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Consejos Ataque Nuclear
Consejos Ataque Nuclear
-Mantas.
-Ropa para mudarse. Ropa de temporada y ropa de invierno, aunque sea verano.
-Zapatillas de deporte y botas altas.
-Mascarillas (para protegerse del polvo radiactivo), tapones para los oídos, gafas y
guantes.
-Pastillas antinucleares. Contienen yodo y otros productos para saturar tu cuerpo y
evitar que absorbas
sus contrapartes radiactivas. Pídelas en tu farmacia.
-Productos de higiene personal.
-Esparadrapo y cinta aislante.
-Papel, bolígrafos, lápices.
-Dinero en efectivo, en moneda de curso legal o en oro. Las tarjetas no funcionarán y
los cheques no se aceptarán.
-Botiquín de primeros auxilios completo.
-Analgésicos, tranquilizantes y estimulantes.
-Agua potable en envases no transparentes (tetra-brik preferiblemente).
-Latas de conserva y comida de fácil preparación (arroz, legumbres...), que tarde en
caducar.
-Si tienes permiso de armas, un arma y munición.
-Martillo, escoplo y cizalla.
-Una radio, una linterna y un amplio surtido de pilas de larga duración en sus propios
embalajes para
una y otra, introducidas en una bolsa antiestática (pídela en una tienda de informática), a
su vez
empaquetada en papel de plata (para hacer una precaria jaula de Faraday).
-Tijeras, cuchillo, aguja de coser, hilo y cuerda.
-Un cubo.
-Pastillas potabilizadoras (no quitan la radiactividad, pero sí muchas otras cosas).
-Un extintor.
-Este documento, plastificado y anillado.
Estimación de objetivos.
Podemos suponer que un ataque se dirigiría contra objetivos bien seleccionados, en el
siguiente orden de importancia (para un Estado no nuclear como España):
Aeropuertos y puertos utilizables por las fuerzas aéreas y la marina de la OTAN dotados
de armas
nucleares. Es evidente que el primer blanco de un ataque nuclear es la fuerza nuclear
enemiga y sus
instalaciones de apoyo y despliegue.
Instalaciones de mantenimiento y fabricación de repuestos.
Estaciones de radar, especialmente los radares de descubierta de largo alcance.
Polígonos e instalaciones de carácter aeroespacial.
Acuartelamientos militares de relevancia y depósitos de municiones.
Nudos de comunicaciones.
Centrales de producción de energía eléctrica.
Áreas industriales.
Ciudades relevantes.
En caso de un conflicto total, este orden podría variar.
El efecto más evidente de una detonación nuclear es, naturalmente, sus efectos
mecánicos y térmicos: la explosión propiamente dicha. No hay mucho que hacer si uno
se encuentra en el área de aniquilación o en el área roja. Pero muchos millones de
personas viven –vivimos- fuera de esas áreas. Si tienes datos o indicios de que está en
marcha un ataque nuclear, toma inmediatamente las siguientes precauciones.
Permanece en el interior. Las paredes, especialmente los rincones, pueden constituir una
protección eficaz en las áreas periféricas a la detonación. Si hay sótano, baja a él y ponte
en un rincón junto a la entrada pero no directamente frente a ella. Consigue rápidamente
una manta y un cubo de agua, échate la manta por encima y ponte en posición defensiva
(cabeza entre las rodillas, brazos cubriendo la nuca) tras cerrar las puertas. Siempre de
espaldas a las ventanas y lo más lejos posible de ventanales, conducciones o
almacenamientos de gas inflamable (gas ciudad, bombonas de butano), conducciones
eléctricas, electrodomésticos y muebles pesados. No te empieces a mover
inmediatamente después de la primera explosión, puede haber más (cabezas MIRV,
ataque múltiple...). Si la manta se incendia por el blast térmico, apártala y utiliza el cubo
de agua para apagarte tu (o rueda sobre ti mismo).
Intenta localizar una zanja, arcén, depresión, etc., y tírate dentro. Huye inmediatamente
si observas que sus paredes son blandas o se desmoronan; podrías quedar enterrado. En
cualquier caso arrójate al suelo, boca abajo, lo más pegado posible y con los brazos
protegiendo la nuca y la cabeza. En todo caso, aléjate de los edificios (los cristales de
las ventanas podrían herirte o matarte), de cualquier elemento que contenga materiales
inflamables (vehículos, depósitos, canalizaciones...) y de las líneas eléctricas.
Muévete con cuidado. Puede que pienses que no ha ocurrido nada, pero puedes estar
aturdido y no haberte dado cuenta de lo que pasaba a tu alrededor. Mira primero antes
de actuar, intentando mantener la calma, y hazte una composición de lugar lo más
precisa posible. Si te encuentras en un edificio, recuerda que éste puede estar dañado,
debilitado o incendiado en algún otro lugar. Actúa con lentitud y prudencia, pensando
antes de hacer. Permanece cubierto por la manta a menos que por alguna razón no te sea
posible.
En primer lugar oriéntate y comprueba que el lugar donde te encuentras es seguro. Si
estás a oscuras,
espera a que tus ojos se acostumbren a la oscuridad. Asegúrate de que los suelos,
paredes y techos (los
que queden) son estables y no se desmoronan. Mira a ver si los muebles están estables
también.
Cuidado con los cristales y fragmentos; lo último que necesitas es una herida o una
quemadura.
Comprueba, en primer lugar, la ubicación de cables eléctricos que puedan haber
quedado al descubierto y el estado de las conducciones de gas, abriendo únicamente las
puertas y ventanas que sean estrictamente necesarias (si es posible, ninguna). Si notas
un olor a gas cada vez más fuerte, no estás a seguro y debes huir de ahí. Acto seguido,
intenta confirmar que el edificio no esté ardiendo de una manera inteligente, sin salir a
pasear por ahí bajo la posible lluvia radiactiva.
Comprueba que tienes los materiales que preparaste siguiendo las instrucciones a tomar
antes del ataque.
Asegúrate de que no hay gases en el ambiente o fluidos inflamables en el suelo antes
de encender ningún tipo de luz o usar ningún tipo de equipo eléctrico o electrónico.
Si el lugar parece ser seguro, manténte en él y establece allí tu base de operaciones. De
lo contrario, ves a un lugar más seguro para poder establecerla. No hagas ningún
movimiento sin tener una base a la que volver.
Si tu área ha sido atacada, no esperes que los servicios de ambulancias y policía acudan
con normalidad.
Los servicios del estado y privados estarán colapsados, si es que todavía existen.
Intenta organizar a la gente de tu alrededor (familiares, vecinos, compañeros de
trabajo...) para actuar de manera coordinada.
Si hay heridos, atiéndelos. No acudas a los hospitales por lesiones menores; estarán
saturados y no te
harán ni caso. Si hay un médico en tu entorno, liberadlo para atender a los heridos. Si
hay personas con
conocimientos de física, armas o energía nuclear, dejadles al menos algunos márgenes
de tiempo para
pensar y obtener ideas útiles.
Si tu radio aún funciona, escucha atentamente los partes de guerra y meteorológicos.
Ten en cuenta que tu radio puede no funcionar durante algunas horas si entre tu y la
emisora hay un área de blackout. Evita las áreas más dañadas, de mayor contaminación
y allá donde esté lloviendo. La lluvia va a ser peligrosa durante mucho tiempo.
Lávate usando el agua con mucha mesura, pero no dejes de lavarte; la higiene es vital en
estas condiciones.
Si sospechas que alguien ha estado expuesto a lluvia radiactiva, que se depile al cero y
se lave y cambie de ropa.
Evita las algaradas y por supuesto el saqueo. La gente no se va a pensar mucho lo de
apretar el gatillo en semejantes circunstancias.
No hagas exhibición del material de supervivencia de que dispones.
No te eches a las carreteras a menos que te conste que no están colapsadas y que hay
ruta abierta hacia tu destino. Jamás vagues por ahí, si vas a algún sitio llega hasta él y si
no puedes vuelve directamente a tu base de operaciones anterior. Si tu vehículo
funciona, ahorra la gasolina y no recojas a nadie. Es duro, pero es necesario. Todo
puede ser una trampa. Se solidario pero no tonto. No dejes solo el vehículo hasta que no
llegues a tu destino: mucha gente va a necesitar gasolina, bujías... o el vehículo entero.
Si tienes un arma de fuego, jamás la enseñes a menos que vayas a disparar. Si tienes que
disparar, hazlo a blanco seguro y ahorrando munición.
La policía y el ejército pueden ser tus amigos... o tus enemigos. Procede con precaución
al acercarte a ellos.
Además de que estarán muy nerviosos, habrá gente uniformada que puede que ya no
esté obedeciendo
órdenes. O que sus órdenes signifiquen tu peligro y tu muerte. Pero tampoco renuncies a
su potencial de ayuda o a colaborar con ellos en lo adecuado.
No confíes demasiado en los medios de comunicación social que sigan operativos. Si en
la actualidad son ya tan manipuladores, tendenciosos y mentirosos, en una situación tan
grave es imposible saber bajo el control de qué poderes podrían quedar.
Contribuye a mantener el orden y los valores. Lo último que necesita una sociedad tan
gravemente dañada es convertirse en una selva de cowboys, bandas de saqueadores y
mafias. Intenta que niños y adolescentes reciban educación. Toma medidas tan duras
como sean necesarias, pero sólo lo estrictamente necesario.
Si dispones de terreno, cultívalo. Es preferible comer comida contaminada a no comer.
Hazlo con discreción; no te exhibas ante la necesidad de otras personas. Puede que no se
conformen con admirar tu suerte. Ellos también luchan por su vida y la de los suyos.
El lugar ideal para permanecer es una casa rural de muros gruesos con terreno cultivable
y/o caza, en una ladera y sin línea visual directa con un posible objetivo, con una fuente
de agua próxima y medios eléctricos autónomos. Por el extremo contrario, el peor lugar
para permanecer son las ciudades o urbanizaciones.
Además de que pueden ser atacadas, el suministro de agua potable, electricidad y
alimentos no está
garantizado. Pero no salgas de la ciudad a menos que sepas que las carreteras están
libres.
Buena suerte.