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DOCUMENTACIÓN

El primero de marzo de 1994 ha entrado en vigor el nuevo Código Penal Francés,


aprobado por el poder legislativo en 1992 tras un largo y laborioso proceso de ges-
tación. De la importancia histórica que para Francia tiene este acontecimiento bas-
ta pensar que sustituye al Código penal de Napoleón de 1810, que a lo largo de su
dilatada vigencia sólo experimentó reformas parciales.
El artículo que publicamos en el presente número del Boletín pretende dar cuenta
resumidamente de los rasgos fundamentales del nuevo Código, cuyo contenido se di-
vide sistemáticamente en cinco libros, el primero dedicado a la Parte General y el
resto a los diferentes delitos, clasificados en cuatro grandes apartados (contra las
personas, contra los bienes, contra la nación, el Estado y la paz pública y otros crí-
menes y delitos).
Tras la exposición del nuevo Código Penal cuya difícil labor de síntesis hay que
agradecer al autor, éste concluye su trabajo con un breve juicio crítico, en el que
presenta algunas de las deficiencias que se perciben en él. Son de destacar las rela-
tivas al excesivo arbitrio judicial, la extensión de la responsabilidad a las personas
morales o jurídicas, la abrumadora lista de penas, el juego impropio a que puede
dar lugar la utilización de las sanciones pecuniarias, la equiparación a efectos pu-
nitivos del autor y el cómplice. Respecto de la Parte Especial nuestro autor alaba
especialmente la claridad en la descripción de las conductas típicas, que no es pe-
queña virtud en un Código Penal, así como la introducción de modernos delitos que
responden a nuevas conductas presentes en nuestra realidad social.

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LE NOVEAU CODE PENAL


(El nuevo Código Penal francés)

IGNACIO SERRANO BUTRAGUEÑO


Director del Instituto de Estudios Pénale
Marqués de Beccaria

SUMARIO: A. INTRODUCCIÓN. B. EXTRACTO DEL NUEVO CODE PENAL. PRIMERA


PARTE: Libro I. Disposiciones Generales. Libro II. Crímenes y delitos contra las personas. Li-
bro III. Crímenes y delitos contra los bienes. Libro IV. Crímenes y delitos contra la Nación,
el Estado y la Paz pública. Libro V. Otros crímenes y delitos. SEGUNDA PARTE: Decretos del
Consejo de Estado (las contravenciones). C. BREVE JUICIO CRITICO.

A. INTRODUCCIÓN.

El primero de marzo de 1994 ha entrado en vigor el nuevo Código Penal fran-


cés. Este Código se compone de dos partes. La primera consta de cinco libros, a
saber:
— Libro Primero, aprobado por Ley 92-683, de 22 de julio de 1992, titulado
DISPOSICIONES GENERALES.
— Libro Segundo, aprobado por Ley 92-684, de 22 de julio de 1992, que lleva
por título CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LAS PERSONAS.
— Libro Tercero, aprobado por Ley 92-685, de 22 de julio de 1992, bajo el títu-
lo CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LOS BIENES.
— Libro Cuarto, aprobado por Ley 92-686, de 22 de julio de 1992, titulado CRÍ-
MENES Y DELITOS CONTRA LA NACIÓN, EL ESTADO Y LA PAZ PUBLICA.
— Libro Quinto, aprobado por Ley 92-1336, de 16 de diciembre de 1992, que se
titula OTROS CRÍMENES Y DELITOS.
La segunda parte del nuevo Código Penal francés, aprobada por Decretos del
Consejo de Estado 93-726, de 29 de marzo de 1993, consta de una serie de preceptos
reglamentarios que desarrollan diversos artículos de la primera parte, ordenados ha-
ciendo referencia a cada uno de los cinco libros de la primera parte, y de otro libro
más, el Libro Sexto, relativo a LAS CONTRAVENCIONES (equivalentes a las fal-
tas en nuestro Derecho), no sometidas al principio de reserva de ley, a tenor del art.
111-2 del nouveau code: «Un reglamento determinará las contravenciones y fijará,

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dentro de los límites y de acuerdo con los criterios establecidos por la ley, las penas
aplicables a las contravenciones».
Por su parte, la Ley 93-913, de 19 de julio de 1993, publicada y en vigor desde el
20 de julio de 1993, suprime la pena de prisión —de un día a dos meses— que hasta
entonces podía aplicarse a los reincidentes de ciertas contravenciones.
Singular importancia merece la Ley 92-1336, de 16 de diciembre de 1992, cono-
cida comúnmente como Ley de Adaptación, relativa a la entrada en vigor del nuevo
Código Penal y a la modificación de numerosas disposiciones de Derecho penal,
procesal penal y del resto del ordenamiento, considerada necesaria para la entrada
en vigor del nuevo Code Penal.
Esta Ley, por un lado, modificó y puso al día el Código de Procedimiento Penal;
por otro, introdujo el Libro Quinto del nuevo Código Penal; y, por otro, modificó
también numerosas disposiciones de leyes tan diversas como el Código Civil, el Có-
digo de la Aviación Civil, el Código de Seguros, el Código del Trigo, el Código de
la Construcción, el Código Electoral, el Código de la Familia y de la Ayuda Social,
el Código General de Impuestos, el Código Penal y Disciplinario de la Marina Mer-
cante, el Código Minero, el Código de Correos y Telecomunicaciones, el Código de
la Propiedad Intelectual, el Código de la Circulación, y el Código de la Salud Públi-
ca, entre otras. Por último, la Ley de Adaptación deroga el viejo Código Penal de
1810, tantas veces reformado, y dispone la entrada en vigor de los Libros I a V del
Nuevo Código para el primero de marzo de 1994 (art. 373 de la Ley de Adaptación,
añadido a ésta por Ley 93-913, de 19 de julio de 1993).
No obstante, ciertas Disposiciones Transitorias mantienen la aplicación de algu-
nos preceptos más benignos del viejo Código para infracciones cometidas antes del
1 de marzo de 1994; y, a la inversa, algunos preceptos.más benignos del Nuevo Có-
digo pueden aplicarse a infracciones cometidas con anterioridad a dicha fecha. De
manera que los Tribunales Penales deberán aplicar durante varios años dos cuerpos
de reglas con validez jurídica simultánea.
Mientras tanto, una Circular de 14 de mayo de 1993, elaborada por un grupo de tra-
bajo compuesto por Magistrados, Profesores Universitarios, Abogados y Representan-
tes de la Policía, se ha encargado de facilitar la aplicación práctica del Nuevo Código.
Dicha Circular está, asimismo, dividida en dos partes: La primera comprende unos co-
mentarios de los Libros I a V del Nuevo Código y de algunas disposiciones de la Ley de
Adaptación. La segunda parte de la Circular comprende dos minuciosas tablas de co-
rrespondencias entre los artículos del viejo y del nuevo Código, y entre los artículos del
nuevo y del viejo Código, dedicadas a facilitar el trabajo de los prácticos.

B. EXTRACTO DEL NUEVO CÓDIGO PENAL FRANCÉS.

La estructura del Nuevo Código Penal francés, al margen de lo ya dicho sobre su


división en dos partes, mantiene la forma tradicional de separación en libros, títulos,
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capítulos, secciones y subsecciones, en su caso, dentro de cada capítulo, y artícu-


los. Ahora bien, la numeración es ciertamente novedosa, pues comienza Le nou-
veau code con el art. 111-1 (la primera cifra se refiere al libro, la segunda al títu-
lo, la tercera al capítulo, y la cuarta, que va tras el guión, al número del artículo
dentro de cada capítulo). Termina la Primera Parte del Código con el art. 511-2,
que nos indica que ocupa su lugar en el libro quinto, título primero, capítulo pri-
mero, artículo segundo.
A continuación, comentaré, muy brevemente, lo que más me ha llamado la aten-
ción de este NCP francés:

PRIMERA PARTE

I. EL LIBRO PRIMERO

DISPOSICIONES GENERALES

11. Se refiere el Título Primero, del Libro I, a LA LEY PENAL y dentro del ca-
pítulo primero —«Principios Generales»— recoge la clasificación de las infraccio-
nes, según su gravedad, en crímenes, delitos y contravenciones, como ya venía ha-
ciendo el Código anterior. Enuncia y consagra el principio de legalidad penal, salvo
para las contravenciones que deja sometidas a la potestad reglamentaria. Reconoce
que la ley penal es de interpretación restrictiva o estricta, y declara que la jurisdic-
ción penal es competente para interpretar los actos administrativos, reglamentarios
o individuales, cuando de ello dependa la resolución del proceso penal que estuviera
conociendo (regla claramente procesal).
Los capítulos segundo y tercero de este título se refieren a «La Ley penal en el
tiempo» y a «La ley penal en el espacio», respectivamente. Lo único destacable, a
mi parecer, es que la retroactividad de la ley penal más benigna sólo alcanza a los
procesos todavía pendientes, pero no a los casos con sentencia firme, salvo que el
hecho quede despenalizado, pues entonces el penado dejará inmeditamente de cum-
plir la condena.
12. El Título Segundo del Libro I, se refiere a LA RESPONSABILIDAD PE-
NAL. En su capítulo primero contempla una serie de «Disposiciones Generales», ta-
les como que nadie responderá penalmente por los hechos de otro. Establece, por
primera vez, la responsabilidad penal de las personas morales o jurídicas, con ex-
cepción del Estado, por las infracciones cometidas por su cuenta, a través de sus ór-
ganos o representantes, aclarando que la responsabilidad penal de las personas jurí-
dicas no excluye la de las personas físicas autores o cómplices de los mismos
hechos. Contiene después la regla de que los crímenes y delitos han de ser dolosos
(«no hay crimen o delito sin intención de cometerlo»), salvo que la Ley haya previs-
to su realización por imprudencia, negligencia o «puesta en peligro deliberada de un
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tercero». A continuación se refiere a la autoría, señalando que es autor: 1) El que co-


mete los hechos incriminados; y 2) El que intenta cometer un crimen o, en los casos
previstos por la Ley, un delito. Considera, a renglón seguido, la existencia de tenta-
tiva desde que se manifiesta un comienzo de ejecución, interrumpido luego o frus-
trada (la ejecución), por circunstancias independientes de la voluntad del autor; si
bien la tentativa de un crimen es punible siempre, pero la tentativa de delito sólo es
punible en los casos en que así se indique expresamente. Y califica de cómplice de
un crimen o de un delito a la persona que ayuda, colabora o facilita su preparación o
consumación. Es igualmente cómplice —prosigue— la persona que por precio, re-
compensa, promesa, orden, abuso de autoridad o de poder, provoca una infracción o
da las órdenes para cometerla.
El cómplice será castigado como autor y la tentativa, en los casos en que expresa-
mente se admita —repito—, igual que el delito consumado.
En el capítulo segundo de este Título segundo recoge «Las causas de irresponsa-
bilidad o de atenuación de la responsabilidad», a saber:
— Cometer el hecho, el sujeto, bajo los efectos de un trastorno psíquico o neu-
ro-psíquico que haya anulado su discernimiento o el control de sus actos. Si el tras-
torno sólo altera o modifica su discernimiento o el control de sus actos la infracción
será punible, pero la jurisdicción tendrá en cuenta esta circunstancia para determi-
nar la pena y fijar su régimen.
— No es responsable la persona que obra bajo el imperio de una fuerza o de una
violencia que no haya podido resistir.
— No es responsable la persona que pudiendo obrar legítimamente, no lo hace,
por encontrarse bajo un error de derecho que no estaba en condiciones de evitar.
— No es responsable la persona que actúa en cumplimiento de un derecho pre-
visto o autorizado por disposiciones legales o reglamentarias, ni el que actúa en
cumplimiento de una orden emanada de autoridad legítima, salvo que la orden fuera
manifiestamente ilegal.
— No es responsable el que obra en legítima defensa de su persona o de un ter-
cero, y de los bienes propios o ajenos, siempre que no haya desproporción entre los
medios empleados para defenderse y la gravedad de la agresión repelida. Y estable-
ce la presunción de que hubo legítima defensa, si ésta se realizó: 1) En un lugar ha-
bitado, en el que el ataque se hubiera perpretado de noche, o entrando con fractura,
o con violencia, o con ardides; y 2) Para defenderse de autores de robos o saqueos
ejecutados con violencia.
— No es responsable el que realiza un acto (delictivo) necesario para la salva-
guarda de su persona o de un tercero, o de los bienes propios, o ajenos, ante un peli-
gro actual e inminente que los amenace, salvo que haya desproporción entre la gra-
vedad del peligro y los medios empleados.
— Por último, señala que los menores (se refiere a los menores de dieciocho
años), reconocidos culpables de infracciones penales, serán objeto de medidas de
protección, asistencia, vigilancia y educación en las condiciones fijadas por una ley
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particular (alude, por el momento, a la Ordenanza 45-174, de 2 de febrero de 1945,


relativa a «la infancia delincuente»). Esta Ley determinará igualmente las condicio-
nes en las cuales las penas podrán ser pronunciadas en contra de un menor de edad,
mayor de trece años.
13. El Título Tercero y último del Libro I, se refiere a LAS PENAS y es, con mu-
cho, el más extenso de este Libro Primero (141 artículos). Está dividido en tres ca-
pítulos dedicados, respectivamente, a la naturaleza de las penas, al régimen de las
penas, y, en fin, a la extinción de las penas y los efectos de las condenas. Como ex-
plica la citada Circular, de 14 de mayo de 1993, «conviene señalar que sólo están
previstas en el Nuevo Código Penal las penas máximas susceptibles de ser pronun-
ciadas por el Juez, y que el mecanismo de las circunstancias atenuantes ha sido, en
consecuencia, suprimido... La desaparición del mínimo de las penas indica la volun-
tad del legislador de reconocer al Juez la mayor libertad en la determinación de la
sanción penal».
El catálogo de penas que establece el NCP francés .es el siguiente:
A) PENAS CRIMINALES: 1) Reclusión criminal o detención criminal a perpe-
tuidad.
2) Reclusión criminal o detención criminal hasta 30 años.
3) Reclusión criminal o detención criminal hasta 20 años.
4) Reclusión criminal o detención criminal hasta 15 años.
La reclusión criminal es una pena de Derecho común y la detención criminal, pe-
na política. No obstante, esta última sólo sanciona, en lo sucesivo, una decena de
crímenes que atentan a los intereses fundamentales de la Nación.
B) PENAS CORRECCIONALES: 1) La prisión, con siete grados: Primero, has-
ta 10 años; segundo, hasta 7 años; tercero, hasta 5 años; cuarto, hasta 3 años; quinto,
hasta 2 años; sexto, hasta 1 año; y séptimo, hasta seis meses.
2) La multa.
3) Los días-multa: El importe de cada día-multa será determinado teniendo en
cuenta los recursos y las cargas del penado, y no podrá exceder de 2.000 F (46.000
ptas, aprox.). El número de días multa se impondrá teniendo en cuenta las circuns-
tancias de la infracción, sin que pueda sobrepasar los 360 días. El importe global de
la pena es exigible al finalizar el plazo y en caso de incumplimiento, total o parcial,
el penado será encarcelado por los días-multa que le queden por pagar.
4) El trabajo de interés general, hasta dieciocho meses como máximo. Puede ser
compatible con el ejercicio de la actividad profesional. La pena de trabajo de interés
general no puede ser pronunciada contra el penado que la rehuse o que no esté pre-
sente en la audiencia, debiendo el Juzgador informar al reo de su derecho a rehusar-
la.
5) Las penas privativas o restrictivas de derechos siguientes:
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a) Suspensión del carnet de conducir de uno a cinco años. Esta suspensión puede
quedar limitada a la conducción realizada fuera de la actividad profesional.
b) La prohibición de conducir ciertos vehículos por un plazo de uno a cinco
años.
c) La anulación del permiso de conducir, con prohibición de obtener otro nuevo,
durante un tiempo máximo de cinco años.
d) La confiscación de uno o varios vehículos, propiedad del condenado.
e) La inmovilización de uno o varios vehículos, propiedad del condenado, de
uno a cinco años.
f) La prohibición de poseer y de llevar armas con licencia, por un período de
cinco años como máximo.
g) La confiscación de una o varias armas, propiedad del condenado.
h) La retirada del permiso de caza, y la prohibición de obtener otro nuevo, por
un tiempo máximo de cinco años.
i) La prohibición de emitir o librar cheques, certificaciones, o pagarés, durante
cinco años como máximo. Además el penado habrá de reintegrar a los Bancos los
cheques y pagarés que tuviera aún en su poder.
j) La prohibición de ejercer las actividades profesionales o sociales que hayan
servido o sido utilizadas para cometer la infracción. Esta prohibición no afectará al
ejercicio de un mandato electivo o a las responsabilidades sindicales, y no es aplica-
ble en materia de delitos de prensa o imprenta.
C) PENAS COMPLEMENTARIAS (aplicables tanto a crímenes como a delitos):
1) Prohibición, pérdida, incapacitación o retirada, por el tiempo que se determine,
de alguno de los siguientes derechos:
a) El derecho de voto (o sufragio activo).
b) La elegibilidad (o sufragio pasivo).
c) El derecho a ejercer funciones jurisdiccionales, o a actuar ante los Tribunales
en representación y defensa de las partes, o como perito.
d) El de comparecer como testigo, salvo para declaraciones simples.
e) El derecho de ser tutor o curador.
f) La pérdida de los derechos cívicos, civiles y de familia, durante 10 años como
máximo por un crimen y durante 5 años por un delito.
g) La prohibición de ejercer una función pública o una determinada actividad
profesional o social.
h) La expulsión del territorio francés.
i) La prohibición de residencia en determinados lugares.
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j) Medidas de vigilancia y de asistencia.


2) Confiscación o inmovilización de un objeto.
3) Cierre de un establecimiento.
4) Publicación y difusión de la sentencia a través de los medios de comunica-
ción escritos y audiovisuales.
D) PENAS CONTRAVENCIÓN ALES: 1) La multa: Hasta 250 F para las contra-
venciones de primera clase; hasta 1.000 F para las contravenciones de segunda cla-
se; hasta 3.000 F para las de tercera; hasta 5.000 F para las contravenciones de cuar-
ta clase; y hasta 10.000 F para las contravenciones de quinta clase, que pueden ser
elevados a 20.000 F en los casos de recidiva reglamentariamente previstos.
2) Algunas penas privativas o restrictivas de ciertos derechos, ya citados, limi-
tadas al tiempo de seis meses o de un año como máximo.
E) PENAS APLICABLES A LAS PERSONAS JURÍDICAS:
1) La multa, que puede ascender al quintuplo de la señalada para la persona físi-
ca autora del crimen o delito.
2) La disolución.
3) La prohibición provisional, durante cinco años como máximo, o definitiva de
ejercer determinadas actividades.
4) El sometimiento a vigilancia de la autoridad judicial, durante un máximo de
cinco años.
5) El cierre de uno o varios establecimientos de la empresa que hayan servido
para realizar los hechos incriminados, ya definitivo, ya provisional hasta un máximo
de cinco años.
6) La exclusión de mercados públicos a título definitivo, o provisional por un
período máximo de cinco años.
7) La prohibición, igualmente a título definitivo o provisional, de hacer capta-
ciones públicas de inversores.
8) La prohibición, durante un máximo de cinco años, de emitir cheques que per-
mitan la retirada de fondos, o de librar certificaciones, o de utilizar pagarés.
9) La confiscación de los instrumentos y efectos del delito, incluyendo los bene-
ficios que hubiere reportado.
10) La publicación y difusión de la sentencia dictada a través de los medios de
comunicación escritos o audiovisuales.
Dentro del régimen de las penas, contiene normas para los concursos de infraccio-
nes, para los casos de recidiva, y también sobre determinación y cumplimiento de
las penas.
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Así, el art. 132-24 dispone que «Dentro de los límites marcados por la ley, la ju-
risdicción pronunciará las penas y fijará su régimen en función de las circunstancias
de la infracción y de la personalidad de su autor. Cuando la jurisdicción imponga
una pena de multa, determinará su importe teniendo en cuenta, asimismo, los recur-
sos y cargas del autor de la infracción».

No obstante, las facultades que la Ley otorga al Juzgador son amplísimas, ya


que cuando la infracción está castigada con reclusión criminal o detención crimi-
nal a perpetuidad puede el Tribunal pronunciar incluso una pena de prisión que
no podrá ser inferior a dos años; y si se trata de reclusión o detención criminal a
tiempo, la pena de prisión no podrá ser inferior a un año. Si la pena prevista fuera
la de prisión también podrá el Juzgador imponer una pena inferior, y cuando no
conceda la libertad condicionada deberá motivar especialmente por qué escogió
dicha pena de prisión. Incluso cuando proceda la pena de multa también puede fi-
jar un importe inferior al previsto. Y si el crimen o delito cometidos conllevan
pena privativa de libertad y multa podrá el Juez o Tribunal imponer una sola de
las dos.

Cuando la Ley lo prevé, un crimen o un delito pueden ser sancionados, además,


con una o varias penas complementarias —también la.multa puede conllevar otras
penas complementarias—, llegando en caso de delito (no de crímenes) a permitir
que el Juez o Tribunal sólo pronuncie una o varias penas complementarias con ca-
rácter, entonces, principal.

Interesantísimas son las disposiciones acerca del período de seguridad (tiempo de


obligado cumplimiento en prisión sin aplicación de beneficios penitenciarios), régi-
men de semilibertad (equivalente a nuestro tercer grado en régimen abierto, para
quienes tengan trabajo fijo, o estudios formalizados) para penas de prisión inferiores
a un año, o el fraccionamiento de las penas de prisión de hasta tres años, así como
las relativas a la libertad condicionada, que puede ser simple o a prueba, o supedita-
da a la realización de un trabajo de interés general. También se contempla la dispen-
sa de pena cuando la resocialización del culpable esté comprobada, el daño causado
por el delito haya sido reparado y hubieran cesado los efectos de la infracción. En
tal caso (de dispensa de pena), la jurisdicción podrá dejar de inscribir la pena en la
hoja histórico-penal del acusado. Y el aplazamiento o suspensión del pronuncia-
miento de la pena que puede ser simple, bajo vigilancia, o sometido a ciertas medi-
das.

Contiene este Título una sección dedicada a las circunstancias de agravación de


las penas: Pertenencia a banda armada, premeditación, fractura de cerraduras, uso
de llave falsa, escalada o introducirse en un lugar por sitio no destinado al efecto, y
uso de armas u otros objetos peligrosos capaces de matar o herir.

El último capítulo de este Título relativo a las penas está dedicado a la extinción
de la condena, que se produce por la muerte del condenado y la disolución de la per-
sona jurídica, la prescripción, el indulto, la amnistía y el cumplimiento de la pena,
tras de lo cual y, en su caso, transcurrido el tiempo marcado por la ley, se produce la
rehabilitación con todos sus efectos.
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II. EL LIBRO SEGUNDO

El Libro Segundo recoge, como ya dije, los crímenes y delitos contra las perso-
nas. Está dividido solamente en dos Títulos.
21.— El primero de ellos se refiere a los CRÍMENES CONTRA LA HUMANI-
DAD, sancionados como pena máxima con reclusión criminal a perpetuidad, y com-
prende el genocidio y otros delitos tales como la deportación, la reducción a la es-
clavitud, las torturas o actos inhumanos inspirados por motivos políticos,
filosóficos, raciales o religiosos, el secuestro seguido de desaparición, o la práctica
masiva sistemática de ejecuciones sumarias.
El genocidio, a su vez, se extiende no sólo a los atentados contra la vida o integri-
dad física de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, sino también a la sumisión
a ciertas formas de vida degradada que puedan producir su extinción, a las medidas
tendentes a evitar los nacimientos en dichos grupos, y al tráfico de sus niños.
22.— El Título Segundo de este Libro II, INFRACCIONES CONTRA LA PER-
SONA HUMANA, comprende los siguientes capítulos:
1) Infracciones contra la vida.
2) Infracciones contra la integridad física o psíquica.
3) De la puesta en peligro de la persona.
4) Infracciones contra las libertades de la persona.
5) Infracciones contra la dignidad de la persona.
6) Infracciones contra la personalidad (o intimidad).
7) Infracciones contra los menores y la familia.
221) Dentro de las infracciones contra la vida humana, el homicidio puede cas-
tigarse con reclusión hasta treinta años. Sin embargo, cuando la muerte preceda,
acompañe o siga a otro crimen, el límite máximo se eleva entonces hasta reclusión
criminal a perpetuidad. Igual pena (o límite máximo) corresponde al homicidio
cuando se perpetre sobre:
* Un menor de quince años.
* Ascendiente legítimo o natural, o padre o madre adoptivos.
* Una persona especialmente vulnerable debido a su edad, enfermedad, impedi-
mentos, deficiencias físicas o psíquicas, o estado de embarazo, si tales circunstan-
cias fueren perceptibles o conocidas por el autor.
* Un Magistrado, Jurado, Abogado, Funcionario Público, o cualquier otra perso-
na investida de autoridad pública o encargada de un servicio público, con ocasión
del ejercicio de sus funciones o servicio, cuando tal cualidad fuera conocida por el
autor.
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* Un testigo, víctima o parte civil, cuando el homicidio se produzca para impe-


dir la acción de la Justicia o en venganza de su actuación.
La muerte por envenenamiento se castiga como homicidio simple, salvo que con-
curra alguna de las circunstancias anteriores. Y sólo se califica de asesinato el homi-
cidio cometido con premeditación.
El hecho de causar la muerte de otro por torpeza, imprudencia, descuido, negli-
gencia o incumplimiento de una obligación de seguridad o de prudencia impuesta
por la ley o los reglamentos, constituye un homicidio involuntario, castigado con un
máximo de tres años de prisión y multa de 300.000 F. Si el incumplimiento de las
obligaciones de seguridad hubiera sido deliberado, la pena podría elevarse hasta cin-
co años de prisión y 500.000 F de multa. Las personas jurídicas podrán ser declara-
das penalmente responsables de este delito (de homicidio involuntario).
222) Las infracciones contra la integridad física o psíquica se tipifican, igual-
mente, distinguiendo las voluntarias (o dolosas), de las involuntarias (o impruden-
tes). Dentro de las primeras se incriminan, con numerosas circunstancias agravan-
tes, las torturas y actos de barbarie, las violencias (equivalentes a nuestras
lesiones), y también las amenazas de causar un mal a las personas. Destacaré sola-
mente, dentro de este capítulo, un tipo específico dedicado al «homicidio preterin-
tencional»: «Las violencias que hayan causado la muerte sin intención de producirla
serán castigadas hasta con quince años de reclusión criminal» (art. 222-7); otro de-
dicado a las violencias habituales sobre menores de quince años o sobre sujetos es-
pecialmente vulnerables; y otro, muy curioso, relativo a «las llamadas telefónicas
malévolas (o malintencionadas) o las agresiones sonoras, reiteradas para privar a
otro de su tranquilidad, (que) serán castigadas hasta con un año de prisión y multa
de 100.000 F» (art. 222-16).
Los tipos de lesiones involuntarias son análogos a los homicidios involuntarios,
pudiendo también ser reos de dicho delito (de lesiones involuntarias), las personas
jurídicas.
Las agresiones sexuales están constituidas por cualquier ataque sexual cometi-
do con violencia, intimidación, amenazas o por sorpresa. Comprenden los tipos
de violación, agresiones sexuales «in genere», ambos con numerosas circunstan-
cias de agravación, y el acoso sexual. Define el Nuevo Código Penal francés la
violación como «Todo acto de penetración sexual, de cualquier naturaleza que
sea, cometido sobre la persona de otro con violencia, intimidación, amenazas, o
por sorpresa. La violación está castigada hasta con quince años de reclusión cri-
minal» (art. 222-23).
Los artículos relativos al tráfico ilícito de estupefacientes comienzan castigando
hasta con reclusión a perpetuidad y multa de 50 millones de F, el hecho de dirigir u
organizar un grupo dedicado a la producción, fabricación, importación, exportación,
transporte, posesión, venta, donación, adquisición o empleo ilícito de estupefacien-
tes. A continuación, los preceptos siguientes van desglosando dichas conductas: Pro-
ducción o fabricación (hasta veinte años de reclusión criminal y multa de 50 millo-
nes de F); importación o exportación (diez años de prisión y multa de 50 millones de
F, salvo que sean cometidos por banda organizada, en cuyo caso la pena privativa de
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libertad puede alcanzar hasta treinta años de reclusión criminal); transporte, pose-
sión, venta, donación, adquisición o empleo ilícitos (hasta diez años de prisión y
multa de 50 millones de F). El Nuevo Código Penal francés no distingue entre dro-
gas duras y blandas.
Las personas jurídicas pueden ser autoras de este crimen (tráfico ilícito de estu-
pefacientes).
223) El capítulo tercero de este Título trata de «la puesta en peligro de la per-
sona» y contiene tipos tan dispares como el hecho de exponer directamente a
otro a un riesgo de muerte o lesiones graves, el abandono de una persona que no
esté en condiciones de protegerse por razón de su edad, o de su estado físico o
psíquico, la omisión del deber de socorro, los experimentos médicos con seres
humanos, la interrupción ilegal del embarazo, y la provocación al suicidio, que
puede realizarse, incluso, a través de anuncios publicitarios o de los medios de
comunicación.
224) El capítulo cuarto de este Título, relativo a «Los ataques a las libertades de
la persona», comprende diversos tipos de detención ilegal, que define como: «El he-
cho, sin orden de las autoridades constituidas y fuera de los casos previstos por la
ley, de inmovilizar, raptar, detener o secuestrar a una persona, será castigado con
hasta veinte años de reclusión criminal». Comprende también el desvío de aerona-
ves, navios o cualquier otro medio de transporte, crimen que se agrava cuando se
cometan torturas, actos de barbarie o la muerte de alguien; y un último tipo consis-
tente en comunicar una información falsa que comprometa la seguridad de una ae-
ronave en vuelo.
225) «Las infracciones contra la dignidad de la persona» comienzan con los de-
litos de discriminación, penados hasta con dos años de prisión y multa de 200.000 F,
cuyo sujeto pasivo pueden ser tanto las personas físicas como las personas jurídicas.
Así, se comete este delito, cuando por razón de su origen, sexo, situación familiar,
estado de salud, minusvalías, ideas, opiniones políticas, actividades sindicales, per-
tenencia o no-pertenencia (verdadera o supuesta) a una nación, etnia, raza o religión
determinada:
a) Se niega la provisión o suministro de bienes y servicios.
b) Se pongan trabas o dificultades al ejercicio de una actividad económica cual-
quiera.
c) Se deje de contratar, sancionar o licenciar a una persona.
d) Se subordine la prestación de algún bien o servicio a cualquiera de las cir-
cunstancias indicadas.
e) Se supedite una oferta de empleo a cualquiera de las condiciones antes cita-
das.
Otros tipos, dentro de este capítulo, son el proxenetismo, las infracciones al res-
peto de los difuntos y las condiciones de trabajo y abusos laborales contrarios a la
dignidad de la persona. Entre estos últimos, destaca «el hecho de obtener de una
Boletín ndin. 1707—Pág. 96'
— 2639 —

persona, abusando de su vulnerabilidad o de su situación de dependencia, la presta-


ción de servicios no retribuidos o con escasa retribución en relación con la impor-
tancia del trabajo, (que) será castigado hasta con dos años de prisión y multa de
500.000 F». Las personas jurídicas pueden ser responsables de este delito.
226) «Las infracciones contra la intimidad» engloban tipos que van desde el
allanamiento de morada hasta la denuncia calumniosa, pasando por el descubri-
miento y revelación de secretos, la captación, registro y transmisión de imágenes o
palabras pronunciadas a título privado o confidencial sin el consentimiento del au-
tor, la violación de la correspondencia y los ataques a los derechos de la persona a
través de ficheros o tratamientos informáticos.
El NCP francés ha regulado minuciosamente la protección de datos relativos a
la intimidad tipificando el uso indebido de los ficheros y archivos informáticos,
incluso a título de imprudencia. Así, por ejemplo, el art. 226-17 establece que «el
hecho de llevar a cabo, o de ordenar realizar, tratamientos informatizados de da-
tos personales sin tomar todas las precauciones útiles para preservar la seguridad
de esas informaciones e impedir que sean alteradas, manipuladas o comunicadas
a terceros no autorizados, será castigado hasta con cinco años de prisión y
2.000.000 F de multa». Las personas jurídicas pueden ser penalmente responsa-
bles de este delito.
227) «Las infracciones contra los menores y la familia» comprenden el aban-
dono de menores (de quince años) y la puesta en peligro de menores de edad
(dieciocho años), ya se trate de peligros contra la salud, la seguridad, la morali-
dad o la educación. El abandono de familia queda reducido a los impagos de pen-
siones alimenticias, decretadas por autoridad judicial o convenio homologado en
procedimientos de nulidad, separación o divorcio, si la demora en el pago supera
los dos meses, y a la falta de comunicar los cambios de domicilio, en los mismos
supuestos, pasado un mes desde dicho cambio. Sin embargo, en otra sección titu-
lada «Infracciones contra el ejercicio de la autoridad parental», se tipifican el he-
cho de no devolver al menor a la persona que tiene atribuida su guarda y custo-
dia, o que ésta no lo presente al otro progenitor para cumplir el régimen de
visitas, así como que el cónyuge que tiene la guarda y custodia no comunique al
otro progenitor sus cambios de domicilio. También incrimina en otra sección,
dentro de las «Infracciones contra la filiación», la simulación de parto, la susti-
tución de un niño por otro, o la cesión de un recién nacido o a punto de nacer,
sea hecha o no con ánimo de lucro.

III. EL LIBRO TERCERO

Este libro, relativo a los CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LOS BIENES, se di-
vide solamente en dos Títulos: 1. Las apropiaciones fraudulentas (robos, extorsión,
estafa, malversaciones e insolvencias fraudulentas); y 2. Otras infracciones contra
Boletín núin. 1707—Pág. 97
— 2640 —

los bienes (receptación, daños y sabotaje informático). Seguidamente me referiré,


dentro de cada capítulo, a los tipos más destacados.
311) El hurto o robo simple «es la sustracción fraudulenta de la cosa ajena». Es-
tá castigado'con un máximo de tres años de prisión y multa de 300.000 F. Al hurto o
robo simple se equipara la sustracción fraudulenta de energía eléctrica.
Existen también numerosos tipos agravados:
a) Cuando se cometa para varias personas, sin que lleguen a constituir banda or-
ganizada.
b) Cuando se cometa por un agente de la autoridad o por el encargado de un ser-
vicio público, en el ejercicio de sus funciones.
c) Cuando se cometa por una persona disfrazada de agente de la autoridad o de
funcionario público.
d) Cuando preceda, acompañe o siga a un delito de violencias (con lesiones) so-
bre otro que no supongan incapacidad para el trabajo.
e) Cuando la víctima sea una persona especialmente vulnerable por razón de su
edad, enfermedad, minusvalías, deficiencias físicas o psíquicas, o estado de embara-
zo, siempre que estas circunstancias fueran perceptibles o conocidas por el autor.
f) Cuando se cometa en casa habitada o en un lugar destinado a custodiar fon-
dos, valores, mercancías o materiales, y el acceso se produzca con astucia, fractura
o escalamiento.
g) Cuando se cometa en un vehículo de transporte colectivo de viajeros, o en un
lugar destinado al acceso a un medio público de transporte.
h) Cuando preceda, acompañe o siga a un acto de destrucción, degradación o de-
terioro.
En todos estos casos la pena podrá llegar hasta cinco años de prisión y multa de
500.000 F.
Hasta siete años de prisión y 700.000 F de multa se podrá elevar la pena si se cau-
san lesiones —con motivo de las violencias que precedan, acompañen o sigan al ro-
bo— que no incapaciten totalmente para el trabajo durante más de ocho días. Si la
incapacitación total excede de ocho días la pena se podrá incrementar hasta diez
años de prisión y 1.000.000 F. Si se produce una mutilación o una enfermedad per-
manente, la pena llega entonces hasta quince años de reclusión criminal y 1.000.000
de F de multa. Hasta veinte años de reclusión criminal e idéntica multa si se usa o se
amenaza con un arma, con o sin licencia para llevarla. Llegando hasta reclusión cri-
minal a perpetuidad cuando se produzcan torturas, actos de barbarie, o la muerte de
alguien; incluso aunque las agresiones fueren cometidas para proteger la huida o fa-
vorecer la impunidad de los culpables. También se considera subtipo agraVado, pe-
„,'•'•) '.):'..'..:> ; ¡n quince años de reclusión criminal y multa de 1.000.000 F, la comí-
si- >r¡ ..¡V' : >;<-•• - »ot una banda organizada.
Uyc..i!ii mí;». ¡707—Pág. 98
— 2641 —

312) La extorsión es el hecho de obtener por violencia, amenazas de violencia,


o por intimidación, un acuerdo, una firma, o una renuncia, sea para la revelación de
un secreto, sea para la remisión de fondos o valores, o para obtener cualquier otro
beneficio. El tipo básico está sancionado hasta con siete años de prisión y 700.000 F
de multa, existiendo, además, numerosos tipos agravados en función, sobre todo, de
posibles lesiones.
El chantaje, sin embargo, viene definido en el NCP francés (art. 312-10), como
«el hecho de obtener, mediante la amenaza de revelar hechos que afecten al honor o
a la reputación, una firma, un acuerdo o una renuncia, para obtener información de
un secreto, para lograr una remisión de fondos o valores, o para conseguir cualquier
otro beneficio». El chantaje está penado hasta con cinco años de prisión y 500.000 F
de multa, salvo que la amenaza sea también de ejecución, en cuyo caso la pena podrá
alcanzar hasta siete años de prisión y 700.000 F de multa.
313) La estafa, castigada hasta con cinco años de prisión y 2.500.000 F de mul-
ta, viene definida como «el hecho de equivocar a una persona física o jurídica, me-
diante uso de nombre o cualidad falsa, mediante abuso de una cualidad verdadera, o
mediante el empleo de maniobras fraudulentas, determinándola, en su perjuicio o en
el de un tercero, a remitir fondos o valores, o cualquier otro bien, o a prestar un ser-
vicio, o a contraer una obligación o descargo».
Las circunstancias agravantes de la estafa consisten en cometerla:
a) Por un agente de la autoridad o encargado de un servicio público, en el ejer-
cicio de sus funciones.
b) Por una persona disfrazada de agente de la autoridad o de funcionario público.
c) Por una persona mediante la emisión pública de títulos o anuncios públicos, o
mediante una colecta realizada con fines humanitarios o sociales.
d) En perjuicio de una persona especialmente vulnerable en atención a su edad,
enfemedad, minusvalía, deficiencias físicas o psíquicas, o estado de embarazo,
siempre que la circunstancia fuera perceptible o conocida por el autor.
e) Por banda organizada.
En estos casos la pena podrá llegar hasta siete años de prisión y 5.000.000 F de
multa.
Junto a la estafa se tipifican otras infracciones «vecinas de la estafa» (dice literal-
mente el NCP francés), como son el simple abuso fraudulento de esas personas espe-
cialmente vulnerables, penado hasta con tres años de prisión y multa de 2.500.000 F;
una serie de timos o estafas menores, tales como beber o comer sin pagar en un esta-
blecimiento público, alojarse sin pagar en hoteles siempre que no exceda de diez
días, y servirse carburante en el vehículo o transportarse en taxi sin pagar el sumi-
nistro o el servicio. Todos estos timos pueden ser sancionados hasta con seis meses
de prisión y multa e 50.000 F. Y también -.<el hecho, en una adjudicación pública,
mediante dádivas, promesas, ententes, o cualquier otro medio fraudulento, de propo-
Boletín núm. 1707—Pág. 99
— 2642 —

ner un enriquecimiento o de limitar las licitaciones o las adjudicaciones», que podrá


castigarse hasta con seis meses de prisión y multa de 150.000 F.
314) El capítulo cuarto de este Título, «Des détournements» (los desvíos o mal-
versaciones de fondos), comprende los delitos de apropiación indebida, la disposi-
ción o destrucción de objetos empeñados, dados en prenda o embargados, y la orga-
nización fraudulenta de insolvencias (incrementos ficticios del pasivo o
disminuciones del activo, alzamiento y ocultaciones de bienes, etc.).
La apropiación indebida está conminada con la pena de hasta tres años de prisión
y 2.500.000 F de multa, pudiendo llegar a diez años de prisión y 10.000.000 F de
multa, si fuera cometida por un mandatario de la Justicia, o por un funcionario pú-
blico o ministerial, con ocasión del ejercicio de sus funciones.
321) El Título segundo de este Libro III, comienza con un capítulo dedicado a la
receptación o encubrimiento con ánimo de lucro, que conlleva pena máxima de cin-
co años de prisión y multa de 2.500.000 F, para su tipo básico. Junto a la receptación
se tipifican otras infracciones asimiladas a ésta como son, por ejemplo, no llevar re-
gistros de adquisiciones y ventas los comerciantes de bienes usados, o realizar en ta-
les registros anotaciones inexactas.
322) El segundo capítulo de este Título, se denomina «Destrucciones, degra-
daciones y deterioros». Comprende, en primer lugar, los delitos de daños, pena-
dos hasta con dos años de prisión y multa de 200.000 F, salvo que se trate de un
daño leve; ya que «el hecho de realizar inscripciones, señales o dibujos (pinta-
das), sin autorización previa, en fachadas, vehículos, vías públicas o mobiliario
urbano, será castigado hasta con 25.000 F de multa siempre que se considere un
daño leve».
Los daños se agravan, penándole.hasta con tres años de prisión y 300.000 F de
multa, cuando se causen sobre bienes especialmente protegidos (un registro, una es-
critura, o un objeto de interés histórico, cultural o científico, o de reconocida utili-
dad pública), o cuando recaigan sobre bienes que pertenezcan a personas especial-
mente desvalidas, o a Magistrados, Jurados, abogados, testigos, peritos y partes para
influir en su comportamiento, o en venganza de sus actuaciones, elevándose la pena,
entonces, hasta un máximo de cinco años de prisión y 500.000. F de multa, y las pin-
tadas hasta 100.000 F de multa.
En segundo lugar, comprende los crímenes y delitos de incendios y estragos, cuyo
tipo básico se incriminare la siguiente forma: «La destrucción, degradación o dete-
rioro de un bien ajeno por efectos de sustancias explosivas, de un incendio, o por
cualquier otro medio capaz de crear un peligro para las personas, será castigado has-
ta con diez años de prixión y multa de 1.000.000 F» (art. 322-6). Este tipo básico se
agrava sólo en función de las lesiones producidas, o si el crimen se comete por me-
dio de banda organizada.
Existe también un tipo de daños imprudentes cometidos por una explosión o un
incendio, provocados por no cumplir con las obligaciones de seguridad y de pruden-
cia impuestas por leyes o reglamentos, sancionado hasta con un año de prisión y
Boletín núin. 1707—Pág. 100
— 2643 —

multa de 100.000 F, pudiendo elevarse la pena hasta el doble si el incumplimiento de


las obligaciones de seguridad y de prudencia hubiera sido deliberado.
Y en tercer lugar se incriminan, en otra sección, las amenazas de destrucción, de-
gradación o deterioro, ya sean o no condicionales, y las falsas alarmas.
323) El tercer y último capítulo de este Título, «Infracciones contra los sistemas
de tratamiento automatizado de datos», comprende la llamada piratería informática:
«El hecho de acceder o mantenerse, fraudulentamente, en todo o en parte de un sis-
tema de tratamiento automatizado de datos», penada hasta con un año de prisión y
multa de 100.000 F. Y el conocido como sabotaje informático «supresión o modifi-
cación de datos contenidos en el sistema, o alteración del funcionamiento del propio
sistema», penado hasta con dos años de prisión y 200.000 F de multa. Las personas
jurídicas pueden ser penalmente responsables de este delito.

IV. EL LIBRO CUARTO

El Libro cuarto, relativo a los CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LA NACIÓN,


EL ESTADO Y LA PAZ PUBLICA, comprende cinco títulos que, respectivamente,
tratan de:
1. Infracciones contra los intereses fundamentales de la Nación.
2. Del terrorismo.
3. Infracciones contra la autoridad del Estado.
4. Infracciones contra la confianza pública.
5. De la participación en una asociación de malhechores.
41. Comienza el Título primero de este Libro Cuarto, en su artículo 410-1, esta-
bleciendo cuáles son los intereses fundamentales de la nación, a efectos penales.
Así, dicho artículo dispone: «Se consideran intereses fundamentales de la nación a
los efectos de presente título su independencia, la integridad de su territorio, su se-
guridad, la forma republicana de sus instituciones, los medios de su defensa y de su
diplomacia, la salvaguarda de su población en Francia y en el extranjero, el equili-
brio del medio natural y de su entorno y los elementos esenciales de su potencial
científico y económico y de su patrimonio cultural».
Me referiré a continuación a los capítulos más interesantes, dentro de cada uno de
los citados títulos.
411) El primer capítulo del Título primero del libro Cuarto, denominado De la
traición y de la piratería, recoge los burdos crímenes de entregar a una potencia ex-
tranjera todo o parte del territorio nacional, o tropas de las fuerzas armadas, san-
cionados con detención criminal a perpetuidad y multa de hasta 5.000.000 de F, así
como entregar a una potencia extranjera o a sus agentes, materiales, instalaciones,
equipos, construcciones, o aparatos afectos a la Defensa Nacional; crimen penado
Boletín núm. 1707—Pág. 101
_2644 —

hasta con treinta años de detención criminal y multa de 3.000.000 de F. También se


incriminan el espionaje y la entrega de información confidencial a una potencia ex-
tranjera, el sabotaje y la provocación para cometer los citados crímenes.
412) El capítulo segundo del Título primero del Libro Cuarto se refiere a Otras
infracciones contra las Instituciones de la República o la integridad del territorio
nacional, que comprenden el atentado, el complot, los movimientos insurrecciona-
les, la usurpación del mando militar, el levantamiento de las fuerzas armadas y la
provocación para armarse ilegalmente.
413) Contempla este capítulo Otras infracciones contra la Defensa Nacional,
tales como las que afectan a la seguridad de las fuerzas armadas, a las zonas prote-
gidas por interés de la Defensa y a los secretos de la Defensa Nacional.
421) El capítulo primero del Título segundo del Libro Cuarto se refiere a Los
actos de terrorismo: «Constituyen actos de terrorismo, cuando se cometan de forma
individual o colectiva y con el fin de turbar gravemente el orden público producien-
do intimidación o terror, las infracciones siguientes: Infracciones dolosas contra la
vida y la integridad, secuestros, secuestros de aeronaves, navios y otros medios de
transporte, robos, extorsiones, estragos, daños, y producción, venta, importación y
exportación de explosivos, municiones y armas, ya fueran de tipo convencional, bio-
lógicas o químicas».
43. El Título tercero, INFRACCIONES CONTRA LA AUTORIDAD DEL ES-
TADO, contiene cuatro capítulos que versan sobre: 1. Infracciones contra la paz pú-
blica. 2. Infracciones contra la Administración Pública cometidas por funcionarios.
3. Infracciones contra la Administración Pública cometidas por particulares. Y 4. In-
fracciones contra la acción de la Justicia.
431) El capítulo primero del Título tercero del Libro Cuarto, Infracciones con-
tra la paz pública comprende, a su vez, los siguientes tipos delictivos:
a) Trabas al ejercicio de las libertades y de los derechos de expresión, de traba-
jo, de asociación, de reunión y de manifestación.
b) Participación delictiva en una manifestación. (Una manifestación —dice el
NCP francés en su art. 431-3— puede ser disueíta por la fuerza después de dos lla-
madas de dispersión, no atendidas, realizadas por el Jefe de la Prefectura o por quien
le sustituya).
c) Manifestaciones ilícitas.
d) Grupos de combate y movimientos disuasorios.
432) El capítulo segundo, Infracciones contra la Administración Pública come-
tidas por funcionarios, comienza con los abusos de autoridad cometidos contra la
Administración, sancionando al funcionario público que, en el ejercicio de sus fun-
ciones, quebrantare la ley (prevaricare), con pena de hasta cinco años de prisión y
multa de 500.000 F. Después incrimina los abusos de autoridad cometidos contra
los particulares, bien privando ilegalmente de libertad a una persona, reteniéndola
sin mandato judicial, discriminándola, o violando su domicilio o el secreto de su co-
Boletín nüm. 1707—Pág. 102
— 2645 —

rrespondencia. A continuación tipifica los delitos de corrupción: El cohecho, la co-


rrupción pasiva y el tráfico de influencias, la toma ilegal de intereses en empresas,
las infracciones contra la libertad de acceso e igualdad de los candidatos en los
mercados públicos, y la sustracción y malversación de caudales públicos. La co-
rrupción pasiva y el tráfico de influencias están tipificados conjuntamente en el art.
432-11 de la siguiente forma: «Será castigado hasta con diez años de prisión y multa
de 1.000.000 de F, el hecho, cometido por funcionario público, o encargado de un
servicio público, o persona investida de un mandato electivo, de aceptar ofertas,
promesas, dádivas, presentes o ventajas de cualquier clase:
1.° Sea por cumplir o abstenerse de cumplir un acto propio de su función, su ser-
vicio o su mandato.
2." Sea por abusar de su influencia, real o supuesta, con el fin de obtener de una
autoridad o de una Administración Pública, distingos, empleos, negocios, o cual-
quier otra decisión favorable».
433) El capítulo tercero, Infracciones contra la Administración cometidas por
los particulares, recoge los tipos de corrupción activa y tráfico de influencias come-
tidos por particulares, actos de intimidación cometidos contra funcionarios públi-
cos, sustracción y desvío de bienes y fondos públicos, ultrajes a funcionarios públi-
cos, resistencia, oposición a la ejecución de trabajos públicos, usurpación de
funciones públicas, usurpación de señales reservadas a la autoridad pública (uni-
formes, distintivos, documentos y vehículos) usurpación de títulos, uso irregular de
cualidad, e infracciones contra el estado civil de las personas.
La corrupción activa está sancionada con idéntica pena que la corrupción pasi-
va (hasta diez años de prisión y multa de 1.000.000 de F), variando en que, en lu-
gar de ser el funcionario quien acepta, es el particular el que ofrece las dádivas,
presentes o ventajas para obtener el negocio o, en definitiva, el trato de favor
pretendido.
434) El capítulo cuarto, Infracciones contra la acción de la Justicia, encierra
una serie de delitos, algunos ya conocidos por nuestro Derecho Penal, como la omi-
sión de los deberes de denunciar y de impedir ciertos crímenes, añadiendo un tipo
específico para «el hecho de no informar a las autoridades judiciales o administrati-
vas, cualquier persona que tenga conocimiento de malos tratos o privación de liber-
tad sobre menores de quince años, o personas especialmente vulnerables por razón
de su edad, enfermedad, minusvalía, deficiencias físicas o psíquicas, o estado de
embarazo», que se castiga hasta con tres años de prisión y multa de 300.000 F, ex-
ceptuándose a quién esté bajo secreto profesional. También prevé la inhumación de
cadáveres, amenazas y coacciones contra Magistrados, Jurados, Abogados, testi-
gos, peritos y víctimas de crímenes o delitos, el encubrimiento (tipificado como de-
lito autónomo), el cohecho en las funciones jurisdiccionales, el falso testimonio de
testigos, peritos y de intérpretes, desobediencias, desacatos, evasión de presos, que-
brantamiento de condenas, acusación y denuncia falsas... Y otros nuevos y moder-
nos tipos tales como «el conductor de un vehículo o maquinaria, fluvial o marítima,
que causare un accidente y no parase para intentar eludir las responsabilidades pena-
les o civiles en que pudiera haber incurrido, será penado hasta con dos años de pri-
Boletín núm. 1707—Pág. 103
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sión y multa de 200.000 F» (art. 434-10). O «Cualquier persona que haya declarado
públicamente conocer a los autores de un crimen o de un delito, y rehuse responder
a las preguntas que el Juez le formule al respecto será castigado hasta con un año de
prisión y 100.000 F de multa» (art. 434-12). O «La publicación, antes de la resolu-
ción judicial definitiva, de comentarios tendentes a ejercer presiones para influir en
las declaraciones de los testigos o en la decisión del Juez Instructor o Sentenciador,
será castigada hasta con seis meses de prisión y multa de 50.000 F»; también puede
cometerse este delito a través de medios audiovisuales (art. 434-16). Y el soborno de
peritos y de intérpretes.
44. El Título cuarto (de este Libro IV), INFRACCIONES CONTRA LA CON-
FIANZA PUBLICA, comprende cuatro capítulos relativos todos a Las falsedades: 1.
Falsedades documentales. 2. Falsificación de moneda. 3. Falsificación de títulos y
otros valores fiduciarios emitidos por la autoridad pública. Y 4. Falsificación de
marcas (o sellos) de la autoridad.
441) «Constituye falsedad toda alteración fraudulenta de la verdad, con inten-
ción de causar un perjuicio y cometida por cualquier medio que sea, en un escrito o
en cualquier otro soporte de expresión del pensamiento, que tenga por objeto, o que
pueda tener por efecto, establecer la prueba de un derecho o de un hecho con conse-
cuencias jurídicas. La falsificación o el uso del documento falso serán castigados
hasta con tres años de prisión y 300.000 F de multa».
Agrava el NCP francés las penas para las falsedades en escritura pública, en do-
cumentos expedidos por un Registro oficial o emitidos por una Administración Pú-
blica, atestados y certificados. También en los documentos expedidos por profesio-
nales, citando específicamente los certificados médicos de enfermedad o de
embarazo, o sobre la causa de la muerte.
El uso o incluso la posesión de los documentos falsos se sanciona con menor y a
veces con la misma pena que la falsificación. Las personas jurídicas pueden ser res-
ponsables penales de estos delitos.
442) La imitación o falsificación de monedas y billetes de Banco de curso legal
en Francia, auqnue se trate de divisas, está sancionada hasta con treinta años de re-
clusión criminal y multa de 3.000.000 de F. También se castiga el transporte, la
puesta en circulación y la posesión de monedas y billetes falsificados, e incluso la
tenencia de materiales destinados a la falsificación.
443) El capítulo tercero del Título relativo a LAS FALSEDADES, sanciona ra.
imitación o falsificación de efectos emitidos por el Tesoro Público, así como el uso
o el transporte de los efectos falsificados, hasta con siete años de prisión y 700.000
F de multa. También se incrimina la falsificación de sellos de correos y otros valores
fiduciarios postales, y la falsificación de títulos-valores emitidos por el Estado, los
Ayuntamientos y demás Entes públicos. Las personas jurídicas pueden ser declara-
dos responsables de estos delitos.
444) La imitación o falsificación de sellos del Estado, timbres nacionales, o
contraseñas destinadas a marcar el oro, la plata, o el platino, o el uso de tales marcas
falsificadas se podrá penar hasta con diez años de prisión y multa de 1.000.000 de F.
Boletín núm. 1707—Pág. 104
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También se castiga la fabricación, venta, distribución o utilización de papeles con


membrete e impresos oficiales usados por las Instituciones, las Administraciones
Públicas o la Jurisdicción, con la finalidad de causar un engaño público. Las perso-
nas jurídicas pueden ser penalmente responsables de este delito.
45. El Título quinto del Libro IV, se refiere a LA PARTICIPACIÓN EN UNA
SOCIEDAD DE MALHECHORES, organización que define como «Todo grupo for-
mado o acuerdo establecido para la preparación de uno o varios hechos materiales,
que constituyan uno o varios crímenes o uno o varios delitos, castigados con al me-
nos diez años de prisión». La participación en una asociación de malhechores está
penada hasta con diez años de prisión y multa de 1.000.000 de F. No obstante, «toda
persona que, habiendo pertenecido a una asociación de malhechores, revelare datos
sobre el grupo o los acuerdos adoptados por el mismo, antes de ser perseguida, que-
dará exenta de pena».

V. EL LIBRO QUINTO

OTROS CRÍMENES Y DELITOS

Este Libro no contiene ningún Título. Se compone sólo de un capítulo con dos ti-
pos delictivos diferentes:
511-1) «El hecho, sin necesidad, públicamente o no, de ejercer sevicias graves o
de cometer actos de crueldad contra un animal doméstico, domesticado, o tenido en
cautividad, será castigado hasta con seis meses de prisión y multa de 50.000 F».
511-2) «El hecho de realizar experimentos o investigaciones científicas con ani-
males sin guardar las reglas fijadas por Decreto del Consejo de Estado será castiga-
do con las mismas penas del art. 511-1».

La segunda parte del NCP francés entró en vigor, igualmente, el primero de marzo
de 1994. Comprende una serie de preceptos reglamentarios, aprobados por Decretos
del Consejo de Estado 93-726, de 29 de marzo de 1993, que desarrollan determina-
dos artículos de la Parte Primera del Códe Penal. Tales preceptos reglamentarios
completan, en relación con el Libro Primero, lo relativo a la suspensión y retirada
del permiso de conducir, a la inmovilización del vehículo, a la realización de traba-
jos de interés general y a las penas aplicables a las personas jurídicas. Y en la Parte
Especial (Libros II a V), lo relativo a la remisión que el NCP francés hace a otras
normas de rango reglamentario, de manera que la mayor parte de las leyes penales
Boletín núm. 1707—Pág. 105
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en blanco quedan completadas por medio de la Segunda Parte del propio Código.
Además, coincide el número del artículo de la Parte Segunda con el número del artí-
culo de la Parte Primera al que desarrolla, salvo en que el número del precepto re-
glamentario va precedido de una letra «R» mayúscula.
El Libro Sexto de esta Segunda Parte —o Parte Reglamentaria— del Nuevo Códe
Penal se refiere a LAS CONTRAVENCIONES (Las Faltas). Sus artículos van igual-
mente precedidos de la letra R mayúscula y siguen la misma suerte de numeración
que el resto del Código; es decir, comienzan por 6 (número del Libro), siguen con el
número del Título, después el número del capítulo y, acto seguido, tras un guión, el
número del artículo. El Libro relativo a las contravenciones se divide en cinco Títu-
los, homónimos a los Libros de la Parte Primera, lo que viene a indicar que las faltas
no son sino tipos ya descritos que se califican de infracciones mucho más leves:
Título 1. DISPOSICIONES GENERALES
Título 2. CONTRAVENCIONES CONTRA LAS PERSONAS
Título 3. CONTRAVENCIONES CONTRA LOS BIENES
Título 4. CONTRAVENCIONES CONTRA LA NACIÓN, EL ESTADO O LA
PAZ PUBLICA.
Título 5. OTRAS CONTRAVENCIONES
A su vez, dentro de cada Título se clasifican también en categorías, de primera,
segunda, tercera, cuarta y hasta quinta clase, en orden a la gravedad de cada contra-
vención y a la pena cuya realización conlleva.

C. BREVE JUICIO CRITICO.

La Parte General o Libro I (Disposiciones Generales) del NCP francés me parece


de muy baja calidad técnica.
En primer lugar, el arbitrio judicial en la determinación y aplicación de la pena
es de tal magnitud que, en la práctica, se produce una dejación o trasvase del «ius
puniendi» desde el Poder Legislativo —representante de la soberanía popular, que
debe decidir qué es delito y cómo y cuánto se castiga cada delito— al Poder Judicial.
En efecto, el principio de legalidad estricta (ley formal, ley previa y ley cierta) exige
no sólo una previa descripción de la conducta típica, sino también una adecuada
concreción de la pena a imponer en cada caso; es decir, debe expresarse el tope má-
ximo y el mínimo de la pena a imponer y no exclusivamente el límite máximo, pues
si bien, ciertamente, fijar el límite máximo cumple una función de garantía (límite
dej «ius puniendi»), no da cumplimiento a los principios de concreción de la pena,
de igualdad y de proporcionalidad, al poderse sancionar las mismas infracciones con
distintas penas, y delitos más graves con penas más benignas. Por lo cual entiendo
que ha de establecerse, eso sí, un prudente intervalo entre el límite máximo y el mí-
nimo de cada pena, para que el Juez o Tribunal sentenciador puedan ponderar en ca-
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da caso las circunstancias del hecho y las personales del autor, pues no en vano des-
de WELZEL se conoce al delito como «ilícito personal».

En segundo lugar, El NCP francés trabaja solamente con dos categorías de res-
ponsables penales: Los autores y los cómplices, toda vez que el encubrimiento resul-
ta tipificado como delito autónomo contra la acción de la Justicia. Ahora bien, el
concepto de cómplice es, por un lado, sumamente amplio («el que ayuda o colabora
en la preparación...»), y, por otro, exagerado a efectos punitivos, ya que se equipara
al autor. Por tanto, cualquiera que colabore o ayude en la perpetración —e incluso
en la preparación— de un crimen o delito, independientemente del grado y del ca-
rácter de su participación (principal o accesoria), será sancionado con la misma pena
que el autor, lo que estimo contrario a los más elementales principios de un Derecho
Penal moderno. Tal vez busque el legislador galo que no haya medias tintas a la hora
de responsabilizarse de una infracción penal. Algo así como si dijera, «piénsalo bien
antes de colaborar en un crimen o en un delito, porque si colaboras te equipararé al
autor del mismo».

En tercer lugar, también la tentativa es sancionada con la misma pena que el deli-
to consumado; si bien tratándose de delitos —no de crímenes— sólo es punible en
los casos expresamente previstos. Nótese, asimismo, que el NCP francés define al
autor como «la persona que comete los hechos incriminados» y también «la persona
que intenta cometer un crimen y, en los casos previstos por la ley, un delito» (art.
121-4). Todo ello denota un predominio del desvalor de la acción-intención sobre el
desvalor del resultado.

En cuarto lugar, el NCP francés extiende la responsabilidad penal a las peronas


morales o jurídicas, superando el viejo aforismo «societas delinquere non potest»
(las sociedades no pueden delinquir). Sin embargo, todos los crímenes y delitos re-
quieren una serie de elementos subjetivos que presuponen dos facultades o sentidos
internos: el conocimiento y la voluntad, que malamente pueden predicarse de las
personas morales o jurídicas. De modo que, o se objetiva completamente el delito
(lo que ni siquiera ocurre en los delitos imprudentes), rechazando la idea de «injusto
personal» y la exigencia de culpabilidad (o de capacidad de culpabilidad, en pala-
bras del propio WELZEL), o se mantiene el viejo principio del «societas delinquere
non potest». Ello sin perjuicio de que se adopten contra las personas jurídicas usa-
das como instrumento para la comisión de cualquier crimen o delito, las medidas de
seguridad pertinentes. Lo contrario nos llevaría a una especie de Derecho Penal an-
tropomórfico, que atribuiría a personas jurídicas cualidades o características exclu-
sivas de la especie humana.

En quinto lugar, el catálogo de las penas es abrumador, aun reconociendo que hay
novedades interesantes como el trabajo de interés general, los días-multa, o la pri-
vación del carnet de conducir sólo fuera de la actividad profesional; pero considero
que las penas son excesivas tanto en categorías como en duración, manteniendo ¡a
reclusión a perpetuidad. Mejora, sin embargo, lo relativo al pronunciamiento y régi-
men de las penas: «Probation», remisión condicional vigilada, fraccionamiento de
las penas privativas de libertad de hasta tres años...
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En sexto lugar, como señala el art. 132-17, «la jurisdicción podrá imponer sólo
una de las penas previstas para la infracción de que se trate». De ahí que, excepto en
los crímenes y delitos contra la vida humana, en todas las demás infracciones una
pena de multa acompañe a la pena privativa de libertad, y de que —como señala la
citada Circular de 14 de mayo de 1993— exista una correlación entre la multa y las
penas privativas de libertad, generalmente de 100.000 F p o r cada año de prisión. Lo
que puede convertir el NCP francés en una norma tributaria de carácter marcada-
mente recaudatorio, pues siempre es duro enviar a un sujetó a prisión cuando la ley
permite evitarlo.
En séptimo lugar, equipara a la imprudencia «la puesta deliberada en peligro de
un tercero», casos en los que de producirse el resultado lesivo entiendo que caerían
dentro del dolo eventual cuando menos.
No obstante, merecen mi aprobación, desde luego, la incriminación específica de
los delitos imprudentes, el principio de interpretación restringida de las normas pe-
nales —aunque debería de limitarse a las contrarias al reo—, los sustitutivos de las
penas cortas privativas de libertad, el régimen y algunas de las nuevas sanciones, y,
especialmente, la Circular 14 de mayo de 1993, que interpreta y aclara «Le Nouveau
Code Penal» y establece las dos tablas de concordancia entre el viejo y el nuevo Có-
digo y entre el nuevo y el viejo Código.
La Parte Especial, sin embargo, sin ser tampoco de una gran altura científica, es
mucho mejor que la Parte General.
Exagera, a veces, el número de subtipos delictivos no sustrayéndose a la casuísti-
ca de su antecesor de 1810; pero, en general, describe las conductas típicas con cla-
ridad —que no es pequeña virtud en un Código Penal— e introduce modernos deli-
tos, como el uso ilícito de datos íntimos guardados en un registro, el sabotaje
informático, las presiones a Jueces o testigos a través de los medios de comunica-
ción en asuntos «sub-iudice», darse a la fuga en un accidente de tráfico, terrestre o
marítimo, para intentar eludir las posibles responsabilidades civiles o penales, el fal-
so testimonio y el soborno de los intérpretes y los peritos, los delitos de corrupción,
etc. También, en general, las infracciones están bien sistematizadas.
En el lado negativo, entre otras cuestiones, podría citar el asesinato, que sólo se
produce mediante premeditación. Circunstancia que, precisamente, nuestro Proyec-
to de Código Penal de 1992 hacía desaparecer tanto del asesinato como de las cir-
cunstancias agravantes genéricas por los arduos problemas, tanto teóricos como
prácticos, que plantea. El tipo básico del delito de lesiones, ya que, apostando el
NCP francés por un predominio del desvalor de la acción-intención sobre el desvalor
del resultado, en la lesiones es determinante que la víctima quede impedida hasta
ocho días, o más de ocho días, para dedicarse a sus ocupaciones habituales. Y el de-
lito de negarse a contestar al Juez sobre los autores de un crimen o delito, la persona
que públicamente haya afirmado conocerlos, que pudiera violentar la voluntad del
supuesto delator más allá de lo necesario.
La Segunda Parte, o Parte Reglamentaria del NCP francés, merced a la deslegali-
zación que realiza el propio Code Penal, contiene la regulación de las contravencio-
nes (las faltas), y, además, todo el desarrollo posible de las disposiciones generales
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y especiales de la Primera Parte. Es importante advertir que en esta Segunda Par-


te no se describen crímenes, ni delitos (sólo contravenciones), ni se establecen
penas nuevas o privativas de libertad. Hasta el punto de que la reincidencia (o re-
cidiva) en la comisión de ciertas faltas, que llega a calificarse como delito, se
tipifica en la Parte Primera del Código. Y, por otro lado, ninguna contravención
—ni siquiera las de quinta clase que son las más graves— lleva aparejada pena
privativa de libertad.
Esta Segunda Parte tengo que calificarla de positiva, por cuanto intenta concen-
trar dentro del propio Código Penal, sin perjuicio de las Leyes Penales Especiales,
todo lo relativo a las infracciones penales (crímenes, delitos y contravenciones) y a
las penas, evitando, en lo posible, la enojosa remisión que provocan las leyes pena-
les en blanco, así como la dispersión del desarrollo reglamentario del mismo Código
Penal.

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