"..El conocimiento humano puede ser comprendido mediante la siguiente
metáfora: Un enorme océano se abre frente a la curiosa mente del hombre, pero solo existen cuatro islas para afirmarse y beber de él; la isla de la magia es aquella en la que trascurrió la niñez de nuestra especie, en ella el miedo es la fuerza que ha dejado crecer fantasías, magias, conjuros y brujos que explicaban la realidad a partir de las increíbles fuerzas de la naturaleza.
La isla más grande habitada por la mayoría de mortales es la isla de las
religiones, en ella el miedo fue reemplazado por la fe y esta es su máxima autoridad. Los dioses heredaron el poder de la naturaleza y sus intermediarios expresan mediante ritos la esperanza de una vida eterna.
Aquellos que cuestionan racionalmente a la magia y a la religión fueron a
vivir a la isla de la filosofía, en ella la reflexión racional y lógica de los principios fundamentales de la existencia solo acepta a la razón como autoridad, sin embargo, algunos se cansaron de especular racionalmente y fueron a vivir a la pequeña isla de la ciencia, en ella la máxima autoridad es la prueba experimental y allí han logrado que la interacción entre la práctica y la teoría produzca tecnología que es la aplicación del conocimiento científico en el desarrollo de máquinas, materiales, herramientas para solucionar necesidades humanas..."