El ser humano y los seres vivos en general estamos sujetos a un ciclo
continuo de vida y muerte. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y
morimos. ¿Qué hay más allá de la muerte?', Nunca deja de haber vida, sólo se cambia la forma en cómo es percibida. Esta idea radica en la física cuántica, y en concreto en la nueva teoría del biocentrismo. La teoría del biocentrismo supone que la muerte no puede ser un evento terminal, tal y como la solemos considerar. El concepto de la muerte es un mero producto de nuestra conciencia porque nos asociamos con nuestro cuerpo y sabemos que los cuerpos físicos mueren. Esencialmente, la idea de morir es algo que siempre se nos ha enseñado a aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes El biocentrismo explica que el universo solo existe debido a la conciencia de un individuo sobre él mismo y que los conceptos de espacio y tiempo sólo son meros instrumentos de la mente. Con esta teoría el concepto de la muerte como la conocemos "no existe en ningún sentido real", ya que no hay verdaderos límites según los cuales se pueda definir. La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La inmortalidad no significa la existencia perpetua en el sistema temporal, sino que se encuentra completamente fuera del tiempo Cuando morimos, nuestra vida se convierte en una "flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso" y la "la vida es una aventura que trasciende nuestra forma lineal ordinaria de pensar; сuando morimos, no lo hacemos según una matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida". Teoría de la Reducción Objetiva Orquestada: Esta teoría parte también de la física cuántica para considerar que la conciencia no es más que información cuántica programada de forma biológica en micro túbulos dentro de las neuronas. Tras el deceso dicha información únicamente vuelve al universo. También se ha usado esta teoría para intentar explicar las visiones que algunas personas parecen tener en experiencias cercanas a la muerte.