La gravedad o fuerza de gravedad se denomina, en física, la fuerza que ejerce la
tierra sobre los cuerpos, atrayéndolos hacia su centro. Esta atracción es la que ejerce el planeta Tierra sobre todos los objetos en él, y hace que las cosas caigan. Pero también puede observarse entre los astros espaciales, como los planetas que orbitan al Sol (atraídos por su gravedad) o los meteoritos que son atraídos por la masa de nuestro planea y terminan desintegrándose en la atmósfera. En la actualidad la gravedad es algo que se da por sentado, pero no siempre fue así, tomo miles de años e innumerables esfuerzos para alcanzar la comprensión que de ella tenemos hoy en día. Por lo cual se conocen diferentes teorías, aunque el científico italiano Galileo Galilei fue uno de los primeros en investigar qué provocaba el movimiento de los objetos, no fue hasta que Isaac Newton estudió la gravedad cuando empezamos comprender esta característica del universo, pero este no descubrió la gravedad, pues ese descubrimiento se remonta hasta los orígenes de la humanidad, cuando los primeros pobladores constataron las consecuencias de tropezarse y luego caer. Una de las primeras teorías se presenta en el siglo IV. a.C., donde el filósofo Aristóteles desarrollaba su teoría sobre la relación existente entre las causas y los efectos de esas causas. Su teoría sostiene que todo lo que ocurre, obligatoriamente, tiene una causa. Así, sostenía la existencia de una fuerza invisible que nos atrae hacia el centro del universo. Teniendo en cuenta, claro, que La Tierra era el centro del universo y todo giraba en torno a ella. El primer nombre que recibió esta fuerza fue Gravitas. Su teoría contenía algunos fallos como creer que existía una gravedad distinta según la masa del cuerpo. Así, dos cuerpos distintos, con masas distintas, son atraídos con distinta fuerza por la gravedad. Por tanto, un objeto liviano como una bola de papel sufrirá una fuerza de atracción inferior que una barra de acero. Según Aristóteles, la fuerza de la gravedad será mayor. Por lo que según su teoría la gravedad no tiene un valor constante. Esta teoría se aceptó durante casi 20 siglos. Luego encontramos a Copérnico quien provocó una verdadera reacción en la sociedad y en las ciencias del siglo XVI. El Sol era el centro del universo. Como hemos visto hasta ahora, La Tierra era el centro del universo. Una verdad aceptada y apoyada por unas creencias religiosas que dominaban todos los aspectos de la sociedad. Copérnico no era consciente del extraordinario tamaño que el universo tenía. De hecho, se centró en el Sistema Solar, lo único que se conocía de Astronomía en aquel entonces. Esta teoría pudo enmendar el primer error que el filósofo Aristóteles había cometido, la cual, molestó a una Iglesia que seguía convencida de que el hombre, creación de Dios, era el centro del universo. Si La Tierra no es el centro del universo, toda la teoría gravitatoria de Aristóteles se desmoronaría. Esta teoría consiguió disipar algunas dudas y corregir algunos errores, pero planteaban nuevas incógnitas. Por ejemplo, ¿qué ocurre con otros planetas? ¿tendrán gravedad? Si el sol no gira alrededor de La Tierra, ¿por qué entonces La Tierra gira alrededor del sol? Luego encontramos la teoría de Galileo Galilei un hombre de vocación matemática, a pesar de los esfuerzos de su padre por que estudiara Medicina. Interesado por la caída de los cuerpos, comienza a realizar experimentos sobre la caída de objetos en planos inclinados. Obsesionado por el movimiento pendular y el movimiento por planos inclinados, consiguió desarrollar fórmulas sobre el movimiento acelerado. Así, llegó a la conclusión de que la gravedad era una fuerza constante en todos los cuerpos, enmendando así otro de los errores de las teorías de Aristóteles. Parecía que todo se iba aclarando, hasta que surgió una nueva pregunta de difícil respuesta. Si La Tierra atrae los objetos hacia ella, qué es lo que hace que la Luna no se precipite contra La Tierra. La respuesta era sencilla: una fuerza para La Tierra, y otra para los planetas y la Luna, como algo aislado. Lo que Newton descubrió fue que la gravedad es universal y que no es un fenómeno exclusivo de la Tierra, como lo habían considerado sus predecesores, formulando la Ley de gravitación universal, en 1687 afirmando que todo objeto que posee masa ejerce una atracción gravitatoria sobre cualquier otro objeto con masa, más allá de la distancia existente entre ambos. A mayor masa, mayor fuerza de atracción; por otra parte, a mayor cercanía entre los objetos, mayor fuerza de atracción.
No obstante, no hay que olvidar tampoco el hecho de que a lo largo de la historia
han existido otros científicos e investigadores que también han dejado su impronta sobre el término que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, del físico alemán Albert Einstein que es conocido precisamente por su Teoría de la relatividad general, en la que reformulaba ciertos aspectos de la gravitación e inauguraba una perspectiva nueva sobre el fenómeno: la relativista, según la cual la gravedad no sólo afectaría al espacio, sino al tiempo inclusive.
Estableció que la gravedad era una curvatura simple en el espacio-tiempo, creada
por un objeto con una masa mucho mayor que la de los objetos de alrededor, la cual podría causar que estos de menor masa cayeran encima de este de densidad superior. Por todo lo anterior podemos concluir que la gravedad es una fuerza existente en todo el universo, actúa en todos los cuerpos físicos atrayéndolos entre si y como en el caso de los planetas y las lunas les permite mantenerse siempre a la misma distancia.
ENSAYO LA GRAVEDAD
AMIR NOUREDDINE
Trabajo presentado a la asignatura de
FISICA ANGLO COLOMBIA SCHOOL BARRANQUILLA 2019 – 2020