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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
SEDE: COMPLEJO CULTURAL- ESTADO VARGAS
PNF: ESTUDIOS JURIDICOS
UNIDAD CURRICULAR “ESTADO, ETICA Y SERVICIOS PUBLICOS”

Análisis:
Las Normas Constitucionales y Legales
relacionadas con la Administración
Pública

Facilitadora: Alumna:
Angie Murillo Yarima
Céspedes
C.I. N° 6.498.501

Maiquetía, abril 2020


Desde el punto de vista  jurídico,  la Administración Pública puede
considerarse como el objeto de regulación por excelencia del derecho
administrativo, en donde podemos enunciar dos significados esenciales: por una
parte, con ella se identifica a un conjunto de órganos del Estado, o más
propiamente de las personas jurídicas estatales que como sujetos de derecho
actúan en el mundo de las relaciones jurídicas; y por la otra, con dicha noción se
identifica también a un conjunto de actividades que resultan de la gestión del
interés general (actividad administrativa) realizada generalmente por esos mismos
órganos. Hay, por tanto, al menos un concepto orgánico y un concepto material de
la Administración Pública; y ambos interesan al derecho administrativo.

En el derecho público contemporáneo se puede hablar de la existencia de


un marco constitucional del derecho administrativo, el cual, por ejemplo, en el
derecho venezolano se conforma por los siguientes principios fundamentales
insertos en la Constitución de 1999:

1. El principio de la legalidad, que, en lo específico, se fundamenta en la


supremacía constitucional, y los principios de la formación del derecho
por grados y la sumisión de la Administración Pública al ordenamiento
jurídico;
2. Los principios relativos a la organización del Estado, a la distribución
vertical del Poder Público y los que rigen las personas jurídicas
estatales;
3. Los principios de la separación orgánica (horizontal) del Poder Público
y el carácter ínter-orgánico de la Administración Pública;
4. Los principios relativos a las funciones del Estado, a su ejercicio inter-
orgánico y a la función administrativa;
5. Los principios relativos al carácter inter-funcional de los actos
estatales, y a los actos administrativos;
6. El principio del control de la Administración Pública y la
responsabilidad administrativa.
El Principio de la Legalidad: La Supremacía Constitucional, La Formación del
Derecho por Grados, y La Sumisión de la Administración Pública al
Ordenamiento Jurídico.

El derecho administrativo está ajustado sobre el principio de legalidad, de


modo que se puede discutir de tal derecho administrativo cuando los órganos del
Estado que conforman la Administración Pública están sometidos al derecho, y
particularmente al derecho desarrollado para normar sus actuaciones.

El principio de legalidad es, por tanto, el primero de los principios del


derecho administrativo que han sido constitucionalizados, como consecuencia de
la concepción del Estado como Estado de derecho (Art. 2), que implica el
ineludible sometimiento de sus órganos al ordenamiento jurídico. Este, compuesto
por la propia Constitución, que tiene aplicación directa como norma, por las leyes
y, además, por el conjunto de reglamentos y normas dictados por las autoridades
competentes.

El primer elemento del principio de la legalidad, por tanto, es el de la


supremacía constitucional, que la Constitución regula en forma expresa, en el
artículo 7, al disponer que “La Constitución es la norma suprema y el fundamento
el ordenamiento jurídico”, a la cual quedan sujetos “todas las personas y los
órganos que ejercen el Poder Público”; constituyendo uno de los deberes
constitucionales de los ciudadanos y funcionarios, el “cumplir y acatar” la
Constitución (art. 131).

Todos los órganos del Estado, por tanto, están sometidos a la


Administración, y dentro de ellos, por supuesto, los que conforman la
Administración Pública, a cuyo efecto, el artículo 137 de la propia Constitución
dispone que “la Constitución y las leyes definen las atribuciones de los órganos
que ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que
realicen”; y el artículo 141, al precisar los principios que rigen la Administración
Pública, dispone que esta debe actuar “con sometimiento pleno a la ley y al
derecho”.
Por ende, conforme a este principio de sumisión del Estado a la ley y al
derecho, es decir, el principio de legalidad, todas las actividades de los órganos
del Estado, y de sus autoridades y funcionarios, deben realizarse conforme a la
Constitución y la ley, y dentro de los límites establecidos por las mismas.

Ahora bien, en relación con el principio de legalidad, en el ordenamiento


jurídico se distinguen siempre, por una parte, las normas que integran la
Constitución en sí misma, como derecho positivo superior; y por la otra, las
normas que son sancionadas por una autoridad con poderes derivados de la
Constitución.

En otras palabras, específicamente en aquellos sistemas con


Constituciones escritas, siempre puede establecerse una distinción entre la norma
constitucional y legislación ordinaria; y luego, entre la legislación y las normas
dictadas en ejecución de la misma; pudiendo decirse que las normas que integran
el ordenamiento jurídico siempre se organizan deliberada o espontáneamente en
forma jerárquica, de manera que existen normas en un nivel superior que siempre
prevalecen sobre otras normas de nivel inferior. Se trata del principio de la
formación del derecho por grados, derivado de las ideas de Hans Kelsen sobre los
sistemas jurídicos como una jerarquía de normas, lo cual permite determinar la
relación jerárquica que existe entre el conjunto normas o de reglas de derecho que
forman el ordenamiento.

En Venezuela, por ello, otro principio que condiciona al derecho


administrativo en la Constitución de 1999, es el principio de la distribución
territorial del Poder Público, que deriva de la forma federal del Estado, y que
encuentra su expresión formal en el artículo 4 de la Constitución que precisa que
“La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado en
los términos consagrados por esta Constitución.

A tal efecto, el artículo 136 de la Constitución de 1999, organiza al Estado


con forma federal mediante un sistema de “división vertical” del Poder Público en
tres niveles: Nacional, Estadal y Municipal, atribuyendo su ejercicio a diversos
órganos y asignando competencias exclusivas en los tres niveles, además de las
competencias concurrentes entre ellos.

En consecuencia, de lo anterior, es que, en el ordenamiento constitucional


venezolano, el principio de la distribución vertical del Poder Público conduce a la
existencia de tres niveles autónomos de Administración Pública: la Administración
Pública Nacional, la Administración Pública Estadal (Gobernaciones) y la
Administración Pública Municipal (Alcaldías), cada una integrada en una persona
jurídica estatal distinta: la República, los Estados y los Municipios,
respectivamente.

En la Constitución, se establecen, dos clasificaciones respecto de las


personas jurídicas.

La primera, que distingue entre las personas jurídicas estadales, que


forman parte de la organización general del Estado en sus tres niveles territoriales
o, si se quiere, del sector público; y las personas jurídicas no estatales, que no
forman parte del Estado o del sector público;

La segunda, que distingue según la forma jurídica que adoptan las


personas jurídicas, entre personas jurídicas de derecho público, como los
institutos autónomos, y personas jurídicas de derecho privado, como las
sociedades anónimas del Estado (empresas del Estado, o empresas públicas
conforme las denominan los artículos 189,1 y 184,4, respectivamente, de la
Constitución).

Otro principio constitucional, que condiciona el derecho administrativo en


Venezuela, es el de la penta división horizontal o separación orgánica de poderes,
que origina órganos independientes y autónomos entre sí, que ejercen las
diversas ramas del Poder Público: Legislativa, Ejecutiva, Judicial, Ciudadana y
Electoral.
La Constitución de 1999, en efecto, adoptó un novedoso sistema de
separación orgánica del Poder Público Nacional, de forma horizontal, dividiéndolo
en cinco Poderes, agregando dos a los tradicionales. Por tanto, en el nivel
nacional se distinguen cinco ramas del Poder Público: el Poder Legislativo
Nacional, el Poder Ejecutivo Nacional, el Poder Judicial, el Poder Ciudadano y el
Poder Electoral, correspondiendo su ejercicio a cinco complejos orgánicos
diferenciados y separados.
Estos son, respectivamente, la Asamblea Nacional; el Presidente, sus
Ministros y el resto de los órganos del denominado “Ejecutivo Nacional”; el
Tribunal Supremo de Justicia y los demás tribunales de la República, así como la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura y los otros órganos de gobierno y
administración del Poder Judicial; el Ministerio Público o Fiscalía General de la
República, la Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo; y el
Consejo Nacional Electoral, sus Comisiones y Juntas.

El 17 de octubre de 2001 fue promulgada por el Presidente de la República


la Ley Orgánica de Administración Pública (en adelante, LOAP; G.O. N° 37.305,
17.10.2001), la cual «tiene por objeto establecer los principios y bases que rigen la
organización y el funcionamiento de la Administración Pública; los principios y
lineamientos de la organización y funcionamiento de la Administración Pública
Nacional y de la administración descentralizada funcionalmente; así como regular
los compromisos de gestión; crear mecanismos para promover la participación y el
control sobre las políticas y resultados públicos; y establecer las normas básicas
sobre los archivos y registros públicos» (art. 1, LOAP).

Para desarrollar los principios constitucionales relativos a la Administración


Pública, en todo caso, se ha dictado la Ley Orgánica de la Administración
Pública, cuyas disposiciones son básicamente “aplicables a la Administración
Pública Nacional” (art. 2). La Ley, sin embargo, no define qué ha de entenderse
por ello; pero de su normativa se deduce que abarca la Administración Pública que
conforman los órganos que ejercen el Poder Ejecutivo Nacional y aquéllos que
conforman la Administración Pública Nacional descentralizada sometida al control
de aquél, con forma de derecho público.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. MARCO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO ADMINISTRATIVO


EN VENEZUELA por Allan R. Brewer-Carías. Profesor de la Universidad
Central de Venezuela. Professor, Columbia Law School (2006).

2. MANUAL DE DERECHO ADMINISTRATIVO GENERAL por Parra


Manzano, Galsuinda. Editorial: Vadell Hermanos C.A

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