tanto en su vida pública como en su Pa- nos une a todos y no hace acepción de personas. Entre las numerosas zo-
(Secuencia pascual). Es otro “contagio”, que se transmite de corazón a
sión; ahora son recompensadas por Él con este gesto de atención y predilección. Las mujeres, nas afectadas por el coronavirus, pienso especialmente en Europa. Des-
corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia. Es el
siempre las primeras: María, la primera; las mujeres, las primeras. contagio de la esperanza: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!». pués de la Segunda Guerra Mundial, este continente pudo resurgir gra-
Primero las mujeres, luego los discípulos y, en particular, Pedro, ven la realidad de la re- No se trata de una fórmula mágica que hace desaparecer los problemas. cias a un auténtico espíritu de solidaridad que le permitió superar las ri-
surrección. Jesús les había predicho repetidamente que, después de la pasión y la cruz, resu- No, no es eso la resurrección de Cristo, sino la victoria del amor sobre la validades del pasado. Es muy urgente, sobre todo en las circunstancias
citaría, pero los discípulos no lo habían entendido, porque aún no estaban preparados. Su fe raíz del mal, una victoria que no “pasa por encima” del sufrimiento y la actuales, que esas rivalidades no recobren fuerza, sino que todos se reco-
tenía que dar un salto cualitativo, que sólo el Espíritu Santo, don del Resucitado, podía de- muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo, transfor- nozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente. Hoy, la
sencadenar. mando el mal en bien, signo distintivo del poder de Dios. Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que depen-
Al principio del libro de los Hechos de los Apóstoles, oímos a Pedro declarar con audacia, El Resucitado no es otro que el Crucificado. Lleva en su cuerpo glorio- derá no sólo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la oca-
con coraje, con franqueza: «A este Jesús Dios le resucitó, de lo cual todos nosotros somos so las llagas indelebles, heridas que se convierten en lumbreras de espe- sión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a
testigos» (Hechos 2, 32). Como si dijera: «Yo voy con Él. Yo doy mi vida por Él». Y luego ranza. A Él dirigimos nuestra mirada para que sane las heridas de la hu- soluciones innovadoras. Es la única alternativa al egoísmo de los intereses
dará su vida por Él. A partir de ese momento, el anuncio de que Cristo ha resucitado se ex- manidad desolada. Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a
tiende por todas partes y llega a todos los rincones de la tierra, convirtiéndose en el mensaje directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas gene-
de esperanza para todos. La resurrección de Jesús nos dice que la última palabra no es la familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos raciones.
muerte, sino la vida. Al resucitar al Hijo unigénito, Dios Padre ha manifestado plenamente casos ni siquiera han podido darles el último adiós. Que el Señor de la Este no es tiempo de la división. Que Cristo, nuestra paz, ilumine a
su amor y misericordia por la humanidad de todos los tiempos. vida acoja consigo en su reino a los difuntos, y dé consuelo y esperanza a quienes tienen responsabilidades en los conflictos, para que tengan la va-
Si Cristo ha resucitado, es posible mirar con confianza cada evento de nuestra existencia, quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a lentía de adherir al llamamiento por un alto el fuego global e inmediato
incluso los más difíciles, llenos de angustia e incertidumbre. Este es el mensaje de Pascua las personas que están solas. Que conceda su consolación y las gracias en todos los rincones del mundo. No es este el momento para seguir fa-
que estamos llamados a proclamar, con palabras y, sobre todo, con el testimonio de la vida. necesarias a quienes se encuentran en condiciones de particular vulnerabi- bricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que po-
Que esta noticia resuene en nuestros hogares y en nuestros corazones: «¡Resucitó de veras mi lidad, como también a quienes trabajan en los centros de salud, o viven drían usarse para cuidar personas y salvar vidas. Que sea en cambio el
amor y mi esperanza!» (Secuencia Pascual). Esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y en los cuarteles y en las cárceles. Para muchos es una Pascua de soledad, tiempo para poner fin a la larga guerra que ha ensangrentado a la amada
anima especialmente a aquellos que se enfrentan a grandes sufrimientos y dificultades. vivida en medio de los numerosos lutos y dificultades que está provocan- Siria, al conflicto en Yemen y a las tensiones en Irak, como también en el
do la pandemia, desde los sufrimientos físicos hasta los problemas econó- Líbano. Que este sea el tiempo en el que los israelíes y los palestinos rea-
Que la Virgen María, testigo silencioso de la muerte y resurrección de su hijo Jesús, nos micos. Esta enfermedad no sólo nos está privando de los afectos, sino
ayude a creer firmemente en este misterio de salvación: si se abraza con fe, puede cambiar nuden el diálogo, y que encuentren una solución estable y duradera que
también de la posibilidad de recurrir en persona al consuelo que brota de les permita a ambos vivir en paz. Que acaben los sufrimientos de la po-
nuestras vidas. Este es el deseo de Pascua que os renuevo a todos vosotros. Se lo confío a los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y la Reconciliación. En
Ella, nuestra Madre, a quien ahora invocamos con la oración de la Reina Coeli. blación que vive en las regiones orientales de Ucrania. Que se terminen
muchos países no ha sido posible acercarse a ellos, pero el Señor no nos los ataques terroristas perpetrados contra tantas personas inocentes en va-
dejó solos. Permaneciendo unidos en la oración, estamos seguros de que rios países de África.
Al finalizar, antes de asomarse a la ventana para impartir la bendición en la plaza de Él nos cubre con su mano (cf. Sal 138,5), repitiéndonos con fuerza: No
San Pedro, todavía vacía a causa de las medidas restrictivas impuestas por la emergencia temas, «he resucitado y aún estoy contigo» (Antífona de ingreso de la Este no es tiempo del olvido. Que la crisis que estamos afrontando no
sanitaria, el Papa dirigió algunas expresiones de saludo alabando el valor de las mujeres Misa del día de Pascua, Misal Romano). nos haga dejar de lado a tantas otras situaciones de emergencia que lle-
y recordando los países especialmente afectados por el coronavirus: Italia, Estados van consigo el sufrimiento de muchas personas. Que el Señor de la vida
Que Jesús, nuestra Pascua, conceda fortaleza y esperanza a los médicos se muestre cercano a las poblaciones de Asia y África que están atravesan-
Unidos, España y Francia. y a los enfermeros, que en todas partes ofrecen un testimonio de cuidado
do graves crisis humanitarias, como en la Región de Cabo Delgado, en el
y amor al prójimo hasta la extenuación de sus fuerzas y, no pocas veces,
Queridos hermanos y hermanas: norte de Mozambique. Que reconforte el corazón de tantas personas re-
hasta el sacrificio de su propia salud. A ellos, como también a quienes
fugiadas y desplazadas a causa de guerras, sequías y carestías. Que prote-
emos escuchado que las mujeres dieron a los discípulos el anuncio de la resurrección trabajan asiduamente para garantizar los servicios esenciales necesarios

H
ja a los numerosos migrantes y refugiados —muchos de ellos son niños—,
de Jesús. Hoy quisiera recordar con ustedes lo que muchas mujeres hacen, incluso en para la convivencia civil, a las fuerzas del orden y a los militares, que en
que viven en condiciones insoportables, especialmente en Libia y en la
este tiempo de emergencia sanitaria, para cuidar de los demás: mujeres médicas, en- muchos países han contribuido a mitigar las dificultades y sufrimientos
de la población, se dirige nuestro recuerdo afectuoso y nuestra gratitud. frontera entre Grecia y Turquía. Y no quiero olvidar de la isla de Lesbos.
fermeras, fuerzas del orden y funcionarias de prisiones, empleadas de tiendas de artículos de Que permita alcanzar soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela,
primera necesidad..., y muchas madres y hermanas y abuelas que se encuentran encerradas En estas semanas, la vida de millones de personas cambió repentina- orientadas a facilitar la ayuda internacional a la población que sufre a
en sus casas con toda la familia, con los niños, los ancianos, los discapacitados. A veces co- mente. Para muchos, permanecer en casa ha sido una ocasión para refle- causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria.
rren el riesgo de ser objeto de violencia, por una convivencia de la que llevan una carga de- xionar, para detener el frenético ritmo de vida, para estar con los seres
queridos y disfrutar de su compañía. Pero también es para muchos un Queridos hermanos y hermanas:
masiado grande. Recemos por ellas, para que el Señor les dé fuerza y para que nuestras co-
munidades las apoyen junto con sus familias. Que el Señor nos dé el coraje de las mujeres tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el tra- Las palabras que realmente queremos escuchar en este tiempo no son
para avanzar siempre. En esta semana de Pascua me gustaría acordarme con cercanía y cari- bajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la indiferencia, egoísmo, división y olvido. ¡Queremos suprimirlas para
ño de todos los países fuertemente afectados por el coronavirus, algunos con gran número de crisis actual trae consigo. Animo a quienes tienen responsabilidades polí- siempre! Esas palabras pareciera que prevalecen cuando en nosotros
contagiados y muertos, especialmente Italia, Estados Unidos, España, Francia... la lista es ticas a trabajar activamente en favor del bien común de los ciudadanos, triunfa el miedo y la muerte; es decir, cuando no dejamos que sea el Se-
larga. Rezo por todos ellos. Y no olvidéis que el Papa reza por vosotros, está a vuestra vera. proporcionando los medios e instrumentos necesarios para permitir que ñor Jesús quien triunfe en nuestro corazón y en nuestra vida. Que Él,
Renuevo de corazón mi deseo de Pascua a todos. Permanezcamos unidos en la oración y en todos puedan tener una vida digna y favorecer, cuando las circunstancias que ya venció la muerte abriéndonos el camino de la salvación eterna, di-
el compromiso de ayudarnos unos a otros como hermanos. Que tengáis un buen almuerzo y lo permitan, la reanudación de las habituales actividades cotidianas. sipe las tinieblas de nuestra pobre humanidad y nos introduzca en su día
adiós. Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está glorioso que no conoce ocaso.
sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia. Que Jesús Con estas reflexiones, os deseo a todos una feliz Pascua.
página 6 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 17 de abril de 2020, número 16

En una carta a los Movimientos populares el Pontífice lanza la propuesta de un salario universal para los excluidos

Ningún trabajador sin derechos


«Tal vez sea tiempo de pensar en un salario bronca e impotencia al ver las desigualdades que nomía popular, no tienen un salario estable para
universal que reconozca y dignifique las nobles e persisten incluso en momentos donde se acaban resistir este momento... y las cuarentenas se les
insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar todas las excusas para sostener privilegios. Sin hacen insoportables. Tal vez sea tiempo de pensar
y hacer realidad esa consigna tan humana y tan embargo, no se encierran en la queja: se arreman- en un salario universal que reconozca y dignifique
cristiana: ningún trabajador sin derechos». Lo ha gan y siguen trabajando por sus familias, por sus las nobles e insustituibles tareas que realizan; ca-
escrito el Papa Francisco en una carta enviada en barrios, por el bien común. paz de garantizar y hacer realidad esa consigna
Pascua a los participantes de los encuentros Esta actitud de Ustedes me ayuda, cuestiona y tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin
mundiales de los Movimientos Populares que se han enseña mucho. Pienso en las personas, sobre todo derechos. También quisiera invitarlos a pensar en
llevado a cabo dos veces en el Vaticano (2014 y mujeres, que multiplican el pan en los comedores “el después” porque esta tormenta va a terminar y
2016) y uno en Santa Cruz de la Sierra, durante su comunitarios cocinando con dos cebollas y un pa- sus graves consecuencias ya se sienten. Ustedes
viaje a Bolivia en 2015. Publicamos, a continuación quete de arroz un delicioso guiso para cientos de no son unos improvisados, tiene la cultura, la me-
el documento pontificio. niños, pienso en los enfermos, pienso en los an- todología pero principalmente la sabiduría que se
cianos. amasa con la levadura de sentir el dolor del otro
Queridos amigos: como propio. Quiero que pensemos en el proyec-
Nunca aparecen en los grandes medios. Tam-
on frecuencia recuerdo nuestros encuen- to de desarrollo humano integral que anhelamos,
poco los campesinos y agricultores familiares que

C tros: dos en el Vaticano y uno en Santa centrado en el protagonismo de los Pueblos en


siguen labrando para producir alimentos sanos sin
Cruz de la Sierra y les confieso que esta toda su diversidad y el acceso universal a esas tres
destruir la naturaleza, sin acapararlos ni especular
“memoria” me hace bien, me acerca a con la necesidad del pueblo. Quiero que sepan T que ustedes defienden: tierra, techo y trabajo.
ustedes, me hace repensar en tantos diálogos du- que nuestro Padre Celestial los mira, los valora, Espero que este momento de
rante esos encuentros y en tantas ilusiones que los reconoce y fortalece en su opción. peligro nos saque del piloto automático, sacuda
nacieron y crecieron allí y muchos de ellas se hi- Qué difícil es quedarse en casa para aquel que nuestras conciencias dormidas y permita una con-
cieron realidad. Ahora, en medio de esta pande- vive en una pequeña vivienda precaria o que di- versión humanista y ecológica que termine con la
mia, los vuelvo a recordar de modo especial y rectamente carece de un techo. Qué difícil es para idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida
quiero estarles cerca. los migrantes, las personas privadas de libertad o en el centro. Nuestra civilización, tan competitiva
En estos días de tanta angustia y dificultad, para aquellos que realizan un proceso de sanación e individualista, con sus ritmos frenéticos de pro-
muchos se han referido a la pandemia que sufri- por adicciones. Ustedes están ahí, poniendo el ducción y consumo, sus lujos excesivos y ganan-
mos con metáforas bélicas. Si la lucha contra el cuerpo junto a ellos, para hacer las cosas menos cias desmedidas para pocos, necesita bajar un
COVID es una guerra, ustedes son un verdadero difíciles, menos dolorosas. Los felicito y agradez- cambio, repensarse,
ejército invisible que pelea en las más peligrosas co de corazón. Espero que los gobiernos com- regenerarse. Ustedes son constructores indis-
trincheras. Un ejército sin más arma que la solida- prendan que los paradigmas tecnocráticos (sean pensables de ese cambio impostergable; es más,
ridad, la esperanza y el sentido de la comunidad estadocéntricos, sean mercadocéntricos) no son ustedes poseen una voz autorizada para testimo-
que reverdece en estos días en los que nadie se suficientes para abordar esta crisis ni los otros niar que esto es posible. Ustedes saben de crisis y
salva solo. Ustedes son para mí, como les dije en grandes problemas de la humanidad. Ahora más privaciones... que con pudor, dignidad, compro-
nuestros encuentros, verdaderos poetas sociales, que nunca, son las personas, las comunidades, los miso, esfuerzo y solidaridad logran transformar en
que desde las periferias olvidadas crean soluciones pueblos quienes deben estar en el centro, unidos promesa de vida para sus familias y comunidades.
dignas para los problemas más acuciantes de los para curar, cuidar, compartir. Sigan con su lucha y cuídense como hermanos.
excluidos. Sé que ustedes han sido excluidos de los bene- Rezo por ustedes, rezo con ustedes y quiero pe-
Sé que muchas veces no se los reconoce como ficios de la globalización. No gozan de esos pla- dirle a nuestro Padre Dios que los bendiga, los
es debido porque para este sistema son verdadera- ceres superficiales que anestesian tantas concien- colme de su amor y los defienda en el camino
mente invisibles. A las periferias no llegan las so- cias. A pesar de ello, siempre tienen que sufrir sus dándoles esa fuerza que nos mantiene en pie y no
luciones del mercado y escasea la presencia pro- perjuicios. Los males que aquejan a todos, a uste- defrauda: la esperanza. Por favor, recen por mí
tectora del Estado. Tampoco ustedes tienen los des los golpean doblemente. Muchos de ustedes que también lo necesito.
recursos para realizar su función. Se los mira con viven el día a día sin ningún tipo de garantías le- Fraternalmente,
desconfianza por superar la mera filantropía a tra- gales que los proteja. Los vendedores ambulantes,
vés la organización comunitaria o reclamar por los recicladores, los feriantes, los pequeños agri- FRANCISCO
sus derechos en vez de quedarse resignados espe- cultores, los constructores, los costureros, los que
rando a ver si cae alguna migaja de los que deten- realizan distintas tareas de cuidado. Ustedes, tra- Ciudad del Vaticano, 12 de abril de 2020,
tan el poder económico. Muchas veces mastican bajadores informales, independientes o de la eco- Domingo de Pascua.
número 16, viernes 17 de abril de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 7

Carta pontificia al arzobispo de Turín


Las homilías del Pontífice
En el rostro del Hombre Misa en Santa Marta
de la Sábana Santa
Que en las dificultades
vemos los rostros de la comunión supere las divisiones
muchos hermanos y remos para que el Señor nos dé la
hermanas enfermos
«En el rostro del Hombre de la Sábana Santa
vemos también los rostros de muchos hermanos y
O gracia de la unidad entre nosotros.
Que las dificultades de esta época
nos hagan descubrir la comunión
entre nosotros, la unidad que siempre es supe-
rior a cualquier división. La predicación de Pe-
hermanas enfermos, especialmente los más solos y dro, el día de Pentecostés, traspasó los corazo-
menos cuidados; pero también de todas las víctimas nes de la gente: “A ese a quien vosotros habéis
de las guerras y la violencia, de la esclavitud y la crucificado ha resucitado” (cf. Hechos 2, 36).
persecución». Lo ha escrito el Papa en una carta “Al oír esto, dijeron con el corazón compungi-
enviada al arzobispo de Turín en la víspera del do a Pedro y a los demás apóstoles: ‘¿Qué he-
momento de oración que el prelado guió frente a la mos de hacer, hermanos?’” (Hechos 2, 37). Y
venerada tela la tarde del Sábado santo, en la
Pedro es claro: “Convertíos. Convertíos. Cam-
capilla de la catedral.
biad de vida. Vosotros que habéis recibido la
promesa de Dios y vosotros que os habéis
apartado de la Ley de Dios, de muchas cosas
vuestras, entre ídolos, y otras muchas más...
convertíos. Volved a la fidelidad” (cf. Hechos
2, 38). Convertirse es esto: volver a ser fieles.
La fidelidad, esa actitud humana que no es
tan común en la vida de las personas, en nues-
tras vidas. Siempre hay ilusiones que atraen la
atención y muchas veces queremos ir detrás de
estas ilusiones. Fidelidad: en los buenos y en
los malos tiempos.
Hay un pasaje del Segundo Libro de las
Crónicas que me llama mucho la atención. Es-
A su Excelencia Reverendísima tá en el capítulo XII, al principio. “Tras haber
Mons. CESARE NOSIGLIA, consolidado y afianzado el reino —dice—, el
Arzobispo de Turín y obispo de Susa rey Roboán se sintió seguro y abandonó la
e sabido, querido Hermano, que el Ley del Señor, y con él todo Israel” (cf. 2 Co-

H próximo Sábado Santo presidirá una


celebración en la capilla que custodia
la Sábana Santa, que, de forma ex-
traordinaria, será visible para todos los que par-
ticipan en la oración a través de los medios de
rintios 12, 1). Eso dice la Biblia. Es un hecho
histórico, pero es un hecho universal. Muchas
veces, cuando nos sentimos seguros empeza-
mos a hacer nuestros planes y nos alejamos
lentamente del Señor, no permanecemos fieles.
comunicación. Deseo expresarle mi más sincero Y mi seguridad no es lo que el Señor me da.
agradecimiento por este gesto, que responde a la Es un ídolo. Esto es lo que le pasó a Roboán
petición del pueblo fiel de Dios, duramente pro- y al pueblo de Israel. Se sintió seguro —un rei-
bado por la pandemia del coronavirus. no consolidado—, se apartó de la ley y comen-
Yo también me uno a su súplica, dirigiendo zó a adorar ídolos. Sí, podemos decir: “Padre,
mi mirada al Hombre de la Sábana Santa en yo no me arrodillo ante los ídolos”. No, quizás
quien reconocemos los rasgos del Siervo del Se- no te arrodilles, pero que los buscas y tantas
ñor, que Jesús realizó en su Pasión: «Varón de veces en tu corazón adoras a los ídolos, es ver-
dolores y sabedor de dolencias [...]. Eran nues- dad. Muchas veces. La propia seguridad abre
tras dolencias las que él llevaba y nuestros dolo- la puerta a los ídolos.
res los que soportaba [...]. Ha sido herido por Pero, ¿está mal la propia seguridad? No, es
nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. una gracia. Para estar seguro, pero también
El soportó el castigo que nos trae la paz y por para estar seguro de que el Señor está conmi-
sus llagas hemos sido curados» (Is 53, 3.4-5). go. Pero cuando hay seguridad y yo en el cen-
En el rostro del Hombre de la Sábana Santa tro, me alejo del Señor, como el Rey Roboán,
vemos también los rostros de muchos hermanos me vuelvo infiel. Es tan difícil mantener la
y hermanas enfermos, especialmente los más so- lealtad. Toda la historia de Israel, y luego toda
los y menos cuidados; pero también de todas las la historia de la Iglesia, está llena de infideli-
víctimas de las guerras y la violencia, de la escla- dad. Llena. Llena de egoísmo, de certezas pro-
vitud y la persecución. pias que hacen que el pueblo de Dios se aleje
Como cristianos, a la luz de las Escrituras, del Señor, pierda esa fidelidad, la gracia de la
contemplamos en esta tela el icono del Señor Je- fidelidad. E incluso entre nosotros, entre la
sús crucificado, muerto y resucitado. A Él nos gente, la fidelidad no es una virtud barata,
confiamos, en Él confiamos. Jesús nos da la ciertamente. Uno no es fiel al otro, al otro...
fuerza para afrontar cada prueba con fe, con es- “Convertíos, volved a la fidelidad al Señor”
peranza y con amor, con la certeza de que el Pa- (cf. Hechos 2, 38).
dre siempre escucha a sus hijos que claman a Él, Y en el Evangelio, el icono de la fidelidad:
y los salva. esa mujer fiel que nunca ha olvidado todo lo
Querido hermano, y todos vosotros, queridos que el Señor ha hecho por ella. Ella estaba
hermanos y hermanas que participaréis a través allí, fiel, frente a lo imposible, frente a la tra-
de los medios de comunicación en la oración an- gedia, una fidelidad que también le hace pen-
te la Sábana Santa, vivamos estos días en íntima sar que es capaz de llevarse el cuerpo... (cf.
unión con la Pasión de Cristo, para experimen- Juan 20, 15). Una mujer débil, pero fiel. El
tar la gracia y la alegría de su Resurrección. icono de la fidelidad de esta María Magdale-
Bendigo a Su Excelencia, a la Iglesia de Turín y na, apóstol de los apóstoles.
a todos vosotros, especialmente a los enfermos y Pidamos hoy al Señor la gracia de la fideli-
a los que sufren y a cuántos los cuidan. Que el dad: de darle las gracias cuando nos da certe-
Señor dé paz y misericordia a todos. ¡Feliz Pas- zas, pero nunca pensemos que son “mis” certe-
cua! zas y siempre, miremos más allá de nuestras
Fraternalmente, propias certezas; la gracia de ser fieles incluso
ante las tumbas, ante el hundimiento de tantas
FRANCISCO ilusiones. Fidelidad, que siempre permanece,
Roma, San Juan de Letrán, 9 de abril de 2020 pero no es fácil de mantener. Que Él, el Se-
ñor, sea quien la guarde.
página 8 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 17 de abril de 2020, número 16


Los animo a colaborar con Dios
en la tarea de construir la paz de manera
particular, en estos momentos que estamos
viviendo a causa de la pandemia, para que, con
un gesto concreto de bien, puedan llevar la
ternura, la alegría y la paz de Cristo Resucitado


El amor por su naturaleza es creativo
—el amor siempre es creativo—
y busca la reconciliación a cualquier precio.
Son llamados hijos de Dios los que han
comprendido el arte de la paz y la ejercitan,
saben que no hay reconciliación sin don de la
propia vida y que la paz hay que buscarla
siempre y de todos modos

Recuperando las catequesis sobre las Bienaventuranzas el Pontífice comenta la siguiente

La paz hay que buscarla siempre


«El amor por su naturaleza es creativo y busca la encuentro, para encontrarlo. En este sentido, es leza es creativo —el amor siempre es creativo— y
reconciliación a cualquier precio»; por ello «son un importante momento de crecimiento; mien- busca la reconciliación a cualquier precio. Son
llamados hijos de dios los que han comprendido el tras que puede suceder que la tranquilidad inte- llamados hijos de Dios los que han comprendido
arte de la paz y la ejercitan», sabiendo «que no rior corresponda a una conciencia domesticada y el arte de la paz y la ejercitan, saben que no hay
hay reconciliación sin don de la propia vida y que no a una verdadera redención espiritual. Muchas reconciliación sin don de la propia vida y que la
»la paz hay que buscarla siempre y de todos veces el Señor debe ser «señal de contradicción» paz hay que buscarla siempre y de todos modos.
modos». Lo ha subrayado el Papa en la audiencia (cf. Lucas 2, 34-35), sacudiendo nuestras falsas Siempre y de todos modos: ¡que no se olvide es-
general del miércoles 15 de abril. Renovando la cita seguridades, para llevarnos a la salvación. Y en to! Hay que buscarla así. Esta no es una obra
semanal de la Biblioteca del Palacio apostólico ese momento parece que no haya paz, pero es el autónoma fruto de las propias capacidades, es
vaticano con los fieles que lo siguen a través de la Señor el que nos pone en este camino para llegar una manifestción de la gracia recibida de Cristo,
radio, la televisión e internet —a causa de las a la paz que Él mismo nos dará. que es nuestra paz, que nos ha hecho hijos de
medidas de distanciamiento social impuestas por la En este momento debemos recordar que el Se- Dios. La verdadera Shalom es el verdadero equi-
pandemia de covid-19— el Pontífice ha retomado las ñor entiende su paz como diferente a la humana, librio interior que brota de la paz de Cristo, que
catequesis sobre las Bienaventuranzas. Y comentando a la del mundo, cuando dice: «Os dejo la paz, viene de su Cruz y genera una humanidad nue-
el pasaje de la carta de san Pablo a los Efesios (2, mi paz os doy; no os la doy como la da el mun- va, encarnada en una hilera infinita de santos y
14-16) se detuvo sobre la siguiente: do» (Juan 14, 27). La de Jesús es otra paz, dife- de santas inventivos, creativos, que han ideado
«Bienaventurados los que trabajan por la paz, rente a la mundana. Preguntémonos: ¿Cómo da siempre vías nuevas para amar. Los santos, las
porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mateo la paz el mundo? Si pensamos en los conflictos santas que construyen la paz. Esta vida de hijos
5, 9). bélicos, las guerras se concluyen, normalmente, de dios, que por la sangre de Cristo buscan y
de dos modos: o con la derrota de una de las rencuentran a sus propios hermanos, es la verda-
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! partes, o con los tratados de paz. No podemos dera felicidad. Bienaventurados quienes van por
a catequesis de hoy está dedicada a la si- hacer otra cosa que auspiciar y rezar para que se este camino.

L guiente Bienaventuranza, la de los «que


trabajan por la paz», que son proclama-
dos hijos de Dios. Me alegro de que to-
que justo después de la Pascua, porque la paz de
Cristo es fruto de su muerte y resurrección, co-
tome siempre esta segunda vía; pero debemos
considerar que la historia es una serie infinita de
tratados de paz desmentidos por guerras sucesi-
vas o por la metamorfosis de las mismas guerras
en otros modos o en otros lugares. También en
Y de nuevo, buena Pascua a todos, en la paz
de Cristo.

«Con confianza rezamos al misericordioso Jesús por


la Iglesia y para toda la humanidad, especialmente
mo hemos escuchado en la Lectura de San Pa- nuestro tiempo, una guerra «a pedazos» se com-
para aquellos que sufren en estos tiempos difíciles»:
blo. Para entender esta Bienaventuranza es nece- bate en más escenarios y en diversas modalida-
Lo pidió el Papa al finalizar la audiencia general -
sario explicar el sentido de la palabra «paz», que des. Debemos, por lo menos, sospechar que en
en los saludos dirigidos a los diversos grupos
puede ser malinterpretado o en ocasiones banali- el marco de una globalización hecha sobre todo
lingüísticos conectados a través de los medios de
zado. Debemos orientarnos entre dos ideas de de intereses económicos o financieros, la «paz»
de algunos corresponda a la «guerra» de otros. comunicación- recordando que el próximo domingo es
paz: la primera es la bíblica, donde aparece la la fiesta de la Divina Misericordia. A continuación,
hermosa palabra Shalom, que expresa abundan- ¡Y esta no es la paz de Cristo!
las palabras pronunciadas por el Papa antes de
cia, prosperidad, bienestar. Cuando en hebrero En cambio, ¿cómo «da» su paz el Señor Je- rezar el Pater Noster e impartir la Bendición
se desea Shalom, se desea una vida hermosa, ple- sús? Hemos escuchado a san Pablo decir que la Apostólica.
na, próspera, pero también según la verdad y la paz de Cristo es «hacer de los dos pueblos,
uno» (cf. Efesios 2, 14), anular la enemistad y re- aludo cordialmente a los fieles de lengua

S
justicia, que se cumplirán en el Mesías, príncipe
de la paz. (cf. Isaías 9, 6; Miqueas 5, 4-5). Des- conciliar. Y el camino para llevar a cabo esta española que siguen esta catequesis a través
pués existe otro sentido, más difuso, por el que obra de paz es su cuerpo. Él, de hecho, reconci- de los medios de comunicación social. Los
la palabra «paz» se entiende como una especie lia todas las cosas y pone paz con la sangre de animo a colaborar con Dios en la tarea de cons-
de tranquilidad interior: estoy tranquilo, estoy en su cruz, como dice en otra parte el mismo Após- truir la paz, en cada momento y en cada lugar,
paz. Esta es una idea moderna, psicológica y tol (cf. Colosenses 1, 20). comenzando por aquellas situaciones que viven
más sugestiva. Se piensa de forma común que la Y aquí me pregunto, podemos todos pregun- ustedes y con las personas que tienen alrededor;
paz es quietud, armonía, equilibrio interior. Esta tarnos: ¿Quiénes son, por lo tanto los «que tra- de manera particular, en estos momentos que es-
acepción de la palabra «paz» está incompleta y bajan por la paz»? Esta bienaventuranza es la tamos viviendo a causa de la pandemia, para
no puede ser absolutizada, porque en la vida la más activa, explícitamente operativa; la expresión que, con un gesto concreto de bien, puedan lle-
inquietud puede ser un momento importante de verbal es análoga a la que se usa en el primer var la ternura, la alegría y la paz de Cristo Resu-
crecimiento. Muchas veces es el Señor mismo el versículo de la Biblia para la creación e indica citado. Feliz pascua de Resurrección.
que siembra en nosotros la inquietud para ir a su iniciativa y laboriosidad. El amor por su natura- Y que Dios los bendiga.

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