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La Fiebre Inmobiliaria en Guatemala MICROECONOMIA
La Fiebre Inmobiliaria en Guatemala MICROECONOMIA
Guatemala
En el 2008, el sector inmobiliario en los Estados Unidos sufrió un golpe tras la burbuja de las
hipotecas subprime. Pero la fiebre inmobiliaria no es ajena a Guatemala. Si se observa tanto la
cantidad de construcciones en Ciudad de Guatemala como el optimismo por parte de los
compradores y los constructores, uno no puede evitar preguntarse: ¿estamos en medio de una
burbuja inmobiliaria en Guatemala?
En apenas cinco años, los precios promedios por metro cuadrado en Zona 10 subieron de $1.200 a
$2.000 por m2. Esto traduce a un crecimiento anual (compuesto) de casi 11%. En Zona 4, el
aumento fue aún más: de $1.000 a $2.200 el metro cuadrado, un crecimiento anual por encima de
17%.
Como referencia, estas son tasas de crecimiento similares a las tasas durante la burbuja en EEUU.
En el pico de la burbuja inmobiliaria americana, los precios aumentaban a un ritmo de 15% al año
durante aproximadamente tres años (de 2004 a 2006), mientras que de 2001 a 2003 los precios
subían a un ritmo de 10% anual. Estas zonas en Ciudad de Guatemala definitivamente están
creciendo a los niveles de la burbuja norteamericana.
Es más, en Guatemala en muchos edificios añaden los metros cuadrados de los parqueos al total
(reduciendo el precio por metro cuadrado), mientras que en muchos otros países los datos
reportados son metros cuadrados habitables. Un apartamento de 75 m 2 en EEUU, tendría – sobre
el papel – 100 m2 en Guatemala. Esto complica hacer comparaciones internacionales.
Algunos defienden que estos aumentos, lejos de ser síntomas de una burbuja, son consecuencia
de factores fundamentales: se dice que el aumento de precios se deriva de un aumento en la
demanda, siendo el incremento de la demanda completamente justificado por el contexto
específico guatemalteco. Pero, ¿es esto cierto?
Segundo, veamos cuántos edificios verticales se están construyendo. Como un estimado colega
me dijo, “en el mercado inmobiliario existen muchos oportunistas.” Parece que esto ha sido
especialmente cierto con construcciones verticales. Según El Periódico, se construyeron 29
edificios verticales solamente en el 2017, con unos 33 aprobados. En el primer trimestre del 2018,
sin embargo, en apenas tres meses se empezó a construir unos 31 edificios adicionales.
Si asumimos un promedio de 100 unidades por edificio, estaríamos hablando de unos 6.400
apartamentos. Sería más de un 50% por encima de la demanda “fundamental” no especulativa, o
posiblemente más, ya que la demanda del segmento medio-alto/alto no se enfoca exclusivamente
en construcción vertical. Es importante resaltar que esta oferta aún no ha llegado en su totalidad
al mercado, pero demuestra que a estas alturas, los números ya no dan.