GUIA DE APRENDIZAJE

LENGUA Y LITERATURA 7° Y 8°

Objetivo: Leer comprensivamente el texto e inferir significados

sobre el contenido.

Medioambiente. La Tierra peligra

La Tierra es un sistema generador de vida donde todos sus
elementos se encuentran relacionados, de manera que la
intervención en uno de ellos tiene consecuencias en el
funcionamiento general.
Todas las sociedades humanas han tenido y tienen una estrecha
relación con el medio natural, ya que deben adaptarse a sus
características; de él obtienen lo necesario para vivir y tienen la
capacidad de transformarlo para satisfacer sus necesidades.
En los siglos XX y XXI la intervención humana en el mundo natural
ha sido la más amplia y profunda de todos los tiempos y, como
resultado, nos encontramos hoy con un planeta dañado. El
adelgazamiento de la capa de ozono, la emisión de gases que
están generando un calentamiento de la atmósfera, la lluvia ácida
producto de la contaminación, la tala indiscriminada de los
bosques tropicales, la contaminación de las aguas, la
desertificación, la falta de alimentos... son ejemplos de esta
verdadera catástrofe ambiental.
El siguiente relato narra en forma ficticia este dilema.

Alerta en el polo

El paisaje era monótono. Un gran desierto blanco, despoblado, en

el norte del mundo. El blanco suelo que ha estado congelado
desde hace miles de años ahora está derritiéndose por el
calentamiento global.
Mapok, un niño esquimal nacido cerca del Gran Río, ha notado los
cambios que está sufriendo la tierra donde nació y está triste por
ello. Sabe –por lo que le han contado su padre y su abuelo– que la
vida del hombre depende de la naturaleza. Y hoy la obtención de
alimentos se hace cada vez más difícil. La idea de que llegará un
día en que él y los suyos no tengan qué comer se aproximaba, y
eso lo angustiaba.
Mapok sabe que con el viento frío del norte llegan del cielo los
cormoranes, las alcas y los frailecillos, y se ponen en movimiento
las corrientes marinas que traen a las costas morsas y focas que
no sólo sirven de alimento a los habitantes de la región, sino
también a los osos blancos y las orcas gladiadoras.
El día era frío y grisáceo, ya que el sol alumbraba la región
oblicuamente. Una suave ventisca que levantaba polvillo de nieve
dificultaba la visión de Mapok, quien con su padre caminaba
lentamente en dirección del poblado más cercano, que distaba dos
kilómetros.
A mitad de camino se detuvieron al ver a lo lejos dos grandes osos
polares de casi tres metros que husmeaban en busca de alimentos.
Escondidos tras unos bloques de hielo escucharon el triste diálogo
que mantenían las dos bestias.
–Romus, hermano mío –dijo uno de ellos–, mis fuerzas se agotan,
nada hemos encontrado... toda esta enorme distancia que hemos
recorrido ha sido en vano...

Mientras tanto Romus, que alzaba el cuello olfateando el aire en

busca de algún bocado, respondió:
–Cabú, debes tener fuerza, yo estoy igual que tú, pero no debes
olvidar que nuestros antepasados sobrevivieron en peores
condiciones que las nuestras.

Los dos osos seguían juntos, muy cerca uno del otro, husmeando y
oteando; alzaban las fauces, rasguñaban la nieve, avanzaban
lentamente por el inhóspito paraje como si fueran ciegos. Mapok
y su padre, sigilosos, los seguían a prudente distancia.
Luego de una hora o más, Cabú se detuvo como percibiendo un
aroma gratificante, y dijo:
–Romus, ¿sientes la frescura del mar? Parece que llegamos a la
costa, por fin.
Los dos peludos hermanos avanzaron por un empinado terreno,
cruzaron unos montículos y bajaron a una planicie donde había
focas que pescaban en las semicongeladas aguas.
Observando aquel apetitoso manjar, Cabú le explicó un plan para
cazar focas y así saciar su hambre.
–Romus, debemos arrastrarnos en silencio hasta ellas y rodearlas,
cuando salgan del agua a descansar nos dejamos caer sobre ellas,
¿te parece?
Con sus ojos henchidos de esperanzas y despertando sus instintos
carnívoros, Romus dijo:
–Cabú, sólo te pido que tengas calma, no vaya a ser que por tu
impertinencia nos quedemos sin comida.
Cabú, inclinando la cabeza, respondió afirmativamente a su
hermano gemelo. Esperaron y esperaron agazapados. Luego,
cuando varias focas despreocupadas descansaban satisfechas su
festín de pescados, Cabú y Romus se abalanzaron sobre ellas, pero
súbitamente emergió de las aguas, entre las capas de hielo
flotante, una gigantesca orca, quien quebrando y separando las
nieves y abriendo sus fauces logró atrapar por su cola a una gran
foca, quien ante la sorpresa nada puedo hacer.
Cabú casi pierde el equilibrio, pero pudo correr la misma suerte de
la foca de haber estado un metro más cerca del agua.
Frente al inesperado ataque se creó un gran caos y confusión; las
focas se tiraron al agua; en el intertanto, Romus dio unos zarpazos
y logró cazar una presa que devoró con su hermano.
Upok, el padre de Mapok, al ver los ojos de asombro de su hijo, le
explicó que todo lo sucedido era parte de la naturaleza, donde los
animales más chicos sirven de alimento a los más grandes. Luego,
los dos se arrimaron a unos roqueríos donde anidaban unas aves. Y
escucharon su diálogo:

Zacarías, que lideraba a los cormoranes o cuervos marinos, tenía

el tamaño de un ganso, con plumas grises, patas cortas, pico largo
y aplastado. Muy preocupado hablaba con Malaquías, el jefe de los
alcas, pájaros de cabeza negra y torso y vientre blancos.
–¿Sabes, amigo? –le decía Zacarías–, estos últimos años he notado
que nuestra tierra está cambiando. Los montículos, los témpanos,
los glaciares, todos tienen otras formas, y hasta los alimentos ya
no son iguales. Antes, durante todo el año, las corrientes marinas
traían varias especies de peces en cardúmenes y ahora sólo llegan
unas pocas... si es que llegan.
–No creas que no me he dado cuenta. Yo también estoy
preocupado con lo que está ocurriendo; antes, muy pocas veces
llegaban hasta aquí depredadores, ahora, en cambio, aparecen
orcas y osos blancos que acaban con muchos de los nuestros. Esto
significa que el alimento está cada vez más escaso –concluyó
Malaquías con el cuello metido entre sus plumas.
–Pero hay algo peor que los depredadores: es el cambio del clima.
¿Te has fijado que cada vez hay menos nieve y que el sol cada día
calienta más? Llegará el momento en que tendremos que
emigrar, pero ¿adónde? –se lamentó Zacarías.
–Hay algo que está provocando esos cambios. Tal vez son esos
grandes aparatos que flotan en el agua y rompen los hielos o esos
que vuelan por el cielo los causantes de nuestros problemas –dijo
Malaquías.
Zacarías, con los ojos perdidos en el horizonte de hielo, no dejaba
de imaginar los problemas que tendrían todas las comunidades de
animales de la región.
–¿Sabes, Malaquías? –dijo Zacarías con pesimismo–, el panorama
no es bueno. El alimento se acaba, las aguas suben a diario su
nivel por al calor y nuestras hembras pierden más críos que
antes... pero lo peor de todo...
–¡Zacarías! ¡Zacarías! –lo interrumpió Malaquías con grandes
voces– ¡las orcas... las orcas...! Se acercan las ballenas, debemos
dar la voz de alerta a la colonia... ¡Vamos, apresúrate!
Las dos aves, desplazándose a toda velocidad, alertaron a los
suyos sobre el peligro.
Junto con la aparición de estos grandes depredadores se levantó
una fría ventisca que borró la visibilidad. Todo indicaba que el
camino de la vida estaba cimentado de obstáculos. Parecía que
esa apartada región de hielos por algún motivo estaba destinada a
cambiar su condición y con ella la vida de su fauna.
Otros pájaros que arribaban en esos momentos daban una nueva
alerta, un barco había chocado cerca de allí con un témpano de
hielo y estaba derramando un líquido denso, espeso, negro como
una peste.
Mapok, esa noche fatigado y cansado, se durmió junto a su padre
entre las rocas de un acantilado. Y tuvo un extraño sueño. De
pronto se encontró en medio de un mar blanco-sereno y vio a
Igaluk, el dios de los necesitados, y le pidió que nunca le faltara
alimento.
–Tú, que has llegado hasta aquí guiado por la inocencia, serás
recompensado. Los vientos te complacerán... Pero no por siempre.
Entonces Mapok despertó y le contó a su papá lo que había
soñado. Upok se puso contento, pues como cazador sabía que con
los vientos vendría buena caza. Llegarían aves y animales, ya que
se pondrían en marcha las corrientes marinas permitiendo la
llegada de focas, morsas y lobos marinos. Pero ¿hasta cuándo
tendrían alimento? El mundo estaba en una encrucijada en la que
ni Igaluk podría ayudarlos.
Eduardo Urzúa

1. Vocabulario: Busca todas las palabras destacadas en

el diccionario:

2. El cuento que has leído ¿es un relato fantástico o

realista? Fundamenta tu respuesta.
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3. Haz una lista con los elementos que te parecen

realistas y otra con los sucesos fantásticos del cuento.

Realistas: Fantásticos:

4. Con los datos que aparecen en el texto describe de la

manera más completa posible el paisaje y el ambiente
en que se desarrolla el relato.
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5. Responde Sí o No, según corresponda. Corrige las respuestas

equivocadas.

Los osos del cuento se llaman Zacarías y Malaquías.

Mapok y Upok buscaban alimentos.

El relato está ambientado en el Polo Sur, en el siglo XX.

Los pingüinos son los animales que más sufren en esta

historia.

Mapok tuvo un sueño premonitorio

6. Relaciona los nombres de la columna A con los personajes de

la columna B.

A B
Mapok Alca
Zacarías Dios
Romus Niño
Malaquías Cormorán
Igaluk Oso
 7. A continuación se señalan diferentes episodios del cuento.
Ordénalos con letras correlativas siguiendo su aparición en el
relato.

______ Mapok y su padre duermen en un acantilado.

______ Los protagonistas observan el ataque de las orcas.
______ Padre e hijo se encuentran con dos osos.
______ La pareja escucha el diálogo de unas aves.
______ Mapok tiene un sueño premonitorio.

8. Las siguientes expresiones de la columna A aparecen en el

texto; relaciónalas con sus equivalentes de la columna B.

A B

El paisaje era monótono. Reposaban dichosas de su

banquete.
El día era frío y grisáceo.
Una borrasca nubló la claridad.
Descansaban satisfechas de su festín.
Observó la mirada de desconcierto
de su vástago.
Una ventisca borró la visibilidad.
El panorama era invariable.
Vio los ojos de asombro de su hijo.
El amanecer era gélido y opaco.

9. En la columna A aparecen 5 parejas de palabras.

Selecciona las que sean sinónimos en la columna B y
escribe una oración con cada sinónimo.

A B

Vida-naturaleza Pesado-grueso
 Husmear-otear Océano albo-quieto

Caos-confusión Existencia-tierra

Denso-espeso Desorden-alboroto

Mar blanco-sereno Espiar-mirar

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Reflexiona y responde.

10. Mapok y su padre protagonizaron una historia

que termina con un sueño del niño. Invéntale otro final
a la historia según tus propias ideas.

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11. ¿Alguna vez has tenido algún sueño o te has

sentido transportado a un mundo mágico, como el que
aparece a veces en libros o películas? Inventa un
breve relato fantástico y escríbelo.

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 12. ¿Qué crees que intenta reflejar el autor de este
cuento? Fundamenta tu respuesta.

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13. Averigua en Internet, diccionarios o libros, qué es

el calentamiento global. Apunta las principales ideas.

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14. Ilustra una escena del cuento y píntala.

Colorea