Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DOCUMENTACIÓN
A. INTRODUCCIÓN.
dentro de los límites y de acuerdo con los criterios establecidos por la ley, las penas
aplicables a las contravenciones».
Por su parte, la Ley 93-913, de 19 de julio de 1993, publicada y en vigor desde el
20 de julio de 1993, suprime la pena de prisión —de un día a dos meses— que hasta
entonces podía aplicarse a los reincidentes de ciertas contravenciones.
Singular importancia merece la Ley 92-1336, de 16 de diciembre de 1992, cono-
cida comúnmente como Ley de Adaptación, relativa a la entrada en vigor del nuevo
Código Penal y a la modificación de numerosas disposiciones de Derecho penal,
procesal penal y del resto del ordenamiento, considerada necesaria para la entrada
en vigor del nuevo Code Penal.
Esta Ley, por un lado, modificó y puso al día el Código de Procedimiento Penal;
por otro, introdujo el Libro Quinto del nuevo Código Penal; y, por otro, modificó
también numerosas disposiciones de leyes tan diversas como el Código Civil, el Có-
digo de la Aviación Civil, el Código de Seguros, el Código del Trigo, el Código de
la Construcción, el Código Electoral, el Código de la Familia y de la Ayuda Social,
el Código General de Impuestos, el Código Penal y Disciplinario de la Marina Mer-
cante, el Código Minero, el Código de Correos y Telecomunicaciones, el Código de
la Propiedad Intelectual, el Código de la Circulación, y el Código de la Salud Públi-
ca, entre otras. Por último, la Ley de Adaptación deroga el viejo Código Penal de
1810, tantas veces reformado, y dispone la entrada en vigor de los Libros I a V del
Nuevo Código para el primero de marzo de 1994 (art. 373 de la Ley de Adaptación,
añadido a ésta por Ley 93-913, de 19 de julio de 1993).
No obstante, ciertas Disposiciones Transitorias mantienen la aplicación de algu-
nos preceptos más benignos del viejo Código para infracciones cometidas antes del
1 de marzo de 1994; y, a la inversa, algunos preceptos.más benignos del Nuevo Có-
digo pueden aplicarse a infracciones cometidas con anterioridad a dicha fecha. De
manera que los Tribunales Penales deberán aplicar durante varios años dos cuerpos
de reglas con validez jurídica simultánea.
Mientras tanto, una Circular de 14 de mayo de 1993, elaborada por un grupo de tra-
bajo compuesto por Magistrados, Profesores Universitarios, Abogados y Representan-
tes de la Policía, se ha encargado de facilitar la aplicación práctica del Nuevo Código.
Dicha Circular está, asimismo, dividida en dos partes: La primera comprende unos co-
mentarios de los Libros I a V del Nuevo Código y de algunas disposiciones de la Ley de
Adaptación. La segunda parte de la Circular comprende dos minuciosas tablas de co-
rrespondencias entre los artículos del viejo y del nuevo Código, y entre los artículos del
nuevo y del viejo Código, dedicadas a facilitar el trabajo de los prácticos.
PRIMERA PARTE
I. EL LIBRO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
11. Se refiere el Título Primero, del Libro I, a LA LEY PENAL y dentro del ca-
pítulo primero —«Principios Generales»— recoge la clasificación de las infraccio-
nes, según su gravedad, en crímenes, delitos y contravenciones, como ya venía ha-
ciendo el Código anterior. Enuncia y consagra el principio de legalidad penal, salvo
para las contravenciones que deja sometidas a la potestad reglamentaria. Reconoce
que la ley penal es de interpretación restrictiva o estricta, y declara que la jurisdic-
ción penal es competente para interpretar los actos administrativos, reglamentarios
o individuales, cuando de ello dependa la resolución del proceso penal que estuviera
conociendo (regla claramente procesal).
Los capítulos segundo y tercero de este título se refieren a «La Ley penal en el
tiempo» y a «La ley penal en el espacio», respectivamente. Lo único destacable, a
mi parecer, es que la retroactividad de la ley penal más benigna sólo alcanza a los
procesos todavía pendientes, pero no a los casos con sentencia firme, salvo que el
hecho quede despenalizado, pues entonces el penado dejará inmeditamente de cum-
plir la condena.
12. El Título Segundo del Libro I, se refiere a LA RESPONSABILIDAD PE-
NAL. En su capítulo primero contempla una serie de «Disposiciones Generales», ta-
les como que nadie responderá penalmente por los hechos de otro. Establece, por
primera vez, la responsabilidad penal de las personas morales o jurídicas, con ex-
cepción del Estado, por las infracciones cometidas por su cuenta, a través de sus ór-
ganos o representantes, aclarando que la responsabilidad penal de las personas jurí-
dicas no excluye la de las personas físicas autores o cómplices de los mismos
hechos. Contiene después la regla de que los crímenes y delitos han de ser dolosos
(«no hay crimen o delito sin intención de cometerlo»), salvo que la Ley haya previs-
to su realización por imprudencia, negligencia o «puesta en peligro deliberada de un
Boletín núm. 1707—Pág. 88
— 2631 —
a) Suspensión del carnet de conducir de uno a cinco años. Esta suspensión puede
quedar limitada a la conducción realizada fuera de la actividad profesional.
b) La prohibición de conducir ciertos vehículos por un plazo de uno a cinco
años.
c) La anulación del permiso de conducir, con prohibición de obtener otro nuevo,
durante un tiempo máximo de cinco años.
d) La confiscación de uno o varios vehículos, propiedad del condenado.
e) La inmovilización de uno o varios vehículos, propiedad del condenado, de
uno a cinco años.
f) La prohibición de poseer y de llevar armas con licencia, por un período de
cinco años como máximo.
g) La confiscación de una o varias armas, propiedad del condenado.
h) La retirada del permiso de caza, y la prohibición de obtener otro nuevo, por
un tiempo máximo de cinco años.
i) La prohibición de emitir o librar cheques, certificaciones, o pagarés, durante
cinco años como máximo. Además el penado habrá de reintegrar a los Bancos los
cheques y pagarés que tuviera aún en su poder.
j) La prohibición de ejercer las actividades profesionales o sociales que hayan
servido o sido utilizadas para cometer la infracción. Esta prohibición no afectará al
ejercicio de un mandato electivo o a las responsabilidades sindicales, y no es aplica-
ble en materia de delitos de prensa o imprenta.
C) PENAS COMPLEMENTARIAS (aplicables tanto a crímenes como a delitos):
1) Prohibición, pérdida, incapacitación o retirada, por el tiempo que se determine,
de alguno de los siguientes derechos:
a) El derecho de voto (o sufragio activo).
b) La elegibilidad (o sufragio pasivo).
c) El derecho a ejercer funciones jurisdiccionales, o a actuar ante los Tribunales
en representación y defensa de las partes, o como perito.
d) El de comparecer como testigo, salvo para declaraciones simples.
e) El derecho de ser tutor o curador.
f) La pérdida de los derechos cívicos, civiles y de familia, durante 10 años como
máximo por un crimen y durante 5 años por un delito.
g) La prohibición de ejercer una función pública o una determinada actividad
profesional o social.
h) La expulsión del territorio francés.
i) La prohibición de residencia en determinados lugares.
Boletín núm. 1707—Pág. 91
_2634 —
Así, el art. 132-24 dispone que «Dentro de los límites marcados por la ley, la ju-
risdicción pronunciará las penas y fijará su régimen en función de las circunstancias
de la infracción y de la personalidad de su autor. Cuando la jurisdicción imponga
una pena de multa, determinará su importe teniendo en cuenta, asimismo, los recur-
sos y cargas del autor de la infracción».
El último capítulo de este Título relativo a las penas está dedicado a la extinción
de la condena, que se produce por la muerte del condenado y la disolución de la per-
sona jurídica, la prescripción, el indulto, la amnistía y el cumplimiento de la pena,
tras de lo cual y, en su caso, transcurrido el tiempo marcado por la ley, se produce la
rehabilitación con todos sus efectos.
Boletín ndra. 1707—-Pág. 93
— 2636 —
El Libro Segundo recoge, como ya dije, los crímenes y delitos contra las perso-
nas. Está dividido solamente en dos Títulos.
21.— El primero de ellos se refiere a los CRÍMENES CONTRA LA HUMANI-
DAD, sancionados como pena máxima con reclusión criminal a perpetuidad, y com-
prende el genocidio y otros delitos tales como la deportación, la reducción a la es-
clavitud, las torturas o actos inhumanos inspirados por motivos políticos,
filosóficos, raciales o religiosos, el secuestro seguido de desaparición, o la práctica
masiva sistemática de ejecuciones sumarias.
El genocidio, a su vez, se extiende no sólo a los atentados contra la vida o integri-
dad física de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, sino también a la sumisión
a ciertas formas de vida degradada que puedan producir su extinción, a las medidas
tendentes a evitar los nacimientos en dichos grupos, y al tráfico de sus niños.
22.— El Título Segundo de este Libro II, INFRACCIONES CONTRA LA PER-
SONA HUMANA, comprende los siguientes capítulos:
1) Infracciones contra la vida.
2) Infracciones contra la integridad física o psíquica.
3) De la puesta en peligro de la persona.
4) Infracciones contra las libertades de la persona.
5) Infracciones contra la dignidad de la persona.
6) Infracciones contra la personalidad (o intimidad).
7) Infracciones contra los menores y la familia.
221) Dentro de las infracciones contra la vida humana, el homicidio puede cas-
tigarse con reclusión hasta treinta años. Sin embargo, cuando la muerte preceda,
acompañe o siga a otro crimen, el límite máximo se eleva entonces hasta reclusión
criminal a perpetuidad. Igual pena (o límite máximo) corresponde al homicidio
cuando se perpetre sobre:
* Un menor de quince años.
* Ascendiente legítimo o natural, o padre o madre adoptivos.
* Una persona especialmente vulnerable debido a su edad, enfermedad, impedi-
mentos, deficiencias físicas o psíquicas, o estado de embarazo, si tales circunstan-
cias fueren perceptibles o conocidas por el autor.
* Un Magistrado, Jurado, Abogado, Funcionario Público, o cualquier otra perso-
na investida de autoridad pública o encargada de un servicio público, con ocasión
del ejercicio de sus funciones o servicio, cuando tal cualidad fuera conocida por el
autor.
Boletín núm. 1707—Pág. 94
— 2637 —
libertad puede alcanzar hasta treinta años de reclusión criminal); transporte, pose-
sión, venta, donación, adquisición o empleo ilícitos (hasta diez años de prisión y
multa de 50 millones de F). El Nuevo Código Penal francés no distingue entre dro-
gas duras y blandas.
Las personas jurídicas pueden ser autoras de este crimen (tráfico ilícito de estu-
pefacientes).
223) El capítulo tercero de este Título trata de «la puesta en peligro de la per-
sona» y contiene tipos tan dispares como el hecho de exponer directamente a
otro a un riesgo de muerte o lesiones graves, el abandono de una persona que no
esté en condiciones de protegerse por razón de su edad, o de su estado físico o
psíquico, la omisión del deber de socorro, los experimentos médicos con seres
humanos, la interrupción ilegal del embarazo, y la provocación al suicidio, que
puede realizarse, incluso, a través de anuncios publicitarios o de los medios de
comunicación.
224) El capítulo cuarto de este Título, relativo a «Los ataques a las libertades de
la persona», comprende diversos tipos de detención ilegal, que define como: «El he-
cho, sin orden de las autoridades constituidas y fuera de los casos previstos por la
ley, de inmovilizar, raptar, detener o secuestrar a una persona, será castigado con
hasta veinte años de reclusión criminal». Comprende también el desvío de aerona-
ves, navios o cualquier otro medio de transporte, crimen que se agrava cuando se
cometan torturas, actos de barbarie o la muerte de alguien; y un último tipo consis-
tente en comunicar una información falsa que comprometa la seguridad de una ae-
ronave en vuelo.
225) «Las infracciones contra la dignidad de la persona» comienzan con los de-
litos de discriminación, penados hasta con dos años de prisión y multa de 200.000 F,
cuyo sujeto pasivo pueden ser tanto las personas físicas como las personas jurídicas.
Así, se comete este delito, cuando por razón de su origen, sexo, situación familiar,
estado de salud, minusvalías, ideas, opiniones políticas, actividades sindicales, per-
tenencia o no-pertenencia (verdadera o supuesta) a una nación, etnia, raza o religión
determinada:
a) Se niega la provisión o suministro de bienes y servicios.
b) Se pongan trabas o dificultades al ejercicio de una actividad económica cual-
quiera.
c) Se deje de contratar, sancionar o licenciar a una persona.
d) Se subordine la prestación de algún bien o servicio a cualquiera de las cir-
cunstancias indicadas.
e) Se supedite una oferta de empleo a cualquiera de las condiciones antes cita-
das.
Otros tipos, dentro de este capítulo, son el proxenetismo, las infracciones al res-
peto de los difuntos y las condiciones de trabajo y abusos laborales contrarios a la
dignidad de la persona. Entre estos últimos, destaca «el hecho de obtener de una
Boletín ndin. 1707—Pág. 96'
— 2639 —
Este libro, relativo a los CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LOS BIENES, se di-
vide solamente en dos Títulos: 1. Las apropiaciones fraudulentas (robos, extorsión,
estafa, malversaciones e insolvencias fraudulentas); y 2. Otras infracciones contra
Boletín núin. 1707—Pág. 97
— 2640 —
sión y multa de 200.000 F» (art. 434-10). O «Cualquier persona que haya declarado
públicamente conocer a los autores de un crimen o de un delito, y rehuse responder
a las preguntas que el Juez le formule al respecto será castigado hasta con un año de
prisión y 100.000 F de multa» (art. 434-12). O «La publicación, antes de la resolu-
ción judicial definitiva, de comentarios tendentes a ejercer presiones para influir en
las declaraciones de los testigos o en la decisión del Juez Instructor o Sentenciador,
será castigada hasta con seis meses de prisión y multa de 50.000 F»; también puede
cometerse este delito a través de medios audiovisuales (art. 434-16). Y el soborno de
peritos y de intérpretes.
44. El Título cuarto (de este Libro IV), INFRACCIONES CONTRA LA CON-
FIANZA PUBLICA, comprende cuatro capítulos relativos todos a Las falsedades: 1.
Falsedades documentales. 2. Falsificación de moneda. 3. Falsificación de títulos y
otros valores fiduciarios emitidos por la autoridad pública. Y 4. Falsificación de
marcas (o sellos) de la autoridad.
441) «Constituye falsedad toda alteración fraudulenta de la verdad, con inten-
ción de causar un perjuicio y cometida por cualquier medio que sea, en un escrito o
en cualquier otro soporte de expresión del pensamiento, que tenga por objeto, o que
pueda tener por efecto, establecer la prueba de un derecho o de un hecho con conse-
cuencias jurídicas. La falsificación o el uso del documento falso serán castigados
hasta con tres años de prisión y 300.000 F de multa».
Agrava el NCP francés las penas para las falsedades en escritura pública, en do-
cumentos expedidos por un Registro oficial o emitidos por una Administración Pú-
blica, atestados y certificados. También en los documentos expedidos por profesio-
nales, citando específicamente los certificados médicos de enfermedad o de
embarazo, o sobre la causa de la muerte.
El uso o incluso la posesión de los documentos falsos se sanciona con menor y a
veces con la misma pena que la falsificación. Las personas jurídicas pueden ser res-
ponsables penales de estos delitos.
442) La imitación o falsificación de monedas y billetes de Banco de curso legal
en Francia, auqnue se trate de divisas, está sancionada hasta con treinta años de re-
clusión criminal y multa de 3.000.000 de F. También se castiga el transporte, la
puesta en circulación y la posesión de monedas y billetes falsificados, e incluso la
tenencia de materiales destinados a la falsificación.
443) El capítulo tercero del Título relativo a LAS FALSEDADES, sanciona ra.
imitación o falsificación de efectos emitidos por el Tesoro Público, así como el uso
o el transporte de los efectos falsificados, hasta con siete años de prisión y 700.000
F de multa. También se incrimina la falsificación de sellos de correos y otros valores
fiduciarios postales, y la falsificación de títulos-valores emitidos por el Estado, los
Ayuntamientos y demás Entes públicos. Las personas jurídicas pueden ser declara-
dos responsables de estos delitos.
444) La imitación o falsificación de sellos del Estado, timbres nacionales, o
contraseñas destinadas a marcar el oro, la plata, o el platino, o el uso de tales marcas
falsificadas se podrá penar hasta con diez años de prisión y multa de 1.000.000 de F.
Boletín núm. 1707—Pág. 104
_ 2647 —
V. EL LIBRO QUINTO
Este Libro no contiene ningún Título. Se compone sólo de un capítulo con dos ti-
pos delictivos diferentes:
511-1) «El hecho, sin necesidad, públicamente o no, de ejercer sevicias graves o
de cometer actos de crueldad contra un animal doméstico, domesticado, o tenido en
cautividad, será castigado hasta con seis meses de prisión y multa de 50.000 F».
511-2) «El hecho de realizar experimentos o investigaciones científicas con ani-
males sin guardar las reglas fijadas por Decreto del Consejo de Estado será castiga-
do con las mismas penas del art. 511-1».
La segunda parte del NCP francés entró en vigor, igualmente, el primero de marzo
de 1994. Comprende una serie de preceptos reglamentarios, aprobados por Decretos
del Consejo de Estado 93-726, de 29 de marzo de 1993, que desarrollan determina-
dos artículos de la Parte Primera del Códe Penal. Tales preceptos reglamentarios
completan, en relación con el Libro Primero, lo relativo a la suspensión y retirada
del permiso de conducir, a la inmovilización del vehículo, a la realización de traba-
jos de interés general y a las penas aplicables a las personas jurídicas. Y en la Parte
Especial (Libros II a V), lo relativo a la remisión que el NCP francés hace a otras
normas de rango reglamentario, de manera que la mayor parte de las leyes penales
Boletín núm. 1707—Pág. 105
— 2648 —
en blanco quedan completadas por medio de la Segunda Parte del propio Código.
Además, coincide el número del artículo de la Parte Segunda con el número del artí-
culo de la Parte Primera al que desarrolla, salvo en que el número del precepto re-
glamentario va precedido de una letra «R» mayúscula.
El Libro Sexto de esta Segunda Parte —o Parte Reglamentaria— del Nuevo Códe
Penal se refiere a LAS CONTRAVENCIONES (Las Faltas). Sus artículos van igual-
mente precedidos de la letra R mayúscula y siguen la misma suerte de numeración
que el resto del Código; es decir, comienzan por 6 (número del Libro), siguen con el
número del Título, después el número del capítulo y, acto seguido, tras un guión, el
número del artículo. El Libro relativo a las contravenciones se divide en cinco Títu-
los, homónimos a los Libros de la Parte Primera, lo que viene a indicar que las faltas
no son sino tipos ya descritos que se califican de infracciones mucho más leves:
Título 1. DISPOSICIONES GENERALES
Título 2. CONTRAVENCIONES CONTRA LAS PERSONAS
Título 3. CONTRAVENCIONES CONTRA LOS BIENES
Título 4. CONTRAVENCIONES CONTRA LA NACIÓN, EL ESTADO O LA
PAZ PUBLICA.
Título 5. OTRAS CONTRAVENCIONES
A su vez, dentro de cada Título se clasifican también en categorías, de primera,
segunda, tercera, cuarta y hasta quinta clase, en orden a la gravedad de cada contra-
vención y a la pena cuya realización conlleva.
da caso las circunstancias del hecho y las personales del autor, pues no en vano des-
de WELZEL se conoce al delito como «ilícito personal».
En segundo lugar, El NCP francés trabaja solamente con dos categorías de res-
ponsables penales: Los autores y los cómplices, toda vez que el encubrimiento resul-
ta tipificado como delito autónomo contra la acción de la Justicia. Ahora bien, el
concepto de cómplice es, por un lado, sumamente amplio («el que ayuda o colabora
en la preparación...»), y, por otro, exagerado a efectos punitivos, ya que se equipara
al autor. Por tanto, cualquiera que colabore o ayude en la perpetración —e incluso
en la preparación— de un crimen o delito, independientemente del grado y del ca-
rácter de su participación (principal o accesoria), será sancionado con la misma pena
que el autor, lo que estimo contrario a los más elementales principios de un Derecho
Penal moderno. Tal vez busque el legislador galo que no haya medias tintas a la hora
de responsabilizarse de una infracción penal. Algo así como si dijera, «piénsalo bien
antes de colaborar en un crimen o en un delito, porque si colaboras te equipararé al
autor del mismo».
En tercer lugar, también la tentativa es sancionada con la misma pena que el deli-
to consumado; si bien tratándose de delitos —no de crímenes— sólo es punible en
los casos expresamente previstos. Nótese, asimismo, que el NCP francés define al
autor como «la persona que comete los hechos incriminados» y también «la persona
que intenta cometer un crimen y, en los casos previstos por la ley, un delito» (art.
121-4). Todo ello denota un predominio del desvalor de la acción-intención sobre el
desvalor del resultado.
En quinto lugar, el catálogo de las penas es abrumador, aun reconociendo que hay
novedades interesantes como el trabajo de interés general, los días-multa, o la pri-
vación del carnet de conducir sólo fuera de la actividad profesional; pero considero
que las penas son excesivas tanto en categorías como en duración, manteniendo ¡a
reclusión a perpetuidad. Mejora, sin embargo, lo relativo al pronunciamiento y régi-
men de las penas: «Probation», remisión condicional vigilada, fraccionamiento de
las penas privativas de libertad de hasta tres años...
Boletín nlím. 1707—Pág. 107
— 2650 —
En sexto lugar, como señala el art. 132-17, «la jurisdicción podrá imponer sólo
una de las penas previstas para la infracción de que se trate». De ahí que, excepto en
los crímenes y delitos contra la vida humana, en todas las demás infracciones una
pena de multa acompañe a la pena privativa de libertad, y de que —como señala la
citada Circular de 14 de mayo de 1993— exista una correlación entre la multa y las
penas privativas de libertad, generalmente de 100.000 F p o r cada año de prisión. Lo
que puede convertir el NCP francés en una norma tributaria de carácter marcada-
mente recaudatorio, pues siempre es duro enviar a un sujetó a prisión cuando la ley
permite evitarlo.
En séptimo lugar, equipara a la imprudencia «la puesta deliberada en peligro de
un tercero», casos en los que de producirse el resultado lesivo entiendo que caerían
dentro del dolo eventual cuando menos.
No obstante, merecen mi aprobación, desde luego, la incriminación específica de
los delitos imprudentes, el principio de interpretación restringida de las normas pe-
nales —aunque debería de limitarse a las contrarias al reo—, los sustitutivos de las
penas cortas privativas de libertad, el régimen y algunas de las nuevas sanciones, y,
especialmente, la Circular 14 de mayo de 1993, que interpreta y aclara «Le Nouveau
Code Penal» y establece las dos tablas de concordancia entre el viejo y el nuevo Có-
digo y entre el nuevo y el viejo Código.
La Parte Especial, sin embargo, sin ser tampoco de una gran altura científica, es
mucho mejor que la Parte General.
Exagera, a veces, el número de subtipos delictivos no sustrayéndose a la casuísti-
ca de su antecesor de 1810; pero, en general, describe las conductas típicas con cla-
ridad —que no es pequeña virtud en un Código Penal— e introduce modernos deli-
tos, como el uso ilícito de datos íntimos guardados en un registro, el sabotaje
informático, las presiones a Jueces o testigos a través de los medios de comunica-
ción en asuntos «sub-iudice», darse a la fuga en un accidente de tráfico, terrestre o
marítimo, para intentar eludir las posibles responsabilidades civiles o penales, el fal-
so testimonio y el soborno de los intérpretes y los peritos, los delitos de corrupción,
etc. También, en general, las infracciones están bien sistematizadas.
En el lado negativo, entre otras cuestiones, podría citar el asesinato, que sólo se
produce mediante premeditación. Circunstancia que, precisamente, nuestro Proyec-
to de Código Penal de 1992 hacía desaparecer tanto del asesinato como de las cir-
cunstancias agravantes genéricas por los arduos problemas, tanto teóricos como
prácticos, que plantea. El tipo básico del delito de lesiones, ya que, apostando el
NCP francés por un predominio del desvalor de la acción-intención sobre el desvalor
del resultado, en la lesiones es determinante que la víctima quede impedida hasta
ocho días, o más de ocho días, para dedicarse a sus ocupaciones habituales. Y el de-
lito de negarse a contestar al Juez sobre los autores de un crimen o delito, la persona
que públicamente haya afirmado conocerlos, que pudiera violentar la voluntad del
supuesto delator más allá de lo necesario.
La Segunda Parte, o Parte Reglamentaria del NCP francés, merced a la deslegali-
zación que realiza el propio Code Penal, contiene la regulación de las contravencio-
nes (las faltas), y, además, todo el desarrollo posible de las disposiciones generales
Boletín núm. 1707—Pág. 108
— 2651 —