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Compare las epistemologías de Hume, Kant y Mill.

La epistemología de Hume está influenciada por Newton y por Locke, ya que él introducirá el
método científico newtoniano y compartirá el empirismo lockiano de que todo conocimiento tiene
un origen empírico, para dar un paso histórico en la liberación de dogmas religiosos y cristianos en
el ámbito de la filosofía. Su epistemología entonces estará basada en exclusivamente en la
experiencia como fuente para todo conocimiento. La experiencia tiene como fuente las
percepciones mentales, que son la única forma en la que podemos conocer el mundo. Divide estas
percepciones en Ideas e Impresiones, las cuales difieren entre ellas por el grado de vivacidad con
que las recibimos. De este modo, las ideas son conceptos o pensamientos y las impresiones,
sentimientos o sensaciones. Las ideas se dividen a su vez en las producidas por la memoria y las
nacidas de la imaginación. Las producidas por la memoria son aquellas que evocan de una. Las
nacidas de la imaginación se crean cuando la imaginación separa, une y crea nuevas ideas, dirigida
por los principios de semejanza, contigüidad (temporal y espacial) y causalidad. Según Hume, las
ideas derivan de las impresiones, e indica que existen ideas de reflexión. El conocimiento del
mundo es, de esta forma, la agrupación de múltiples impresiones que el mundo suscita en el
sujeto. Las impresiones se transforman en ideas por el proceso de abstracción, que resulta de la
agrupación de diferentes impresiones bajo una misma “etiqueta genérica” que las define. La
mente, al tener dificultad para adaptarse a las múltiples impresiones que el mundo le presenta,
tiende “por costumbre” a pasar de una percepción a otra siguiendo lo que hay de más parecido
entre ellas. Este hábito de asociar unas ideas con otras permite agrupar impresiones y luego toras
ideas entre sí. Así atribuimos la misma identidad a dos percepciones que en su origen no son las
mismas. Las relaciones de contigüidad, semejanza y causalidad permiten agrupar diferentes ideas
bajo un mismo término general.

Luego, dice que Hume que existen dos tipos de conocimientos: el factual (que es el de las
percepciones) y el de las relaciones entre ideas, y se refiere particularmente a la relación causa-
efecto. A esta relación hace una férrea crítica pues dice que la causalidad no es una conclusión que
se pueda sacar de las percepciones. Indica que por hábito, como se explico anteriormente, la gente
tiende a pensar que una conjunción constante es una conexión necesaria (es decir, ya el agua ha
hervido todos los días pasados, el agua hervirá siempre), sin embargo, indica que esta causalidad
no es más que un efecto de la costumbre y que no tiene ningún correlato empírico aparte del la
conjunción constante, la cual no es suficiente ya que no deviene de ninguna impresión, las cuales,
como se indicó antes, son para Hume, la única fuente de conocimiento. Es decir, para Hume, la
causa y efecto no es más que una ficción de la mente humana. De este modo, las ciencias no son
verdaderas sino tan solo aceptadas.

Kant, por su parte, el conocimiento objetico está determinado por la síntesis de las intuiciones
(asociados a la sensibilidad) y los conceptos (asociados al entendimiento). Estas dos categorías son
similares a las de Hume, pero difieren en que son completamente distintas, y no gradualmente
diferentes como en la epistemología de Hume. Dentro de las intuiciones, Kant hace una segunda
diferenciación: intuiciones a priori e intuiciones a posteriori. Las a priori, las presuponemos antes
de la experiencia, mientras que las a posteriori, son post-experiencia. La aritmética y la geometría
serían intuiciones a priori (de tiempo y de forma respectivamente). En cuanto a los conceptos, al
estar asociados al entendimiento se dividen en tres partes: Sujeto de Experiencia, Objeto de
Experiencia y Objeto De la causalidad. El objeto de la causalidad puede ser una substancia o un
proceso. Los objetos de experiencia cuyo objeto de causalidad es una substancia se perciben por
partes, mientras que los objetos de experiencia cuyo objeto de causalidad es un proceso se
perciben por momentos. En el proceso de síntesis las partes o momentos son ordenados, y se
constituye así el mundo por el sujeto.

A su vez, Kant abraza la división de los juicios aristotélica: los juicios analíticos y los juicios
sintéticos. Los analíticos son universales pero tautológicos, mientras que los sintéticos son
particulares pero el predicado incluye información que no se encontraba en el sujeto. Kant crea
entonces el juicio sintético a priori (como las matemáticas y las ciencias lógicas), con lo que se
aclara que el conocimiento no puede depender exclusivamente de las percepciones como lo decía
Hume.

Finalmente, Mill: al igual que Hume, Mill es un férreo empirista: todo conocimiento está basado en
la percepción sensorial. Así, toda ciencia se funda en la experiencia, luego, toda intuición sobre
algo que no posea sustento empírico es falso.

En este sentido, Mill niega la existencia de un juicio sintético a priori kantiano, y sostiene que
incluso las cs. Lógicas y las matemáticas que proponen leyes generales de naturaleza, mantienen
su fundamentación en la experiencia. En efecto, se tiende a creer que son conocimientos a priori,
en tantos no se puede pensar que no sean ciertas, mas, según Mill, siempre tienen su
fundamentación a posteriori, y al igual que el resto de las argumentaciones científicas, adquieren
su conocimiento a través de la experiencia, mediante generalizaciones inductivas. En suma, la
supuesta aprioridad del supuesto matemático es el resultado de su efectiva aposterioridad.

El estudio de la lógica debe centrarse en la inducción como el único método apropiado para el
estudio de las ciencias. El proceso inductivo milleano descansa en el principio, también empírico e
inductivo, de la uniformidad de la naturaleza, en virtud de la cual lo ocurrido una vez volverá a
ocurrir cuando las circunstancias sean suficientemente semejantes. Esto es una de las grandes
diferencias de Mill con Hume, quién se muestra escéptico a frente a la validez de formular
inferencias predictivas sobre hechos desconocidos. En cambio, Mill rescata la eficiencia práctica de
la inducción, luego se deben establecer regularidades y deducir las hipótesis obtenidas para
conformar nuevos conocimientos. Ahora bien, la inferencia de fenómenos es una cuestión de
probabilidades y no de certeza definitiva.

Mill tiene de hecho una ley universal entre fenómenos sucesivos: la ley de la Causación, en virtud
de la cual todo hecho tiene su causa. Así, la noción de causa es la raíz de la teoría de la inducción.
La intuición milleana radica, en consecuencia, en considerar la existencia de una ley de sucesión de
hechos, donde el incondicional antecedente es la causa y, en tanto, el incondicional consecuente
es el efecto. El antecedente causa siempre será seguido de su consecuente efecto, en la medida
que no existan causas contrarias. Es decir, Mill recupera la necesidad de una conexión causal
después de que Mill la aniquilara.

En definitiva, podemos decir que tanto Mill como Hume son empiristas, solo que Mill recoge la
necesidad de una conexión causal mediante la Ley de Causación. Kant en cambio recoge las
tendencias empiristas y racionalista y crea el juicio sintético a priori.

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