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Película 2001: Odisea del

espacio de Stanley Kubrick


Resumen de la película
La película se puede dividir en cuatro partes:

1. el amanecer del hombre,


2. el viaje lunar,
3. misión a júpiter y
4. más allá del infinito.

¡Atención, a partir de ahora puede haber spoilers!

1. El amanecer del hombre

En los albores del homínido, todas las especies cohabitaban de


forma pacífica. Después aparece otro grupo de homínidos que
caminan de forma erguida y empiezan a comunicarse con el fin de
ahuyentarlos.

Un día, al despertar, unos simios descubren un monolito negro y


rectangular. Al tocarlo les lleva a un estado de inteligencia
superior frente a otras especies.

Poco a poco los simios descubren cómo utilizar un hueso como


arma de ataque y de control. Uno de los de los primates lanza un
hueso al aire, como símbolo de victoria y conquista.
El
primate lanza un hueso y se produce una elipsis que da paso a la
segunda parte.

2. El viaje lunar

El hueso lanzado por el primate provoca una elipsis de más de


cuatro millones de años y da paso a una nave que viaja por el
espacio en 1999.

Dentro de la nave viaja el científico Heywood Floyd, que se ha


quedado dormido mientras veía una película.

Después la nave se incrusta en un satélite circular. Dentro hay una


estación espacial llamada Orbiter Hilton, que tienen gravedad
artificial. Donde pasa un control y permanece durante unas horas
antes de realizar su viaje a la luna. Allí mantiene una conversación
con unos científicos soviéticos y con su hija a través de
videoconferencia desde la Tierra.

Tras esta parada, Heywood continúa su viaje espacial hacia la


luna con la misión de descubrir el misterio que hay detrás de un
monolito negro que se encuentra allí. Las imágenes se intercalan
al son del tema musical El Danubio azul.

Cuando aterrizan, Floyd se acerca al monolito y lo toca, como


hicieron los homínidos en el pasado. Al amanecer y recibir la luz
del sol, el monolito emite una ensordecedora señal acústica.
Floyd realiza una
videoconferencia con su hija.

3. Misión a Júpiter

En el año 2001 una nave espacial con forma de esqueleto y de


nombre Discovery 1 se dirige hacia Júpiter. Un total de cinco
tripulantes están al mando de esta misión, entre ellos David
Bowman y Frank Poole.

La nave está dotada de la mejor tecnología, una computadora de


última generación, la HAL 9000, que posee ojos y oídos, lo que le
permite la comunicación con los humanos.

El objetivo de la tripulación es llegar a Júpiter. Pero, poco antes


de alcanzar su meta el ordenador le pregunta a David si no tiene
dudas sobre la misión.

Después HAL 9000 avisa sobre un fallo en el sistema que impide la


comunicación con la Tierra. Así, David sale de la nave para
intentar reparar el error.

Dos tripulantes, Frank y Bowman planean desconectar la


computadora, pero ésta les lee los labios y se entera de todo.
Como venganza HAL 9000 provoca la muerte de algunos
tripulantes.

Finalmente, David consigue desconectar a HAL y escucha una


grabación del Dr. Floyd en la que le indica cuál es su verdadera
misión: investigar la señal recibida por el monolito TMA-1 en 1999
desde Júpiter.
David
desconecta a HAL.

4. Júpiter y más allá del infinito

Cuando la nave está llegando a Júpiter aparece un monolito negro


flotando en el espacio. David Bowman sale de la nave para
investigarlo.

El monolito es como una puerta y a través de ella, el protagonista


experimenta con sus ojos un viaje, un espectáculo visual, entre
nebulosas y estrellas brillantes.

Después de esto todo vuelve a la normalidad y David aparece en


una habitación blanca, en la que destaca el suelo a cuadros y unos
sillones verdes.

Entretanto, recorre el lugar para investigarlo y llega a un baño,


donde un espejo le revela su aspecto físico arrugado.

Finalmente, tira de forma accidental una copa de vino al suelo.


Después aparece con aspecto envejecido en una cama y emerge
un monolito. Bowman lo señala con el dedo y, de repente, se
convierte en un feto que flota por el universo.
Escena final
en la que un feto flota por el universo.

Análisis de la película
Como bien indica el título 2001: Odisea del espacio, la película es
un viaje iniciático, pero no cualquiera, sino que se trata del periplo
más impresionante de la historia del cine.

A lo largo de la historia han surgido innumerables cuestiones


relacionadas con la humanidad y el sentido de la vida. Con el
origen del hombre, su evolución, la relación con su entorno y con
la tecnología.

Y, en torno a ellas, incalculables respuestas que acechan y ponen


en tela de juicio teorías que se daban por supuestas.

Esta película no pretende ofrecer verdades absolutas sobre la


evolución del hombre sino, más bien, quiere hacernos reflexionar y
arrebatarnos de ese estado de quietud que nos hace “dar todo por
supuesto”.

Del origen del hombre a la inteligencia artificial

Está claro que Kubrick quería hacer algo diferente con esta
película y estableció un juego con el espectador. Un compromiso
de visionado con todos los sentidos activos durante todo el grueso
del filme. Pero, sobre todo, pretendía que el público reflexionara y
sacara sus propias conclusiones.
Así, de esta cinta se pueden extraer diferentes interpretaciones
relacionadas con la evolución del hombre, la revolución
tecnológica y de la inteligencia artificial.

¿Qué significa el monolito negro?

Los primates tocan el


monolito.

¿Cuál es la causa de la evolución del ser humano desde el


primate? ¿Existe una inteligencia superior que ha hecho
evolucionar a la especie?

A lo largo de la película, aparece en diferentes ocasiones un ente


abstracto y misterioso, un objeto rectangular de color negro, que
provoca que el ser humano pase de ser un primate a un
depredador controlador y superior al resto de especies con las que
habita.

Existen muchas teorías relacionadas con la presencia de este


monolito pero, lo único que se sabe con certeza es que, cada vez
que aparece en escena, condiciona el transcurso de los
acontecimientos y, por ende, el desarrollo de la humanidad.

Con este elemento se ponen en tela de juicio las teorías


darwinistas y creacionistas sobre la especie. ¿Será que Kubrick
quiso lanzar un mensaje crítico hacia estas hipótesis?

El sentimentalismo de la inteligencia artificial


Imagen de HAL 9000.

HAL 9000 es un "superordenador" ficticio pero, más que eso, es un


personaje.

En 1968 los ordenadores eran todo un misterio para el hombre.


Entonces, la ficción podía imaginar un aparato con un
pensamiento similar al del ser humano.

En aquella época dotar a las máquinas de sentimientos era algo


futurista y, cuando menos, ficticio. Sin embargo, en la actualidad,
el hombre aún insististe en su propósito de crear máquinas
dotadas de emociones.

En un presente en el que impera la continua deshumanización del


hombre deseamos humanizar a las máquinas. Pero, ¿existen las
emociones y sentimientos artificiales?

Si en la película somos capaces de empatizar con la computadora


HAL 9000, ¿empatizaremos algún día con “robots emocionales”?

Ruptura de la estructura narrativa tradicional

La estructura narrativa de la película rompe con la convención


establecida anteriormente. Es precisamente, la no narrativa
tradicional lo que hace original a esta película.

2001: Odisea del espacio es un ejemplo de ruptura de las reglas


cinematográficas del cine hollywoodiense. Y es que, la cinta no
pasa por los tres actos tradicionales: planteamiento, nudo y
desenlace.

Tampoco sigue una historia que gira entorno a un personaje


protagonista que trata de solventar sus problemas y tiene que
enfrentarse a su antagonista, ni existe una relación clara entre
causas y efectos.

Esta ambigüedad y la escasez de diálogos hacen que el


espectador quede atento a cada una de las imágenes y extraiga
sus propias interpretaciones.

La revolución de los efectos especiales

Sentí que era necesario hacer esta película de tal manera que cada escena de efectos
especiales fuera completamente convincente, algo que nunca antes se había logrado
en una película.

Con estas palabras Kubrick demostró que cuidó hasta el mínimo


detalle de este filme.

Las películas de ciencia ficción filmadas hasta esa fecha quizá


pecaban por la falta de un elemento fundamental en este género:
la verosimilitud.

Y es que, hasta entonces, las cintas relativas a los mundos de


fantasía presentaban unos efectos visuales “futuristas” pero nada
verosímiles.

2001: Odisea del espacio fue producto de un trabajo meticuloso


del director que se preocupó, durante los cinco años de rodaje, en
convertir en creíble cada una de las imágenes que componen el
filme. No solo en el año de su estreno, sino más de cincuenta años
después, las naves espaciales de 2001 aún pueden resultar
convincentes.

Así, de este largometraje no se puede dejar de mencionar set de


rodaje memorables como, por ejemplo, el de la nave Discovery.
Tampoco se pueden dejar a un lado sus efectos especiales.
El astronauta hace un recorrido
de 360 grados mientras corre.

Gracias a una centrifugadora real de doce metros de diámetro,


Kubrick consiguió hacer efectos como este en el que simula que
uno los astronautas hace "footing" y, en su recorrido, da un giro de
360 grados.

Esta otra secuencia notable en la que se alinean la luna, la Tierra


y el sol a ritmo de la composición de Richard Strauss Así hablo
Zarathustra.

La luna, la Tierra y el sol alineados.

Douglas Trumbull, director de cine y creador de efectos


especiales, contribuyó en una de las secuencias más impactantes:
“Star gate”.

En ella representa “el viaje del ser humano a través del tiempo y el
espacio a otra dimensión”.

Banda sonora de estilo clásico

Lejos de la preferencia por las composiciones musicales ex


profeso para el filme, Kubrick decidió utilizar música preexistente.
Así, contó con las obras de autores como György Ligenti, Richard
Strauss o Khatchaturian.
La película tiene un carácter visual predominante, lo que hace que
la función de piezas musicales compuestas durante los siglos XIX
y XX juegue un papel privativo pues, no solo enriquecen la cinta
sino que ayudan a liberar la imaginación para asimilar ese viaje
emocional de 140 minutos de duración.

A modo de introducción y sobre un fotograma en negro, la película


arranca con Atmospheres  de György Ligenti, una pieza musical
que va aumentando su intensidad y que despierta un ambiente de
inquietud.

Después aparece Así habló Zaratustra de Richard Strauss que


viene a presentar la alineación entre la luna, el sol y la Tierra.

Este tema aparece en más ocasiones a lo largo del filme. En la


secuencia anterior, en concreto, viene a representar el origen de
nuestra especie.

Pero, sin duda, uno de los momentos más impactantes a nivel


musical es la aparición del vals El Danubio Azul de  Johann
Strauss.

El ser humano ha sido capaz de alcanzar el espacio gracias a la


tecnología. Esta pieza simboliza la evolución de la especie y la
transformación de la misma gracias al avance tecnológico.

En sintonía con la música las naves “bailan” por el espacio, lo que


supone una yuxtaposición perfecta entre imagen y sonido.

Contexto sociopolítico: la proliferación de


movimientos sociales
En el año en que se estrena la película, el mundo asistía a
diferentes acontecimientos revolucionarios que marcarían un
antes y un después en la historia.

En 1968 tuvo lugar la “primavera de Praga”, un movimiento de


liberalización política y de protesta que pretendió acabar con el
comunismo y cuyo ocaso llegó ese mismo año con la invasión
soviética en la ciudad de Praga.

Este mismo año en Francia ocurrió lo que se conoce como “mayo


de 1968”, atendiendo a una serie de protestas que acunaban
diferentes causas: el ecologismo, la libertad sexual, la educación
igualitaria o el feminismo.

Al otro lado del Atlántico acontecían sucesos como la muerte de


Martin Luther King en abril y, en octubre, el conocido como
“movimiento de 1968 en México” desembocado por la matanza de
Tlatelolco.

Estos hechos nos hacen despertar la conciencia sobre el lado más


cruel y deshumanizado del ser humano.

La película nos ofrece una reflexión sobre la evolución del hombre,


pero también sobre nuestro origen primitivo. Ese instinto animal
que despierta en nosotros la crueldad más absoluta y hace que
nos planteemos si realmente ha existido progreso en ese sentido.

El viaje espacial, ¿un sueño inalcanzable?

La admiración del hombre hacia el satélite terrestre ha hecho que


uno de sus sueños haya sido querer alcanzarlo.

Ya en el siglo II d. C., Luciano de Samosata imaginó en su


novela La historia verdadera un viaje espacial, convirtiéndose
ésta en la “primera obra de ciencia ficción”.
Siglos más tarde, el hombre siguió soñando con viajes espaciales.
También lo hizo Julio Verne con sus novelas De la tierra a la
luna y Alrededor de la luna, ambas publicadas durante la segunda
mitad del siglo XIX.

En el séptimo arte, el ilusionista y cineasta francés George Méliès


intentó hacer realidad ese anhelo y lo convirtió en imágenes dando
lugar a uno de los grandes hitos de la historia del cine: Viaje a la
Luna. Éste sería el primer ejemplo de cine de ciencia ficción.

La realidad es que en 1968 aún no se había alcanzado ese sueño,


ni en la actualidad según los pensadores más escépticos. No
obstante, la misión a la luna por el Apolo 11 en 1969 quedará para
la posteridad como la primera vez que el hombre pisó la superficie
lunar.

Un año antes Kubrick había ideado un trayecto muy similar


haciendo del cine un medio emisario de lo fantástico y lo
desconocido. Puso a disposición del espectador una visión más
romántica del medio cinematográfico, un cine en el que lo más
bello se encuentra en las imágenes.

Stanley Kubrick

Stanley Kubrick (1928-1999) fue un director y fotógrafo


estadounidense. Comenzó su carrera como fotógrafo para la
revista Look cuando tenía diecisiete años.
En 1951 se introdujo en el mundo del cine cuando realizó su primer
cortometraje y dos años más tarde hizo su primer largometraje.

Su reconocimiento como director le llegó años después con el


estreno de Senderos de gloria (1957).

Aunque su filmografía fue breve, Kubrick destacó por ser un


cineasta original y ningún elemento de sus películas es casual,
cada plano es filmado con mimo y de forma meticulosa.

Kubrick fue un director insatisfecho con los resultados y siempre


trató de buscar la perfección.

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